Texto orignal: Al-Hayat
Autora: Bisan al-Sheij
Fecha: 20/10/2012
Las redes sociales han transmitido últimamente el corte de vídeo de un
hombre que se unía al Ejércto Sirio Libre, que se dice que es el mismo que
gritó: “Soy un ser humano, no un animal” al comienzo de la revolución siria. ¿Lo
recordáis? Es es hombre de unos cuarenta años que solloza y se le entrecorta la
voz. De pronto mira a la cámara y lanza con toda la fuerza de su voz, un grito
que lleva en sí lo que las lágrimas y la opresión, ya no pueden esconder.
“Soy un ser humano, no un animal” es la expresión que resume la esencia de
la revolución que continúa desde hace casi dos años y que puede considerarse,
en el lenguaje moderno, su “logo”. La revolución siria es exactamente como ese
grito que imprimió a la revlución de los jazmines “Nos han salido canas, nos han salido canas”[1]. La fuerza de este grito
es que no pertenece al diccionario de los lemas colectivos ni a los gritos de
las manifestaciones, sino que se sumerge en el sufrimiento del individuo a la
sombra de los regímenes que tratan a sus hijos de una forma que
se trata al ser humano. Es la misma represión que resume la situación del grupo
y que habla en su nombre. Si una generación entera de tunceinos ha encanecido
de veras esperando ese momento histório con paciencia y en silencio, hasta que
salió de él esa expresión tan cercana a la queja y el sollozo, los sirios
necesitaron toda la valentía imaginable para confesar una realidad que se supone
que es obvia. "Soy un ser humano, no un animal" es una obviedad que exigió una
revolución contra uno mismo en primer lugar para que un hombre la pudiera dejar
salir al borde de una crisis nerviosa. Mira a la cámara y recuerda al mundo a
través de ella que no es un animal. Dice en cierto modo que hasta ese
momento no había sentido realmente que
es un ser humano y que no aceptará otra cosa desde hoy. Crueldad tras crueldad.
Pero como la revolución misma, ese grito humano se topó con la realidad
sobre el terreno, que es la transformación de la revolución pacífica en una
acción militar. Y ese mismo hombre, tras dos años, se une al Ejército Sirio Libre
y levanta las armas contra quien se empeña en tratarlo como no le gusta. Le han
hecho falta dos años para decidir armarse. Tal vez mantuvo la paciencia durante
ese tiempo y pensó, como otros sirios, en la utilidad de la solución política y
diplomática, y tal vez esperaba en su fuero interno que hubiera una intervención
militar que le evitara la lucha interna. Se puso a sí mismo límites
temporales y puntos de referencia que lo ayudaran a tener paciencia y mantener la esperanza.
Primero era suplicar a Damasco y Alepo, después las elecciones francesas, luego
Ramadán y la fiesta, las elecciones estadounidenses… hasta que se vio obligado
a aceptar la tregua en la fiesta del Sacrificio. Una tregua de dos días para
retomar después los asesinatos.
Este hombre, cuyo nombre desconocemos [2], ha unido su destino a grandes hechos
en los que nada tiene que ver. No hay duda de que en esta tregua de Brahimi ha reabierto la antigua herida de que su destino como ser humano está unido al
humor del régimen mismo y su aceptación o rechazo del alto el fuego. El hombre
ha tomado una decisión y tomar las armas no es solo contra quien lo ha tratado
como un animal, sino también contra los que le piden que sea un dios, pues es,
con toda sencillez, un ser humano.
[1] Expresión espontánea de un hombre que quería mostrar cuánto tiempo llevaban esperando ese momento. El vídeo aquí. "Nos han salido canas, nos han salido canas esperando este momento histórico".
[2] En el vídeo de su adhesión al ESL dice llamarse Muhammad Ahmad Abdel Wahab.
Las guerras son las formas mas horrendas que utilizaron los hombres para demostrar el poder a través de la extrema crueldad, y ello han sido aplicadas por gobiernos autoritarios llamados nacionalistas, sinónimos de facistas, nazistas que durante la primera y segunda guerra mundial, exterminaron miles y miles de seres humanos inocentes.
ResponderEliminarHoy en día cuando el ciudadano sirio, manifiesta "Soy un Ser Humano, No un Animal", se puede ver a través de él, toda su alma reflejada en dolor, se puede ver toda la miseria humanistísca que azota en ese hermano país de nuestro único planeta tierra,cuando digo hermanos es porque somos todos seres humanos,somos todos hijos de Dios, somos todos padres, somos todos hijos y no podemos permitir que niños, mujeres, sufran estos atropellos y abusos de poder, donde los países democráticos de todo el mundo y los garantes de la Paz brillan por su ausencia, como la ONU, la Iglesia Católica, el Papa, las diversas Instituciones Religiosas, los Organismos de Derechos Humanos, la Cruz Roja Internacional, Cáritas, Ong's etc.
Mi solidaridad profunda con aquellas víctimas inocentes, que azota las mas tremendas injusticias existentes en el país de Siria.