Texto original: Al-Shaqr al-Awsat
Autor: Michel Kilo
FEcha: 19/08/2012
Hay tres mentiras que repiten los políticos y expertos
occidentales cada vez que se hablan de Siria para justificar sus lánguidas posturas
ante su crisis o para defenderse a sí mismos. Se trata del hallazgo e invención
de las específicas “dificultades” de Siria, imposibles de superar o tratar a
pesar de las posibilidades, los planes y las medidas disponibles para los
países del mundo. Estas tres mentiras sin supuestamente:
1. Que la sociedad siria está compuesta por sectas y etnias
distintas, como si esta composición fuera algo nuevo o como si se hubiera
creado durante el gobierno del Baaz durante el medio siglo pasado y no hubiera
estado presente antes. Ellos hablan de las divisiones de la sociedad siria
mientras repiten incesantemente que Siria siempre ha sido el país de la
convivencia y la diversidad y que siempre se ha considerado el país de todo
aquel que entraba en ella o vivía en ella, con independencia de su nacionalidad
de origen, algo que es cierto.
Siria siempre ha sido el país de la convivencia y la
diversidad, ya sea entre las sectas y las religiones o entre las civilizaciones
y las etnias, y siempre ha tenido las puertas abiertas a los extranjeros, que
se insertaron en su tejido y se convirtieron en su mayoría en parte de él. Ello
lo indican los nombres de los sirios que pertenecen a distintas religiones,
incluso en el seno de una única familia. Por ejemplo, la familia Kilo, cuyo
nombre llevo, están divididos entre cristianos y musulmanes en la ciudad de
Latakia y nosotros llamamos a los Kilo musulmanes primos al igual que ellos
hacen con nosotros, pues somos una única familia que comparte las alegrías y
las desgracias, las venturas y las desventuras. Cuando a unos de los musulmanes
o cristianos de la familia Kilo se le pregunta por su grado de parentesco con
alguien de la familia que lleva el apellido Kilo siempre responde: “Es mi primo”.
Además de eso, somos de una zona llamada la montaña de los Kurdos, que el
régimen bombardea hace un mes y medio y donde ya no vive ningún kurdo, aunque
nadie de la zona reniega de su nombre, y (los miembros de la familia) responden
siempre que se les pregunta por su origen: “Soy de la montaña de los Kurdos, en
la zona este de Latakia, donde viven musulmanes suníes y alauíes con cristianos
de todos los tipos en paz”. Incluso mi padre, que en paz descanse, nos contaba
cuando éramos pequeños la historia del santuario en Kanbasa, donde nació, y de
cómo se desplomaba constantemente hasta que los cristianos y los musulmanes
decidieron construirlo juntos. Desde entonces, dejó de desplomarse y se ha
mantenido en pie. Estos lo llaman el santuario de Yahya y aquel de Yuhanna [1].
Las sectas no se crearon en tiempo del Baaz, pero el
sectarismo se creó debido a sus políticas, y ese es el problema al que se
enfrenta hoy nuestro país, entre otros problemas que patrocinó el supuesto partido
laico, que apostó por la sectarización del Estado, el poder y sus instituciones,
para salvarse el pellejo en caso de que el pueblo se rebelara contra él. Y
ahora se dirige al sacrifico para explotar el rencor y prejuicios sectarios que
sembró en las almas para detonar la unidad popular y convertir la lucha por la
libertad en un loco enfrentamiento sectario entre los sirios. Los “expertos”
occidentales, en vez de observar esta realidad y comprenderla como es y
aprender el hecho de que se irá con la marcha del régimen que la crió durante
cerca de medio siglo, afanándose en desarrollarla, alimentarla y convertirla en
un abismo imposible de llenar con los ciudadanos, consideran la bella
diversidad siria como un problema estructural difícil de sobrepasar y que
constituye la causa de la división entre los sirios. Ello a pesar de que la
diversidad siempre ha estado presente, sin que los sirios estuvieran divididos
o fueran incapaces de convivir en paz y complementándose unos a otros.
2. Que el ejército sirio goza de un poder imposible de contrarrestar,
puesto que posee una defensa aérea superior similar a la de Pakistán –qué increíble-
y tiene armas de destrucción masiva dispersas por varios puntos, además de unas
fuerzas muy bien entrenadas y un largo etcétera. Iraq, cuando lo atacó EEUU,
tenía 625 bases de misiles de defensa antiaérea que no derribaron ni un solo
avión estadounidense. Siria no tiene ni un cuarto de esa cifra. Y aunque
algunas armas tienen capacidad de defensa antiaérea relativamente moderna, no
son tan modernas como para no poder ser confrontadas, especialmente porque no
son de la primera generación rusa, sino de la segunda. Iraq también tenía un
almacén de armas de destrucción masiva no inferior al que se dice que posee el régimen
sirio hoy. A pesar de ello, los líderes militares estadounidenses se burlaron
de la capacidad de Iraq en su momento, pero hicieron que los medios exageraran
su tamaño, como hacen hoy con Siria, pero para no atacar a su régimen. Cuando
EEUU decidió entrar en Iraq, su ejército no pudo hacer nada contra ellos y los
líderes de la Guardia Republicana dijeron que se encontraron bajo el diluvio de
las balas que antes incluso de poder contactar con sus guardianes, que estaban justo
delante de sus despachos. Yo no estoy llamando en absoluto a una intervención
militar, pero afirmo que la no intervención no es resultado de la fuerza del
ejército sirio, sino del hecho de que
los que tienen la decisión de intervenir en su mano quieren que el régimen se
mantenga hasta que destruya las ciudades y pueblos de Siria y las borre de las
ecuaciones de poder y dominio en la zona durante un largo período. Y puesto que
el ejército del régimen es el que las destruye, nadie pondrá límite a lo que
hace, hasta que logre su cometido. Entonces dirán que Siria tiene un ejército
de mala calidad, desentrenado y débil, carente de toda base constituyente de
fuerza, y entrarán para echarlo.
3. La imposibilidad de unir a la oposición. Al fundarse el
Consejo Nacional Sirio, muchos occidentales dijeron que la oposición siria se
había unido hasta el punto de que podía ofrecer una cobertura nacional para
cualquier intervención militar exterior. Cuando el CNS les pidió que
intervinieran –sus líderes hablaron de promesas en ese sentido- utilizaron el
pretexto de la falta de unidad de la oposición y de la división de la sociedad
siria. Hoy, una vez publicado un pacto nacional por parte de la oposición unida
en el que se ha determinado la identidad de la Siria del futuro y que ha
ofrecido una imagen unida en torno a la etapa de transición, lo que se ha hecho
en presencia de delegados y embajadores occidentales y árabes y con la
bendición del ministro de Exteriores turco, que alabaron el paso unificador
adoptado, esos mismos se encontraron con
una nueva mentira, que es la infiltración de “Al-Qaeda” en el Ejército Sirio Libre, como si ayer no
hubieran preparado el camino entre Benghazi y Trípoli con las bombas de sus aviones
para la oleada de “Al-Qaeda” desde el este de Libia hasta el oeste y no
supieran que los líderes de “Al Qaeda” que estaban en la cárcel de Guantánamo
jugaron un papel fundamental en la dirección de la lucha contra las fuerzas de
Gadafi. Los occidentales saben que quien dirige las batallas en Siria son los
oficiales en el ejército, que nunca han pertenecido a “Al-Qaeda” y que quienes
entran en ellas son cientos de miles de sirios de a pie que es imposible que “Al-Qaeda”
haya logrado organizar y dirigir durante los escasos meses pasados. Aun así,
los puedes ver exagerando hoy sobre la división del pueblo sirio y la fuerza
del régimen y conviertendo a “Al-Qaeda” en un ogro aterrador que tiene asida a
la revolución en Siria, para que no hagan nada que detenga la locura oficial
que atormenta al pueblo en todas las ciudades, municipios y pueblos.
Señores: Cuéntennos otra película. Si sus intereses
exigieran una intervención, dirían que Siria está unida en su diversidad, que
lo está deseando, que su ejército está destrozado y se siente incapaz, y que su
revolución está limpia de todo rastro de Al-Qaeda o Al-Qa’ima [2]
[1] Ambos hacen referencia a san Juan Bautista,
[2] Entendemos que se trata de un juego de palabras, pues
Al-Qaeda significa “la base” y al-Qa’ima, “la pata”.
Estimado Michel Kilo:
ResponderEliminarLas potencias hace rato que están interviniendo en Siria.
Por favor, deje primero usted de mentir y de esa forma podrá exigírselo a los demás.
Saludos,
Edgardo
otra pagina de kgada, para que las ratas terroristas invasoras de nuestra amada tierra, tengan legitimidad.
ResponderEliminarcomo dice el titulo del articulo, MENTIRAS, NO EXISTE LA REVOLUCION, NI LOS INSURGENTES, SOLAMENTE EL TERRORISMO, Y LOS TERRORISTAS
SE QUEJAN, de como el ejercito los tortura y mutila, cuando ustedes terroristas arrazan con familias enteras.
esperamos, que el alimento que estan dandole a su rey y sus huestes sea de su agrado, para que pueda consederles unos minutos mas de vida en este infierno.
guerra contra el terrorismo?????? MUERTE A LOS TERRORISTAS EN SIRIA
Lo primero: las faltas de respeto a la extensa labor de traducción se las ahorra. Esto no es una página de "kgada".
ResponderEliminarSegundo: revise su ortografía ceceante y seseante, que da bastantes pistas de su paradero: *arrasan, *concederles.
Lo demás no me molesto en contestarlo, ante semejante mensaje.