Texto original: Al-Modon
Autora: Dima Wannus
Han pasado tres años en Siria, tres años que no se cuentan en meses, sino
en las almas que se han ido de 100.000 cuerpos o más: 1095 días y la muerte
sigue. Y con ella, las detenciones y los bombardeos y la revolución también. Lo
que ha sucedido y sucede en Siria no tiene precedentes ni en la historia
oficial ni la relatada en libros de la literatura universal. Los analistas y observadores
hablan de la gran desdicha del pueblo sirio después de que la política haya
sido incapaz de analizar las razones de la permanencia del régimen asesino y del
continuo asesinato de “su” pueblo ante la mirada de todos.
Sobre esos tres años y sobre el futuro de la revolución siria, Al-Modon
ha entrevistado al pensador sirio Sadeq Jalal al-Azm.
Tres años después, ¿cómo podemos describir mejor lo
que sucede en Siria? ¿Es un levantamiento, una guerra civil, una lucha regional
y mundial?
Lo que hoy está sucediendo en Siria no es una
guerra civil, especialmente cuando lo comparamos con la vecina guerra civil
libanesa y la cercana guerra civil iraquí. En Líbano, las sectas que conforman
la sociedad libanesa fueron movilizadas para entrar en una guerra feroz entre
ellas (especialmente drusos y maronitas) sin que las autoridades tuvieran
potestad alguna y quedando el Estado al margen. En Iraq, no había Estado o
autoridad después de que la invasión estadounidense terminara, y por tanto, los
componentes suní y chií entraron en una verdadera guerra civil entre ellos.
Hoy en Siria, no hay sectas movilizadas militarmente
unas contra otras o preparadas para entrar en un conflicto armado, excepto la
espina dorsal de las autoridades, el Estado y el aparato de seguridad -o sea la
secta alauí- por un lado, y por otro la columna vertebral de la revolución: la
mayoría popular suní. La lucha regional e internacional está presente sin duda,
pero no puede identificar lo que sucede en Siria con ello. Al contrario, el
estallido de la revolución en Siria es lo que ha provocado las luchas
internacionales y regionales que se basan en ella. Es algo normal que ya vimos
en otras zonas candentes del mundo y tendentes a la crisis.
Lo que sucede en Siria es un levantamiento, una
intifada, que en muchos de sus rasgos y en su trayectoria se parece a las
guerras de liberación populares de larga duración contra el poder opresor y
brutal que la mayoría de los habitantes ya no podía soportar.
Lo que sucede en Siria es también una revolución
porque el objetivo es acabar con el antiguo régimen que se tambalea y que ya no
es sostenible. Las revoluciones de la época moderna siempre pretendían derrocar
el antiguo régimen para instaurar uno nuevo que se desarrollara desde el interior
del útero de la misma revolución del que no se pueden anticipar sus características.
¿Advierte una dimensión sectaria en lo que sucede en
Siria, por parte del régimen, de la oposición y de sectores del pueblo? ¿Ve una
dimensión sectaria en la postura adoptada por los intelectuales sirios en los
últimos tres años? ¿El intelectual sirio ha ido por delante o por detrás del
pueblo?
No hay duda de que existen varias dimensiones
sectarias de lo que sucede en Siria hoy a pesar de los muchos intentos de
negarlo u ocultarlo por diversos motivos. Todas las reuniones, conferencias y
discusiones en las que he participado en estos años huían premeditadamente del
reconocimiento claro de las dimensiones sectarias de la lucha en el país, como
si mencionarlo lo aumentara y no mencionarlo lo evitara. En reuniones privadas
o momentos de sinceridad, además de encuentros cerrados de intelectuales, la
dimensión sectaria es la que domina el análisis, la discusión y los conceptos.
Es mejor para la revolución que se conciencie ella
sola y que sea sincera consigo misma públicamente sobre lo que se dice a puerta
cerrada. La revolución levantó la tapa del puchero (como decimos en dialecto) y
aparecieron las divisiones sociales y la podredumbre sectaria que el régimen había
dejado tras medio siglo. La lucha no puede concluir sin la total caída del alauismo
político, del mismo modo que la guerra en Líbano no podía terminar sin la caída
del maronismo político (no los maronitas) en el país. Reconozco que no esperaba
que el régimen aguantara todo este tiempo, pero mi miedo principal era por el
levantamiento en sí y su capacidad de resistir tanto y seguir enfrentándose a
la represión cruenta y destructora cuya brutalidad y nihilismo ya conoce todo
el mundo. No olvido en este sentido que el régimen militar securitario pensaba
que no podrían pararlo y que era eterno. Mira lo que ha hecho la revolución con
él y sus pretensiones a pesar de los sacrificios.
Hay quien dice que a pesar del dolor, el sufrimiento,
la muerte y la emigración forzosa, los sirios son afortunados porque la
solución en Siria será radical y no superficial como en otros países.
La suerte de siria sería mucho mejor si el régimen
hubiera renunciado a un poco de su prepotencia y su arrogancia para abrir un
diálogo con la primavera de Damasco en vez de asfixiarla. No acepto de ningún
modo que se diga que aquello a lo que ha llegado Siria sea afortunado aunque se
justifique con la idea de una solución radical en nuestro país, al contrario de
las soluciones superficiales en otros países. En estas circunstancias, no tiene
sentido hablar de la fortuna, ni del horóscopo, ni de nada parecido.
¿Dónde quedan los intelectuales en todo esto? ¿Juega
un papel en la formación de un pensamiento equilibrado, adelantado o en cambio
la iniciativa está en manos de los militares?
En las situaciones de crisis, enfrentamiento y
revolución, ¿por qué siempre se pregunta por el papel de los intelectuales y no
el del resto de los sectores sociales, clases e individuos? El intelectual,
como el resto, se alinea, es reticente, teme, se envalentona, reacciona, lucha
y adopta la postura adecuada y realiza la acción conveniente para apoyar a la
revolución (también puede no hacerlo), pero no dirige la revolución. Como dice
mi mujer, Imán, si el intelectual intentara realizar dicha labor de liderazgo
no caminaría junto a él ni le seguiría ni una sola persona porque la gente no
necesariamente es aficionada a la cultura.
¿Qué solución ve para Siria en años? ¿En qué espacio
de tiempo y cuáles son sus características políticas y sociales?
La revolución necesita ayuda exterior para deshacerse
del régimen. Esto no tiene nada de sorprendente porque los movimientos de
liberación nacional popular siempre han tenido amigos que les ayudaban. Esa es
la experiencia del siglo XX. En Siria puede darse o no darse: es difícil
pronosticar. Es imposible que la familia Asad gobierne Siria ya, así que no
sirven de nada ni a los iraníes, ni a los rusos, ni a nadie. Puede que se
produzca una intervención exterior una vez que el país esté totalmente agotado
o más destrozado si cabe, lo que reduciría los costes. Israel es un escollo
real contra la intervención exterior, y por ello se produjo el pacto en torno a
las armas químicas y EEUU se retractó de su decisión de intervención en Siria.
¿Le preocupa ISIS?
ISIS me da miedo y hay que deshacerse de él. Para mí
se trata de una extensión del régimen, y creo que se irá con él. Es una
creación del régimen a partir de los islamistas que liberaron, los criminales y
los mercenarios. Con ello no se puede negar la presencia de extranjeros
atraídos por la yihad, que hace de ISIS el enemigo útil del régimen. Se ha
beneficiado de él sin combatirlo. Se ha limitado hasta ahora a cazar a los
activistas y los opositores, así que no ha hecho más que combatir a los
enemigos del régimen.
Al leer tan "sesudo" análisis no me queda mas que sentir un profundo sentido de indignación con este"intelectual" que pretende hablar de una ¿Intifada Siria? que falta de respeto con las victimas de una violencia que para su información fue propiciada,alimentada y dirigida por EE.UU y sus socios occidentales,ademas de las corruptas petromonarquias de medio oriente,así que por favor si le queda un poco de vergüenza ya deje el temita del"terrible régimen sirio" y exprese la verdad que no es mas que se les cayo el jueguito macabro de querer cambiar un gobierno legitimo y que solo los sirios cuando así lo decidamos libre y voluntariamente cambiaremos. Que Viva Siria Libre,Anti imperialista y Soberana!!
ResponderEliminarEs respetable tu opinion, lo lei en Rebelion.org pero el miedo es la ingenuidad de ustedes, esa misma ingenuidad llevo a Libia a la invasión. "NECESITAN AYUDA EXTERIOR" De quien? De la OTAN????? Realmente cuesta entenderlos.
ResponderEliminarA Sadeq Jalal Azm: ?Y cómo para cuando se terminará el sunnismo político?.
ResponderEliminarA Naomí: Si para usted y sus compañeros de traducción, de éste y su otro blog, Al Ikhwan Al Muslimeen son demócratas, ?cómo explican ustedes la violencia contra los coptos?. Las películas de Adel Eman "Al Erhabi" y "Al Erhabi wal Kebab", y artículos como éste:
http://www.memri.org/report/en/0/0/0/0/0/0/7877.htm
?qué opinión les merecen?.