Texto original: Al-Arabi
Autor: Salameh Kaileh
Fecha: 15/10/2015
La batalla de Qalamun
(En la media luna se lee Jerusalén y en la mano "rechazo" o antiimperialismo, con ello se hace referencia a las palabras de Nasrallah en las que aseguraba que la liberación de Jerusalén pasaba por Qalamun)
Quizá hacer un seguimiento de las posturas de la “izquierda
antiimperialista” en lo referente a Siria sea la mejor manera de comprender
cómo la ideología puede convertirse en un tupido velo que cubre el entendimiento
de lo que sucede en realidad. También sirve para comprender lo sencillas que
son las respuestas bajo dicho velo que impide ver la realidad o investigar
sobre ella. O cómo sirve para diseñar la realidad según conviene a dicha
ideología y así confirmar su visión. Aquí, “la razón se explota” en el interior
y no sale para conocer la realidad, ni para explicarla, básicamente porque ya
posee todas las respuestas, y la realidad no es más que el reflejo de las ideas
de su “mente”, las ideas ideológicas que llenan su “mente”.
Es bien sabido que la “ideología antiimperialista” considera
que el régimen sirio tiene razón, y que es antiimperialista, y que lo que
sucede es una conspiración en su contra. Por tanto, no es necesario seguir los
acontecimientos, o investigar qué sucede, o poner las políticas de los Estados
y potencias en contexto, pues todos están en contra del régimen sirio y se han
propuesto derrocarlo.
Tomemos, por ejemplo, el caso de Daesh. El discurso de este
sector parte de que el régimen lucha contra él, porque el imperialismo y sus
seguidores lo apoyan. No hay duda de que Daesh es una creación estadounidense,
pero ha ocupado el terreno en que la revolución se gestó, y el Estado se ha
visto obligado a retirarse, por lo que Daesh se ha dedicado a luchar contra las
fuerzas de la revolución (contra todos los activistas de la revolución, contra
los que trabajan en labores humanitarias, contra los periodistas y contra los
que desarrollan la acción armada).
Ahora bien, ha quedado claro, en más de un
lugar, que las autoridades se retiran por su propio interés, y apoyan a Daesh
con bombardeos aéreos cuando se ve acorralado. Más aún, el régimen no ha
bombardeado sus posiciones perfectamente localizadas en Raqqa, Deir Ezzor y la
zona oriental, pero sí ha bombardeado continuamente todas las zonas que caen en
manos de la revolución, deteniendo los bombardeos en el momento en que Daesh
las toma.
Cuando se retira frente a Daesh, el régimen deja todo el
arsenal de armas, algo que no hace cuando se retira ante las brigadas armadas.
Y lo raro es que Daesh está en todas las zonas en que el régimen está
debilitado, para enfrentarse a las brigadas, como en Alepo, Yarmuk o Al-Qadam,
al sur de Damasco, y ahora en la zona rural al norte de Alepo. En Qalamun, por
ejemplo, el ESL libra dos batallas, contra Hezbollah y el régimen por un lado,
y contra Daesh por otro.
En cualquier caso, las zonas de Daesh no son las de
enfrentamiento del régimen (ni de Hezbollah, ni de la Guardia Revolucionaria,
ni todos los sectarios que engloba Irán), y cuando hay un “enfrentamiento”, el
objetivo se revela después, cuando Daesh se enfrenta a la revolución; ed decir,
que el objetivo es facilitar a Daesh la llegada a las zonas de la revolución.
Sin embargo, a pesar de todo esto, la ideología “antiimperialista” repite que
la lucha del régimen es contra el terrorismo representado por Daesh y Al-Nusra.
En otro orden de cosas, se considera que EEUU es quien
dirige la conspiración contra Siria. Quizá la postura estadounidense fuera “ambigua”
en los primeros momentos de la revolución, pero ahora está muy clara. La
prioridad es la lucha contra Daesh, y aunque dice que no hay lugar para Bashar
al-Asad en la siguiente etapa, quiere que el Estado se mantenga (seguridad,
ejército e instituciones), y por tanto, dice que no le concierne luchar contra
él. Al contrario, pretende convertir a los combatientes de la revolución en
fuerzas exclusivamente para la guerra contra Daesh. Es decir, pretende dejar a
la revolución sin sus combatientes, y quiere que aquellos a quienes entrena se
unan con las fuerzas del régimen para luchar contra Daesh. Además, prohíbe a “sus
aliados” armar al ESL o permitirle que ponga fin al conflicto por medio de una
solución militar. Exacto, porque la solución es política.
Más aún, las presiones de Turquía y Francia para una
intervención de la OTAN han fracasado, y se ha impedido a Turquía que
intervenga, mientras que se le ha permitido a Rusia que supervise la solución
política, según las condiciones rusas. Ahora, EEUU se encuentra perpleja tras
la llegada del ejército ruso a Siria y ha jugado un papel muy importante en la
destrucción de la revolución.
¿Daesh lucha contra el régimen? ¿Quiere EEUU derrocar al
régimen? Es difícil para la ideología tupida que cubre los cerebros y que
dibuja una realidad preconcebida, según la cual el régimen sirio sigue siendo
el antiimperialista que EEUU quiere derrocar, aceptar la realidad, porque la
rompe. Por tanto, es mejor que el “idealismo propio” siga dominando, porque así
uno descansa de la fatiga de investigar la realidad, la realidad que rompe la
ideología cimentada en la razón desde hace décadas.