Blog dedicado a publicar traducciones al español de textos, vídeos e imágenes en árabe sobre la revolución siria.

El objetivo es dar a conocer al público hispanohablante al menos una parte del tan abundante material publicado en prensa y redes sociales sobre lo que actualmente acontece en Siria. Por lo tanto, se acepta y agradece enormemente la difusión y uso de su contenido siempre y cuando se cite la fuente.

miércoles, 31 de octubre de 2012

Entre el mortero coreano y el muro israelí



Texto original: Al-Quds al-Arabi

Autor: Elías Khoury

Fecha: 29/10/2012



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El líder norcoreano, el joven Kim Jong Un, ordenó la ejecución del viceministro del Ejército, Un Kim Chol, lanzándole un proyectil de mortero. La cuestión no está en la razón de la ejecución, que es una causa insignificante, ya que el viceministro fue acusado de beber alcohol durante el tiempo de luto del presidente anterior de Corea del Norte, Kim Jong Ill, el padre del actual presidente e hijo del que le precedió. La cuestión está en la forma de matarlo, pues el presidente quería que no quedara ni rastro del viceministro tras su muerte. Así, el genio criminal ingenió un modo inusitado de ejecución, y se colocó al pobre acusado en un punto al que apuntaba el lanzamisiles de mortero. Dispararon y el hombre quedó destrozado por completo.
En Corea del Norte no hay ninguna revolución ni guerra civil, si no que hay una hambruna que soportan los coreanos con valentía para construir un escudo antimisiles y desarrollar armas químicas, en señal de fidelidad a la dinastía gobernante que conforma hoy el modelo más elevado de los regímenes dictatoriales en el mundo. Para traspasar el papel del abuelo, al padre y al hijo, no hay nada malo en lanzar un mensaje con un proyectil de mortero, a todos los que le han sugerido a él mismo en persona la posibilidad de superar los valores dictatoriales que cimentó Kim Ill Chol, centrados en torno a la idea de que el hombre fundador gobernará su país toda la eternidad.

Si un novelista coreano hubiera contado esta historia, algunos críticos habrían analizado la influencia del realismo mágico en la literatura en Asia, y los demás la habrían considerado como una exageración inverosímil.

Pero lo que parece una exageración es la realidad en sí misma, pues la imaginación del crimen no tiene límites, especialmente cuando se viste de despotismo divino y piensa que su poder absoluto sobre los vivos le da la capacidad de comportarse como quiera y excederse en el poder sobre la muerte que solo él posee. Lo que enloquece a los dictadores cuando tienen poder sobre la muerte es que no tienen poder para evitar la suya propia, por eso su poder se convierte en una pasión por la sangre de los demás, como si matar a otros les alejara el vaso del que al final no tendrán más remedio que beber.

En su película “Diluvio en el país del Baaz”, el difunto director de cine Omar Amiralay, apuntó que el autoritarismo en las escuelas públicas sirias se había instaurado al estilo norcoreano. Este dato aparecen de forma marginal en la película, cuando lo cuenta un profesor en un lejano pueblo del Éufrates. No descubrimos su importancia hasta que comenzaron a llegar las imágenes de represión y tortura en Siria, cuando los shabbiha ordenaban a los prisioneros decir: “No hay más dios que Bashar”. Es decir, el modelo norcoreano se ha trasladado a Siria con un nuevo toque, el toque de la divinización del dictador que mata: el dictador absoluto tiene las armas para aterrorizar y debe utilizarlas todas para salvaguardar su permanencia.

El eco de tal salvajismo lo encontramos en el coche bomba que acabó con la vida del coronel Wissam al-Hasan, pues el objetivo no era matarlo simplemente, sino también borrarlo de la faz de la Tierra y convertirlo en trizas. ¿Cómo lo concibió el presidente Kim Jong Un? No hablo de la ejecución en sí, sino de la forma en que se le ocurrió matarlo a la imaginación del joven hombre que heredó el poder.

Lo más probable es que los herederos sientan que deben superar a sus padres para merecer la herencia y eso es lo que ha sucedido en Corea del Norte, pues el presidente de ese país que heredó un régimen que logró sobornar al mundo con sus armas nucleares, quiso sobornar a su pueblo de una forma lo más parecida posible a las películas de terror. Así, filtró la noticia del proyectil de mortero  para decir que no permitirá a sus enemigos ninguna influencia, sino que los borrará.

En Siria, el joven heredero  se encontró en su confrontación con la revolución siria, ante una única elección, que era superar el crimen de su padre en Hama en 1982, y para ello ha convertido todas las ciudades de Siria en una nueva Hama, y ha utilizado barriles de TNT para bombardear a los civiles, considerando que con ello anuncia ser digno de su cargo y reafirma la eternidad del régimen.

-2-

En la otra cara de la moneda, parece que el fascismo israelí está en su mayor esplendor con la alianza electoral entre Netanyahu y Liebermann. La alianza de la extrema derecha racista que aquí adopta una “imagen civilizada” no se diferencia en su salvajismo del salvajismo de los barriles de TNT o de los proyectiles de mortero. No entraré en el análisis de la deriva fascista de la derecha en la sociedad israelí, basta con que leamos al periodista israelí Yadon Levy para comprender que Israel se está suicidando, sino que me detendré en ese ruso convulsivo el lema de cuya campaña electoral es que entiende árabe. Con ello, Lieberman quería decir que entiende a todos los árabes y entiende que no entienden más que el lenguaje de la fuerza.

Estas palabras van dirigidas a los palestinos en primer y último lugar, pues esta nueva alianza quiere sacrificar al cordero palestino que ha defendido a muerte la paz, y se ha despojado de todo, pensando que era socio del lobo israelí. El lobo le dice hoy al cordero que el juego se ha terminado y que es hora de cazar a la presa, y que “el boicot” que presenció el cerco a Yasser Arafat y su asesinato verá un nuevo capítulo que no será menos trágico que el anterior.

Los israelíes juegan con el salvajismo de quien tiene el poder del lenguaje y del asesinato al mismo tiempo. Y anuncian por boca de Yalon, el único candidato al puesto de ministro de Defensa en el gobierno que se formará tras las elecciones, que los palestinos deben olvidar Cisjordania, y conformarse con la Franja de Gaza cercada, a la que el Emirato de Catar ha enviado las migajas de sus excedentes de gas para que se mantenga viva, y para que lo que queda de Palestina acabe convertido en un pequeño emirato islámico bloqueado por la ocupación y sin capacidad de maniobra.

El juego del dúo Netanyahu-Liebermann se completará en Cisjordania, y su primera víctima será el cordero palestino rendido a su desesperación e impotencia. Y con ello, el Estado hebreo se convertirá en uno de apartheid en todos los sentidos, un Estado al que no rodearán más que los escombros que ha dejado el gobierno del Baaz en el Oriente árabe. Liebermann no recurrirá a la ejecución de su víctima palestina con mortero, pero hará de la “Tierra prometida”, la tierra de la muerte continua de los palestinos.

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Dos fascismos salvajes que cercan a los árabes. El fascista israelí goza de la connivencia y la participación estadounidense, como también goza del apoyo de los judíos rusos en Israel que se han convertido en la punta de lanza del racismo, además del apoyo del lobby judío en Rusia, que cada vez tiene más influencia. El fascista sirio, por su parte, se basa en el apoyo zarista ruso y goza del beneplácito israelí ante sus acciones, que suponen la destrucción de Siria y del Bilad al-Sham (la Siria histórica) al completo. Dos cercos que no se romperán más que en Damasco. ¿Cuándo se abrirá la capital de los árabes como una claraboya en este último muro?

lunes, 29 de octubre de 2012

La revolución siria y sus tres grandes cuestiones


Texto original: Al-Hayat

Autor: Yassin al-Hajj Saleh

Fecha: 28/10/2012



En la revolución siria se entrecruzan tres grandes cuestiones que tienen que ver con el mundo árabe al completo: la cuestión de la autoridad o la cuestión política, la cuestión religiosa y la cuestión occidental. La primera excede las relaciones políticas con las fuerzas occidentales para encaminarse hacia una organización equitativa de las interacciones políticas, culturales, securitarias y económicas con Occidente sobre unas bases cambiantes que mezclan la enemistad y la actual dependencia complaciente.

La cuestión política en Siria es más cruel que en cualquier otro país que ha presenciado revueltas para desestabilizar al estado, como entidad y como institución de gobierno, y lo que ello conlleva de reconstrucción del Estado y la identidad nacional, además de una vida política más justa e inclusiva. El derrocamiento del régimen asadiano, el objetivo inmediato de la revolución, no soluciona por sí solo el problema político, pero tal vez elimine las trabas que dificultan su tratamiento. Bajo este régimen, Siria no ha logrado progresar en el tratamiento de sus problemas nacionales o sociales, sino que todo se ha ido desmoronando y la sociedad siria ha sido minada securitaria, política y psicológicamente, y hoy nos enfrentamos a sus explosiones resultantes.

Se esperaba que si todas estas peligrosas trabas se retiraban, los sirios caminarían, aunque fuera a través de caminos tortuosos, en dirección a un régimen político reformable en cuyas instituciones muchos más pudieran oír sus voces y se les diera la oportunidad de encontrarse, colaborar y organizarse para tratar los problemas que se les plantearan. Pero tras todos estos crímenes, sangre, dolor, ira y odio, la oportunidad es cada vez más débil incluso para este difícil desarrollo. Queda una única dirección para tomar en Siria que es la salida del yugo asadiano y el respirar un aire menos corrupto.

Al contrario que en Egipto y Túnez, países que han comenzado a enfrentar sus problemas religiosos y políticos tras el triunfo de los islamistas, Siria se enfrenta a estos problemas desde ahora, a sabiendas de que la sociedad siria es más complicada en este nivel. Al problema político y religioso en Siria se une otra complicación, que son las exigencias del enfrentamiento con un régimen agresor que apunta hacia la radicalización religiosa, o sea, hacia las formas de religiosidad y pensamiento religioso menos convenientes para una vida política más libre y justa. Esto se mezcla, de forma difícilmente evitable, con una intransigencia sectaria generalizada que el régimen no ha escatimado en alimentar desde el estallido de la revolución, además de haber alimentado los miedos de todos frente a todos y la falta de confianza de todos en todos.

Pero es el problema religioso el que supera en realidad todas las tendencias y tensiones relacionadas con la situación actual hacia cuestiones que se asoman a la situación del islam en el mundo contemporáneo y su relación con los valores de la libertad y la igualdad, y con la organización de la relación entre la religión y la política, la Ley, la ética, el conocimiento y la identidad, de forma que no ahogue a la sociedad y los individuos. Tenemos mucho trabajo por delante en este sentido, un trabajo que incluye la reestructuración del cuerpo del islam político en medio de las diversas luchas sociales y políticas, sabiendo que la cuestión religiosa excede las fronteras de cualquier país de manera individual para incluir a todo el espectro geo-cultural islámico.

En tercer lugar, tenemos la cuestión occidental. Los revolucionarios sirios llamaron al penúltimo viernes “EEUU, ¿tu rencor no está satisfecho ya con nuestra sangre?” Al margen del melodrama deprimente que contiene este nombre y de las leyendas políticas que se acercan a la conspiración contra uno mismo, este nombre refleja que la focalización de nuestro pensamiento en torno a EEUU y Occidente que tiene el mismo carácter provincial que la petición de una exclusión aérea y zonas aisladas a EEUU y a las mismas potencias europeas hace más de un año. Entonces, de forma muy realista, Occidente fue el primero al que muchos sirios pidieron ayuda para enfrentarse al ataque de su régimen y su sentimiento de desamparo. Esto incluso antes de pasar progresivamente a pedir la ayuda celestial.

Mientras no podemos reprochar a Occidente esta vez más que el hecho de no ayudarnos, y no que nos agreda o que ayude a nuestro enemigo, el lema del viernes antes mencionado ha sido producto de una herencia más cercana a la justificación de la postura del régimen y no de los revolucionarios contra él.
No hay duda de que el contexto realista, que es el contexto de un sentimiento de desamparo y de pérdida de la estabilidad ante la agresión criminal descontrolada, es lo que explica el cambio actual en las posturas. Pero la disposición a la volubilidad es antigua entre los árabes. Nosotros pasamos de ser buscar el apoyo de Occidente y su ayuda en nuestras causas a condenarlo y considerarlo enemigo. No solo porque Occidente era el más fuerte de quien podía esperarse la ayuda, sino que también pretendimos comprometerlo con sus supuestos valores en el ámbito de la libertad y los Derechos Humanos. Vemos que Occidente pocas veces es fiel a esos principios fuera de su territorio, pero es la parte política y cultural que posee los valores generales dominantes mundialmente, que es en la que se apoyan EEUU y las organizaciones internacionales, mientras que el resto de partes internacionales no tienen una política de dimensiones morales de ningún tipo.
La revolución siria es adecuada para mostrar esta contradicción o duplicidad en los parámetros en la mirada a Occidente, igual que lo es para mostrar las cuestiones política y religiosa.

La indomable situación de la revolución hoy está estrechamente ligada con estas tres cuestiones. Parece que el derrocamiento del régimen no llevará por un camino directo hacia una vida política más justa y libre. Incluso si no decimos nada de que la libertad en sí misma es mucho más difícil que la esclavitud, la unión entre la cuestión política y la religiosa abre la puerta a miedos adicionales en un país en el que parece que la autoridad absoluta es una religión para algunos, y que la religión absoluta es política para los otros, y que la autoridad como religión despoja a los sirios de sus supuestas libertades políticas, mientras es probable que la religión como política los despoje de sus libertades sociales sin garantizar de veras sus libertades políticas. Occidente, con el que oscilamos entre pedirle ayuda o reprenderle por su rencor que no se sacia con nuestra sangre, tal vez vea que la postura correcta es no implicarse en la lucha si ganan en ella los que piden su ayuda, por si se vuelven contra él con una mezcla de enemistad política y cultural. Será mejor para él que ambas partes sean derrotadas. Parece que el resultado efectivo de las políticas occidentales no está lejos de ese objetivo.

Esto no es para justificar las dudas internas y externas hacia la revolución siria u otras. Al margen de su ser, de la afirmación de la grandeza de la liberación y de su vitalidad social, la revolución ha iniciado unas dinámicas sociales, políticas e intelectuales no unilaterales y que son difíciles de gobernar para todos.

Y mientras ante la revolución siria aún se perfila el objetivo de liberarse del asesino delirante al que se enfrentan, no es descabellado decir que para liberarse de él deba liberar las dinámicas sociales, intelectuales y políticas contrarias, para que se dirijan más a la justicia, la moderación y la inclusión.

domingo, 28 de octubre de 2012

Los Comités Locales sobre el secuestro de Fida Itani



Texto original: Facebook



"Al Ejército Sirio Libre:
Soy un ser humano, no un animal.
No se me pega ni se me humilla"
(Bustan al-Qasr, 26/10/2012)


El periodista libanés Fida Itani sigue detenido por la brigada Tormenta del Norte en la ciudad de Azaz en Alepo, una brigada que ha ignorado todas las intervenciones y llamamientos que han hecho los revolucionarios, los activistas y los periodistas en Siria y fuera de ella para pedir su liberación.

Los Comités de coordinación Local en Siria afirman que los secuestros y detenciones que perpetran algunas brigadas del Ejército Sirio Libre, por sospechar especialmente de los periodistas y comunicadores, es inaceptable y no puede tolerarse; y por ello se dirigen a los comités militares en los alrededores de la Alepo liberada para que asuman la responsabilidad de controlar los excesos de estas brigadas y trabajar para la liberación del periodista detenido.

La libertad de opinión y de periodismo es el primer derecho por el que comenzamos esta revolución y la detención arbitrara es precisamente una de las injusticias que han sufrido miles de hijos de nuestro país durante décadas, y no permitiremos que se repitan tales violaciones por cualquiera de las partes y bajo el pretexto que sea. 

Seguiremos con nuestra revolución hasta que se logren nuestros objetivos de libertad, justicia y dignidad.

Libertad para el periodista detenido Fida Itani, victoria para nuestra revolución y misericordia para nuestros mártires inocentes.

Comités de Coordinación Local el Siria,
28-10-2012

viernes, 26 de octubre de 2012

Tregua

Aunque la tregua ya ha sido violada y han muerto cerca de 20 personas según informan desde Siria, este cartel, cargado de humor negro, salía esta mañana en Kafranbel:




"Las autoridades han suspendido 
la concesión de visados al Paraíso hasta el lunes.
Los afectados por esta decisión son más de mil sirios"
(Kafranbel liberada, 26/10/2012, 
Viernes de Dios da la victoria a quien lo adora y sus mejores soldados)

jueves, 25 de octubre de 2012

Asesinato de un cura ortodoxo

Texto original: Facebook

Fecha: 25/10/2012





Las fuerzas de seguridad del régimen han asesinado al padre Fadi Haddad, sacerdote de los cristianos ortodoxos en Qatana, cerca de Damasco, con dos de sus acompañantes. Las familias de las víctimas han recibido los cadáveres en un ambiente de tensión en Qatana, especialmente entre los cristianos, pues la gente se ha lanzado a cortar la mayoría de las carreteras con bengalas para expresar su ira por el asesinato. Las fuerzas del régimen han respondido con bombardeos que han dañado una de las mezquitas, las fuerzas del ejército se han desplegado y se han escuchado ruidos de explosiones en varias ocasiones.

Se recuerda que las fuerzas de seguridad secuestraron al padre Haddad hace una semana más o menos con otros dos compañeros mientras iba a pagar un rescate de tres millones de libras sirias a los comités populares de los “shabbiha” a cambio de la libertad del médico Shadi Faris al-Khoury. Estos lo secuestraron y aún estaba en paradero desconocido. Se sabe que las fuerzas de seguridad, los shabbiha y el ejército trabajan al unísono y que la fuente de las decisiones en una única. Quien planea y dirige todo lo que tiene que ver con estos comités, parece obvio, es el régimen sirio, representado por Bashar al-Asad.

Recordamos también que la zona de Qatana es una de las zonas revolucionarias contra el régimen desde el inicio de la movilización popular por la libertad, la dignidad y la justicia social, y que en ella se concentra una bella y amplia pluralidad social sectaria. Las fuerzas de seguridad y los shabbiha mataron el miércoles a tres drusos que se unieron a los 43 muertos suníes.

Parece que el régimen intenta “como de costumbre” provocar una guerra civil de la forma que sea. Desde Líbano a muchas otras zonas de Siria y fuera de ella, siguen los incesantes intentos para provocar la escisión social. Pero dicho objetivo sigue estando lejos de lograrse debido a la conciencia que tiene el pueblo sirio de los peligros de ese tipo de guerras.

lunes, 22 de octubre de 2012

¿Quién mató a Wissam al-Hasan?

Texoto original: Al-Quds al-Arabi

Autor: Elias Khoury

Fecha: 22/10/2012




Solo los enemigos políticos de Wissam al-Hasan han dudado del hecho de que el asesino del Jefe de los Servicios de Inteligencia de la Seguridad Interior es el régimen sirio y que su asesinato llega en el contexto de la lucha del régimen sirio para mantenerse.

No voy a preguntar por qué dudaron los enemigos del hombre, de los cuales algunos pidieron que fuera asesinado públicamente y ante las cámaras de televisión, de la identidad del asesino, pues es una tradición libanesa decir que Israel es el asesino de los opositores al régimen sirio en Líbano. Es parte de “las limosnas baratas” que justifican todo en nombre del enfrentamiento con el enemigo israelí.

Lejos de una polémica estéril  con la que se han divertido algunos medios de comunicación que han sacado a la luz que este hombre se caracterizaba por ser el mayor cazador de redes de espionaje israelí en Líbano, merece la pena volver a la conocida expresión de Hafez al-Asad sobre las relaciones siro-libanesas y que resumió en su conocida frase “Un único pueblo en dos estados”. Y la verdad es que soy uno de esos a los que esta expresión les maravilla, pues es brillante y expresiva, y resume en apenas cuatro palabras una larga historia.

Pero a la expresión le falta algo, pues el descubrimiento por parte del régimen sirio de la realidad del pueblo único y sus dos Estados se produjo después de que la guerra civil convirtiera a Líbano en un cuasi-Estado. Es decir, el presidente sirio supuso que su expresión justificaba anexar el cuasi-Estado destruido, que es Líbano, con un Estado cohesionado dirigido por un gobernante eterno, que es Siria. Sobre esta base se establecieron las relaciones privilegiadas entre el Estado sirio y el cuasi-Estado libanés, relaciones cimentadas mediante los distintos métodos utilizados por el régimen sirio, entre los que destacaba, por su eficacia, el asesinato político: desde el asesinato de Kamal Junblatt[1] al de René Muawad[2], se perfilaron los jalones políticos de la unidad de dos pueblos en un Estado.

En el pasado, es decir durante la etapa dorada de la hegemonía, cuando el régimen asadiano gozaba de las coberturas saudí y estadounidense, el recurso al arma del asesinato se usaba con mucha precisión. Es decir, el asesinato se hacía en un momento clave, determinando a las víctimas con precisión quirúrgica y no era un instrumento arbitrario. Hafez al-Asad dejó al gobernante de Líbano en aquel entonces, Ghazi Kanaan[3], la misión de cosechar los resultados del asesinato sometiendo a los políticos libaneses haciendo uso de la espada del secuestro y la detención, que afectó a cientos de libaneses y palestinos.

Pero las cosas tomaron un cariz diferente tras el asesinato de Rafik Hariri. Al-Asad hijo no esperaba más que una respuesta libanesa habitual, es decir: miedo, contención y subordinación. Y cuando el levantamiento de los libaneses le obligó a sacar a su ejército de Líbano, decidió convertir el asesinato en una operación quirúrgica para la política general. En ese momento, el asesinato se convirtió en su instrumento principal y cayeron intelectuales, líderes políticos, militares y diputados, víctimas de la transformación de Líbano en una pared de ejecución.

La etapa tras la salida de Líbano exigió nuevas alianzas regionales, una concentración en el discurso de la resistencia y el antiimperialismo, y una provocación de las tensiones sectarias en Líbano al ponerse el chiísmo político, que se convirtió en una fuerza política y militar, en contra del sunnismo político que se quedó, con el asesinato de Rafik Hariri, sin un liderazgo cohesionado. Parecía que la nueva política seguida por Al-Asad hijo tenía éxito, pues Hezbollah logró invertir en su visible victoria en la guerra de julio de 2006 para revertir la ecuación política libanesa y apartar al sunnismo político del poder por medio de una política de siembra del miedo que llegó a la formación del gobierno del señor Nayib Mikati.

Lo que llama la atención es que los asesinatos cesaron tras el cambio de la ecuación de poder y parecía que Líbano estaba de nuevo volviendo a la situación de cuasi-Estado en la que el Estado eterno de la Siria de al-Asad dominaba. ¿Se puede poner el asesinato de Wissam al-Hasan en este contexto? Muchos analistas han establecido una relación entre el asesinato de al-Hasan y la serie de asesinatos que comenzaron con el de Rafik Hariri: craso error. El nuevo asesinato se enmarca en un contexto distinto radicalmente, porque viene en el marco de la revolución siria. Líbano ya no es el único cuasi-Estado, pues la locura del poder asadiano ha convertido Siria también en un cuasi-Estado, y ahí está la clave. El régimen sirio se dedica a la defensa absoluta de su existencia en el interior de Siria. Su poder se ha reducido de forma palpable en territorio sirio, y parece como quien golpea de forma arbitraria, destruye las ciudades, quema los campos, aplasta las casas y mata sin descanso. Pero es incapaz de ganar y se siente atorado como nunca antes.  Sabe en su fuero interno que la salida de miles de sirios y sirias de la prisión de la represión no tiene vuelta atrás. El asesinato de Wissam al-Hasan viene en el contexto de esa guerra. Ya dijo Asad que su caída haría explotar la zona, y quiso llevar sus amenazas a su patio trasero en Líbano, pero no ha podido aún.

El objetivo del régimen sirio hoy no es dominar Líbano como antes, sino recurrir al juego en Líbano para evitar la caída en Siria. Ha intentado reclutar al aparato mediático ideológico de la resistencia y el antiimperialismo ligada a los logros militares de Hezbollah y no lo ha conseguido. Hizo alusión a través de su delegado en la ONU a las violaciones libanesas de las fronteras sirias y no salió bien, recurrió a los enfrentamientos en Jebel Mohsen y Bab al-Tabbana en Trípoli y fracasó, envió los explosivos de Michel Samaha y quedó en ridículo.

El asesinato de Wissam al-Hasan no es una pared de ejecuciones como lo era anteriormente, sino una guerra y hay una diferencia cualitativa entre ambas cuestiones. Lo que el régimen busca es sugerir que es capaz de devolver a Líbano al estadio primero de la guerra civil, por eso mató a Al-Hasan en el contexto de guerra entre los servicios de seguridad, para atemorizar a todos. Quien se atrevió contra el consejero del presidente sirio, Michel Samaha, y le dirigió una acusación a Ali Mamluk debe morir para que se abran de nuevo las puertas ante el juego de chantaje securitario que solo el régimen sirio domina. Sin embargo, el régimen que se dirige hacia el precipicio sabe que sus instrumentos libaneses están oxidados y desgastados, y que sin implicar a Hezbollah en la lucha de forma directa, no habrá lucha. La pregunta que hoy se le dirige a los líderes del partido y a los líderes iraníes, pues la decisión se toma allí y ya no es Damasco más que una de sus plazas, es ¿harán uso los iraníes de la reserva estratégica de fuerza que tienen o sus servicios y su apoyo al régimen sirio desde Líbano se quedará dentro de sus límites actuales?

Un apunte:

Nadie esperaba que la actuación política de las fuerzas del 14 de Marzo, lideradas por Saad Hariri fuera a ser tan frágil y ligera en el funeral popular de Wissam al-Hasan. El discurso de Fuad Siniora[4] fue emotivo y la llamada a derrocar al régimen fue una estupidez. La duda y el vacío de liderazgo, unidos a la mente política atrofiada, llevaron  a una claudicación que casi hace perder a las fuerzas de la oposición su capacidad de maniobra política y las hace caer en la trampa que los asesinos de Wissam al-Hasan le pusieron a Líbano.

Líbano no solo sufre de una autoridad gubernamental en la que la mayoría de sus fuerzas se apoyan en el exterior que dominan en parte el aparato oligárquico, sino que también sufre de una oposición que el levantamiento de la independencia le ha dejado en herencia y que se dedica a despilfarrar dicha herencia a diario, debido a su dependencia de otro exterior por un lado y a una terrible ligereza política por otro lado.

Es una vergüenza que se pierda la sangre de las víctimas como se pierde todo en esta nación defectiva.

[1] Líder druso asesinado en 1977 durante la guerra civil en Líbano.
[2] Presidente de consenso para poner fin a la guerra civil en Líbano.
[3]Hombre fuerte de Siria en Líbano, que cuando estaba siendo investigado por el asesinato de Rafik Hariri en 2005, apareció muerto en su despacho. Supuestamente se había suicidado, pero se baraja que fue un asesinato preventivo porque sabía demasiado.
[4]Uno de los hombres más cercanos al difunto Rafik Hariri, fue primer ministro de Líbano entre 2005 y 2009.