Tras la masacre de Al-Hawla, el 25 e mayo de 2012, los comerciantes de Damasco emprendieron una huelga en la que, a sabiendas de que (como efectivamente sucedió) les harían abrir sus tiendas, pidieron a los ciudadanos que no fueran a comprar. La huelga a día de hoy sigue teniendo éxito y esta es la respuesta:
"Las alas de los ángeles de Al-Hula
se baten sobre los mercados de Damasco
y bendicen las manos de sus comerciantes
(Kafaranbel ocupada,
Viernes de los Niños de Al-Hula son la mecha de la victoria)"
No hay comentarios:
Publicar un comentario