Texto original: Al-Jumhuriya
Autor: Editorial de Al-Jumhuriya
Fecha: 02/07/2018
Los medios relacionados con el
régimen de Asad y las milicias que combaten a su lado han informado de la firma
de un acuerdo de “reconciliación” en la ciudad de Bosra, unas horas después de
la celebración de una sesión de negociación entre los rusos y varios líderes de
las facciones opositoras. Aunque hasta el momento los negociadores no han
emitido ningún comunicado oficial que aclare lo sucedido, una fuente bien
informada sobre lo acontecido durante la sesión ha explicado a Al-Jumhuriya que
Ahmad al-Awda, líder de la facción Jóvenes de la Sunna en Bosra, ha accedido al
acuerdo de reconciliación con los rusos mientras que los representantes de la Sala
de Operaciones “Al-Bunyan al Marsus”, la Sala de Operaciones centrales en el
sur y el Ejército de Yarmuk han rechazado el acuerdo. Al término de la reunión,
el canal sirio de Telegram de la Sala de Operaciones centrales en el sur difundió
una única frase entre sus seguidores: “La muerte antes que la humillación”.
Esta se entiende como un rechazo de las facciones representadas por esta sala
al acuerdo en su forma actual.
También se ha difundido por este
medio una grabación en la que se ve a seguidores de Ahmad al-Awda entregando un
tanque y armamento pesado a la policía militar rusa.
Al-Jumhuriya también ha tenido
acceso a un mensaje de voz del doctor Muhammad al-Ammar, miembro del comité
responsable de las negociaciones en Daraa, en el que decía: “Los rusos han
intentado aislar a algunos líderes militares después de ver nuestra insistencia
(en el comité civil) de que se cumplieran unas exigencias claras, y aunque hayan
logrado arrebatar un acuerdo a Ahmad al-Awda, o cualquier otro, su principal
petición, que es la apertura del paso fronterizo, en manos de la Sala de Operaciones
Al-Bunyan al-Marsus, no será atendida, puesto que la batalla allí no ha sufrido
ninguna brecha, y nosotros hemos dejado muy claras nuestras exigencias y
condiciones. Ningún acuerdo que las obvie tiene cabida”.
El equipo interino de gestión de
la crisis, representante de la parte civil del comité de negociación en Daraa, emitió
un comunicado previo al final de la reunión en Bosra en el que insistía en que:
“cualquier acuerdo que no cuente con el beneplácito de todos los miembros del
comité de negociaciones, civiles y militares, solo representará a los firmantes
a título personal, y no al conjunto”.
Desde el inicio el pasado mes de
la campaña militar contra las provincias de Daraa y Quneitra, las fuerzas del
régimen han logrado tomar el control de vastas extensiones de la zona rural
oriental de Daraa, incluyendo las regiones de Al-Luja, Basr al-Harir,
Al-Ghariyah oriental y occidental y Al-Hirak, mientras que las fuerzas de la
oposición han conseguido recuperar el municipio de Saida. En lo que respecta a
la parte rural occidental, se ha desmentido la toma de control por parte del
régimen de Sheij Saad, que linda con la carretera que conduce a Quneitra, y que
también da a las zonas donde se concentra el Ejército del Eterno, que ha
rendido pleitesía a Daesh en la cuenca de Yarmuk. Además, se ha confirmado que
el acuerdo alcanzado con el régimen incluye la entrada en las localidades de
Ibta y Da’el tras los violentos bombardeos a los que han sido sometidas.
La acelerada caída de las localidades
de la zona rural oriental, especialmente la zona de Luja, considerada
geográficamente como una de las más difíciles en las que desarrollar
operaciones militares dadas las complicadas condiciones y naturaleza rocosa del
terreno, lleva a preguntarse si los líderes de las facciones militares en la
región pretenden de veras combatir. Estos días se ha presenciado un aumento de
los desplazamientos debido a los violentos bombardeos de la aviación rusa, que
han reducido varias ciudades y municipios de la zona rural oriental a escombros,
provocando el éxodo masivo y la entrada del régimen en dichos asentamientos. Sin
embargo, grupos de combatientes del Ejército Sirio Libre han logrado recuperar
algunas de esas localidades, especialmente aquellas donde el control del
régimen no era sólido. A modo de ejemplo, algunos activistas difundieron ayer
un vídeo de un grupo de miembros del ESL entrando en una amplia sala en el
municipio de Saida donde destrozaron el retrato de Bashar al-Asad, y expulsaron
a algunas personas que se encontraban allí, acusadas de colaboracionismo con el
régimen. La grabación deja claro se trataba de la sala que hacía las veces de
sede del comité de reconciliación en Saida. El fenómeno de los “comités de
reconciliación” había crecido durante el pasado año en las zonas de la
oposición en Daraa, con el objetivo de llegar a acuerdos individuales con los
municipios de las zonas rurales de Daraa. Los miembros de estos comités han
sido víctimas de purgas durante los dos últimos meses, especialmente en la zona
rural occidental. Teniendo en cuenta las operaciones militares, parece que los
líderes de esa región han dudado sobre si debían o no luchar, mientras que
algunos grupos de combatientes de dichas facciones han comenzado a retornar a
las líneas de combate y a recuperar algunas posiciones de las que se habían
retirado o de aquellas que no habían sido cubiertas.
Un grupo de facciones en Daraa,
que incluye al Ejército de la Revolución, el Regimiento de la Artillería y la
sala de Operaciones al-Bunyan al-Marsus, emitió anoche un comunicado en el que
anunciaban su “disposición hasta la muerte” a luchar contra las fuerzas del
régimen y sus aliados. Las fuerzas del régimen, por su parte, no han podido abrir
brecha en ninguno de los frentes de la ciudad de Daraa ni de la brigada de
defensa aérea cercana al paso de Nasib.
La mayor parte de la población de
la zona rural oriental se encuentra distribuida por la franja fronteriza con
Jordania, en campamentos espontáneos e irregulares levantados tras la huida de
los violentos bombardeos lanzados sobre sus municipios. Una parte de los
desplazados se dirigió también al oeste hacia Quneitra; sin embargo, los
bombardeos los persiguieron hasta la zona fronteriza.
Mientras Jordania mantiene
cerradas las fronteras al paso de los desplazados sirios, las autoridades
jordanas han accedido a recibir a una parte de los heridos en situación grave
en los hospitales de las ciudades fronterizas. Una fuente consultada por
Al-Jumhuriya ha informado de que ocho casos están siendo tratados de facto en
el hospital de Ramza, pero que ninguna organización médica siria se ha
movilizado hasta el momento para encargarse del traslado de estos pacientes a
hospitales mejor preparados para sus necesidades.
Periodistas y activistas jordanos
han publicado vídeos de la carga de autobuses que llevan alimentos para la
población de Daraa que se encuentra en la franja fronteriza. En los vídeos se
ve a jordanos llenando los autobuses y preparándolos para asistir a la
población del Hawran.
Los bombardeos no han cesado y
han afectado ya a un gran número de ciudades y localidades que siguen estando
en manos de las fuerzas de la oposición a lo largo y ancho de la provincia. En
lo que respecta al desenlace de las batallas, dependerá de la capacidad de las
facciones de Daraa de mantener el paso de Nasib en la zona rural oriental
cohesionado, y de que fijen sus frentes en la ciudad de Daraa, como hicieron en
la batalla de “La muerte antes que la humillación” el año pasado. Esto llevará
a la mejora de las condiciones de negociación con la máquina rusa de muerte, en
un tiempo en que ha quedado claro que aliados y enemigos internacionales han
tomado la decisión de acabar con la oposición siria en el sur.
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