Texto original: Al-Quds al-Arabi
Autor: Elías Khoury
Fecha: 06/05/2013
Cuenta Paul Andrei en su libro “La montaña es una verdad sin
misericordia” el shock que sufrieron las Fuerzas Libanesas en la montaña cuando
los israelíes se retiraron. A Andrei, que trabajó como ayudante de Samir Geagea
en la guerra de la montaña, le dio pánico ver cómo los israelíes se deshacían
de sus pequeños agentes y les dejaban abandonados a su miserable destino: un apetecible
bocado en manos de las fuerzas drusas, durante la llamada guerra de la montaña.
Esa guerra, como todo el mundo sabe, fue una desgracia libanesa en conjunto, y
con ella comenzó la caída definitiva del proyecto político maronita en Líbano.
La guerra de la montaña, que se inició en 1984, fue una gran
lección. Lo más importante que se aprendió es que Israel no se parece al
antiguo colonialismo, pues no está dispuesta a proteger a nadie. Cuando juega
con las luchas sectarias fuera de sus fronteras, busca dos cosas: su interés
securitario en primer lugar, y su
supremacía militar sobre los enemigos en segundo lugar, nada más. La ocupación
israelí, desde que acabó el tiempo de las guerras árabe-israelíes con la guerra
de octubre de 1973 (Yom Kippur), decidió que su único objetivo estratégico era
proteger su permanente ocupación de Palestina tragándose Jerusalén y el resto
de Cisjordania. Todo lo demás ha de someterse a dicho objetivo. Por ello, no
tiene alianzas permanentes en la zona, y su única alianza es con EEUU. En
cuanto a las potencias regionales, ya sean Estados, sectas, hombres de religión
o tribus, son meros trampolines.
Por eso, las declaraciones de Hasan Restanoui, como portavoz
del ESL en el canal 2 de la televisión israelí, expresando la “enorme felicidad
en los corazones de los revolucionarios sirios” tras el bombardeo israelí de
Damasco resultan agrias, nauseabundas y dudosas. No sé quién es ese hombre ni en
qué medida de representa a esos de los que dice ser portavoz, pero el mero
hecho de hacer tales declaraciones es un indicio de bancarrota ética y
política, y un indicador de que Israel tiene la intención de aprovechar voces
sospechosas para jugar con Siria. En su comunicado, el ESL negó conocer a ese
hombre, mientras que los comunicados de los Comités de Coordinación Local y la
Coalición Nacional corrigieron la visión condenando el ataque israelí y al
régimen que ha “convertido a Siria en una plaza de destrucción”.
Lo curioso es que el bombardeo israelí de Qassion se produjo
al mismo tiempo que las dos salvajes masacres perpetradas por los shabbiha
de la familia Asad en Al-Bayda y Baniyas. Las imágenes de ambas solo pueden recordar
la masacre de Sabra y Shatila que llevaron a cabo los agentes de Israel con la
total colaboración del ejército de la ocupación en 1982. Y llama la atención
que el dirigente de la masacre de Shatila fue Elie Hobeika, que comenzó su vida
como un agente israelí y la terminó como agente del régimen sirio, o como doble
agente, a saber.
Lo que pasa en Siria preocupa, hace dudar y da miedo: un
pueblo que lleva siendo asesinado ante la mirada del mundo durante más de dos
años, y un régimen que se desploma y que recibe apoyo armamentístico y político
de Rusia, y apoyo armamentístico de Irán, hasta el punto de que participan con
él la Guardia Revolucionaria iraní y luchadores del Hezbollah libanés en una
guerra abierta contra el pueblo sirio.
Las luchas militares que se desarrollan en Siria desde hace
dos semanas en el eje de Quseir indican una intención implícita de provocar una
división: unir Homs con la Bekaa libanesa por una parte, y mostrar indicios de limpieza
sectaria cuyos rasgos han comenzado a verse en la costa siria, por otra.
Y ello en un momento de horrible sectarización que ha
encontrado, por desgracia, su cobertura en el “partido de la resistencia” a
quien no le ha bastado con participar en las luchas, sino que les ha ofrecido
también una cobertura sectaria representada por la idea de defender el
santuario de Sayida Zaynab y ¡el resto de santuarios chiíes! Con ello se han
completado los rasgos sectarios de la lucha y su sectarismo, hasta llegar a la
destrucción, resultado inevitable de cualquier lucha sectaria armada.
Tras las dos masacres de al-Bayda y Baniyas, Israel ha
entrado en escena y ha resaltado la fuerza de su aviación en un enfrentamiento
con un régimen que ha destrozado su ejército en la confrontación con su pueblo.
Naturalmente, el régimen sirio ve que su único contrapunto hoy es con el pueblo
sirio, y todo intento de llamar a este régimen a razonar no encontrará oídos
que deseen escuchar entre la banda mafiosa que se aferra a las decisiones
política y militar en Siria. Este régimen se inclina ante el enemigo y se
envalentona frente al pueblo, y es el primer responsable de que Siria se haya
convertido en el terreno de lucha de las fuerzas regionales e internacionales,
porque es quien inició la intervención militar en siria, la pidió y se protegió
con ella.
El golpe israelí tiene un objetivo principal, que es hacer
más costosa la lucha en Siria y provocar a Irán y Hezbollah para que respondan,
de forma que su respuesta sea el preludio de una guerra que Irán no quiere
porque quiere conservar su proyecto nuclear.
Lo extraño es que la ceguera sectaria, que por desgracia
está en todas partes y no solo en el lado iraní, esconde la realidad de que la
decisión del régimen sirio de seguir imprudentemente en idea de zanjar la
crisis militarmente, no significa más que una cosa: la destrucción de lo que
queda de estructura de fuerza en Siria, para que el país salga del círculo de
la lucha árabe-israelí, y eso si puede salir unida de este horno de
destrucción. La apuesta israelí no es el interés del pueblo sirio y no lo será.
Los israelíes han ofrecido a quien de entre los pequeños agentes se aliaron con
ellos, lecciones inolvidables, porque su único objetivo es destruir la zona y paralizar
su capacidad de resistencia contra su proyecto colonial.
No debemos perder el rumbo. Es cierto que presenciamos una falta
de cohesión política en las filas de la oposición siria, e intervenciones que
asustan por parte del bloque petrolero árabe, que quiere abortar las
revoluciones árabes, en su obsesión con el peligro iraní. También vemos una
decadencia ética en las filas de los que apoyan al régimen de los asesinos y
los carniceros en Damasco. Pero a pesar de todo, a pesar de la prostitución del
significado de la resistencia iniciada por el régimen sirio de la dictadura en
los silenciosos y quietos Altos del Golán, inertes hace cuarenta años, la
cuestión de la libertd no es divisible, y Palestina es el corazón de la
cuestión de la libertad en el Bilad al-Sham y en el Levante árabe. Así
ha sido y así seguirá siendo. En cuanto a la triste situación que ha permitido
a la aviación israelí hacer una incursión en el sur libanés y el cielo de
Damasco, esta debe finalizar y la condición para que cese es sacar a Siria de
la lógica de haberse convertido en un lugar en que el régimen de la dictadura
en proceso de desplome se refugia. ¿Es demasiado tarde?
ResponderEliminarLÚCIDA REFLEXIÓN SOBRE SIRIA, SOBRE EL JUEGO DE ISRAEL EN ORIENTE MEDIO. MATERIAL PARA FORMAR UN CRITERIO INDEPENDIENTE SOBRE LA ESPELUZNANTE SITUACIÓN QUE SE ESTA ENQUISTANDO EN ORIENTE MEDIO, EN SIRIA. Gracias