Blog dedicado a publicar traducciones al español de textos, vídeos e imágenes en árabe sobre la revolución siria.

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martes, 27 de diciembre de 2011

El arte de la libertad

Texto original: Al-Hayat


Autor: Zaina Erhaim


Fecha: 25/11/2011




“Siria en forma de balanza, inclinada hacia el lado en que reposa un pequeño corazón de amor, capaz de levantar el pesado misil que empuja desde el otro lado”. Esa es la última caricatura que el artista sirio Ali Ferzat dibujó antes de que le rompieran los dedos el pasado 24 de agosto, un suceso que privó al levantamiento sirio de lo que los activistas consideran “documentos dibujados que realizan la crónica diaria de su revolución”, tal y como uno de ellos describió la influencia de la pluma de Ferzat.

Dicha agresión hizo de Ferzat un icono de la revolución, o “más bien un periodista valiente cuyos dibujos  ponen en evidencia las prácticas de un régimen desesperado y que animan a los sirios a exigir sus derechos y expresarse con libertad” como dice Jean François Julliard, el Secretario General de Reporteros sin Fronteras a quien el periódico francés Le Monde otorgó el premio a la libertad de prensa de 2011.

Las artes plásticas también han tenido cabida en la revolución siria a través de la página de Facebook  “Arte y Libertad”, que desde el pasado junio publica diariamente nuevas obras con la firma real de su autor “porque ello es un acto de solidaridad que necesitan el ciudadano,  el manifestante, el detenido y toda víctima”, según dice la dirección de la página. Este proyecto se define a sí mismo como “una página abierta a todos los artistas sirios y árabes que se solidaricen con el pueblo sirio y estén de parte de la libertad y en contra de la violencia. Toda colaboración enmarcada dentro de las artes plásticas tradicionales será bien recibida, como también lo será cualquier nueva forma de expresión artística”. A día de hoy, esta galería virtual ha expuesto ya más de 180 trabajos entre dibujos, fotografías, grafitis y esculturas.

El artista Youssef Abdlaki fue el primero en colgar un dibujo en “Arte y Libertad”. En él, trazaba los rasgos del “Mártir de Daraa”. Sobre esta exposición, Abdlaki dijo: “A la luz de la actual situación política, los artistas no pueden mantenerse al margen. Los hechos se adelantan a esta tímida valentía (de los artistas), pues en la calle hay quien ofrece enormes sacrificios”.

Las víctimas siguen siendo los inspiradores de las obras de la galería y recientemente se han publicado los grafitis del artista Izzat Abu Ba’iya en los que narra las historias de las vítimas de la lucha pacífica: Faysal Addi (el ideólogo de la formación de una bandera humana en Hama), Ghiath Matar (quien tuvo la idea de colocar botellas de agua y rosas frente a los soldados en la provincia de Damasco) o Maran Arub (inventor de las “armas” movidas por el calor de las estufas en Homs).

Al mismo tiempo que se exponían estas obras estáticas, se emitía a través de Youtube la serie “Libertad y nada más”, en reconocimiento al primer lema que los sirios gritaron en las manifestaciones, convirtiéndose en la primera serie siria creada en exclusiva para su emisión en la red. Según la página de la serie en Facebook, se trata de algo “sencillo, que critica la desalentadora situación que vive el pueblo sirio desde un punto de vista cómico”. Sus personajes son tan solo dos jóvenes sentados en una mesa con dos tazas de té de aroma sirio y los productores son los miembros de la campaña “Con vosotros”, campaña solidaria con el pueblo sirio puesta en marcha por sirios expatriados. La serie se emitió en 30 capítulos a lo largo de mes de Ramadán, comenzando con “Paquete de medidas” y terminando con la canción “Libertad y nada más” cantada por el manifestante muerto. La emisión sobrepasó con creces el número de espectadores alcanzado por las demás series típicas de Ramadán porque esas obviaban totalmente lo que estaba sucediendo en Siria.

Otra serie, de un estilo diferente, pero también emitida en Youtube,  es “ToopGun”. En ella se utiliza la técnica del guiñol para comentar lo que está sucediendo en Siria en episodios breves que tratan las “mentiras que el régimen sirio ha difundido en los medios para confundir a la opinión pública”, según dicen sus creadores. Cada domingo se emite un nuevo capítulo con su correspondiente traducción al inglés, protagonizada por “Bishu”, “Hija de Damasco” e “Hijo de la libertad”, además del invitado de honor, el “shabbih”.
Las series de la revolución no han sido, en 2011, el único medio de entrada de las artes de la revolución al Youtube y, en consecuencia, a las pantallas del mundo gracias al internet. Los activistas han creado programas de televisión emitidos de forma profesional como “Nada es lo que parece, aunque nos empeñemos”, un programa irónico presentado por una mujer que lleva una máscara de colores y que habla en un dialecto sirio elegante. En el programa, dialoga con personalidades ficticias a través del montaje de fragmentos de entrevistas y discursos previos para después comentarlos.

Según los créditos que aparecen al final del programa, este está financiado por “Estados Unidos, varios emiratos salafistas, los Hermanos Musulmanes, los malvados de Líbano, Israel y Al-Qaeda”, sugiriendo que el régimen no se ha logrado evitar acumular enemigos políticos, siguiendo así la lógica de las acusaciones dirigidas contra los opositores sirios.

La canción “Qué injusticia” de Samih Shkeir inauguró el festival de canciones de la revolución siria, haciendo florecer a diario el canto colectivo de los manifestantes en cada rincón de Siria, especialmente desde que los lemas se han convertido en canciones a ritmo de tambor y aplausos gracias a Ibrahim Qashush, que después pagó su castigo al serle arrancada la garganta. A estos cantos, los habitantes de Homs han añadido bailes muy expresivos como el de la canción “Se derraman las lágrimas de los ojos por los mártires de Siria y sus jóvenes”, un baile en la que los cuerpos de los jóvenes se agolpan y se balancean en perfecta armonía como las olas del mar.

Otro baile de este estilo lo inventaron los jóvenes de Homs para la canción “Bashar ha perdido su legitimidad”, imitando la danza de Zorba el griego, personaje de la obra de mismo título de Nikos Kazantzakis*. Con la melodía del preludio, los cuerpos comienzan a saltar agitando las manos horizontalmente para después agarrar el hombro del revolucionario que está al lado y volver al balanceo.

Las canciones de la revolución siria comenzaron en Homs con el portero de fútbol de La Dignidad, Abd al-Basit Sarut, que cantó “Nuestra  querida patria, el pueblo quiere libertad” durante el primer mes de la revolución. Después le tomaría el relevo Qashush en Hama con “Venga, vete, Bashar” y “Siria quiere libertad”.

Junto a las artes tradicionales, los sirios han innovado métodos de lucha pacífica que, además de poner nerviosos a los servicios de seguridad, han logrado provocar un cambio artístico que quedará en los anales de esta etapa de la historia del país. Entre ellos están las manifestaciones silenciosas y las “manifestaciones de muertos” de Kafar Nebel, las manifestaciones en el río en Deir Ezzor, las manifestaciones en el mar en Latakia, las manifestaciones en moto en Idleb,  las concentraciones de mujeres en las casas de Damasco y las manifestaciones “relámpago” (cortas y espontáneas, que se dispersan antes de que lleguen los agentes de seguridad) que se producen en cada rincón de Siria.
Las fuentes de las plazas de la capital se han teñido del color de las calles ensangrentadas y balones de la libertad han sido lanzados al aire. Se han colocado altavoces que llamaban a la caída del régimen en los edificios de las instituciones gubernamentales, los mercados, las calles y las mezquitas. También se ha hecho rodar a las “pelotas de la libertad” que llevaban impresas las peticiones del pueblo y que bajaban desde el elevado barrio del Muhayirin hasta el palacio presidencial. Estos son ejemplos de las muchas creaciones de fabricación local que se han visto.

En teatro, los hermanos Ahmad y Muhammad Malass presentaron la obra “La revolución de hoy se aplaza hasta ayer” en su habitación en Damasco, sin una autorización previa ni con la ayuda de la dirección teatral. Después la repitieron en Líbano y Moscú, e incluso en la celda en la que estaban detenidos por participar en lo que se conoce como “la manifestación de los intelectuales” en el barrio del Midan.

La obra gira entorno a la relación entre el manifestante detenido y el agente d seguridad, una idea que fue inspirada por el vídeo del joven Ahmad al-Bayasi, que se puso delante de la cámara con su carné de identidad para desmentir la versión de los medios oficiales sobre el episodio en que unos soldados pisoteaban a la gente en Al-Bayda. Según el régimen el vídeo del suceso había sido grabado en Iraq y los autores de tal humillación eran grupos kurdos armados.

El 2011 ha terminado, pero no la revolución en Siria, donde la entidad popular y de las élites hace nacer nuevas creaciones de protesta.

*El escritor y filósofo griego más conocido del siglo XXI, que publicó Zorba el griego en 1964

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