Texto original: Facebook
Fecha: 23/07/2011
Autora: Nadia Hanna
El sábado [23/07/2011] por la mañana, tras las celebraciones de la noche anterior, los vecinos de Bab Tuma, Kassaa y los barrios de alrededor han encontrado las paredes de la calle llenas de pegatinas, que fueron distribuidas por jóvenes de la misma zona, firmadas con el símbolo del pez como seña de identidad. De esta forma mostraban su rechazo a las fiestas que el régimen organiza al final de cada viernes en una zona de Damasco a expensas de otra... Durante las últimas semanas se han venido celebrando festejos en las principales plazas de la capital, siendo la de Bab Tuma el núcleo de todas ellas, con el patrocinio manifiesto de diversos hombres de negocios y el patrocinio implícito del propio régimen. La elección de esta plaza como centro de las fiestas se explica por varias razones; algunas de ellas obvias, como que es de las más antiguas y clásicas plazas y que tiene una gran relevancia cultural; y otras ocultas como la inculcación de ideas sectarias, al montar fiestas en una zona habitada mayoritariamente por cristianos mientras que en todo el país se están cometiendo violaciones humanitarias.
Desde el inicio de la revuelta siria el régimen ha aprovechado el silencio de las minorías, avivando los temores de estas, en un intento de recrear una división sectaria de la que se sirve para mantenerse en el poder… lo cual ha funcionado con una parte de estas minorías (gracias en gran parte a la participación de varias autoridades religiosas al servicio del régimen), si bien otros colectivos se han opuesto a esta campaña para enfrentar a los sirios entre sí, como el de las “Pegatinas del Pez”, que los damascenos han encontrado este sábado por la mañana. Aun siendo cierto que de alguna forma esta idea de sectarismo ha venido estando presente en la sociedad, los últimos acontecimientos, según varios activistas, ya no dejan lugar prácticamente a ningún tipo de división, por el alto nivel de concienciación en la juventud siria, que se ha dado cuenta que las balas y las detenciones no distinguen entre un ciudadano u otro.
Lo interesante es que las “Pegatinas del Pez” mostraban mensajes concretos sin acusaciones particulares, invitando a reflexiones sencillas y de sentido común, sin meterse en cuestiones políticas: “Cada viernes mueren muchos civiles y miembros de las fuerzas de seguridad y el ejército, ¿se merecen que festejemos de esta forma? Unos bailes no son un buen gesto hacia los que sacrificaron su vida”… mostrando así su rechazo a las manifestaciones de alegría cuando la situación del país no permite celebraciones de ninguna de las partes, considerando que la mención de los nombres de los mártires del aparato de seguridad y el ejército es una muestra de apoyo al régimen y pone en evidencia la gran contradicción en la que viven, cuando al mismo tiempo que los medios oficiales anuncian masacres colectivas y crímenes cometidos por “bandas armadas” como las denominan, televisan bulliciosas fiestas en las calles de la ciudad, con carteles publicitarios donde se lee “Siria está bien”.
Esta no ha sido la primera acción de oposición al régimen represivo y sensibilización de la calle damascena para su movilización. Un grupo de jóvenes autodenominados “Tsunami de la Libertad ” distribuyó la semana pasada por toda la ciudad pegatinas en las que empleaban el mismo logo de la mano que el régimen utilizó en su campaña propagandística, pero de forma sarcástica, como en “Mi camino es tu camino… pero el tanque se ha puesto en medio”. También se distribuyeron por la ciudad papelitos de procedencia anónima con expresiones escuetas y claras como “El pueblo quiere derrocar al régimen” y “Siria quiere libertad”, así como otros grupos también anónimos han llevado a cabo acciones similares en Damasco y en otras provincias... Estos hechos han provocado quebraderos de cabeza en las fuerzas de seguridad, y han puesto todos sus esfuerzos y recursos, además de los empleados en las manifestaciones, en enfrentar la situación a tiempo: tras propagarse la noticia de las pegatinas, en pocos minutos pusieron un cordón de seguridad y llevaron coches de limpieza, para eliminar las pegatinas antes de que la gente las viera. Esto les puso en una situación algo embarazosa con sus responsables, que veían en las pegatinas “una seria amenaza contra la seguridad”, prometiendo los peores castigos…
Puede que muchos crean que Damasco aún no ha despertado para participar en la revolución siria… pero Damasco jamás ha dormido en los últimos 40 años… y los damascenos tienen sueños que pueden llevar a un despertar mucho más grande de lo que parece.
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