Texto de un comunicado emitido por los habitantes de Yarmana, en Damasco
La ciudad de Yaramana [1] ejemplifica con sus habitantes de
distintas sectas, religiones y etnias un modelo de convivencia y una pequeña
imagen de la Siria de la esperanza con todas sus sectas y etnias.
Eso es lo que pretendemos preservar y desarrollar y sobre lo
que pretendemos construir a pesar de todo lo que ha sucedido, a pesar de todos
los desafíos y a sabiendas de que no se quiere para Yaramana, una ciudad que
agrupa 300.000 almas, que se mantenga tranquila y callada, sino que, peor aún,
se está trabajando para hacerla explotar en términos sectarios en una lucha con
el entorno por medio de un puñado de infiltrados movidos por partes
determinadas con dudosos fines. En contrapartida, la mayoría de los libres de
la ciudad, sus autoridades espirituales y sus intelectuales se apoyan en unos
valores nacionales bien cimentados y unas costumbres que invitan a la
convivencia, la buena vecindad, la protección del débil y el socorro del
lastimado y de preservación de la dignidad humana.
A pesar del aumento de la presencia de armas y del bombeo
continuo de las mismas, la voluntad común de la mayoría de los habitantes de la
ciudad es el rechazo a tales escenas y a todos los que están tras ellas,
intentando evitarlas y aislarlas, pues nuestros niños y jóvenes no serán
utilizados por otros. No puede ser que en una ciudad en la que está una
importante élite de intelectuales de Siria, hombres patrióticos y muy
capacitados científicamente, se deje el paso libre a los ignorantes y a los que
tienen antecedentes para que dirijan nuestro destino y el destino de nuestros hijos,
provocando problemas y atentando contra la vida de otros, disparando,
atemorizando a la gente y los niños y jugando a ser agentes de seguridad.
Yaramana es la ciudad de la vida y la vitalidad y no un
campo de batalla ni de demostración de fuerza de nadie. Queremos vivir con
libertad y dignidad, sin miedo y sin armas ni cañones. La relación de Yaramana con su entorno está gobernada por
algo que va más allá de la geografía, está gobernada por la convivencia y los
intereses comunes, gobernada por una historia de acción nacional común en las
luchas de la independencia. Los padres y abuelos aún recuerdan cómo la gente de
Al-Ghutta y el Midan protegieron a las mujeres y niños de Yaramana en sus
casas. La razón exige que edifiquemos sobre dicha base bien cimentada con nuestros
hermanos y vecinos y todos los habitantes de Siria, nuestro pueblo, no intentar
destruirla y destrozarla.
Por ello hacemos un llamamiento a todos los honrados de
Siria y a sus fuerzas nacionales dentro y
fuera de Siria para que apoyen esta iniciativa nuestra (la declaración de
Yaramana ciudad de la paz civil y la convivencia) y hacer que esta declaración
se convierta en una realidad, pues es necesario en las guerras y las grandes crisis
que haya ciudades seguras que recojan a los heridos y en las que todos busquen
protección. Que nuestra ciudad sea un refugio para las familias que desean
proteger a sus hijos, que nuestras casas sean las vuestras y compartamos el
pan, el agua y la seguridad.
Declarar a Yaramana ciudad de la paz social y de la
convivencia exige una serie de medidas que trabajaremos por llevar a cabo con
la ayuda de todos, para que sea la primera iniciativa de este tipo en Siria y
exista así una zona de paz civil, deseando que todos asuman la responsabilidad
de traducir esta declaración y apoyarla trabajando para eliminar todos los
controles armados de lo que se conoce como comités populares dentro y fuera de
la ciudad. Ha de trabajarse para detener la militarización de la
ciudad, en respuesta a la voluntad de sus habitantes y retirar todas las armas
de las calles.
Debe reforzarse el principio de rechazo a la adquisición de
armas y de quienes están tras ello, y afirmarse que lo que “protege” Yaramana
es su pacifismo y la preservación de su convivencia segura con su entorno y no
los fusiles ni los hombres armados. Llamamos a todo el mundo a respetar esta
voluntad común de los habitantes de la ciudad, a que se extienda la cultura de
la paz civil y que se clarifiquen los peligros de armar a los jóvenes, del cierre
de la ciudad bloqueo y de su encierro en sí misma, que van en contra de sus
intereses. Que Yaramana sea el pulmón por el que Al-Ghutta respire, no la bala
que detiene su vida en común con sus vecinos, dejemos a nuestros hijos algo que
les deje vivir en paz con su entrono.
Comité de acción nacional democrática de Yarmana.
15/08/2012
Viva Siria libre, por la victoria de la voluntad de nuestro pueblo de obetener la libertad y la dignidiad.
Viva Siria libre, un Estado democrático unido geográfica y demográficamente.
[1] Ciudad-barrio de Damasco que, entre otras coasa, es conocido por acoger a un ingente número de refugiados iraquíes.
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