Texto original: Facebook
Autor: Faruq Mardam Bey
Fecha: 05/10/2012
No es difícil
comprender que Frédéric Chatillon, el brazo fuerte del Frente Nacional, sea el
impulsor principal en Francia de la propaganda del régimen sirio. También es
natural que Richard Meier, el defensor del nuevo asesino nazi (noruego) Anders
Breivik, centre un pequeño libro en glorificar a los Asad padre e hijo. Pero, ¿y
los demás? ¿Por qué hombres y mujeres que dicen ser izquierdistas y democráticos,
que buscan una globalización alternativa, que defienden a los pueblos
desposeídos y que nunca han sido sospechosos de enemistad hacia los árabes o de
tener miedo del islam a su alrededor, se arrodillan para apoyar a Bashar y su
séquito?
Está quien
adopta la explicación policiaca de la historia, y son muchos más de los que
pensamos. Os dicen que todo lo que sucede en el mundo árabe desde diciembre de
2010 no es más que un truco del imperialismo estadounidense para empujar a sus
peones islamistas al poder en colaboración con el Reino de Arabia Saudí y Catar,
los cuales han adoptado el papel de cajas registradoras. Pero cuando recuerdas su
entusiasmo por las revoluciones tunecina y egipcia, incluso su ímpetu hacia
Catar cuando su emir jugaba un papel de aguafiestas o cuando Al-Jazeera apoyaba
al poder en Damasco, cambian sus posturas para ceñirlas exclusivamente a la
teoría de la conspiración contra la “Siria antiimperialista”. Entonces, las
manifestaciones populares a lo largo y ancho del país, los cientos de miles de
refugiados, las detenciones colectivas, la tortura, la violación, el saqueo, y el
bombardeo de ciudades y pueblos con carros de combate pesados y con aviones de
guerra no es más que un engaño óptico, imágenes fabricadas en los despachos de
la CIA y los estudios de Aljazeera. Incluso, aunque todo se pruebe cierto, se
preguntan cuál es el peso de la liberta y la dignidad del pueblo sirio a cambio
de la bomba nuclear iraní y los misiles del Hezbollah libanés.
Pero “esos
antiimperialistas” que normalmente son defensores del islam político, se
convierten en laicos puritanos cuando el asunto está relacionado con Siria.
Cierran sus oídos a las llamadas de socorro a Dios en las manifestaciones
rodeadas de francotiradores y ven a los salafistas cuando el régimen quiere que
los vea. Exageran el papel de los voluntarios islamistas extranjeros, que
Bashar al-Asad no dudó en ningún momento en infiltrar en Iraq, sollozan por la
minorías al estilo de lo que hacían los canales occidentales en tiempos de “la
cuestión de Oriente” y descuidan toda iniciativa que refleje el valor de la
ciudadanía por parte de la oposición, sea política o cultural. Tratan al
régimen, que se apoya parcialmente en el espíritu de un colectivo sectario,
como si fuera laico, lo que es precisamente una de las acciones dedicadas a
dominar a las minorías, siendo él mismo quien animó a la “reislamización”
extremista y opresora de una parte de la sociedad con el pretexto de combatir
el islam político.
Además de eso, se observa que los que supuestos “antiimperialistas”
de quienes se espera que posean un mínimo de conciencia social, evitan
por todos los medios utilizar tal expresión, centrando sus esfuerzos en la famosa
conspiración, y en las deficiencias y forcejeos de la oposición. Ni una palabra
de la base clánico-sectaria del régimen, nada del salvaje liberalismo económico
y sus redes mafiosas, ni del comportamiento monárquico ni del extraño culto al
individuo. Nada de los cincuenta años de despotismo destructivo y de las
decenas de miles de víctimas siras, libanesas, palestinas e iraquíes. Ni un solo
momento, aunque sea fugazmente, piensan en las fuerzas sociales actuales, claro
está, fuera de la repetición consumista de la idea de un país que está
compuesto por alineaciones de agrupaciones étnicas y religiosas que no puede
ser gobernado democráticamente. ¿No provoca ira y al mismo tiempo lo explica el
hecho de que los luchadores de la izquierda no se pregunten ni por las clases
ni por los estratos sociales sobre los que cae la fuerza del régimen y a las
que se enfrenta, o por esas que se benefician
de él y están con él relacionadas, o esas que dudan unirse a una u otra parte?
En realidad, lo que une a esos luchadores con el
sanguinario dictador de la especie de los Asad (leones) no es la política stricto
sensu, sino la ideología. Es esa pseudo-cultura arraigada que impone a los
otros pueblos de forma consciente o inconsciente, la necesidad de adoptar una
cultura que no puede en ningún caso diferenciarse de la nuestra -el apego a la
cual la convierte en una segunda naturaleza- de defensa de los logros sociales,
las libertades individuales y colectivas cuando estamos en las filas de la
izquierda. Eso a cambio de que sea impensable, molesto, insensato y antinatural
según esa misma izquierda que veamos en Siria a personas viviendo libres e
iguales, si no es cayendo en el balcón de la “conspiración
estadounidense-saudí-catarí”.
Ha sido todo un descubrimiento dar con esta ventana a la realidad árabe.
ResponderEliminarMe suscita controversia, desacuerdos, pero me ofrece puntos de vista razonados y razonables sobre lo que esta pasando en Siria, o en Túnez.
Por lo cual es suficiente motivo para sentirme agradecido.
Saludos.
Un placer servir de ventana.
EliminarBuenísimo el blog. Yo también miraba las noticias estos días y pensaba 'Cómo me gustaría tener alguna voz de allá', porque desde Argentina todo parece tan lejano!
ResponderEliminarmagistral analisis de aquellos que se identifican mentirosamente como de izquierda y apoyan la dictadura genocida de Assad, uno tiene que soportar leer en portales tanto en YT como de noticias donde estos ignorantes y conspiranoicos canallas llenan de comentarios falaces y traidos de los pelos sin conocer nada de lo que ocurre en aquel pais, he discutido muchas veces con estos energúmenos y demuestran tener poco y nada en la cabeza mas que frases repetidas de panfleto barato antiimperialista ni modo que se hundan en su ignorancia y realidad distorsionada
ResponderEliminarAcabo de regresar de una miniconferencia sobre Siria, y concluyo que la verdad todavía no llega por estos lados, acá en Colombia, y me atrevería a afirmar, que lo mismo sucede en todo Occidente. La teoría conspirativa tiene un gran peso, y todo soportado por el odio extremo, que con toda razón, se le tiene al imperialismo norteamericano. Pero, ¿y la búsqueda de la verdad? Cuando en todos los discursos aparece una Siria sometida a meros intereses geopolíticos, desaparece el pueblo sirio, y las cortinas de humo son los cánticos apocalípticos del imperio desde el año 2001, cuando se propuso conquistar a sangre y fuego el Medio Oriente. Compañeros: para nuestro mal, la dialéctica es la cosa más desaparecida, tanto como el alzamiento del pueblo sirio, que hay hoy en día, y se siente más en los "concienzudos" análisis de los izquierdistas ultras-antiimperialistas, pues para ellos si un régimen se autodenomina anti, pues inmediatamente, a pesar de sus tropelías con el pueblo, pasa a ser parte del inventario de los regímenes que debemos defender. Debemos gritar a pleno pulmón, fuera todos los imperialismos de Siria, abajo el régimen de Assad, viva el alzamiento popular sirio, fuera los extremistas salafistas de esa patria. A apoyar todos la autodeterminación del pueblo sirio.
ResponderEliminarO povo sírio está sendo dizimado ou escorraçado de sua Pátria, atirando-se ao mar, em busca de refúgio. Um refúgio que não encontram, salvo como uma exceção. Ao que se conhece no Ocidente, na Síria além do terrível DAESH, uma ambiciosa organização terrorista, veem-se os sírios dominados e manietados pela Al Nusra e, segundo se lê, inúmeros outros grupos violentos, terroristas, que disputam poder entre si. Tudo indica que nesse exato momento, os sírios que amam a sua Pátria,o povo sírio, a democracia e a liberdade deveriam se unir para derrotar os terroristas, que EVIDENTEMENTE não surgiram agora, mas que estão na Síria, desde os acontecimentos que se seguiram à chamada Primavera Árabe.
ResponderEliminarIsso evidentemente será uma tarefa árdua, mas é esse o momento de empreendê-la.
Se isso não for feito, o que restará da Síria dentro de um ou dois anos? Escombros, desolação, desespero, e um povo fraco, doente, certamente dominado por países poderosos. Acredito que há mais de cinco anos grupos bem intencionados quiseram levar adiante uma Revolução real e verdadeira. Mas essa oportunidade foi perdida porque outras forças e interesses poderosos ingressaram no território sírios, apoiados e armados por outros países, interessados em dominar o território sírio, e, a partir desses fatos instalou-se um verdadeiro caos.
Nesses momento, é preciso fazer as corretas análises, usando o método histórico e dialético. Voluntarismo e doença infantil do esquerdismo destruirão de vez a nação síria. O mundo precisa que os sírios ajam de forma sábia e amadurecida, salvando seu povo e sua Pátria do desaparecimento.
Na verdade, o que os grandes poderes querem é fazer com a Síria o mesmo que fizeram com os palestinos, com os líbios: dizimá-los e tomar os seus territórios.
Unam-se contra os verdadeiros inimigos do país e depois de vencer os inimigos principais,organizem-se politicamente e concorram em eleições livres e acompanhadas por todos os países do mundo. Assim é que se faz a democracia e se constrói a verdadeira liberdade e independência.
Por uma Síria democrática, socialista e soberana!