Texto original: Sahafa gayr mundabita (Prensa sin ordenar)
Autor: Fidaa Itani
Fecha: 13/03/2015
Podrían decirse muchas cosas ahora sobre los sueños y las aspiraciones, sobre la crueldad de la lucha, sobre la violencia de los tiempos y sobre lo profundos que han sido los cambios que se han producido en seres humanos dispuestos a sacrificar cualquier cosa excepto la libertad después de haberla probado.
Autor: Fidaa Itani
Fecha: 13/03/2015
Todos los derechos de la imagen son de Fidaa Itani
Podrían decirse muchas cosas ahora sobre los sueños y las aspiraciones, sobre la crueldad de la lucha, sobre la violencia de los tiempos y sobre lo profundos que han sido los cambios que se han producido en seres humanos dispuestos a sacrificar cualquier cosa excepto la libertad después de haberla probado.
Decir muchas cosas no sacia el ansia de venganza, sino que
lo que realmente la sacia es la voz de mi amigo de Alepo cuando dice “Buenos
días, maestro” al volver de la batalla o antes de partir hacia ella. Mi amigo,
cuyo hermano murió cuidando de sus hijos, no ha dejado las armas. Comenzó desde
el primer día, se manifestó contra el régimen, se levantó contra Daesh, abandonó
la facción con la que luchaba porque se había convertido en una milicia de
guerra, se rio de la islamización de la revolución y del régimen, reza cinco
veces al día, y sabe que Siria es para todos los sirios. Solía vender verduras
en el zoco de Alepo antes de unirse a la revolución, y poco a poco, se fue
volviendo adicto a la libertad y su revolución. Quizá, antes de esa revolución,
no sabía mucho de Daraa, saltaba cuando la gente se metía con Alepo y les decía
que su ciudad se había movilizado antes de los otros, un día en que todos
estaban dormidos y que había sido aplastada en silencio, al revés que Hama y
Homs. Y que hoy se levantaba, pero que era y es un juguete en manos del
interior y el exterior.
Me llega la voz de mi amigo de Alepo: está cansado, siempre
hay quejas por las acciones de las facciones, por la falta de munición, por la
gente de la zona y cómo se tratan entre sí, por el avance de Daesh, por el
dominio de Al-Nusra, por la exterminación del Movimiento Hazm, y porque nadie
ha apoyado a las facciones del ESL.
Quedamos decenas de veces, sin vernos, entre 2012 y 2013,
aquí y allá, pero la cantidad de jóvenes combatientes y el ruido de las balas
no nos dejaban distinguirnos. Era uno de los miles de combatientes que se
habían levantado por su país. Después su hermano murió y su presencia se volvió
más limitada. Los jóvenes se unían a grupos islamistas y no islamistas, un
grupo de ellos morían y nos encontrábamos en el entierro de Fulano o Mengano.
Mi amigo empezó a presentar unos rasgos más claros, las nubes de las
complicaciones de la revolución se dispersaron y su rostro sonriente se volvió
claro.
A su lado está otro amigo, ese al que conocí el día que
llegué a las zonas de la revolución en Siria. Ambos expresan una parte de lo
que es esa libertad: el primero lucha cada día esperando que su país se libere,
mientras que el otro es libre en lo más profundo de su espíritu, sin portar
armas más que en el campo de batalla. No sigue a nadie, continúa con su vida
diaria hasta que la tierra ruge. Entonces va a luchar y luego vuelve.
Una vez fue herido de gravedad, y después otra vez, pero
siguió manteniendo una sonrisa irónica, riéndose de todo. Se deja la barba y se
ríe de ella; se la afeita y se ríe de sus amigos. No ha tenido una educación
adecuada porque escapó de la escuela, como mi otro amigo; sin embargo, puedo aprender
a leer bien gracias a los titulares escritos en la parte de debajo de la
pantalla de televisión durante las noticias, como cuenta riéndose. Su voz me
llega de un lugar profundo mientras grita “Aloooooooooooooooooooooooooo”, y
entonces sé que la situación está estable y que mi amigo está bien y sigue
luchando por un país mejor.
Mis amigos han buscado durante mucho tiempo alguien que les
explicara lo que pasaba a su alrededor, porque la situación parece extremadamente
complicada, y ambos saben que quien dirige la lucha en Siria no puede
explicarles lo que sucede. Por eso, el resultado de la búsqueda ha sido
totalmente infructífero, así que se sientan y se ríen de todo, mientras
continúan sus esfuerzos para lograr lo básico: la caída del régimen y el retorno
a la vida civil.
Mis amigos en Alepo luchan hoy: el primero en solitario como
voluntario, gracias a la experiencia que ha adquirido aquí y allá, con esta u
otra facción; el otro se une a las batallas cuando es necesario, antes de
volver a su casa y tomar un té, como si no hubiera pasad nada. Allí espera que los aviones bombardeen su pueblo mientras
ve las noticias del canal Alepo hoy.
A mi amigo, y a miles de jóvenes sirios que sueñan con la
libertad y que han sido privados de lo más básico en la vida, les digo: Buenos
días, que cada día que os levantéis sigáis siendo la esperanza de Siria y el
futuro de sus hijos.
Buenos días, revolución. Buenos días, país que se
rebela. Hoy entras en otro año de tu lucha.
Buenos días Naomí Ramírez Díaz:
ResponderEliminarUna buena noticia para alegrar tu día:
Former Iran president Mahmoud Ahmadinejad was delivering a speech in Turkey last week. His speech was interrupted by the Muslims. They chased and hit him whilst chanting against him:
“The Blood of the Syrians is on your hands, Murderer”.
Brave stance by the citizens of Turkey!.
Ahmadinejad reviled the Companions of Muhammad on air during an election campaign years ago, using them as an example of injustice and misguidance in reference to his opponents. (En eso tenía razón).He also got hit with some sandals or shoes in Egypt by a Syrian Muslim who like the rest of the world - who are becoming more and more aware of the treacherous reality of the neo-Sassanid Safavid state - couldn't bear the audacity of the wretched Iranian regime that claims Christian-Sunni-Shia brotherhood, yet supports a butcher in Syria and causes havoc in other countries:
https://www.youtube.com/watch?v=u1ZrdMx6e9k
?Porqué censura los comentarios a los posts viejos?.
ResponderEliminarQuiero refutar al sheykh que pone como modelo de libertador al tirano Califa Omar.
Dice usted en la Revista Contexto:
Las manifestaciones en Iraq o en Siria no pedían un Estado islámico.
Pues, sí lo pedían:
https://www.youtube.com/watch?v=sLNLc6KgfLM
https://www.youtube.com/watch?v=utrwhPCClC8