tag:blogger.com,1999:blog-7434705332272319432024-03-05T03:52:12.065-08:00Traducciones de la revolución siriaTraducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.comBlogger561125tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-83853384763696261192021-06-26T23:01:00.005-07:002021-06-26T23:01:45.829-07:00Despedida<span style="font-family: verdana;">Estimados lectores:</span><div><span style="font-family: verdana;"><br /></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Como ya apuntábamos en la última entrada publicada, <span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;">convendría cerrar este blog que lleva diez años intentando acercar Siria y su realidad al mundo, no sin recibir ataques por ello de quienes consideraron en todo momento que los sirios y las sirias no tenían derecho a levantarse y que solo una mano invisible podía dirigirlos para algo semejante. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;">Cierto es que siempre habrá algo que transmitir o contar, pero desde esta modesta página creemos que ha llegado el momento de centrar los esfuerzos de divulgación, transmisión y comunicación en aspectos que son herederos en gran medida de la revolución de 2011, pero que se perfilan diferentes habida cuenta de la derrota de la misma, independientemente de que el espíritu se mantenga.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;">Por ello, hoy damos por cerrada esta etapa y dejamos a vuestra disposición, si tenéis la posibilidad y ganas de leerlo (aunque sea con ayuda de herramientas de traducción en línea), <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A8%D9%8A%D9%86-%D8%A7%D9%84%D9%84%D8%BA%D8%A9-%D9%88%D8%A7%D9%84%D8%AA%D8%B1%D8%AC%D9%85%D8%A9-%D9%88%D8%AA%D9%83%D9%88%D9%91%D9%86-%D8%A7%D9%84%D8%B0%D8%A7%D8%AA" target="_blank">este texto</a> publicado en árabe que transmite una reflexión sobre estos diez años, este blog, la traducción, la lengua árabe y el crecimiento personal de quien durante todo este tiempo ha estado al otro lado de la pantalla.</span></span></div><div><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;"><br /></span></span></div><div><span style="font-family: verdana;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbBY5pZyxPjxNtxDpgvO_3vRcZ8XeQolYj77Ja04ns3YJhIIC-gGxpGnWbIV7tnAtmwekobY6UQdlDBcwU6EaRoVG6ic-d1s7j-rvUOZrSz0mQnKWAM6LsmddlgTKdmE7w2oDryG3YUNLj/s1080/1624773545751.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1080" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbBY5pZyxPjxNtxDpgvO_3vRcZ8XeQolYj77Ja04ns3YJhIIC-gGxpGnWbIV7tnAtmwekobY6UQdlDBcwU6EaRoVG6ic-d1s7j-rvUOZrSz0mQnKWAM6LsmddlgTKdmE7w2oDryG3YUNLj/s320/1624773545751.jpg" /></a></div><br /><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;"><br /></span></span></div><div><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;"><br /></span></span></div><div><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;">Gracias a todos por seguirnos.</span></span></div><div><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;"><br /></span></span></div><div><span style="font-family: verdana;"><span style="background-color: white; color: #222222; text-align: center;">Hasta pronto.</span></span></div>Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-40514545345679067212021-04-12T07:31:00.003-07:002021-04-15T11:44:54.208-07:00Pensar en la posrevolución<p><span style="font-family: verdana;"> <span lang="ES-TRAD">Texto original: </span><span lang="ES"><a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%AA%D9%81%D9%83%D9%8A%D8%B1-%D8%A8%D8%B4%D8%A3%D9%86-%D9%85%D8%A7-%D8%A8%D8%B9%D8%AF-%D8%A7%D9%84%D8%AB%D9%88%D8%B1%D8%A9" style="color: purple;"><span lang="ES-TRAD">Al-Jumhuriya</span></a></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Autor: Sadek Abed al-Rahman<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt;"><span style="font-family: verdana;"><span lang="ES-TRAD">Fecha: </span>13/03/2021</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><i>Hace casi un mes del décimo aniversario del inicio de una revolución en Siria que parecía imposible. Por desgracia, la situación a día de hoy dista mucho de ser la deseada y múltiples factores han terminado por "derrotar" a esa revolución, pero no los principios y valores que le dieron forma. Con una década a sus espaldas, los protagonistas de la revolución de 2011, hoy necesitan hacer una reflexión sobre cómo seguir adelante en la lucha. Con este texto, tal vez, convendría cerrar este blog que lleva diez años intentando acercar Siria y su realidad al mundo, no sin recibir ataques por ello de quienes consideraron en todo momento que los sirios y las sirias no tenían derecho a levantarse y que solo una mano invisible podía dirigirlos para algo semejante. Sin embargo, siempre habrá algo que contar y trasmitir. Es por ello que este blog solo dice "hasta luego", pero nunca "adiós".</i></div><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVxWqxiZ8A8Jk5sqhb5h4iIXaEWo7euHb5ebCtwBhZxwjj8UJga4XsU1lawpz39DIotyjxJr08h2awJyAhtl8ioUXwbL7NPlOIDVpJaIxYEUdQO2LXHlQ0uh_TAgFS0SaR6aqUEE0qZPYC/s1200/31321-web-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiVxWqxiZ8A8Jk5sqhb5h4iIXaEWo7euHb5ebCtwBhZxwjj8UJga4XsU1lawpz39DIotyjxJr08h2awJyAhtl8ioUXwbL7NPlOIDVpJaIxYEUdQO2LXHlQ0uh_TAgFS0SaR6aqUEE0qZPYC/w400-h266/31321-web-1.jpg" width="400" /></a></div><span style="font-family: verdana;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></span></p>A día de hoy, la victoria del asadismo no está garantizada y, precisamente por eso, muchos consideran que la revolución siria aún no ha sido derrotada. No obstante, no podemos imaginar hoy situaciones en las que la revolución salga victoriosa en caso de darse, mientras que sí hay algunas posibles circunstancias en las que el asadismo ganaría, que pueden resumirse en que las fuerzas del régimen recuperen el dominio de todo el país, ya sea mediante acuerdos o por la fuerza, y que el Estado sirio reinstaure unas relaciones razonables con el mundo en los niveles político y económico, quedándose los asadistas en el poder. El asadismo no necesita que se retiren las fuerzas extranjeras ni recuperar la soberanía sobre todo el territorio sirio para completar su victoria puesto que dicha victoria se traduce en la recuperación de la hegemonía sobre el presente y futuro de los sirios; esto es, la recuperación de la eternidad asadiana que los sirios destruyeron con sus propias carnes.</span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Hoy no es suficiente que se obligue a Bashar al-Asad y su familia a renunciar al poder para decir que la revolución siria ha ganado, aunque sí sea suficiente para hablar de la derrota del asadismo. No es suficiente porque la revolución siria, cuando se inició en 2011, pretendía derrocar al régimen y sustituirlo de raíz por otro basado en la democracia. Ese era el objetivo declarado y en el que estaban de acuerdo quienes participaron en la revolución, y que hoy es imposible lograr a corto plazo. Lo máximo a lo que podemos aspirar en este momento es a un régimen transitorio con patrocinio internacional, repartido entre diversas fuerzas, entre las que, por supuesto, estarán formaciones políticas, militares, de seguridad y económicas asadistas, todas ellas con historiales de criminalidad y ninguna de las cuales entiende la democracia más allá de los límites de las expresiones que se escriben en los comunicados oficiales. Los sirios que deseen un régimen basado en la democracia deberán retomar la lucha contra el nuevo régimen y lo más probable es que se trate de una lucha especialmente complicada y abierta a posibilidades cruentas, de la que solo podemos desear que se desarrolle al amparo de cierto estado de Derecho y con un acuerdo de mínimos razonables sobre la tipificación como delito y prohibición del asesinato, la tortura y la desaparición forzosa.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Durante la etapa armada de la revolución se produjo el ascenso de las fuerzas islamistas, algunas salafistas e incluso de orientación afín a Al-Qaeda, lo que hace dudar de la seriedad del consenso en torno a la democracia durante las primeras etapas de la revolución. Sin embargo, a pesar de ello, hasta el final de la etapa armada de la revolución −es decir, hasta la derrota militar que se produjo en algún punto entre mediados de 2016 y mediados de 2018−, la esperanza de un amplio sector de los sirios estaba ligada a que la caída del asadismo condujera al establecimiento de un régimen político que contuviera una dimensión democrática válida sobre la poner las bases, de forma que se justificase el hablar de la victoria de la revolución. En la actualidad, ya no hay justificación racional para decir que la destitución de Bashar al-Asad vaya a suponer la victoria de la revolución, ni para decir que la revolución de 2011 continúa, salvo en discursos poéticos más cercanos a la metafísica y las leyendas, tales como hablar de que la batalla entre la verdad y la falsedad continuará hasta el día del Juicio. Esto no es un discurso político ni sirve para nada salvo levantar los ánimos.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">También se dice que la revolución no ha sido derrotada si se tiene en cuenta que vivimos en un proceso revolucionario histórico que comenzó en 2011, con una serie de etapas, estadios y olas, por lo que no es correcto, según esa opinión, hablar de su derrota, puesto que nos encontramos exclusivamente ante el fracaso de la primera ola revolucionaria en la consecución de sus objetivos.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Este discurso tiene poca o mucha validez, especialmente si reflexionamos sobre lo que comenzó en la región arabófona en 2011 y sigue sucediendo en forma de olas continuas que han logrado victorias aquí y fracasos y derrotas allá; no obstante, esto no cambia nada de la realidad de que la revolución de 2011 en Siria ha sido derrotada, no ha logrado sus objetivos y forma parte del pasado, y de que lo que vivimos hoy y viviremos en los próximos años forma parte de sus consecuencias, réplicas y resultados, de forma negativa o positiva, pero no es, en ningún caso, una continuación lineal de la misma.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Decir clara y directamente que la revolución de 2011 forma ya parte del pasado no pretende ser una forma de autoflagelación ni dar por descartada toda esperanza, sino que pretende que veamos la realidad con los ojos bien abiertos y que administremos los medios de los que disponemos para cambiarla; es decir, en pro de la política de la esperanza. Quizá el concepto de derrota sea demasiado cruel para nosotros, sobre todo cuando se menciona y en la conciencia de quien lo dice hay cientos de miles de mártires, víctimas, desaparecidos, detenidos y torturados y millones de migrantes forzosos, desplazados y refugiados: ¿es posible que todo esto haya sido en vano?<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Hablemos, pues, de la “posrevolución” en lugar de hablar de la derrota.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Necesitamos pensar sobre la “posrevolución” porque recluirnos en visiones de una única revolución continua supone recluirse en un tiempo pasado, recluirse en sus lemas, instrumentos, alianzas y visiones, y recluirse en su fracaso y las razones del mismo. Lo más importante es que supone quedarse con instituciones dependientes que carecen de dimensiones liberadoras de cualquier tipo, como la Coalición Nacional y su gobierno provisional, con formaciones criminales mafiosas, como las que se apropian de Afrín y su gente, y con los fascismos religiosos, tales como el de Hay’at Tahrir al-Sham. ¿Cómo puede producirse una victoria de la revolución si no es una victoria de todos estos? ¿Acaso pueden, de entrada, vencer a los asadianos? ¿Puede su victoria ser una victoria de cualquier valor positivo que la revolución siria portara? <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">No estamos diciendo que lo único que queda de la revolución siria son esos colectivos, pues quedan muchas otras cosas, entre las que quizá destaca la excepcional experiencia de lucha que libraron decenas de miles de personas y el hecho de que muchos revolucionarios y revolucionarias siguen su vida y lucha individual y colectiva, apoyándose en la herencia y sueños de la revolución. Por el contrario, lo que se pretende poner de manifiesto con estas palabras es que el marco de la revolución de 2011 ya no sirve para autodefinirse, ni para establecer alianzas, ni para elegir con quien posicionarse, sino que ahora necesitamos nuevos marcos para retomar la lucha contra el asadismo de forma que sea una lucha con objetivos conocidos, superando el objetivo de deshacerse del asesino salvaje que es Bashar al-Asad. Deshacerse de Bashar, de la forma que sea, será una magnífica noticia y un momento de solemne celebración sin lugar a dudas, además de constituir una fase necesaria e ineludible si queremos imaginar un país en el que se pueda vivir y progresar en las próximas décadas, pero hoy necesitamos aliarnos y posicionarnos junto a los valores y principios compartidos, y no unirnos en torno a un momento pasado, un recuerdo pasajero y un objetivo que ya no significa mucho por sí mismo y, que por encima de todo, ya no puede cumplirse haciendo uso de fuerzas sirias. ¿Hay alguien que dude de que la marcha de Asad, si se produjera hoy o a corto plazo, se lograría por voluntad internacional en la que ningún sirio tendría apenas capacidad de influir?<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Me refiero aquí a ideas teóricas e ideológicas que hemos descartado durante mucho tiempo en pro de un objetivo común, que es el derrocamiento del régimen, y de valores políticos con una dimensión ética ordinaria. ¿Qué significa que quienes creen en la libertad de credo y expresión se posicionen junto a quienes creen que debe castigarse a los herejes y quienes declaran públicamente que no creen? ¿Qué significa que quienes creen en la igualdad independientemente del género se pongan de parte de quienes defienden que los hombres deben gobernar a las mujeres? ¿Y que quienes creen en el derecho de todas las personas a ser dueñas de su cuerpo se pongan de parte de quienes creen en la necesidad de que la autoridad gobierne los cuerpos bajo el pretexto de la religión, los valores de la sociedad, la familia u otra cuestión? ¿Y que quien exige el gobierno de la Ley y la independencia y transparencia judicial se pongan de parte de quien encuentra justificación para la tortura, la desaparición forzosa y el asesinato? ¿Y que quien exige democracia se ponga de parte de quien exige que se aplique la sharía o de quien preserva sus lemas políticos, sus proyectos totalitarios y las imágenes de sus líderes con las armas?<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Me refiero también a la necesidad de superar la lógica de la Coalición en la acción política opositora siria y superar las consecuencias de esta en el nivel de la cultura política y de la representación política, como describe con profusión Yassin Swehat. En lugar de la lógica de la Coalición, hija legítima de sus circunstancias y su etapa, es hora de pensar en alianzas de cara a objetivos y programas políticos conocidos y consensuados, que no dejen a un lado toda cuestión ética, sea cual sea su importancia, para preservar las coaliciones y alianzas que carecen ya de utilidad política esperada. Ya no es importante que nos aliemos o nos coaliguemos, sino que lo más importante hoy es: ¿en torno a qué nos aliamos?, ¿en torno a qué establecemos una coalición? Y por supuesto, no me refiero a la necesidad de que la alianza sea entre miembros compatibles en todo, sino que sea en torno a una serie de valores conocidos debatidos públicamente, sin dejar las cuestiones éticas fuera de la política y el debate. Esto supone, en cualquier caso, tratar la cuestión de las alianzas políticas y la forma de establecerlas, pero para hablar de ello hay otro espacio.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">También hablo de la necesidad de pensar en una generación de sirios y sirias, que quizá se cuenten por millones, que serán el soporte y fuerza de trabajo del país en las dos próximas décadas y dejaron de ser niños en 2014 o han dejado de serlo desde entonces y no han conocido nada de la revolución de 2011 más que el hecho de que tras ella llegaron la guerra, la sangre, la destrucción y los grupos armados que hacen cosas no muy diferentes de las que hace el régimen. ¿Cómo nos dirigimos a ellos hoy? ¿Sirven los lemas y posicionamientos de 2011 para dirigirnos a ellos? ¿Acaso no necesitamos decirles nuestra opinión sobre cómo puede ser su vida mejor? La marcha de Bashar al-Asad no es una respuesta en absoluto suficiente para esta pregunta.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">En un tiempo revolucionario pasado, cuando millones de personas salieron a las calles exigiendo su derecho a decidir su destino y participar en política, la bestia desatada del asadismo respondió con todas las armas y capacidad de matar de las que disponía y no hubo más opción que enfrentarse con los demonios de la muerte con el máximo grado posible de unidad. Necesitábamos trabajar codo con codo en el enfrentamiento con el régimen, con sus aliados y con aquellos que buscaban cómo excusarlo o justificar sus acciones, incluidos los que, desde que se pudo presagiar la matanza, no dejaron de afanarse en responsabilizar de ella a los rivales de quienes las perpetraban. Esas son las características y exigencias de los tiempos revolucionarios, pero el tiempo revolucionario ha terminado y, por lealtad, debemos dejarlo marchar en paz y despedirnos de él de forma digna y adecuada.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">La escena en Afrin, simultánea a la caída de Al-Ghouta en la primavera de 2018, no fue una despedida digna y adecuada en absoluto.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Necesitamos una “posrevolución” por la dignidad de la revolución y su recuerdo, antes que nada, y para preservar algunas de las mejores y más dignas cosas que nos quedan: un magnífico legado de lucha, unas lecciones que podemos aprovechar nosotros y el mundo entero, redes de solidaridad y apoyo que pueden cuidarse, con las que protegernos y en las que apoyarnos, y miles de obras de sirios y sirias que han cambiado, se han liberado y han tomado posesión de su destino. Necesitamos la posrevolución para salvaguardar ese legado y también para que los sacrificios de los mártires, los heridos, los detenidos, los desaparecidos forzosos, los forzados a migrar y los damnificados no hayan sido en vano. Si estamos de acuerdo en que los revolucionarios y las revolucionarias de 2011 ofrecieron sus sacrificios para llevar a Siria y su gente a una vida mejor, la lealtad a dichos sacrificios no está en repetir sus lemas, medios y discursos a<i>d infinitum, </i>sino en intentar que no se repita todo esto, en trabajar para elaborar un discurso, unos lemas, unos métodos<i> </i>y unos posicionamientos nuevos que impidan repetirlo.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Necesitamos unirnos en torno a aquellos valores e ideas en los que creemos para retomar nuestra lucha por una vida mejor. Nuestra necesidad de dicha unión crece porque la destrucción de nuestro país, nuestra revolución y nuestra vida no es una cuestión puramente siria. En el destino de nuestro país, se concentra una imagen del mundo y las políticas de las potencias que lo gobiernan, y para enfrentarnos a dichas potencias y sus políticas, necesitamos obtener dimensiones mundiales para nuestra lucha. El mundo entero puede estar presente en Siria militar y políticamente, mientras que la diáspora siria está también presente en todo el mundo. Esto es una desgracia, pero desde una de sus perspectivas es una oportunidad para que seamos activos en el mundo e influyamos en su destino en las próximas décadas. Quedarnos en el momento de 2011 no nos ayudará a aprovechar dicha oportunidad.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Reconocer la derrota no es en absoluto una invitación a rendirse, puesto que rendirse es aceptar que la derrota y la vida bajo el gobierno de los asesinos y ladrones es un destino inevitable. Reconocer la derrota y reflexionar profundamente sobre ella y las circunstancias a las que ha dado lugar es una condición necesaria para retomar la lucha siria por una vida más digna, libre y justa, mientras que quedarse en la revolución de 2011 impide retomarla, pues se convierte en un elemento que paraliza el descubrimiento de nuevos espacios de acción y la toma de conciencia de las circunstancias del momento actual. Necesitamos nuevas palabras, superar la revolución de 2011 y avanzar hacia la construcción de la cuestión siria sobre bases más amplias y radicales. Solo eso puede entenderse como una reanudación de la revolución “con distintas herramientas, ritmo diferente y puntos diferentes”, como sugiere Yassin al-Haj Saleh: una reanudación que salvaguarde la dignidad de lo que ya es pasado de la revolución y ponga lo que queda de ella en un contexto de continuación de la lucha de todos los sirios.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Hablar de la posrevolución no significa aceptar el asadismo o su estúpida copia en pequeño o en grande, sino que significa que retomamos nuestra lucha con la mente abierta a los cambios del momento; con los corazones abiertos al recuerdo de los mártires, las víctimas y el dolor de los supervivientes; y con ojos acechantes sin pestañear ante los rostros de los asesinos, sus patrocinadores, sus aliados y sus seguidores. Aunque esta es casi una lucha sin esperanza, no lo es: podemos mirar a 2011 para recuperar nuestra confianza en que no es así. Hace diez años, sucedió lo imposible cuando las masas destruyeron las estatuas del dictador, rompieron las fotografías de su heredero e hicieron temblar los pilares de su temible régimen, un régimen que solo hizo frente a las multitudes con lo único que sabía hacer: torturar, hacer desaparecer forzosamente, asesinar, perpetrar matanzas y ampliar los márgenes del exterminio.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: verdana;">Frente a quienes cometen matanzas y frente a las políticas internacionales y una situación internacional que no impide que sucedan las matanzas, no nos queda más que unirnos en torno a unos valores sólidos compartidos que nos ayuden a enfrentarnos al exterminio, su lógica y su ética.</span></span></p>Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-18285410789003146772021-03-13T08:42:00.004-08:002021-03-13T08:42:32.522-08:00Seguimos aquí<p><span style="font-family: Calibri, sans-serif;">Texto original:</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"> </span><a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D9%85%D8%A7-%D8%B2%D9%84%D9%86%D8%A7-%D9%87%D9%86%D8%A7" style="color: #954f72; font-family: Calibri, sans-serif;">Al-Jumhuriya</a></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span lang="ES">Autora: Mona Rafei<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 24px; margin: 0cm;"><span lang="ES"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 12pt;"><span lang="ES">Fecha:11</span><span lang="ES">/</span><span lang="ES">03</span><span lang="ES">/</span><span lang="ES">2021<o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 12pt;"><span lang="ES"><i>[Con motivo del décimo aniversario del inicio de la revolución, varios medios y plataformas están dedicando artículos a esta cuestión. Reproducimos aquí uno escrito desde Homs, ciudad controlada por el régimen tras el pacto acordado con las facciones armadas opositoras ya en 2014]</i></span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 12pt;"><span lang="ES"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihRDW1UkAx5zOafswFhI6gJxxY-IGIcGg3BsdtV7U8lUSjIiQHMLzNdYU6SdFw0vkvT4IQktdp0FFFeifWrAC2kwV2mMVrlmX0hyPUF42ZlHVCtZVe5HbffRBJEkr_sCy1hvLdGlahMq73/s1200/12321-fb.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEihRDW1UkAx5zOafswFhI6gJxxY-IGIcGg3BsdtV7U8lUSjIiQHMLzNdYU6SdFw0vkvT4IQktdp0FFFeifWrAC2kwV2mMVrlmX0hyPUF42ZlHVCtZVe5HbffRBJEkr_sCy1hvLdGlahMq73/w400-h266/12321-fb.jpg" width="400" /></a></div><p class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 12pt;"><span lang="ES"><br /></span></p><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Mientras cuentas las pequeñas arrugas en tu rostro, viene alguien y te dice que han pasado diez años y sientes que ya no eres capaz de distinguir todo lo que ha sucedido entre sueño y vigilia, entre tu vigilia y tu muerte. Miras el calendario y cuentas con los dedos: dos años, cinco, siete, nueve, diez… En el primero estabas en ese sitio; en el tercero, en otro; en el quinto, en uno distinto de ambos; y en el décimo, ya ni cuentas los lugares, pues te has olvidado a ti mismo y el tiempo te ha olvidado, y sencillamente prefieres que sea así.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Pero ¿dónde estás?<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Recuerdas lo que sucedió hace diez años: ellos te han obligado a recordarlo, aunque deseas olvidar, no por nada, sino porque ya no soportas el dolor, ya no soportas la sucesión de pérdidas, sangre, destrucción y barro. Porque has decidido no decir nada, no añadir nada, porque sabes perfectamente todo lo que se ha dicho, lo has memorizado y estás harto de ello. Porque quieres mirar hacia delante y olvidar todo lo que ha quedado atrás. Sin embargo, ese atrás es pesado, muy pesado, y tira de ti hacia atrás: te agarra de la ropa y el pelo, te ruega que no lo dejes y que lo pongas delante de ti, y cuando lo escuchas te dice: ahhh… Y ese suspiro te llena el pecho. Te rindes y sientes pena por ti mismo cuando eso sucede.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Pero, ¿hacia dónde ir ahora?<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Ahora estoy en Homs. Camino por las calles, las que están destruidas y las que no, me fijo en los rostros, los mercados, las mercancías, y me digo: “Este rostro duro que acaba de pasar a mi lado podría ser el de un asesino bajo tierra, y ese otro bueno y tranquilo podría ser el de un mártir oprimido asesinado con una bala traidora.” Organizar los rostros de los viandantes es mi afición mientras camino: “Este es un asesino y este, una víctima; este es un mártir y este, un carnicero.” Me detengo en algunos rostros y pienso: “A este asesino, tal vez, lo despierte su conciencia por la noche y este mártir tal vez tenía una historia que no quería que nadie conociera.” Dejo de categorizar los rostros y me reprendo porque eso no está bien, pero ese pequeño juicio en mi contra es como una última impotencia que intento solucionar. La impotencia acumulada empuja al ser humano a hacer las cosas más miserables y carentes de sentido.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Al teléfono, una voz triste dice que los últimos diez años han pasado como un largo sueño cuyo final aún esperamos. Le doy la razón y miro al cielo, donde la lluvia parecen barras de hierro y el sol, una tristeza amarilla. Escucho a la gente y sus palabras resultan metáforas incapaces de una derrota que se avergüenza de decir que lo es.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Pienso que el juego favorito de todo el mundo aquí es no llamar a las cosas por su nombre, ya que llevamos diez años viviendo “la guerra”; “la crisis” asfixiante actual la ha provocado “la gobernanza”; “las ballenas” son quienes han provocado la pobreza de la sociedad; “el sabio liderazgo” emite resoluciones que no tienen en cuenta las circunstancias de las personas y las “autoridades competentes” agarran a un joven y lo asesinan “sin querer”[1].<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Estas débiles metáforas son la forma que todos tienen de renegar y superar la realidad ausente, pero todo esto tiene un precio, puesto que uno acaba sintiendo que ha sido borrado, que su cerebro ha sido borrado y que su existencia en sí misma también lo ha sido. Tienes que destruir todo lo que guardas en tu pecho para construirte tu existencia segura aquí. Debes mentir hasta el límite de la mentira para protegerte. El miedo y la frustración son el pan de cada día y, cuando te encuentras frente a una realidad o una mentira más grande de lo que esperabas, no tienes más opción que huir y esconderte, después de tragártela hasta el punto de asfixiarte.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Ahora mismo me encuentro en Homs y te estoy hablando. Te digo que sigo caminando por las calles y escucho las voces de los ausentes. Su voz lo tortura a uno aquí. Hablan mucho en general, a pesar de su ausencia. A veces, por ejemplo, dicen: “Os esperamos.” Otras: “Seguiremos presentes en vuestro sueño y vuestra vigilia.” También dicen: “Confiamos en vuestra ira y tristeza.” Y también: “Nos quedaremos callados esperando que habléis.”<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Un amigo dice, mientras inclina la cabeza sobre su hombro: “Nuestros días pasan de diversión en diversión.” Y todos asentimos con la cabeza. Otro dice: “Se nos va la vida en vano en este triste país”. Y todos asentimos con la cabeza.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Un tercero dice: “Ojalá eso que fue no hubiera sido. ” El movimiento de cabezas vacila y mantenemos la mirada en el suelo, mientras se entrecortan las letras. Hablar de “lo que fue” es a veces un acertijo o un pasado aplastante que es mejor superar, recuerdos escogidos de sucesos de los que hemos salido ilesos casi de milagro. Pero más que eso, la lengua se traba al hablar mientras que la memoria se mantiene despierta por lo que fue.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Ese hombre levanta el dedo frente a nuestro rostro, con sudor naciéndole en el centro de la frente, y nos dice: “No son elecciones, sino una renovación de la pleitesía, ¡una renovación de la pleitesía!”[2] Lo repetimos tras él serviles, pero cuando volvemos a nuestras casas, repetimos lo que hemos escuchado de boca de ese hombre tras nuestras puertas cerradas y maldecimos lo que se ha dicho y a quien lo ha dicho.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">El hecho de que ambas cosas sucedan a la vez no facilita la labor de abordarlo. Esa mujer cuyo marido cayó mártir y que prometió un día que cocinaría en la calle y repartiría la comida gratis si caía el régimen, apenas puede creer que hayamos llegado aquí y estemos hablando de elecciones. Y como nosotros, muchos…<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">No es necesario que llegue el décimo aniversario para dialogar con ella en nuestra mente, porque ese diálogo vuelve a empezar, aunque no queramos, cada mañana en que nos despertamos con una nueva tristeza. No hace falta ser revolucionario, con todo lo que la palabra implica en cuanto a actos y significados que la exceden, para afirmar que rechazas todo lo que ha sucedido y sucede, a pesar de que eres claramente incapaz de hacer nada.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">El corazón a veces puede sentirse sobrecargado por lo profundo de la acción que debes realizar y no puedes, pero el corazón sólo puede latir si lleva consigo todos esos suspiros, penas y pérdidas que no pueden olvidarse nunca, pase el tiempo que pase.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Estamos aquí. Seguimos buscando un chiste para sonreír en mitad de todo lo que acontece, pero apenas encontramos alguno. Por eso, nos corremos a las páginas de Facebook y repetimos las sonrisas censurables, en otra metáfora de las risas que perdimos hace años.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Seguimos aquí, en Homs. Nos mantenemos firmes. Caminamos, dormimos, comemos, tememos y soñamos. Lo importante es que continuamos soñando. Y lo único de lo que estamos seguros es de que nadie puede arrancar ni retirar lo que hay en nuestros corazones, por mucho que parezca lo contrario.</span></span><span lang="ES" style="color: #333333; font-family: "Times New Roman", serif; font-size: 18pt; line-height: 36px;"><o:p></o:p></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;">[1] Se reproducen aquí una serie de fórmulas que evitan palabras tabúes y en gran medida son utilizadas por parte del régimen para llamar a las cosas. Así, no se habla de “régimen”, sino de “autoridades competentes”, y de “ballenas” en lugar de hacer mención al entramado económico que ha beneficiado al régimen y sus acólitos, cuyo referente más conocido sería Rami Makhlouf, primo de Bashar al-Asad y hoy caído en desgracia. Del mismo modo, no se habla de revolución en ningún momento para no denotar que quien habla es un opositor al régimen. </span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;">[2] Cada siete años, se celebra un referéndum en Siria para volver a elegir al presidente, una tónica que Bashar al-Asad modificó ligeramente en 2014 para revestir este referéndum en el que sacer menos del 90% de aprobación era casi un fracaso y donde la libertad de voto era inexiste e instauró un sistema de “elecciones” a las que se presentaron otros dos candidatos. Este giro cosmético se va a repetir este año en las segundas “elecciones” que se celebran desde el inicio de la revolución y en las que toda la población desaparecida, exiliada o encarcelada no podrá votar nuevamente. </span></p>Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-36072344261862295922020-12-11T04:10:00.014-08:002020-12-11T04:16:47.549-08:00La historia de Samira<p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D9%82%D8%B5%D8%A9-%D8%B3%D9%85%D9%8A%D8%B1%D8%A9">Al-Jumhuriya</a><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Autor: Yassin al-Haj Saleh<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Fecha: 09/12/20, aniversario de la desaparición de Samira y sus compañeros.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8qoLjEYpRrJtknLaA2ypgbg64eWQba_dl1D4HmqZYS2aaBWhnygRapD6QtEjL5Md-iUs95QR_HSKSiPi7Cch1NzfRPFI9GEaQL0zv02bSCBU37RQtxWZQZOI5EEq7KggeMdKDLkn3eUSD/s1200/samira2020_720.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black; font-family: verdana;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh8qoLjEYpRrJtknLaA2ypgbg64eWQba_dl1D4HmqZYS2aaBWhnygRapD6QtEjL5Md-iUs95QR_HSKSiPi7Cch1NzfRPFI9GEaQL0zv02bSCBU37RQtxWZQZOI5EEq7KggeMdKDLkn3eUSD/s320/samira2020_720.jpg" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: verdana;"><br /></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">La voz de Samira fue silenciada hace siete años. Estoy seguro de que esta mujer desaparecida tendría muchas cosas que contar si se le permitiera hablar, historias que los que la hicieron desaparecer y silenciaron su voz temen que conozcan el grueso de los sirios y sus socios. Nadie puede contar la historia de Samira tras su desaparición más que ella, pero la historia de Samira antes de su desaparición merece ser contada y recuperada mientras siga desaparecida. Es nuestra historia, la historia de nuestra amarga lucha frustrada, la historia de Siria.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Se da la casualidad de que nuestros nacimientos están registrados en los documentos oficiales en los primeros dos días de febrero. El mío es absolutamente incorrecto, pero Samira sí nació el 1 de febrero de 1961 en el seno de una familia originaria de Al-Mukharram al-Foqani, en la zona rural oriental de Homs. No obstante, no fue ahí sino en Suweida donde nació Samira, debido a que su padre, policía, había sido destinado allí. Samira es la cuarta de cuatro hermanas y cinco hermanos. Su madre era ama de casa y dedicaba todo su tiempo a cuidar de una familia de once miembros. La familia vivió la mayor parte del tiempo entre Al-Mukharram y la ciudad de Homs y, tras su jubilación, el padre y la madre se asentaron en el pueblo. La vivienda familiar siguió siendo la casa de todos e iban allí en vacaciones y los días festivos. Los hijos e hijas se asentaron en Homs una vez casados, algo habitual en Siria. Por mi parte, procedo de una familia del mismo número de personas, de origen rural, en la que también había división sexual del trabajo y cuyos hijos se asentaron en la ciudad más cercana -Raqqa en nuestro caso-, manteniendo la casa del pueblo. A pesar de estas similitudes, hay también diferencias fruto del cambiante curso de la vida.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Tras el Bachillerato, Samira se matriculó en Literatura Francesa, pero apenas permaneció en la universidad. Con veintipocos años se afilió, en su ciudad, Homs, al Partido del Trabajo, comunista y opositor al régimen, donde tomó parte en diversas acciones. Su hermana Fátima hizo lo mismo, y también Bassam, su primo paterno. A ellos también se sumaron amigos y conocidos del mismo ambiente. Bassam y Fátima se casaron antes de que los tres fueran detenidos en 1987 en una amplia campaña de purga contra la organización. Todos fueron trasladados a Damasco, donde Samira fue torturada durante el interrogatorio, hecho rutinario y establecido en la “Siria de Asad”.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Samira fue trasladada posteriormente a la cárcel de mujeres de Duma, con muchas de sus compañeras, donde pasaría algo más de cuatro años hasta ser liberada con las demás el 26 de noviembre de 1991, día que las compañeras celebraban cada año en un restaurante damasceno.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Fátima no estuvo todo el tiempo en la cárcel de Duma, ni se reunió con Samira hasta pasado un año de su liberación, lo que hizo que la familia, como miles de ellas durante las dos últimas décadas del siglo veinte, lo pasara muy mal: se veían obligados a dividirse en no dos, sino tres grupos, para visitar a Samira, Fátima y Bassam. Por nuestra parte, tuvimos un poco más suerte dado que mis dos hermanos fueron encerrados en la misma cárcel central de Alepo a la que yo había llegado anteriormente. Eso ahorró a nuestra familia mucho dolor.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">En una de las visitas, Samira y Fátima recibieron las palabras de su padre: “Hijas, las personas son las posturas que adoptan. Vosotras elegisteis: estad a la altura de vuestra elección”.[1] Samira recordaba estas palabras con orgullo y se alegraba de que su padre le enviara cajetillas de tabaco de la marca Alhambra, aunque nunca había fumado en su presencia. Samira siguió fumando esa misma marca durante años.<span style="text-align: left;"> </span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span style="text-align: left;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: verdana; margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhetz-IaY1eMMSYkgLy_QQJ6E9HeKCaroi3Qe3mGu6EpTr9eyQuETDQvunL_m4ZaKpo9aFSCDEFLUZdnTeCxjdwNScasFtP8uGvjnZShizduxcM5v4TE8mwFACjZ4nPis4icbp1Ho9vnaL/s600/image4_1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhhetz-IaY1eMMSYkgLy_QQJ6E9HeKCaroi3Qe3mGu6EpTr9eyQuETDQvunL_m4ZaKpo9aFSCDEFLUZdnTeCxjdwNScasFtP8uGvjnZShizduxcM5v4TE8mwFACjZ4nPis4icbp1Ho9vnaL/s320/image4_1.jpg" width="320" /></a></span></div><div style="text-align: center;"><span style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;">Samira en Duma</span></span></div><div style="text-align: center;"><span style="text-align: left;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;"><br /></span></span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">La situación de Samira y Fátima no era diferente en nada a la de miles de personas como ellas, ni la de su familia era distinta de las de muchas familias similares. No se aprovecharon su ascendencia alauí e insistieron en no hacerlo. Vivieron como vivía la mayoría de sirios de su misma clase social.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Tras su salida de la cárcel, Fátima visitaba a Bassam, su marido, al que el Tribunal Superior de Seguridad del Estado condenó a ocho años en 1992. Samira buscaba trabajo y se mantenía con cosas aquí y allá; posteriormente, como muchos jóvenes sirios y sirias en la segunda mitad de la década de los noventa, adquirió las habilidades básicas de la informática, destrezas de las que podía valerse una mujer en la treintena, en paro y que había sido presa política. De hecho, encontró oportunidades para componer y organizar datos en el ordenador, pero en Damasco, donde finalmente se mudó Samira, desafiando la fuerte reticencia de su familia, algo esperable en Siria. Ese fue un valiente acto de liberación: la defensa del derecho a la independencia y la autodeterminación, sirviendo de ejemplo para las mujeres de la generación más joven de la familia. En la capital, Samira trabajó en la redacción del periódico emiratí <i>Al-Khaleej</i> en 1999. En aquel entonces vivía en casa de una amiga, compañera de lucha y de prisión, Nahed Badawiya, cuyo compañero era Salameh Keilah [2], que entonces estaba detenido. Allí conocí a Samira. Visitamos juntos, en compañía de Nahed a un detenido que acababa de salir de la prisión de Tadmor, o más bien, el centro de tortura de Tadmor. Cuando Salameh salió de la cárcel en el año 2000, Samira se asentó en una modesta vivienda, ocupando una habitación en casa de una familia damascena en Masakin Berzeh.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">No volvimos a vernos durante un año, en mi primera visita a Damasco seguía en Alepo, retomando mis estudios universitarios, poco después de la muerte de Hafez al-Asad. A la muerte del dictador fundador, su madre Kámila Suleimán la había ido a visitar y Samira siempre recordaba sus palabras en aquel momento: “¡Se me han acabado las lágrimas!” La mujer no quería llorar por el carcelero de sus hijas.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Samira me invitó a visitarla, comimos un sencillo almuerzo que ella había preparado -musaka- en su habitación y acordamos seguir en contacto. Samira no tenía teléfono en su habitación y yo no tenía teléfono en la casa que había alquilado en Alepo, pero nos apañamos: se puso de acuerdo con la vecina para que, si el teléfono sonaba una vez, se cortaba y volvía a sonar, la llamada era para ella. Y así hicimos.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">En ese momento no había ningún vínculo especial entre nosotros: solo cariño y palabras. Tras un mes o mes y medio, quizá a principios de septiembre de 2000, volví a Damasco y la invité a comer en un restaurante en el centro de la ciudad. Después tomamos un té en la cafetería Al-Rawda. Estar junto a esa mujer delgada y esbelta tocaba en lo más profundo del corazón. Después de comer, pregunté algo a un hombre en la calle, que me respondió y, acto seguido, me preguntó por la hora. Le dije en broma: “Pero, ¿es que nada es gratis?” Samira se echó a reír. Algo nació entre nosotros con esa risa. Nuestra atracción se transformó en cercanía. Habíamos sido presos políticos, teníamos un sueldo modesto y teníamos más o menos la misma edad, cercana a los cuarenta. Los dos buscábamos vivir la vida y nos sentíamos atraídos el uno al otro.</span></p><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="text-align: start;"><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Tanto Samira como yo veníamos de dos organizaciones comunistas distintas, con la consabida susceptibilidad que se da entre semejantes. Sin embargo, debe decirse que aquello había sucedido hacía mucho, no porque hubiéramos pasado página nada más empezarla, sino porque aquella página se había pasado sin quererlo nosotros y el país había quedado sin vida política ni discusiones ni organización independiente alguna. Había una sociedad de antiguos presos políticos, con legados opuestos, aunque de una forma ya muy leve en aquel momento. Muchos de nosotros queríamos darnos la oportunidad a conocernos, encontrarnos, dar y recibir. Nosotros nos contábamos entre ellos.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Terminé mis estudios universitarios en el otoño de 2000, inicio de la breve etapa de la “primavera de Damasco”. Yo ya tenía firmemente decidido que me mudaría a Damasco, donde estaría cerca de Samira y quizá tuviera más oportunidades de vivir de la traducción y la escritura.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Samira seguía trabajando en la redacción del periódico <i>Al-Khaleej</i>, pero también en una editorial que estaba dando sus primeros pasos en aquel momento. El mercado de trabajo para personas como nosotros se limitaba a esos pequeños espacios y el sueldo mensual apenas superaba las 5000 liras sirias, de las que Samira pagaba 1500 por el alquiler y vivía con el resto; es decir, con unos 70 dólares mensuales. Sin embargo, Samira quería vivir de forma independiente, por lo que podía vivir con eso y menos.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Al mudarme a Damasco, me instalé en una vivienda en la que vivía mi hermano Khalil, que acababa de licenciarse en Filosofía. Samira fue parte de la casa desde el primer momento. Venir desde su casa en Masakin Berzeh a nuestra casa en Mansura, en la carretera de Rabwah le llevaba alrededor de una hora, así que a veces incluso se quedaba a dormir.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; text-align: left;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; text-align: left;">Conocí a la familia de Samira y ella conoció a mis hermanos. No hubo ningún formalismo en ningún momento. En Homs me encontré entre familiares, amigos y compañeros. Fátima y Bassam, y Najat, Afif y sus hijas Al-Waed, Al-Wajed y Alaa, éramos una única familia. Najat es la hermana mayor de Samira.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Eso fue antes de casarnos en septiembre de 2005.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Nos casamos en una ceremonia sencilla a la que asistieron las hermanas de Samira, Najat y Fátima, y mi única hermana Rafaa. También estuvo presente Rabah, la mujer de mi hermano mayor Muhammad, y algunos miembros más de la familia. El lugar donde vivíamos era muy pequeño, así que lo celebramos en la vecina casa de Ali al-A’id, nuestro familiar y amigo, y volvimos andando a casa pasada la medianoche.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Unos meses después nos mudamos de Mansura a una casa en el barrio de Qudseya que había alquilado antes nuestro difunto amigo Bassam Younes. Seguíamos luchando para poder mantenernos y participar en la vida pública en la medida de lo posible y tejer una red de amigos entre los antiguos presos políticos o en los ambientes con espíritu opositor al régimen. Entre ellos, había artistas que solo conocíamos de las películas o series de televisión, pero también queríamos conocer a los jóvenes universitarios que estaban en el inicio de la veintena y que hoy tienen casi cuarenta años. Nuestra vida no era más difícil que las de nuestros semejantes, pero tampoco era más sencilla. Teníamos que hacer esfuerzos para tener una vida aceptable y estábamos iniciando la cuarentena.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Siempre estábamos juntos en los foros de la “primavera de Damasco”, pero también teníamos nuestros ámbitos de actividad pública independiente. Samira participó durante un tiempo en los Comités de Restauración de la Sociedad Civil, a cuyas reuniones yo había asistido anteriormente. Samira participó en las discusiones preparatorias para la Declaración de Damasco en Beirut en lo relativo a las relaciones sirio-libanesas. Tras una de esas reuniones en Beirut, los anfitriones invitaron a los participantes a comer: una mesa repleta de todo tipo de pescado. Samira, que no comía pescado, tuvo que conformarse con unos bocados de los entrantes sin llamar la atención.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">En verano de 2005 acordamos que Samira dejara su trabajo en la editorial que tenía la oficina en Al-Halbuni. El ambiente de trabajo no era malo, ni el trabajo era agotador, pero llegar cada mañana y volver a nuestra casa en Qudseya por la tarde era un auténtico sufrimiento. Los sirios conocen el humillante abarrotamiento, por la mañana y por la tarde, de los microbuses, que es el único medio de transporte urbano e interurbano de la gente común hacia su trabajo. El sueldo que recibía por escribir entonces había mejorado y era más que suficiente para que viviéramos los dos. Comenzamos a ahorrar para comprar una casa propia en el entorno de Damasco. Ese mismo año nos mudamos a otra casa en Qudseya, de cuyos muebles se encargó Samira. Hasta ese momento los muebles de nuestra casa habían sido como los de la residencia de estudiantes universitarios, pero Sammur hizo de ese lugar un hogar en el que vivir, algo que habría sido imposible si me hubiera ocupado yo.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Los cinco años previos a la revolución fueron los años de un matrimonio cercano a la cincuentena, que vivían por primera vez una vida plena en un país duro cuya dureza les era familiar. Pasábamos unos días cada año en Raqqa, en Homs, en Latakia y en Alepo. El resto del tiempo, estábamos en nuestra casa en Damasco, cuyo alquiler subió a consecuencia del aumento de refugiados iraquíes. Nuestra red de amigos vivía la misma situación.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-size: medium; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp2F8JGUQX1O201WfR4iDd_kxLH8aRmouL43cfRPB-jg7P1U1Tv_013PIkfCiCy2DKOQXR1z3ZK_-Uo0zkLFjFEUDMe_ymRjMfFcvtk4FD-CwiLDAKYsuC8033NY4D7bDESFSAgi6d0u9s/s640/smwr_27.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black; font-family: verdana;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="480" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgp2F8JGUQX1O201WfR4iDd_kxLH8aRmouL43cfRPB-jg7P1U1Tv_013PIkfCiCy2DKOQXR1z3ZK_-Uo0zkLFjFEUDMe_ymRjMfFcvtk4FD-CwiLDAKYsuC8033NY4D7bDESFSAgi6d0u9s/s320/smwr_27.jpg" /></span></a></div><span style="font-family: verdana;"><br /></span><div style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;">Samira en Qudseya en el invierno de 2006 o 2007. Tomé la fotografía con su cámara.</span></div><p style="text-align: left;"></p><p class="MsoNormal" style="font-size: medium; margin: 0cm; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span lang="ES">Desde 2005, me impuse una dura rutina de lectura y escritura y Sammur fue mi punto de apoyo, pero claramente habría preferido una rutina menos rígida. Habría sido posible. Pienso que estaba respondiendo a los años de prisión encerrándome, o casi. Para ser justo conmigo mismo, puedo decir que Samira sabía que yo aborrecía la idea de desperdiciar la vida sin consagrarme a su misión, pero quizá habría sido más fácil con algo menos de rigidez. Ambos queríamos tener un futuro, <a>no ser ex nada, ni ex presos políticos ni ex luchadores.</a></span><span class="MsoCommentReference"><span style="font-size: 8pt; line-height: 12.266667366027832px;"> </span></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: verdana;"><span>Los cinco o seis años previos a la revolución fueron años estables, que vivimos sin grandes desgracias. Sammur estuvo tranquila y sin preocupaciones durante aquellos años. Tal vez eran sus primeros años de satisfacción desde que estuviera en prisión hacía casi veinte años entonces.</span><span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Éramos cercanos políticamente a los círculos de la “Declaración de Damasco”, pero más a su periferia que a su centro. No fue por elección del todo libre, pero lo aceptamos de buen grado.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">El 16 de marzo de 2011, Samira salió con nuestro huésped, Bakr Sidqi, amigo y compañero durante la mayoría de años de prisión, para participar en la concentración frente al Ministerio del Interior. Tahama Maaruf, la mujer de Bakr, estaba detenida en ese momento, pagando en una situación surrealista por una antigua detención después de convertirse en madre de dos hijos. Me uní tarde a ellos tras la disolución de la concentración, los golpes y la detención de muchas personas. Encontré a Samira con Razan Zaitouneh en un lugar cercano.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;"><span lang="ES">Durante el primer año en que viví escondido en Damasco, Samira se movía con precaución entre una de las tres casas en que se alojaba y nuestra casa alquilada en Qudseya. Quería participar en todo lo que sucedía y no le agradaba mi insistencia en las primeras semanas de ocultamiento en que se marchara a Homs cerca de sus hermanos y hermanas hasta que la situación cambiara. Se fue a regañadientes y volvió de allí unos días después. Tenía una casa y estaba dispuesta a asumir las consecuencias. ¿Por qué dejarla? Samira quería hallar su lugar en ese momento, a diferencia de su marido <a>que se preocupaba por lo que vendría después</a></span><span lang="ES">.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: verdana;"><span>Durante el segundo año en que estuve escondido pasamos juntos la mayor parte del tiempo, pues la cuarta casa lo permitía. No obstante, fue un año de excesiva violencia en la mayor parte del país y hacia la mitad del año se inició el comienzo del fin de la “guerra civil siria” y el desplome a gran velocidad del marco nacional del conflicto cuando Irán comenzó a liderar el esfuerzo bélico del régimen. Las cosas no eran tan evidentes para nosotros en aquel momento y nos haría falta otro año para que se aclarasen progresivamente.</span><span><o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Durante los dos años en que viví en la clandestinidad, Samira participó en actividades sobre el terreno y ayudaba en lo que podía, apoyando a su marido escondido. Ni ella ni yo formábamos parte de ninguna organización política. Eso tendría unas consecuencias que no veíamos en ese momento: cualquiera que sea la organización, suele facilitar datos diversos sobre la situación general, que permiten orientarse y sirven de marco para el mutuo asesoramiento. No teníamos más datos que los que lográbamos recoger con nuestro propio esfuerzo y gracias a un número reducido de amigos a los que veíamos. Cuando pienso en aquellos días, tras la ausencia de Samira, parece un comportamiento quijotesco y lo que sucedió posteriormente fue potencialmente consecuencia de ello. <o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Ironías del destino, Samira pasó a estar buscada por el régimen tras dos o tres semanas desde mi traslado de Damasco a Al-Ghouta oriental, en lo que se suponía que era solo una parada transitoria de camino al norte, donde Samira se reuniría conmigo tras mi llegada. Debido a esta emergencia inesperada y su deseo de reunirse conmigo y compartir el nuevo entorno en el que no sabíamos cuánto tiempo íbamos a estar, Samira vino a Al-Ghouta oriental un mes y medio después de mí.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Lo que después se revelaría como el error de mi vida, mi salida de Duma en dirección a Raqqa el 10 de julio de 2013, no nos pareció en su momento más que un riesgo que había que correr como otros anteriores, al que podrían seguir otros. Era necesario. Sobre todo porque supe ese mismo día que Daesh había secuestrado a mi hermano Ahmad junto con todos los miembros del Consejo local en Tell Abyad. Tal vez, si lo hubiera sabido dos o tres días antes, habríamos pensado de otra forma, o incluso me habría quedado hasta que cambiaran las cosas.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Sin embargo, Samira estaba contenta con lo que hacía en Duma. Es cierto que la prioridad era volver a reunirnos y ella recibió con optimismo la toma </span></span><span style="font-family: verdana;">de Al-Atayba </span><span style="font-family: verdana;">por parte de formaciones combatientes opositoras al régimen en julio de 2013 porque abría el camino, que llevaba cortado desde principios de primavera de ese mismo año, hacia el norte. Sin embargo, no consideraba que se encontrara en un entorno extraño, como se ve claramente en su libro </span><i><span style="font-family: verdana;">Diario del asedio a Duma, 2013.</span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><i><span style="font-family: verdana;"><br /></span></i></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; font-style: italic; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivu1-YkXbtT4Z8v2YsP0roEHsEENI1SMWRIovw08zk-QyfelVecH1gdAovyFJCKPLrMsen5WE014vFFQoichLsvzW_jvr-5EXH6GVm0d64MtoLdIPd9e-aCIKy7CNMmFHK5SqEcmfVLYcz/s595/Diario_asedio_samira_khalil.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black; font-family: verdana;"><img border="0" data-original-height="595" data-original-width="355" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivu1-YkXbtT4Z8v2YsP0roEHsEENI1SMWRIovw08zk-QyfelVecH1gdAovyFJCKPLrMsen5WE014vFFQoichLsvzW_jvr-5EXH6GVm0d64MtoLdIPd9e-aCIKy7CNMmFHK5SqEcmfVLYcz/s320/Diario_asedio_samira_khalil.jpg" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;">Edición española del libro de Samira</span></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;"><br /></span></div><p style="text-align: left;"></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">El régimen logró imponer el asedio de nuevo rápidamente pocos días después de que hubieran arrebatado Al-Atayba de manos de sus fuerzas. El camino volvió a estar cerrado. Samira, que no estaba nada preocupada por residir en Duma, incluso después de un escritor sectario despreciable elaborara un informe de seguridad </span><span style="font-family: verdana;">sobre ella,</span><span style="font-family: verdana;"> en realidad estaba preocupada por mi presencia en Raqqa. Ella y Razan me presionaron para que saliera.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: center;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;"><span>Cuando salí de Raqqa en dirección a Turquía el 11 de noviembre de 2013, se impuso un cerco total sobre Al-Ghouta oriental. Hasta ese momento, el asedio había sido intenso, pero la gente podía llegar a sus propiedades o lugares de trabajo en Damasco desde las poblaciones de Al-Ghouta, aunque se expusieran cada día a registros, humillaciones y la confiscación de cualquier provisión que llevaran consigo a la zona asediada. Después de eso, se impuso un asedio total. Había pasado más o menos un mes desde el acuerdo químico que introdujo al régimen en el juego político a pesar de que justo la matanza <span style="caret-color: rgb(51, 51, 51);">química</span> de agosto, la tendencia hubiera ido en dirección a un boicot total. La matanza química fue una campaña de relaciones públicas muy exitosa a favor del régimen.<o:p></o:p></span></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Durante los dos meses que pasaron entre mi salida de Raqqa y la desaparición forzada de Samira, junto con Razan, Wael y Nazem, la situación fue empeorando: un asedio impuesto desde el exterior y posteriormente uno impuesto desde el interior del que se encargó Liwa’ al-Islam, que se había erigido en ejército a finales de julio de 2013 y se había convertido, más que antes si cabe, en la autoridad de facto en Duma y en el contendiente más fuerte por el poder en Al-Ghouta oriental. Entre las primeras manifestaciones de esa autopromoción estuvo un escrito que amenazaba de muerte a Razan por parte de quien posteriormente supimos que era Hussein al-Shadhili, del <i>mujabarat</i> del Ejército del Islam. Ni lo que escribió Samira en aquel momento en Facebook ni lo que se publicó posteriormente en su diario indicaban que se sintiera amenazada personalmente, pero la sensación de asedio y falta de horizontes comenzaba a intensificarse. Ni Samira ni Razan, ni tampoco Wael ni Nazem, que se unieron a ellas en julio, saliendo de forma clandestina de Damasco (antes de que se impusiera el asedio total y fuera imposible realizar esos traslados, hasta más o menos finales de 2014), me trasladaron, y puede que a nadie, la sensación del peligro que acechaba. Ni Razan ni Wael ni Nazem tenían planes de marcharse a ningún lugar aunque pensaran en alternativas de residencia en Duma. Samira no tenía planeado quedarse: era una refugiada temporal en Duma, esperando la ocasión más adecuada para reunirse con su marido, inicialmente en Raqqa y posteriormente en Turquía. Sabía que yo estaba a punto de encontrar una casa para mí en Estambul cuando despareció. De hecho, la ocupé cuatro días después de su desaparición.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Parte de lo expuesto anteriormente ya se había hecho público. Aquí, en la historia de Samira, no es necesario recordar las sólidas pruebas que recabamos contra el Ejército del Islam, suficientes para certificar que la cuestión está relacionada con una mafia religiosa, donde la religión salafista sirve de vínculo sectario entre los miembros y grupos del proyecto destinado a robar dinero y poder y facilitar la comisión de delitos sin apenas escrúpulos. Puede que el Ejército del Islam sea o no el único capítulo de esta serie criminal que se mantiene desde hace siete años, de los cuales dos años y ocho meses han sido posteriores a la salida forzada de Duma para pasar a ejercer de mercenarios del gobierno turco. Sin embargo, no cabe la más mínima duda de que son un capítulo de esta serie delictiva que no creemos que termine ahí. Conocemos los nombres de los implicados en el delito de secuestro: Samir al-Ka’ka, <i>el velayat-e faqih</i> de la mafia y fuente del mal en ella [3]; Hussein al-Shadhili, que obedeció la orden de Al-Ka’ka de escribir la amenaza de muerte contra Razan; Abu Omar al-Dirani, jefe del <i>mujabarat</i> de la mafia; Issam al-Bouyadani, jefe de la mafia tras el asesinato del anterior jefe y fundador, Zahran Alloush; y Younes al-Nasrin, que entró personalmente en el ordenador de Razan. No me complace mencionar esos sucios nombres, pero tenemos con ellos una historia que aún no ha terminado. El secreto está con esos rabiosos y ellos son el camino inevitable para conocer el destino de nuestros seres queridos.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: verdana;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF5JyeLJEo4kqTApY3NAseCxS_IJqvFnyNMU7VDmG-rWBSTMklvcg4G4AJOBSJCZXcWXjFTm2VxMMk0JXTTfO7f4kDeD8NnFTSfRNkxFexTucS0S9umUYHVIs_99YZnHZUWB8VxTTMrXUo/s600/mn_mymwn_6.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black; font-family: verdana;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgF5JyeLJEo4kqTApY3NAseCxS_IJqvFnyNMU7VDmG-rWBSTMklvcg4G4AJOBSJCZXcWXjFTm2VxMMk0JXTTfO7f4kDeD8NnFTSfRNkxFexTucS0S9umUYHVIs_99YZnHZUWB8VxTTMrXUo/s320/mn_mymwn_6.jpg" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;"><div style="text-align: center;">Samira en Duma</div></span><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Samira, la desaparecida forzosamente, no sabe lo que ha sucedido en su ausencia. ¿Se puede ser lo suficientemente valiente para contar lo sucedido? Durante estos siete años, han fallecido sus padres, Muhammad Khalil y Kámila Suleimán, y su hermana Amal; mi hermano Firas sigue desaparecido desde hace siete años y cinco meses más o menos, y todos nuestros seres queridos están desperdigados por lugares cercanos y lejanos.<o:p></o:p></span></span></p><div style="text-align: justify;"><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">La historia de Samira continúa y es de carácter político de principio a fin: es la historia de la lucha de una mujer valiente por la libertad y el amor, una lucha que libró en dos etapas. En la primera, pasó cuatro años presa y, en la segunda, lleva ya siete años desaparecida; en cada una, ha tenido un enemigo diferente.<o:p></o:p></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt;"><span lang="ES" style="font-family: verdana;"></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5wW-fl6wVFUSyjV4MoIhSeXJHJLM-NXUop2H8X4JtmJzXOvfEPg_whJLSte3xtoV1untvAFgQxvDf1EgquSehDMZMz4GsOwRLXJv6JDDB4UQmNwtrqgQp_PyJJvSndO0TSk8e2lDNNWvr/s600/douma4_2020.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="color: black; font-family: verdana;"><img border="0" data-original-height="400" data-original-width="600" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5wW-fl6wVFUSyjV4MoIhSeXJHJLM-NXUop2H8X4JtmJzXOvfEPg_whJLSte3xtoV1untvAFgQxvDf1EgquSehDMZMz4GsOwRLXJv6JDDB4UQmNwtrqgQp_PyJJvSndO0TSk8e2lDNNWvr/s320/douma4_2020.jpg" width="320" /></span></a></div><div style="text-align: center;"><span style="font-family: verdana; font-size: x-small;">"A pesar de la distancia, os vemos"</span></div><p></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm;"><span lang="ES"><span style="font-family: verdana;">Puede que no haya nadie que albergue un simbolismo semejante al de Samira en toda Siria, pues ella simboliza la continuación de nuestra lucha a lo largo de dos generaciones y el hecho de que esta lucha trasciende las divisiones sectarias. Ella, junto a Razan, constituye el símbolo del gran papel de la mujer en la lucha siria, además de ser símbolo de los múltiples frentes de la misma y la multiplicidad de enemigos de la liberación siria. A pesar del salvajismo del régimen y sus aliados, estaríamos bien si él y ellos hubieran sido nuestro único frente contra el que luchar. La revolución siria ha sufrido el islamismo, el nihilista, el político y el mafioso, en la misma medida en que ha tenido que confrontar a esos enemigos.</span></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">La historia de Samira solo terminará cuando sea libre o cuando sepamos qué ha sido de ella, y también de su compañera y compañeros, y cuando se haga justicia. Lo único que lo impide es lo mismo que impidió la liberación siria: el hecho de que los criminales gozan de la protección de los poderosos semejantes a ellos. El salafista Ejército del Islam es similar al régimen de la dinastía asadiana en eso. El delito es el delito y la lucha es la lucha.</span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm;"><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm;"><span style="font-family: verdana;">Y la historia continúa.</span></p><p class="MsoNormal" style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 6pt;"><br /></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt;"><span lang="ES" style="font-family: verdana; font-size: xx-small;">[1] Extracto también disponible en el <a href="https://www.orienteymediterraneo.com/diario-del-asedio-a-duma-2013/" style="color: #954f72;">libro</a> <i>Diario del asedio a Duma, 2013</i>, publicado por Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.</span></p><p class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 6pt;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;"><span style="text-align: start;">[2] Opositor comunista palestino-jordano, detenido también durante la revolución siria, y que falleció en octubre de 2018, víctima del cáncer. Sus libros sobre la revolución siria y el fracaso de la izquierda en las revoluciones árabes son lecturas imprescindibles. </span><a href="http://traduccionsiria.blogspot.com/2015/10/el-velo-de-la-ideologia.html" style="color: #954f72; text-align: start;">Aquí</a><span style="text-align: start;"> puede leerse uno de sus artículos.</span></span></p></div></div></span></div><p class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 6pt; text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana; font-size: xx-small;"><span style="text-align: start;">[3] Establece un paralelismo con el régimen iraní donde la autoridad máxima es el Gobierno del Jurisconsulto o </span><i style="text-align: start;">velayat-e faqih.</i></span></div><p></p>Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-69037749600029895502020-10-19T03:10:00.002-07:002020-10-19T03:10:17.669-07:00Siria, la olvidada<p><span style="font-family: verdana;">Texto original: <a href="https://www.alquds.co.uk/%D8%B3%D9%88%D8%B1%D9%8A%D8%A7-%D8%A7%D9%84%D9%85%D9%86%D8%B3%D9%8A%D8%A9/">Al-Quds al-Arabi</a></span></p><p><span style="font-family: verdana;">Autor: Ziad Majed</span></p><p><span style="font-family: verdana;">Fecha: 17/10/2020</span></p><p><span style="font-family: verdana;"><br /></span></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzjnq5J_bkT35u9gknbjG5cXrge9EdPxiGrQdZGCV1DbQYzYvGJgBN-8RPYi1zY59wZJFwmVGg_fK5muAlc4MKnXUxLOgetLHXHyVWfMPGt6NxCeBZw5NpHG6dsf8QPYcJtCFMaV00Ycnm/s730/temp-152-730x438.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="438" data-original-width="730" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjzjnq5J_bkT35u9gknbjG5cXrge9EdPxiGrQdZGCV1DbQYzYvGJgBN-8RPYi1zY59wZJFwmVGg_fK5muAlc4MKnXUxLOgetLHXHyVWfMPGt6NxCeBZw5NpHG6dsf8QPYcJtCFMaV00Ycnm/w400-h240/temp-152-730x438.jpg" width="400" /></a></div><br /><span style="font-family: verdana;"><br /></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">A principios del presente año, múltiples sucesos dejaron la cuestión siria en un plano secundario en los ámbitos mediático y político en Europa occidental y Estados Unidos. Las crisis sanitaria, económica y social derivadas de la propagación del coronavirus y el intenso y continuo seguimiento diario de la pandemia, por una parte y, por otra, la sucesión de acontecimientos en Oriente Medio y África –en Iraq y Libia, después en Líbano, y antes de ello en Argelia y Sudán–, junto con las noticias de la normalización de las relaciones de Emiratos Árabes Unidos y Bahréin con Israel, han alejado a Siria de los “radares” de la cobertura y de los observatorios de aquellos asuntos que afectan a la región. Así, el conflicto en Siria y por Siria es hoy una “lucha” alejada ya del interés que suscitaba en muchos ámbitos periodísticos y políticos anteriormente. Si no fuera por algunas conversaciones dispersas y los escasos artículos que abordan el fenómeno de los mercenarios sirios que luchan en Libia y la nueva guerra que ha estallado entre los azeríes y los armenios en Nagorno Karabaj, podría decirse que recordar la cuestión siria ha pasado a ser algo que compete exclusivamente a algunos activistas que siguen la cuestión en las redes sociales y unos cuantos investigadores cuyo campo de especialización sigue siendo ese país.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Es muy probable que la situación siga siendo así durante un período nada desdeñable, dado que la atención hoy se centra en las elecciones estadounidenses, su posible resultado y los escenarios que puedan derivarse de ello, y, por otra parte, en los acontecimientos en la frontera de Europa oriental con Rusia.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">No obstante, existen otras causas que explican la alienación “occidental” (y la árabe e internacional) respecto de la cuestión siria, que no siempre obedecen a prioridades: determinadas noticias y crisis apartan de la observación y el análisis las cuestiones relativas a Idleb, los y las detenidas y desaparecidas desde hace varios años y los escenarios en el sur, el este y el nordeste del país.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Que el conflicto sirio haya salido de su marco nacional, que las ocupaciones extranjeras se enfrenten por sacar provecho de la geografía siria y que se haya reducido el ritmo de los bombardeos y las operaciones militares suponen que hablar hoy de la revolución y el régimen, de la oposición y los partidarios de Asad y de las matanzas y violaciones sea como volver a poner un disco demasiadas veces reproducido entre 2011 y 2018 y que ya no interesa al público, independientemente de la calidad del contenido y lo actual que sea.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Del mismo modo, la intervención rusa, que modificó radicalmente los equilibrios de fuerzas a favor del régimen, después de que Irán (y la inacción árabe y occidental) hubiera logrado salvarlo y garantizar sus rutas aéreas y terrestres de suministro, creó una situación que llevó a los líderes y políticos de los distintos Estados, así como la mayoría de medios de comunicación de esos mismos países a considerar dicha situación como el hecho más firme, claro e inextricable al mismo tiempo. Para aquellos de entre ellos que son partidarios de Moscú, ¿qué puede hacerse contra este país al margen de las sanciones que evitan que pueda imponer una solución definitiva que refleje su superioridad militar? ¿Qué puede añadirse a lo que ya se ha dicho, repetido y fotografiado en la cobertura de esta tragedia humana desde hace años salvo señalar, de vez en cuando, que el coronavirus ha avanzado aquí o allá o poner de manifiesto un nuevo crimen cometido por la artillería o la aviación en tal o cual municipio? ¿Cómo se puede investigar alguna novedad que afecte a las políticas estadounidenses, turcas e iraníes (e israelíes) en relación con Siria cuando ya se ha dicho todo miles de veces y los hechos y su contexto se han repetido tanto que aburren a la mayoría de quienes están al tanto? ¿Se puede, a través de la denominada Comisión Constituyente, ofrecer algo nuevo sobre la trayectoria política y sus negociaciones olvidadas incluso por quienes debatieron sobre la conformación de las delegaciones y los preparativos para ello?</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Todas estas consideraciones y dudas nos llevan, de ser así, a buscar vías para recuperar la presencia de la cuestión siria en los ámbitos político y mediático y evitar que las causas que representa desaparezcan del debate público, pero esto no será nada fácil. El desinterés por la cuestión siria, tras años planteándola, centrándose en ella y expresando opiniones contrarias en relación con la misma, el factor tiempo y el cambio de los rostros del conflicto, así como la división de las lealtades y las alianzas y el hecho de que la violencia sobrepasara desde el inicio los límites de la atrocidad que puede imaginar una mente, sin dar tregua a los traumas y la estupefacción, añade a las prioridades que hemos indicado crisis y “coberturas” mediáticas que no dejan mucho margen para influir en una opinión pública que se siente impotente y piensa que toda movilización es inútil, sobre todo, tras la caída de Alepo a finales de 2016, como consecuencia de los ataques de la maquinaria de guerra rusa. El hablar de negociaciones, trayectorias políticas y nombramientos de enviados de Naciones Unidas ha conducido a iniciativas poco claras y que han desvirtuado las responsabilidades internacionales, descargando a las comisiones y organismos occidentales del peso de un “expediente” espinoso en el que es difícil meterse de lleno o en cuyos acontecimientos es difícil influir directamente sin tener en cuenta que pueden darse los “peores” escenarios posibles, como se suele repetir.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">No hay duda de que el repliegue de las organizaciones sirias, la reducción de los actos en los que han participado algunas de ellas en las capitales europeas durante un tiempo, la desaparición de las organizaciones opositoras oficiales y su discurso político y mediático y la transformación de la mayoría de ellas en portavoces de actores regionales enfrentados entre sí han empeorado esta ausencia siria. A pesar de que han comenzado algunos juicios en Alemania y Francia y que se han emitido órdenes de detención contra responsables del régimen sirio gracias al trabajo de asociaciones e individuos sirios, y a pesar de los esfuerzos judiciales en otros países para juzgar a los criminales de guerra, el desinterés se ha mantenido prácticamente en los mismos niveles. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Todo ello supone que hoy es necesario proponer iniciativas y reanudar las campañas que vuelvan a situar la cuestión siria en el foco, y aprovechar las experiencias anteriores para recordar que abandonar Siria como escenario de muerte y de inmunidad de los asesinos durante años provocará, además de una profunda injusticia y una serie de violaciones ya conocidas, cambios en Oriente Medio y en todo el mundo: desde el hecho de que Al-Qaeda y Daesh explotan de la tragedia de los sirios y se afanan en utilizar las injusticias para atraer a jóvenes y convertirlos en yihadistas, hasta las crisis y sufrimiento de los refugiados, y las decisiones, disputas y explotación racistas que se han producido en relación con ese tema en todas partes. Además está el avance de Rusia frente al retroceso occidental en Siria y cómo lo ha aprovechado para avanzar en muchos otros frentes, o el fracaso político en el comportamiento internacional con Irán, que se expande por Iraq, Siria y Líbano, o las tensiones europeas con Turquía y el aumento de la injerencia de esta última en guerras de las que también sacan beneficio Estados (como Emiratos y Arabia Saudí) que buscan desempeñar “papeles relevantes” mientras los conflictos se mantengan abiertos y la impotencia occidental y de Naciones Unidas siga siendo patente a la hora de abordarlos. Por todo ello, se han producido múltiples mutaciones en los últimos años y no cabe duda de que Siria sigue siendo una de las causas más destacadas de ello.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Nada impide que se produzcan nuevas y peligrosas mutaciones a raíz de las anteriores, ni puede descartarse que se reanuden los episodios de asesinatos que devuelvan la cuestión de los refugiados al contexto de las tensiones y los chantajes, y que quienes habían olvidado a Siria recuerden que sigue produciéndose una matanza intermitente en ella.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: verdana;">Por todo lo que se ha dicho, por otras muchas cuestiones, por el recuerdo de las decenas de miles de detenidos y desaparecidos y por el hecho de que debe insistirse en que mantener a los criminales en el gobierno no pondrá fin al conflicto ni devolverá la estabilidad, incluso aunque el mundo olvidara las fosas comunes y la destrucción de casas, debe reanudarse la actividad y ampliar sus horizontes para impedir que el olvido, en un mundo en que los medios desempeñan una función determinante a la hora de provocar reacciones y generar causas que defender, se trague a Siria definitivamente.</span></p><div style="text-align: justify;"><br /></div>Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-49367622022927381042020-03-24T08:54:00.001-07:002020-03-24T08:54:59.871-07:00El 18 de brumario de Bashar al-Asad<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Texto original: </span><span lang="ES"><a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A7%D9%84%D8%AB%D8%A7%D9%85%D9%86-%D8%B9%D8%B4%D8%B1-%D9%85%D9%86-%D8%A8%D8%B1%D9%88%D9%85%D9%8A%D8%B1-%D8%A8%D8%B4%D8%A7%D8%B1-%D8%A7%D9%84%D8%A3%D8%B3%D8%AF" style="color: purple;"><span lang="ES-TRAD">Al-Jumhuriya</span></a></span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Autor: Alguien de 36<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fecha: 19/03/2020<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg69pqQywa5aHxp213qKy24DKPMXnpf21RbnN3pq7r90wY6Z_8q2a24qqBize-Tt0G3LIVvTncnEe7jXf7ooelo3favwkEc1_dtoOxFvFq6b4BcGXzLxkszkht5m5DGBlYo2evm15kgpWa/s1600/fy_l_18-web.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg69pqQywa5aHxp213qKy24DKPMXnpf21RbnN3pq7r90wY6Z_8q2a24qqBize-Tt0G3LIVvTncnEe7jXf7ooelo3favwkEc1_dtoOxFvFq6b4BcGXzLxkszkht5m5DGBlYo2evm15kgpWa/s320/fy_l_18-web.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: 11pt;">Querido o querida…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No sé de ti, de vosotros, más que dos cosas: que tienes 18 años y que eres sirio o siria. En realidad, la cuestión no es que solo conozca dos cosas de aquellos a quienes dirijo mi carta, sino que esta carta va dirigida a quienes cumplen las dos condiciones anteriores: sirios y sirias nacidos al inicio del milenio. En cuanto a mí, presentarme no es ahora mismo más importante que presentar a aquellos a quienes me dirijo. Tengo unos 36 años y soy sirio o siria, o ambas cosas. A fin de reducir los pronombres, pongamos que soy un sirio que ha superado ligeramente la mitad de la treintena y que escribe una carta a una siria de dieciocho años.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Así pues, querida…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Te escribo hoy después de pensar largo y tendido en ti, cuando ves, lees y escuchas estos días, con permiso del coronavirus, a personas de mi edad, unos años arriba o abajo, hablar del aniversario de la revolución siria. Por favor, no te disgustes demasiado si no sabemos si fue el 15 o el 18 de marzo… No es exactamente que no lo sepamos, es que es una cuestión complicada. Tal vez escuches otras denominaciones, como “los hechos” o incluso “la guerra”. Tal vez oigas la palabra “conspiración” también, pero no voy a entrar en el tema de los nombres posteriores, pues el objetivo de esta carta es hablar del primero: la revolución siria, eso que empezó cuando tenías unos nueve años. Durante estos últimos días, he estado pensando en los que tienen tu edad o son ligeramente más jóvenes o mayores, que viven en las zonas controladas por el régimen y en las distintas regiones que han escapado a su control y están ahora bajo dominio de grupos diferentes; o bien que viven en los países lejanos o cercanos de la diáspora, y no comprenden qué “conmemoración” es esta o de qué revolución hablamos. ¿Qué ha traído de bueno consigo lo sucedido desde 2011 hasta hoy para que algunos de nosotros celebremos esa revolución, aferrándonos a nuestros símbolos, significados, recuerdos y sacrificios? Tal vez escuches estos días entre tus conocidos, cuando recuerden el entusiasmo de las primeras manifestaciones y los primeros momentos en que rozamos y respiramos la libertad, cosas que te parezcan carentes de significado o pertenecientes a una jerga pasada que no significa nada y que utilizan personas que no ven “el presente” como tú lo ves, ni comprenden la realidad como la comprende tu generación.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">¿Te estás aburriendo ya de leer? ¿Has considerado que estás ante un nuevo intento por parte de un nostálgico que se adentra en el mar de la mediana edad de narrar batallas cuyas consecuencias hoy son la devastación y la destrucción? En realidad no es eso lo que pretendo con esta carta. No quiero </span><span lang="ES">ofrece</span><span lang="ES-TRAD">rte un discurso revolucionario sobre la necesidad de aferrarnos al inicio del levantamiento a pesar de la cantidad de escombros, restos y sangre que se han acumulado sobre él, aunque creo firmemente en ello. Escribo este texto para contar una historia algo más antigua, puesto que yo, y los que son mayores que yo, el país, su devastación e incluso tú, no nacimos en 2011, sino que ese año, en el que llegó la revolución, nació, como nació la revolución, mucho antes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tenía más o menos tu edad, quizá uno o dos años más, cuando murió Hafez al-Asad en el año 2000.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">*****</span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Suele decirse, al hablar o escribir de la muerte de Hafez al-Asad, en los círculos de la oposición siria en concreto, que su muerte provocó un gran trauma porque, hasta entonces, se suponía que Hafez al-Asad no moriría. Olvídate de la retórica hiperbólica, pues no era literal. Todos sabían que Hafez al-Asad iba a morir algún día, pero la parte realista de dicha exageración era que los sirios vivían como si Hafez al-Asad fuera algo dado, algo natural. En Siria había agua, aire, tierra, plantas, animales y Hafez al-Asad. Así era, o al menos lo era para mí.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por tanto, había muerto el Secretario General de “lo natural” y era natural también que el poder pasara a su hijo Bashar. Créeme que fue así de sencillo y natural sin tener que imaginarse nada trágico ni épico. Sin embargo, el miedo cundió a mi alrededor durante las primeras horas tras la noticia, seguido de una conversación silenciada entre quienes eran mayores que yo y de la que entendí que Hafez al-Asad no era algo natural cuando eran jóvenes. Los presidentes, por tanto, cambian y su cambio es, precisamente, algo natural. Esa fue la primera lección real de política y me la impartieron las fuerzas de la naturaleza: Hafez al-Asad había muerto y Bashar al-Asad moriría algún día.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Madeleine Albright, la Secretaria de Estado estadounidense en aquel entonces, vino a presentar sus condolencias a Bashar al-Asad por la muerte de su padre y entrevistarse con él de forma protocolaria, como si se tratara del verdadero presidente, con todo lo que ello implica claramente. Todos a mi alrededor lo interpretaron como la clave que sellaba la estabilidad del gobierno de Bashar al-Asad. Esa fue una nueva lección: todo lo que EEUU quisiera se cumpliría y el gobierno de Bashar al-Asad en Siria había recibido la bendición internacional. Hoy tengo un profundo conflicto con esas dos ideas porque en ambas subyace una simplificación muy fuerte aunque ambas parezcan pertinentes. Hoy me pregunto si Bashar al Asad necesita realmente una bendición internacional para gobernar Siria. Bien, si EEUU no hubiera estado a favor de él en su momento, ¿qué habría sucedido? Lo más probable es que nada más que algunas sanciones económicas, porque hoy sé que no había ninguna fuerza en Siria capaz de enfrentarse a él. Eso lo sé hoy, pensando en retrospectiva, pero no era consciente de ello en su momento.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Y, así, nuestro presidente pasó a llamarse Bashar al-Asad, pero el joven presidente, como se le solía llamar entonces, no se convirtió en algo natural como su padre, al menos para mí. Nuestro joven presidente fue muy bien recibido internacionalmente y pronto comenzó a hablarse de sus planes de reforma política y lucha contra la corrupción. Y junto a la bienvenida internacional que percibimos a través de los reportajes publicados en algunos periódicos que nos llegaban de Líbano y por medio de los canales por satélite, algo nuevo y maravilloso para nosotros, también se produjo un recibimiento local amplio y una apuesta en las conversaciones cotidianas por su discurso reformista y sus proyectos modernizadores.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Recuerdo una conversación de la que fui testigo muy probablemente en 2001 en la que una ex opositora de mi familia, que había estado en la cárcel por motivos políticos en los ochenta y los noventa, dijo que los opositores debían dar una oportunidad a Bashar al-Asad y dejar de cargarlo con los delitos cometidos por su padre. No recuerdo en qué contexto se produjo esta conversación, puesto que ninguno de nosotros en aquella reunión negaba o daba una oportunidad a Bashar al-Asad. Quizá estaba respondiendo a alguien en su cabeza o a los opositores que escribían en periódicos árabes o salían en los canales por satélite.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy me inclino a pensar que hablaba consigo misma más que con los demás y me compadezco de ella. ¿Qué podíamos hacer nosotros, todos los sirios en aquel momento, si no hubiéramos querido darle la oportunidad a Bashar al-Asad? ¿Qué habría pasado si todos los que no estaban a favor de Hafez al-Asad hubieran insistido en cargar a su hijo con sus delitos? Habrían ardido de rabia ante la humillación del gobierno hereditario o habrían ido a la cárcel como les sucedería a muchos otros unos pocos años después de dicha humillación. Entiendo que decía aquello para no tener que enfrentarse sin armas a la humillación o a la cárcel de nuevo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En cualquier caso, había otra opción para los sirios si no querían dar una oportunidad a Bashar al-Asad, que es por la que optaron en 2011 cuando iniciaron una revolución. Escucharás muchas cosas en los próximos días sobre la “guerra de narrativas” y que la devastación, destrucción y muerte que presenciaste en tu infancia y cuyos efectos ves hoy es lo que se hicieron los sirios a sí mismos. La realidad es que todo este perjuicio que ves es la respuesta asadiana al hecho de que los sirios se plantearan una vida distinta de “lo natural” asadiano. Revisa el archivo de 2011 y busca un poco sobre los ingentes sacrificios que miles, miles y miles de sirias y sirios ofrecieron. Compáralos con el lema “Asad o quemamos el país” y, entonces, configura tú misma tu propia “narrativa”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hablando de la mujer de mi familia que había sido opositora, he olvidado mencionar otra cosa que fue natural a la muerte de Hafez al-Asad: que tenía opositores y que iban a la cárcel. Volveré a este punto un poco más abajo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Junto a las esperanzas de reforma, se habló también mucho de la vieja guardia y la nueva guardia durante los años posteriores a la muerte de Hafez al-Asad y la cuestión se resumía en que la vieja guardia, el equipo de Hafez al-Asad, era el que obstaculizada la trayectoria reformista. Me imagino que era algo así: Bashar al-Asad y su nuevo equipo querían mejorar la vida en el país y dar libertades generales, pero algunos ancianos amigos de su padre lo rechazaban y él nada podía hacer porque tenían “el aroma del difunto”. No se trata de una visión caricaturesca sino que realmente se decían cosas así entonces y eso seguramente es lo que me ha llevado posteriormente a pensar en la política de forma diferente, no limitada al debate sobre citas y equilibrios de “la lucha por Oriente Medio”, sino que incluye también el nivel de deterioro del sistema de gobierno en mi país y las causas y consecuencias de dicho deterioro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La jerga específica sobre el maravilloso futuro que traería “el doctor Bashar” llegó poco después de la muerte de su hermano mayor y primer candidato a heredar el poder, Basel, a comienzos de 1994. En ese instante, conocimos a Bashar, que se nos presentó como un joven con cultura y educación, “que había estudiado en Occidente”, que creía en la ciencia, la apertura y el desarrollo. Bashar presidía la Sociedad Científica de Informática de Siria y se le atribuye el mérito de haber levantado la restricción inicial sobre las antenas para los canales por satélite y haber introducido internet en el país. Y, por encima de ello, era reacio, como se repetía constantemente entonces, a los elogios, la glorificación, las fotos y las pancartas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No voy a ocultarte que hacer un repaso a la propaganda pro Bashar al-Asad en la segunda mitad de los noventa resulta hoy bastante divertido. Es gracioso ver cómo el elogio a Bashar era en realidad una forma de censura –no intencionada ni consciente- a Hafez y su era y cómo todas las características positivas que se asociaban a Bashar eran en realidad contrarias a todos los lemas que el gobierno asadiano había enarbolado, empezando por la máxima repetida hasta la saciedad, incluso hoy, de que había estudiado en Occidente y que eso, en sí mismo, ya era positivo. Independientemente de la lógica detrás de darle a la educación en Occidente un carácter positivo, ¿cómo explicamos que el propio régimen, muy baazista en aquel entonces y que se presentaba como un férreo luchador contra Occidente, fuera el mismo que impregnaba a la educación recibida por su futuro presidente en Occidente de un absoluto valor positivo y dijera que Espinoza en su tiempo había regresado tras pasar unos meses especializándose en Gran Bretaña (¿acaso Espinoza está aceptado entre las “autoridades competentes”[1]?)?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En realidad, lo que acabo de mencionar no son contradicciones con el discurso del régimen porque las contradicciones exigen pensar, analizar, descomponer y recomponer para que el ser humano las detecte y aprenda a abordarlas e incluso beneficiarse de ellas. En realidad, los asadianos no piensan mucho, por no decir que apenas lo hacen. Sé que, si tienes la paciencia y el deseo de examinar la historia y has superado el discurso del régimen sobre sí mismo y consultado el archivo de los debates y escritos de la oposición siria en aquel momento, verás se le reconocía cierto ingenio a Hafez al-Asad y su régimen, un reconocimiento que es en realidad hijo de la impotencia, pues a nadie le gusta ser aplastado por nadie y menos aún que quien aplasta sea inusualmente ingenioso. El asadismo no piensa más que en las verdaderas líneas rojas de quienes son más fuertes que ellos y cómo ser extremadamente violento con quienes son menos poderosos que ellos. Al margen de ello, te dejo aquí la explicación de un amigo al que le gusta un chiste sobre un fumador asiduo de hachís que le preguntó al sheij de la mezquita lo siguiente: “Sheij, ¿se puede rezar sin hacer la ablución?” A lo que el sheij contestó: “No se puede, es imposible”. Entonces dijo el fumador: “¿Y qué le parece si intento rezar sin hacer la ablución y resulta que sale bien?” Según mi amigo, y yo así lo creo, este chiste es útil para explicar el asadismo pues este, además de no pensar prácticamente en nada que no sea prevenir sobre el enfado real (y no mediático) de quien es más fuerte que él, no es más que un “rezo sin ablución”: sale bien, sale bien y sigue saliendo bien desde 1970 hasta ahora.<o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">*****<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Es cierto que yo era pequeño cuando murió Hafez al-Asad y que él era de las cosas naturales, pero tengo un fuerte recuerdo de la matanza y la detención política. En mi pequeño entorno, conocí a personas que habían pasado varios años de su vida en las cárceles a consecuencia de su oposición a Hafez al-Asad, pero apenas se hablaba de ellos y, si se hacía, se solía hacer de tres formas distintas. La más común era acusarlos de estúpidos y temerarios; en segundo lugar, se les acusaba de codiciar el poder; y en tercer lugar, se les glorificaba como héroes legendarios. A pesar de que en general solían mezclarse las tres cosas, la tercera era la menos presente en cualquier caso y este tema se trataba poco delante de nosotros los niños. Cuando esa familiar de la que te he hablado estaba en la cárcel, pregunté por la razón y me dijeron que alguien había robado dinero al Estado y la había acusado. Con trece años, supe que era una opositora e, independientemente de lo que se dijera de ella, toda la familia extendida fue a recibirla entusiasmada cuando salió, como si acabara de salir del vientre de la ballena.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Un compañero mío de la escuela primaria se pasó los años de colegio hablándonos de su padre “que se había marchado a EEUU”. En realidad, era un preso político al que mi amigo visitaba de forma muy esporádica según estimo y a discreción del régimen de visitas, y él sabía que lo sabíamos. Posteriormente, recuerdo a este amigo, que de hecho vive hoy en EEUU –casualidades del destino- y pienso que la connivencia entre nosotros, los niños, para mentirnos era la primera capa del asadismo con la que se pintaban nuestros cerebros y corazones. No era el pañuelo que llevábamos al cuello en el colegio, ni el fular, ni el traje de las juventudes, ni siquiera lo era la repetición del lema mañanero: esa primera capa era que aprendieras, desde niño, que debías mentir y tragarte las mentiras que te decía para “salvarte” y no sembrar el pánico en tu familia, que constituía el primer nivel de los servicios de seguridad al que te enfrentabas, y no los culparan. Esa era la primera puñalada asadiana, o el primer virus, por utilizar el lenguaje actual.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al padre de otro compañero de la escuela lo detuvieron una madrugada en una campaña de las fuerzas de seguridad contra alguien sospechoso de simpatizar con el Baaz iraquí poco después de la invasión de Kuwait y la guerra del Golfo [2]. Él y sus hermanos llegaron llorando al colegio puesto que alguien de su familia pensó que lo mejor para esos niños era que salieran de casa poco después de la detención de su padre. Sin embargo, apenas asistieron a dos clases antes de que viniera su madre para llevárselos a ellos y sus mochilas y cambiarlos de colegio a los pocos días muy lejos de donde vivían. Quería evitarles el sufrimiento de explicar a sus compañeros o explicarse ante nadie. Nos quedamos paralizados y sentimos mucha tristeza por separarnos de nuestros compañeros de escuela y amigos de juegos. No comprendimos bien lo que sucedía. Escuchamos susurros que decían que se habían llevado al padre por “hablar de política”. Inocentemente, pensamos que lo habían detenido porque había utilizado la palabra “política” delante de “la seguridad” y, al parecer, eso no debía hacerse. Pero ninguno de nosotros pensó en ello como “correcto” o “incorrecto” ni lo evaluó con parámetros éticos, porque carecíamos de esos parámetros en nuestras familias, nuestro faro en el camino, e incluso si lo hacían entre ellos o para sus adentros, no lo iban a hacer delante de nosotros porque temían que nos pasara algo y que repitiéramos lo que escuchábamos en casa ante la persona errónea. En resumen, lo vimos como algo… Ya te he hablado de lo “natural”, ¿verdad? Algunas personas son ricas y otras son pobres, algunas viven mucho tiempo y otras mueren antes de lo que deberían por enfermedades o accidentes… Y algunas personas son detenidas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Necesité mucho tiempo, superar la treintena y vivir la revolución para aprender la necesidad de dejar a un lado la cuestión ética o reconciliarme con el hecho de que ni siquiera existe en cualquier ámbito operacional de mi vida, comenzando por preguntarme por lo correcto o incorrecto de detener a alguien por cuestiones políticas y terminando por la ética de copiar en un examen de Bachillerato empujado o animado por mi familia y entorno social, los mismos que me habían enseñado también que no se roba. Necesité todo ese tiempo para comprender que esta era la segunda capa del asadismo que se había vertido sobre mi generación, la precedente y la posterior: no comportarme con generosidad, no sentir dignidad y no ver que mi valor como ser humano se basaba en respetarme a mí mismo y reconciliarme, en la medida de lo posible, con mi comportamiento general. En definitiva, no estar en la sociedad, sino con un “grupo de gente unido”. ¿Conoces a Ziad Rahbani [3]? ¿No? No te molestes… Otra desgracia subasadiana para nuestra generación. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Antes mencioné la memoria de la matanza, la que hace que la gente se comporte como un equipo de interrogación de los servicios seguridad, como te dije. Hablo de la matanza de Hama [4], como la “llamábamos” cuando tenía tu edad o quizá era algo más joven. En realidad, el recuerdo de la matanza era mucho más oscuro y borroso. Los Hermanos Musulmanes habían tomado las armas contra el poder y Hafez al-Asad y su hermano Rifaat habían respondido con una gran matanza en Hama en 1982. No solo eso, sino que los que habían tomado las armas eran sunníes y los de Hafez al-Asad eran alauíes. No recuerdo bien cómo sabía esos datos ni quién los mencionó delante de mí ni cómo, pero los conocía bien cuando murió Hafez al-Asad. También sabía de forma instintiva que de eso no debía hablarse, sino que debía obviarse como si no hubiera sucedido, porque abría las puertas del infierno.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Te cuento esto en mi carta para explicarte que la matanza fue una condición fundacional en la vida de quienes conforman mi generación, a pesar de que no la presenciamos ni vivimos y apenas la mencionamos. La matanza estaba escrita en nuestra sangre y con nuestra sangre, era aquello de lo que no se hablaba, presente en todo momento; era ese tema que suponía una conversación silenciada en torno a la cual se giraba tras la muerte de Hafez al-Asad: ¿intentarán algunos sunníes vengarse? ¿Cuál será la respuesta si eso sucede? Eso fue lo máximo que pude oír de las conversaciones de los mayores en aquel entonces.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En cierto modo, lo que hicimos en 2011 fue intentar superar la matanza y la detención política como condiciones fundacionales de nuestra vida. Fracasamos, como sabes, pero lo que quiero decirte es que la matanza no es fruto del 2011, sino que quedó escrita en nuestro destino con la carne fresca y la sangre caliente mientras estábamos en los úteros de nuestras madres a comienzos de los ochenta del siglo pasado.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nuevamente, no era consciente de ello cuando murió Hafez al-Asad. No era consciente de que la matanza estaba escrita en nuestro destino. Hoy puedo entender que la apuesta por el reformismo de Bashar al-Asad, fuera por entusiasmo y credulidad o bien una forma de seguir la corriente o simplemente buscar seguridad, venía motivada por un deseo firme de superar la matanza. Se heredó el poder sin preguntas, sin que tuviéramos la capacidad de imponer al poder que nos preguntara siquiera. Sucedió como algo “natural” y con la connivencia del mundo entero. No podemos permitirnos ni el lujo de decir que sucedió al margen de nuestra voluntad. <o:p></o:p></span></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">*****<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Antes de concluir mi carta, tengo que explicar brevemente el título: ¿por qué he elegido parafrasear al famoso texto de Karl Marx? Porque, de alguna manera, soy marxista, pero del tipo “marxista, aunque…” o “marxista, a pesar de que…” Esas variedades son atributos de mi generación y la inmediatamente anterior de “marxistas”. Deseo con todo mi corazón que tu generación se haya librado de las consecuencias de nuestros interrogantes, miedos y conflictos que no eran más que, literalmente, una tempestad en un vaso de agua. Sin embargo, debo aclarar que no pretendo compararme, ni me atrevo a ello, con Marx, del mismo modo que no pretendo comparar a Bashar al-Asad con Luis Bonaparte o a Hafez al-Asad con Napoleón Bonaparte. El “no pretendo” se extiende al hecho de que ni siquiera pretendo utilizar la introducción del famoso libro, de espíritu hegeliano, que posteriormente se convirtió en una especie de lema sobre la repetición de un suceso o personalidad histórica, una vez como tragedia y una segunda vez como farsa. Puede resultar tentador hablar de Bashar al-Asad como una farsa que llegó para repetir la tragedia de Hafez al-Asad, pero no pretendo hacerlo, ni siquiera en su exégesis cómica, por razones evidentes: ¿quién en la familia Asad es solo tragedia y quién es pura farsa?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Por qué te escribo sobre el momento del traspaso de poder hereditario?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En realidad podía haber escrito sobre la primera década de gobierno de Bashar al-Asad y quizá eso habría sido más agradable para ti, ya que mezcla tus primeros recuerdos de niña pequeña con lo vivido por un adolescente/joven entonces. No iba a escribir sobre el momento de la revolución porque ya escribí lo que pude en un texto compartido con mis compañeros y compañeras de la Coordinadora [5]. Además, no he escrito sobre los años posteriores a 2011 porque de veras tengo la necesidad de saber qué tienes que decir tú de esos años, más que escribir yo sobre ello. Viví privado de muchas cosas durante mi adolescencia, pero pude, a pesar de todo, y gracias a los múltiples márgenes abiertos por las luchas, políticas o no, que libraron millones de “soldados desconocidos” en Siria, entre ellos, mi familia, vivir mi pubertad, adolescencia y temprana juventud de manera aceptable y con cierta “felicidad” también. De esto último te has visto tú privada durante los años de la revolución y la guerra. Siento, en lo que a ti respecta, así como en lo que respecta a muchas personas y cosas, en realidad todas las personas y cosas salvo los Asad y sus apologistas, una ingente culpa.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Te escribo esta carta sobre el momento del traspaso de poder hereditario porque no habías nacido aún en ese momento, o quizá eras tan solo un bebé lactante de pocos meses, mientras que yo, en ese momento, tenía tu misma edad de ahora. Fui testigo de un momento del que tú no lo fuiste y eso, en sí mismo, es lo que me empuja a escribirte sobre ello, pero no es esa la única razón. También te escribo porque ese momento fue fundacional también para mí y porque no sabía entonces que ese momento sería la matrona encargada del nacimiento de unas circunstancias insoportables, cuyas consecuencias vivimos todos hoy y, en concreto, tu generación, que vive algunas de las peores: que el ser humano abra los ojos a un mundo que se derrumba y una vida que se destroza sin piedad.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Por primera vez, tengo la oportunidad de contar los hechos que presencié a través del oído de una persona más pequeña que yo que no los presenció y eso significa, sin duda, que me he hecho mayor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-size: 11pt; line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sin embargo, esto no es un testamento ni un anuncio de retirada…<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Con tono irónico, se hace referencia a la censura tan habitual en Siria.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Las ramas siria e iraquí del Baaz no mantenían buenas relaciones en época de Hafez al-Asad y Saddam Hussein y, de hecho, Siria estuvo en el bando opuesto a Iraq durante las guerras del Golfo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[3] Conocido artista libanés, hijo de Fairouz, que ha apoyado a Bashar al-Asad y el papel de Hezbollah en Siria. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[4] Acaecida en 1982, desde mediados de los setenta del siglo pasado se había desarrollado un enfrentamiento entre el régimen y distintos sectores de la oposición, con imponente presencia de islamistas. Los Hermanos Musulmanes tuvieron un papel complejo, máxime cuando parte de sus miembros tomaron las armas y formaron la denominada Vanguardia Combatiente.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[5] El texto está disponible <a href="http://traduccionsiria.blogspot.com/2019/03/recuperando-sin-nostalgia-el-2011.html" style="color: purple;">aquí</a>.</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-14863464760347986382020-03-14T05:03:00.002-07:002020-03-14T05:03:35.933-07:00El recuerdo y el olvido<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Texto original: <a href="https://aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A7%D9%84%D8%AA%D8%B0%D9%83%D8%B1-%D9%88%D8%A7%D9%84%D9%86%D8%B3%D9%8A%D8%A7%D9%86" style="color: #954f72;">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Autor: Orwa Khalife<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 24px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fecha: 12/03/2020<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Me detuve al inicio de la calle, pero no entré: me quedé medio petrificado con una cámara en la mano que no puse en funcionamiento como había pensado. La escena en mi barrio destruido había detenido el tiempo y mundo. No entré ni encendí la cámara, naturalmente, aunque ya había grabado algunas escenas de destrucción y bombardeo. Después decidí que ya no quería volver a grabar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Siete años completos llevo intentando escribir estas líneas, siete años que me separan de este día en el que decidí volver a Al-Ghuta, cuando todavía era posible, siete años en los que esa imagen se ha instalado en mis pesadillas. En ellas, veo a mi amigo Ahmad, al que el régimen asesinó en Maalula, veo el barrio, veo el salón de nuestra casa lleno de polvo, y no lo veo en escenas independientes, sino de golpe, todo en un mismo lugar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tal vez esa no sea la imagen más dura que se puede ver hoy en Siria, o incluso pueda parecer un chiste, pero como en todo, siempre hay una primera vez, un primer shock, y eso es lo que se queda bien dentro y, de hecho, a mí me parece más duro que el momento en que escapé del barril [explosivo] que lanzó el helicóptero sobre Saraqeb.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Es importante escribir esto? Cada vez que intento escribirlo, vuelve el mismo trauma: una paralización total, un intenso deseo de salir del lugar en el que estoy. La cuestión para mí no es la valentía que exige recordar ese momento, ni tampoco esos momentos han dejado en mí alguna secuela insoportable. No necesito deshacerme de ello para continuar con mi vida, no necesito recordarlos en el diván de un psicólogo. Siempre supe que era un importante comienzo de mi historia, pero ¿debo escribir dicha historia?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante el tiempo que ejercí como periodista, había una pregunta que me acechaba continuamente cuando pedía a la gente que contara su historia: ¿les provocaba un nuevo dolor? ¿Qué es importante y qué no? ¿Cómo evitaba causar más traumas derivados del recuerdo? Tratar con hechos traumáticos no es algo banal, como tampoco sabes si estás haciendo, sin querer, que se recuerden cosas que tal vez permanecían enterradas. Cuando preparaba un reportaje sobre el pan sirio en Turquía [1], pregunté a un hombre desplazado desde la zona rural de Damasco su opinión sobre el pan sirio en la ciudad de Gaziantep. Posteriormente, descubrí que había perdido a su hijo frente a uno de los hornos de pan que los aviones del régimen habían bombardeado, matando a quienes hacían cola en la puerta del mismo.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No podemos dejar de recordar o contar lo que sucede. Sería hipócrita decir eso, y más en un texto que escribo en Al-Jumhuriya sobre el recuerdo y la narración de nuestra historia, pero ¿cuáles son los límites que podemos establecer?<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES">No hay respuesta definitiva, pero sí hay algo que podemos hacer. Comencemos por lo más sencillo, con el caso de la reportera del canal Addounia, Micheline Azar, que interrogó a las víctimas de la matanza de Daraya mientras agonizaban, en una escena</span><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span><span dir="RTL" lang="ES"><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span> </span><span lang="ES">macabra[2]. No podemos interrogar a las víctimas cuando están en estado de shock y, por supuesto, no podemos interrogar a los familiares de los asesinados y heridos. Eso sería un crimen: la escena de esa reportera que irrumpió en las calles de Daraya, cuando sus habitantes estaban tirados a los lados de la calzada, fue una muerte atroz ante la cámara del asesino. Un ser humano no puede hacer algo semejante, te dices, pero por desgracia, esta es el ejemplo que lo desmiente; sin embargo, lo más complicado es que ese tipo de situaciones se han repetido, y no por parte del asesino, sino de los periodistas sirios que querían, sencillamente, documentar las violaciones cometidas por el régimen. He visto muchas grabaciones de padres y madres que llevan en brazos a sus hijos muertos con las que el periodista quiere documentar los hechos: se trata de una cuestión polémica, lo sé, pero en algunos casos, el periodista les hace preguntas directamente. Ahí es cuando pasa a ser un crimen.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span lang="ES"><img alt="A person standing on a sidewalk
Description automatically generated" border="0" height="301" src="blob:https://www.blogger.com/12f787e9-7bb5-48ad-b156-fe58731e42d5" v:shapes="Picture_x0020_1" width="451" /></span><span lang="ES"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la última escalada militar y campaña salvaje de bombardeos sobre Idleb, el permiso dado por Turquía a la entrada de medios internacionales a la ciudad provocó la entrada de muchos periodistas verdaderamente valientes para cubrir lo que sucedía en una zona testigo de uno de las más terribles desastres de nuestra época. En este contexto, es muy probable que nos encontremos con periodistas de la <i>CNN</i> o del <i>Washington Post</i> en la ciudad de Idleb o cerca de los campamentos fronterizos.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333;">Uno de mis amigos en Idleb me contó que el equipo de grabación de un canal internacional presionó fuertemente a una víctima de los bombardeos y el desplazamiento para grabar con él, presión a la que contribuyeron algunos sirios, humillándole directamente con comentarios del tipo “¿Eres un</span><span style="color: #333333;"> </span><i style="color: #333333;">shabbih </i><span style="color: #333333;">[3] o qué? ¿Por qué te da miedo que te graben?” Esta no es la primera vez que esto sucede, claro, pero la coerción para recordar o contar lo que ha sucedido en cualquier situación y la presión, los engaños y las mentiras para que las víctimas cuenten lo que ha sucedido, no es aceptable en absoluto.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que acabo de decir no es un llamamiento al silencio, por supuesto, sino que es en realidad lo contrario: un llamamiento a escribir y ayudar a las víctimas a contar lo que ha sucedido, pero no a cualquier precio. Hoy, cuando nos vemos frente a las consecuencias del aplastamiento completo de la revolución por parte del régimen en Siria, necesitamos nuestra propia voz, y necesitamos decir lo que sucede, porque olvidarlo supone olvidar a todas las víctimas y a los detenidos que siguen estando en los sótanos de los servicios de seguridad, pero no a cualquier precio. Las víctimas no son instrumentos desprovistos de humanidad para repetir la narración de las historias tristes en actividades de apoyo o en las páginas de los artículos y los libros que quieren dejar constancia de los crímenes. No podemos luchar contra las violaciones cometiendo nuevas violaciones.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ante la imperiosa necesidad de dejar constancia de todos los detalles generales y particulares que conforman la historia de los años a partir de 2011, la capacidad que tengamos de ayudar a quienes quieren y están preparados mentalmente para contar sus historias y testimonios es nuestra principal misión, pero no interrogarlos. El caso del ex detenido Mazen Hamada ha tenido una fuerte repercusión [4]. No dispongo de los datos concretos ni puedo, evidentemente, basarme en los rumores e historias que circulan como pruebas inequívocas, pero psicológicamente, según la mayor parte de esas versiones, el hombre estaba desequilibrado, ya que aparentemente había sufrido brotes psicóticos. Los llamamientos a que Mazen contara su historia no fueron los que lo provocaron, suponiendo que estas historias sean ciertas, y en realidad puede que no haya razones claras para la psicosis, pues los traumas psicológicos no son los únicos que provocan esa condición o síntomas de esquizofrenia, pero ¿quienes realizaron esos llamamientos eran conscientes de su situación psicológica? Detectar síntomas de psicosis no es tan difícil. La historia exige muchos detalles complementarios, naturalmente, para considerarla un ejemplo, pero considerando tales condiciones, cómo puede pedírsele a un enfermo de psicosis o que sufre problemas psicológicos que tal vez anulan su capacidad de elección, que cuente lo que sucedió? La verdad es que no deberíamos pedirle eso nunca, pues los únicos capacitados para ello son el médico y el psicólogo.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Todo esto no son simples intentos bienintencionados para empujar a la gente a que cuente las atrocidades del régimen en Siria, pues en los últimos años se ha desarrollado una estructura más o menos organizada para documentar y registrar dichas atrocidades, que ha desarrollado sus propios mecanismos para exportar las imágenes de lo que sucede en Siria, algo por lo que la gente ha pagado con su vida, pero dichos mecanismos jurídicos y periodísticos organizados con sus enfoques particulares para contar lo que ha sucedido han cometido y siguen cometiendo esos errores. Naturalmente, los detenidos y sus familias deben hablar de esas atrocidades que han sufrido, cosas que no podemos ni imaginar que suceden, o que han sucedido solo en el episodio más negro de la memoria mundial en Auschwitz, durante el Holocausto.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333;">Pero, nuevamente, no puede ser a cualquier precio, empujando a las víctimas que sufren desequilibrios mentales a hablar y hacerles recordar sus traumas en entornos no seguros, a diferencia de lo que les pueden ofrecer los tratamientos psicológicos, ante extraños a quienes ven por primera vez y a quienes no volverán a ver. Contarán detalles extremadamente atroces de aquello a lo que se han enfrentado: ¿no deberían tener antes la libertad de elegir y la capacidad de dar su consentimiento en plena posesión de sus facultades para ello? Parece que la petición ordinaria de que se narre la historia que realizan los programas de financiación jurídica y la necesidad de los medios internacionales de contar con historias humanas de la guerra, cualquier guerra, han llevado a conformar espacios no seguros para las víctimas. Quienes han sufrido la tortura del</span><span style="color: #333333;"> </span><i style="color: #333333;">mujabarat</i><span style="color: #333333;"> </span><span style="color: #333333;">de las peores formas tiene derecho a guardar silencio y olvidar: no están obligados a hablar y, naturalmente, no se les debe empujar ni presionar para que cuenten su historia.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333;">Del mismo modo que tenemos derecho a hablar, el derecho a contar lo que nos ha sucedido, también tenemos derecho al silencio, el derecho a no tener la valentía de recordar las atrocidades que sufrimos. ¿Qué garantiza a quien no quiere hablar ese recuerdo doloroso servirá para algo? En la historia de</span><span style="color: #333333;"> </span><i style="color: #333333;">Ministerio del Dolor</i><span style="color: #333333;">, que se tradujo al árabe bajo el título de</span><span style="color: #333333;"> </span><i style="color: #333333;">Patria del dolor</i><span style="color: #333333;">, la novelista croata (aunque probablemente prefiera el gentilicio de yugoslava) Dubravka Ugresic, dice: “Cuánto duele la extrema lentitud de la justicia”. Se pregunta por el sentido de que los criminales rindan cuentas después de que sus víctimas, que sobrevivieron a ellos, hayan fallecido antes de que se hiciera justicia. En realidad, la justicia de la que son adalides las actividades de documentación de lo sucedido es esa misma justicia lenta: aquellos a quienes pedimos que cuenten su historia tienen derecho a preguntarse por el sentido de todo ello.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No hay nadie consciente y bienintencionado que quiera convertirse en Micheline Azar, la reportera del canal Addounia que participó en el crimen de Daraya. No digo que nadie vaya a llegar a eso, pero parece que existen zonas grises en lo que hacemos para narrar lo sucedido que pueden llevarnos a cosas terribles. Interrogar a la muerte puede ser un crimen tan claro como el de Micheline o no tanto, como ha sucedido en muchas ocasiones. Debemos decir lo atroz, contarlo y enfrentarnos a ello y mantenerlo vivo, pero no a cualquier precio.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Disponible <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/2783" style="color: #954f72;">aquí</a> en árabe.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[2] <a href="https://observers.france24.com/en/20120830-syrian-tv-channel-interview-orphan-next-mother-corpse-shocks-viewers-addounia-television-report-daraya-massacre" style="color: #954f72;">Aquí</a> puede verse una noticia relacionada en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[3] Término utilizado para referirse a las milicias paramilitares perpetradoras de matanzas contra opositores al régimen o zonas civiles bajo control de la oposición; sin embargo, aquí se utiliza como sinónimo de partidario del régimen.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES"><span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[4] Esta persona decidió volver a Siria, donde fue detenido. Parte de su historia puede leerse <a href="https://en.zamanalwsl.net/news/article/52419/" style="color: #954f72;">aquí</a> en inglés.</span><span style="font-family: Calibri, sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-37869741053420769192020-03-01T01:32:00.000-08:002020-03-01T01:33:46.792-08:00Rusia se enfrenta al mundo a través de los cuerpos de los sirios<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span lang="ES">Texto original: </span><a href="https://aljumhuriya.net/ar/content/%D8%B1%D9%88%D8%B3%D9%8A%D8%A7-%D8%AA%D8%AD%D8%A7%D8%B1%D8%A8-%D8%A7%D9%84%D8%B9%D8%A7%D9%84%D9%85-%D8%A8%D8%A3%D8%AC%D8%B3%D8%A7%D8%AF-%D8%A7%D9%84%D8%B3%D9%88%D8%B1%D9%8A%D9%8A%D9%86" style="color: #954f72;"><span lang="ES">Al-Jumhuriya</span></a><span lang="ES"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span lang="ES">Autor: Sadek Abed Alrahman<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span lang="ES">Fecha: 28/02/2020<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1Alh3YmxIJgLnpoPNF41YrP2qSbQPkPKyCGBYOBOg4a7X4uFJEY_4BtxJmNEWV-DUGE6iNVXpNbJkbqKEzuEUJ6-2iwT48BNev03iACr2r5x5ccPOxqZsbDZkL-CEWsynV7sq0vh83Clo/s1600/28220-2-web.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1Alh3YmxIJgLnpoPNF41YrP2qSbQPkPKyCGBYOBOg4a7X4uFJEY_4BtxJmNEWV-DUGE6iNVXpNbJkbqKEzuEUJ6-2iwT48BNev03iACr2r5x5ccPOxqZsbDZkL-CEWsynV7sq0vh83Clo/s320/28220-2-web.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt;">
<span lang="ES"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
No resulta sencillo explicar lo que está sucediendo entre Turquía y Rusia, puesto que ninguna de ellas ha publicado claramente el contenido de los acuerdos y entendimientos que habían alcanzado entre ellas y que parecen estar derrumbándose; sin embargo, lo que parece seguro es que Rusia está violando hoy los pactos que había ofrecido a Turquía, puesto que Ankara no habría forzado a sus soldados a adentrarse tanto en territorio sirio si no hubiera habido un pacto con Rusia que estipulara que el régimen y sus aliados no les iban a atacar. Y he aquí que la propia Rusia se ha involucrado directamente en la tarea de atacar a dichas fuerzas.</div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Resulta útil volver un poco la vista atrás hasta el primer ataque directo y claramente intencionado por parte de las fuerzas del régimen sirio contra las fuerzas turcas, a las afueras de Saraqeb el 3 de este mes de febrero de 2020 y que concluyó con el asesinato de cuatro soldados turcos cuando las fuerzas turcas estaban intentando afianzar sus posiciones en todas las carreteras que conducen al centro de la ciudad para evitar que las fuerzas del régimen entraran en ella. No obstante, en una de las carreteras transitables en la que las fuerzas turcas no se habían apostado aún, un camino secundario hacia Saraqeb a través del pueblo de Tronba, situado al oeste de la anterior, las fuerzas del régimen se adelantaron a las turcas lanzando un ataque que allanó el camino para entrar en la ciudad y que acabó con la vida de varios soldados turcos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Volviendo aún más atrás en el tiempo, las fuerzas del régimen sirio estuvieron un tiempo dando vueltas alrededor de los puntos de vigilancia turcos que bloqueaban su camino, sin llegar a hacerles nada, y sin que las fuerzas turcas, por su parte, intentaran evitar el avance de las del régimen. El primer ejemplo lo tenemos en el punto de Morek, en la zona rural septentrional de Hama, y después en Al-Surman, Tell Touqan y Maar Hitat. Cuando las fuerzas del régimen se aproximaron a Saraqeb, las fuerzas turcas intentaron desplegar sus posiciones a lo largo del perímetro de la ciudad para dificultar la posibilidad de moverse alrededor de la misma; sin embargo, el ataque del régimen contra las fuerzas turcas cerca de Tronba fue más rápido. Dicho ataque no pudo perpetrarse sin acuerdo, o tal vez instrucciones rusas, algo que confirma la plena participación de este país junto al régimen en la batalla para tomar el control de Saraqeb.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">¿Qué significa esto? Sin duda significa que Turquía iba en serio en sus intentos de evitar la entrada del régimen en Saraqeb, pero ¿por qué Saraqeb en concreto? No lo sabemos con seguridad, pero lo más probable es que el avance de las fuerzas del régimen con apoyo ruso y a tal velocidad sin precedentes estuviera fuera de los acuerdos turco-rusos, por lo que Turquía se vio en una posición bastante incómoda, frente a cerca de millón y medio de desplazados cerca de sus fronteras, la mayoría de los cuales viven al raso y cuyo número aumenta cada día, y también de frente a los intentos de que la presencia de sus fuerzas en Idleb careciera de significado o utilidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Las fuerzas turcas no lograron evitar que el régimen entrara en Saraqeb y las operaciones de las fuerzas de este último han continuado hacia el norte en dirección a la zona rural de Alepo. También han ejercido presión sobre el eje de Qmenas, que precede inmediatamente a la ciudad de Idleb al oeste. Todo ello da la impresión de que las fuerzas del régimen tienen la firme intención de continuar su guerra hasta tomar el control de la provincia de Idleb, en su totalidad o su mayor parte, lo que supondrá la aglomeración de millones de desplazados en la frontera turca, un desprecio hacia el ejército turco y su gobierno. Esto ha llevado a Turquía a adoptar una postura más firme, que se ha traducido en una serie de operaciones militares contra las fuerzas del régimen, que han concluido con la nueva toma de control por parte de las facciones opositoras de la ciudad de Saraqeb y a un aumento de su efectividad frente a las fuerzas del régimen y sus aliados. También han provocado una respuesta asadiana y rusa que se ha cobrado la vida de más soldados turcos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Pero, ¿por qué Rusia se afana en apoyar al régimen en una gran operación como esta que ha provocado una crisis en sus relaciones con Turquía hasta el punto de llegar casi a una guerra total, así como una crisis humanitaria de enormes dimensiones, vergonzosa para Turquía y Occidente y que pone a las facciones contrarias al régimen en una posición de defensa directa de su existencia, lo que supone un feroz enfrentamiento en el que el régimen sufre ingentes pérdidas de vidas y medios, según confirman los avances de las batallas en los últimos días?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">En Idleb no hay ninguna fuerza que pueda suponer una verdadera amenaza para el régimen o Rusia, y nada en el comportamiento de Turquía y las facciones sirias aliadas con ella indicaba que tuvieran la intención de lanzar ningún ataque contra el régimen. En lo que respecta a Hay’at Tahrir al-Sham ya no es más que un extremadamente andrajoso proyecto autoritario local, cuya máxima aspiración es que le dejen una pequeña zona en la que pueda gobernar durante un tiempo. Idleb tampoco tiene ninguna importancia estratégica, pues no tiene riquezas ocultas ni está en una zona central de Siria de forma que pueda hacer tambalearse el dominio del régimen y sus aliados. El hecho de que haya carreteras internacionales que pasan por ella es mucho menos importante económicamente que la gran cantidad de dinero que se pueda gastar en controlarlas mediante crueles y costosas guerras. Los pretextos declarados por Rusia de proteger a los ciudadanos sirios del terrorismo, son demasiado estúpidos para siquiera debatirlos y basta con responder con las imágenes de cientos de miles de desplazados que prefieren vivir sin techo que volver a vivir bajo el gobierno del régimen de Asad, donde reinan la intimidación diaria, el asesinato bajo tortura y las políticas de castigo colectivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Los países de todo el mundo han dejado a Rusia proteger al régimen sirio como ha querido, y Turquía en concreto ha colaborado con ella en la contención de las facciones opositoras hasta dejarlas sin capacidad de enfrentarse al régimen por sí solas. Entonces, ¿qué quiere Rusia?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Probablemente quiera dos cosas: que todos los enemigos del régimen en Siria se rindan y acepten la solución rusa al estilo de los pactos de Daraa, la zona rural de Damasco y la zona rural septentrional de Homs; y, en segundo lugar, que el mundo colabore con ella en el afianzamiento del régimen de Asad y su financiación mediante proyectos de reconstrucción y ayudas internacionales. Si no logra estos dos objetivos, parece que no hay posibilidad de que Rusia recoja los frutos políticos y económicos de su guerra en Siria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Sin embargo, el dilema ruso-sirio yace en la dificultad de hacer realidad ambas aspiraciones, porque la primera supone que Siria se mantenga como país exportador de refugiados que huyen del infierno de la represión y la venganza que siguen a los pactos de reconciliación, como ya hemos visto en Daraa, la zona rural de Damasco y otros lugares. La segunda exige lo contrario: que Siria deje de ser un país exportador de refugiados porque Occidente no aceptará pagar para financiar el régimen sirio mientras este siga exportando refugiados al exterior del país.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Parece que la solución a la que ha llegado Rusia en colaboración con su pequeño aliado en Damasco es llevar el problema al límite y poner a los países de todo el mundo frente a la realidad <i>de facto</i>: no existe otra solución que aceptar volver a normalizar las relaciones con el régimen y financiarlo, y que, en contrapartida, no hay ninguna solución política mínimamente lógica por la cual los sirios vayan a dejar de abandonar su país a la primera oportunidad que se les presente, salvo que el régimen y sus aliados dejen de matarlos. Esa es la situación actual: Bashar al-Asad le dice al mundo que va a seguir matando sirios hasta que se le acepte como gobernante legítimo y la reconstrucción se financie exclusivamente a través de él, y para ello cuenta con el apoyo firme de Moscú, a cuyos líderes no les tiembla la mano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 18.399999618530273px; margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span lang="ES">Tal vez nos encontremos en una situación sin precedentes en la historia: un régimen político que presiona a los países del mundo para lograr su reconocimiento mediante el permanente asesinato de su pueblo. El mensaje ruso-asadiano es el siguiente: debéis reconocer nuestra victoria política y económicamente y, si no, seguiremos construyendo el infierno en forma de ingentes matanzas, guerras de exilio forzado y oleadas de refugiados. Una vez tengamos vuestro reconocimiento, seguiremos construyendo un infierno distinto en el que mataremos lentamente a los sirios que se han rendido, mientras vosotros financiáis las fábricas de muerte y humillación que nos esforzamos en poner en pie.<o:p></o:p></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-25339860047319302822019-12-09T13:46:00.001-08:002019-12-09T13:47:04.785-08:00Cartas a Samira (15)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%B1%D8%B3%D8%A7%D8%A6%D9%84-%D8%A5%D9%84%D9%89-%D8%B3%D9%85%D9%8A%D8%B1%D8%A9-15?fbclid=IwAR18CSKzwzisIe4mUUgt2XtQzzpSZ_TjNNguhVRFw6-f1Piysttbsah0GW8" style="color: #954f72;">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autor: Yassin al-Haj Saleh<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 09/12/2019<o:p></o:p></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s1600/finalisimo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="570" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s320/finalisimo.jpeg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“¿Ves lo bonita que es la Luna?” Te pregunté mientras volvíamos a casa de noche caminando desde la parada del</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><i style="font-family: Verdana, sans-serif;">service</i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">[1] hasta nuestra casa en el barrio de Qudseya. “¡Pues tú eres más bonita aún!” Me apresuré a responder a mi propia pregunta antes de que te me adelantases. En otras ocasiones, no me dejabas terminar la pregunta y lo hacías tú rápidamente, mientras te mordías el labio inferior riendo y me guiñabas un ojo. Disfrutabas con las modestas habilidades de galán de tu compañero, que no daban para mucho más.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me decías “¡Adiós, amoooor!” al salir de casa y me hacía gracia; “¡Amor!” cuando te llamaba para decirte que tal vez me retrasara en volver por la noche; o “No, cariño, no hace falta nada” cuando te llamaba de vuelta para preguntarte si necesitabas o necesitábamos algo. Tú expandías el amor por todas partes, Sammur, con total generosidad. Inundabas todo de amor, y cuánto me alegraba que esa fuente no hubiera dejado de brotar durante los casi trece años que pasamos juntos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Te gustaba que yo te hiciera el café. Lo preparaba y limpiaba lo que se derramaba sobre los fogones, quejándome mientras lo hacía: “¡La vida es difícil!” Y ponías cara de tristeza, como hacen las madres, en solidaridad con el quejica llorón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nos contábamos nuestro día, las cosas que pasaban y de las que se podía hablar, cosas sin importancia en su mayoría, pero que configuraban nuestro espacio privado. Desde el sarcasmo, no nos faltaba malicia al hablar de nuestros conocidos y amigos. ¿Recuerdas a la señora Depresión? Ese fue el mote que le pusimos a aquella amiga nuestra que casi siempre estaba deprimida. ¿Recuerdas a “Dondeosmetéis”, mote que le pusimos a un amigo que lo primero que decía cuando te veía o me veía era “¿Dónde os metéis?”? Esa malicia sin maldad es una de tantas cosas que extraño, Sammur. Cosas privadas, pequeñas, que nos ayudaban a organizar nuestro mundo en común.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me empujabas a salir de casa, ver a los amigos, “cambiar de aires”, moverme. No podías quejarte de que tu marido estuviera todo el día fuera de casa, sino de un marido que no paraba de buscar excusas para no salir de ella. Cierto es que no hablaba mucho, pero pensaba que sus expresiones no verbales te llegaban y cuánto alegraba a su corazón que le dijeras que así era.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Yo también te empujaba a salir, a viajar, no solo a Homs, donde estaban Najat, Fátima y tus hermanos, sino también a visitar a nuestros amigos en Alepo, Latakia o mi gente en Raqqa. No te gustaba viajar sola, querías que lo hiciéramos juntos. Sin embargo, en las pocas ocasiones en que te fuiste sola, la mayoría a Homs, a los dos días te echaba mucho en falta y, después de haber insistido en que salieras de viaje, te llamaba para desearte que te divirtieras durante tu estancia y de paso preguntar “¿Cuándo vuelves?” ¿Recuerdas aquella vez que fui a buscarte a la estación de autobuses a tu regreso de Homs? Cogí por error un <i>service </i>que no era y llegué tarde, cuando ya te habías marchado a casa. De vuelta, frustrado, pasé por la oficina de correos para recoger un paquete que me habían enviado, sin acordarme de que era viernes, por lo que me encontré la oficina cerrada. Cuando este ser distraído quiso hacer algo bueno, se cansó y no sirvió de nada. Sin embargo, tú, como de costumbre, le quitaste importancia y no dejaste que me sintiera tan torpe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En tu ausencia, me debato entre una soledad en la que te echo de menos y un estar con la gente del que quiero huir para regresar a mi refugio de ermitaño. Creo que la familia es la solución para esta situación, pues conforma una pequeña parte de la sociedad en la que podemos estar solos y acompañados a mismo tiempo, esa parte que protege la intimidad, pero también satisface las necesidades sociales. Te hablaba de cosas y personas, y sabía que, en tu presencia, tenía licencia para equivocarme, excederme, ser injusto, ser tolerante, dudar y discutir conmigo mismo. Poco después, cambiaba de opinión, retrocedía, como si fuera necesario decírtelo a ti para comprobar si se podía decir antes de dar marcha atrás. Solía leer la expresión de tu rostro: no estabas contenta con lo que escuchabas, te oponías… Y siempre encontrabas la forma más amable de hacer que me retractara. La familia es un espacio también para reprocharle cosas al ser querido, una conciencia añadida. ¿Jugaba yo un papel semejante contio? Eso espero y creo. Nos ayudábamos a controlar nuestras reacciones iniciales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Eras mi familia, Sammur, y yo la tuya, un oasis para los dos, una solución para la soledad y la necesidad de intimidad a un tiempo. Una conciencia el uno para el otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me sentía mal y me castigaba a mí mismo recordándome aquello que le decías a la vecina que llamaba a la puerta para que fueras a beber mate con ella: “Yassin está de visita”. Con ese comentario llamabas la atención sobre el hecho de que el susodicho se pasaba los días en su habitación, pensando, trabajando y sin apenas hablar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Apenas decía nada cariñoso. Desciendo de un pueblo cuyos hombres no han aprendido a expresar lo que sienten. No es necesariamente porque seamos crueles, Sammur, y eso lo sabes bien, sino porque ocultamos la fragilidad de nuestro interior con el silencio, porque tememos que se descubra el amor que contiene. Tenemos miedo del amor y de las mujeres, de veras, pues ellas perciben perfectamente esa debilidad nuestra que no se puede esconder, y no parece que ellas protejan su corazón de la misma manera que nosotros. Me he fijado muchas, muchísimas veces, en que las mujeres en nuestra sociedad, como en otras, son más valientes que los hombres, y no solo en el amor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En tu ausencia, mi vida se reparte entre el tiempo de trabajo, en el que estoy solo, la vida social entre amigos y conocidos, y mi vida contigo. Esa se da cuando estoy solo, que es la mayor parte del tiempo, pero se mezcla con el trabajo e incluso con la vida social y pública en ocasiones. Me apaño para manejar la combinación de amor y tristeza que siento cuando estás conmigo en mi soledad, pero me cuesta más controlarlo cuando no estoy solo, especialmente cuando hablo de ti delante de la gente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Lo más deprimente de la soledad es cuando voy a hacer la compra y me llevo comida y cosas para la casa. Es como si lo que esta tarea entraña de conexión con la realidad reforzara mi sentimiento de culpa. Me ahogo como le pasaba a mi madre cuando alguno de sus hijos estaba ausente: no disfrutaba de la comida ni la bebida, se ahogaba de veras. No me he convertido en “el señor Depresión” como nuestra amiga, desaparecida hace años. Mi depresión es la sombra de una lucha sin miedo a la muerte. En tu ausencia le tengo mucho menos miedo que antes y creo que en que en ello se juntan la valentía y la tristeza, la tristeza por lo horrible de nuestras pérdidas. Luchamos mientras lloramos. Quien no teme a la muerte sabe que no se detendrá y encuentra en su interior, en su imagen, en su imaginación y en sus amigos la energía que le permite continuar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ojalá que tu nombre remita a una lucha heroica y sin miedo a la muerte, que sea símbolo de la lucha por la libertad, la justicia y la dignidad y que la pena ocupe un solo instante de esa generosa y valiente lucha. Tu épica ausencia hace que nuestra causa sea la del conocimiento y la verdad, más que de la justicia y la libertad. Sabes que lo que me pedía a mí mismo era buscar el conocimiento, más que cualquier otra cosa. Ahora que estás ausente, tengo dudas de que eso fuera lo más inteligente. Lo que se busca es dignidad, una vida digna y hacer el bien. Se supone que ese es el objetivo y el significado del conocimiento. Buscarte, saber de ti, satisface ese significado, le proporciona un factor impulsor más fuerte y hace del conocimiento un acto de justicia y dignidad. En el pasado, tal vez la búsqueda del conocimiento me llevara lejos, me hizo no comulgar con nada; sin embargo, la búsqueda de conocimiento en sí mismo ha adoptado tu nombre, Sammur. Tu nombre es el nombre de lo que quiero hacer. Tú eres la desconocida ausente cuyo conocimiento se busca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tal vez el conocimiento salve a quien lo busca, o quizá lo destruya, pero la pesadilla de quien quiere saber es no saber.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No saber nunca.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Furgoneta que sirve como medio de transporte colectivo en Siria. </span><span style="font-family: "calibri" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-56634962261244775752019-12-06T03:14:00.000-08:002019-12-07T10:24:48.966-08:00El programa de cifrado<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original:</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"> </span><a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A8%D8%B1%D9%86%D8%A7%D9%85%D8%AC-%D8%AA%D8%B4%D9%81%D9%8A%D8%B1?fbclid=IwAR31XExTr_c3wFfT2pxCFcbV3EG68uCGPb3x2dhmUKrTAa7Sgq7uVPfpVYs" style="color: #954f72; font-family: Verdana, sans-serif;">Al-Jumhuriya</a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autora: Muna Rafei<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 05/12/2019<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Muna Rafei lleva varios meses escribiendo para Al-Jumhuriya, desde zonas controladas por el régimen, contando cómo lo vive y las contradicciones que ello le produce. Hoy habla de esa sensación de cárcel en la que vive y en la autocensura continua provocada por la paradoja de vivir "libre" bajo la sombra del régimen carcelero.</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwB_6SA7oeAeF17dSOfkhHeNvZg8PHiWDTJ67h730hVt9rRFpuqR8WBa4b9HdsOcJumMC88GGB1T1YtiMpepZRWgEt-okgGFVg0bkQJE_nrWVSAJwvqVFVE1Y6y4JsfS1ZNNgKkWxkSeJc/s1600/kyf_tktb_mqlan_n_swry-web_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1200" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjwB_6SA7oeAeF17dSOfkhHeNvZg8PHiWDTJ67h730hVt9rRFpuqR8WBa4b9HdsOcJumMC88GGB1T1YtiMpepZRWgEt-okgGFVg0bkQJE_nrWVSAJwvqVFVE1Y6y4JsfS1ZNNgKkWxkSeJc/s320/kyf_tktb_mqlan_n_swry-web_0.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 4.5pt 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Lo primero, saca el portátil y asegúrate de que es de noche, de que todos están dormidos y de que los sentidos de las paredes están desprevenidos. Vigila los exhaustos pasos de tu madre y tu padre, que temen a familiares y vecinos, a los transeúntes por la calle, a quienes suben en silencio por las escaleras del edificio y a todo el que tiene pequeños ojos agudos, o quizá, grandes y acechantes. Aleja de tu mente, aunque sea temporalmente, el fantasma del miedo que amenaza a tu familia y a tus hermanos a los que amaste tanto, porque ese fantasma, cuando te vea enfrascado en la tarea de escribir lo que piensas claramente en esta vida efímera, se sentará a tu lado, del mismo modo que la desesperación que se sienta en el banco de Jacques Prévert[1], y paralizará tus miembros. Mata al fantasma del miedo poniendo frente a él la imagen de los niños víctimas de una matanza, o la imagen de una familia cuyos cuerpos colapsaron bajo sus casas desplomadas sobre ellos, o la imagen de los mercados destruidos de Alepo que nunca imaginaste que no volverías a ver; o mátalo con las canciones que entonaba el mártir Sarut[2]. El fantasma morirá entonces de forma inevitable, o al menos durante un breve espacio de tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El programa de cifrado es un requisito indispensable para tu seguridad electrónica. Habla con tus amigos en el exterior, esos que aún se acuerdan de ti, por si alguno de ellos te ayuda a instalar una copia segura. Cuando se alargue la espera y no te llegue respuesta de ninguno de ellos, pregunta a tus amigos desconocidos -como tú para ellos- en las redes sociales por un programa de cifrado que te proteja del mal de la vigilancia. Te propondrán programas que conoces bien, pero les darás las gracias igualmente, y los utilizarás aunque no confíes en ellos, y a sabiendas de que no servirán si tu enemigo se propone seguir lo que haces, pues no tienes alternativa. Haz tus cálculos para ese momento, pues ahora serás Sherlock Holmes en su versión siria oculta, a falta de su pipa, su inteligencia, su heroísmo, su valentía y su claro descubrimiento de los asesinos, a los que pone sin dudarlo a disposición de la justicia, pero con la salvedad de que tú sí conoces al asesino, a tu asesino, al asesino de todos los que amaste un día y que después murieron y desaparecieron, o huyeron y te dejaron.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando comiences a escribir, te atacaran las contradicciones en las que vives, las que cometes. Recordarás que ayer fuiste al funeral de un militar y presentaste tus condolencias a la familia, obligado, porque no tienes capacidad de huir de estas situaciones. Recordarás que en menos de una semana has pagado más de tres sobornos para agilizar algunos trámites rutinarios importantes para tu familia. Recordarás también tus múltiples sonrisas y saludos a quienes sabes bien que te odian en lo más profundo de su ser, un odio que tú también les profesas en la misma medida, y ambos lo sabéis. Quítatelo de la cabeza sacudiendo tu mano como si un mosquito se empeñara en molestarte y adopta el papel del observador acechante que quiere transmitir la imagen de lo que sucede, pues todos aquí se han quedado mudos y les han cortado la lengua, y en este momento tú eres su lengua, que osa moverse en su cueva para decir todo lo que desea decir. Expulsa de tu pensamiento, aunque sea con mucho esfuerzo, a tus amigos <i>shabbiha</i> del trabajo, la universidad o del edificio en que vives, o incluso entre tus antiguos conocidos. Esos en concreto te torturarán y te impedirán escribir apareciendo en tu memoria. Libérate de todos ellos y olvida que te encuentras bajo la sombra de tu asesino, el asesino de tus seres queridos, cuando empieces a escribir la primera línea, o la primera palabra. La primera línea será la más difícil siempre, pero te acostumbrarás una vez hayas escrito varios textos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No pienses demasiado en el nicho de militares cercano a tu casa, ni en los lemas de glorificación que lo decoran, ni en los colores de las banderas rojas que se elevan sobre ellos. Date un leve manotazo para recordarte que ahora estás en tu habitación, donde no hay imágenes, ni lemas, ni uniformes militares, y donde los pasillos asfixian hasta tu respiración y la del resto de miembros de la familia. Si sientes que la leve brisa que entra por tu ventana presiona tu pecho, ciérrala, cierra el portátil y destierra la idea de escribir de tu cabeza ahora; pero sabe que te perseguirá y acabará venciendo a tu miedo en un momento inesperado, en que verás cómo tus dedos presionan las teclas del teclado y escriben lo siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“Cuando os alegráis de las sanciones estadounidenses contra el régimen porque afectarán a quienes lo apoyan, y nos incluís a nosotros en ellas porque aceptamos vivir bajo su sombra, cometéis una injusticia, e incluso resultáis ingenuos. Con seguir un poco el tema, sabrías que el verdadero afectado no es el régimen, ni sus pilares, ni sus colaboradores, sino nosotros, las personas normales y corrientes que nos hemos convertido en una especie de animales errantes, a los que nos unen la torpeza, la sed de comida, de sexo y de arremeter unos contra otros y presumir de ello. ¿Veis el gato que se erige arrogante sobre el contenedor de basura que recordó Luqman Derki en su poema [3]? Tal vez tú, el gran hombre en nosotros, no alcances la tranquilidad de sus suaves patas flexionadas sobre el borde del contenedor ni a la elevación de su nariz; sin embargo, nos enorgullecemos de ello, porque hemos perdido todo, y vosotros, también. La diferencia es que el contenedor sobre el que os eleváis tal vez esté más limpio”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Te detendrás unos instantes en las últimas frases, y las borrarás al pensar que se te ha ido la lengua contra quienes son como tú. Las borrarás y mirarás con humildad a la pantalla blanca, donde volverás a pensar qué debes decir y a quién debe apuntar el dedo acusador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Y hete aquí volviendo a escribir. No dejes de escribir de pronto si el flujo de las letras se ve interrumpido por el pánico ante una fuerte llamada a la puerta de tu vecino a las dos de la mañana y no te alarmes cuando escuches en la noche el sonido de disparos provenientes de los barrios vecinos. No permitas que el flujo de las balas sustituya al de tus ideas, porque lo cortará y las dispersará. Intenta recomponerte y ordenar tus ideas. Tus dedos apretarán las teclas y escribirás “El manicomio sirio”. Pensarás que esa simple expresión es suficiente para constituir un texto completo, pensarás en primer lugar en tu lector, y en que debes divertirle, hacerle llorar, hacer que disfrute, enojarlo o facilitarle nuevos datos para que comprenda lo que vives en la gran cárcel, cómo la gente interactúa con lo que sucede a su alrededor y cómo reaccionan a lo que les sucede a ellos. Desearás dibujarle a tu lector cómo ves a la gente a tu alrededor, con la figura encorvada y las cabezas en horizontal, a la altura de los hombros. El horizonte aquí no es esa línea romántica lejana que separa el mar del cielo, o la tierra del espacio, o el sueño y la realidad, sino que es esa línea que ha descendido mucho y a cuya altura te sitúas, junto al encorvamiento y la inclinación de las cabezas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El programa de cifrado funciona y debes escoger el tema del texto con precisión. Recordarás a las jóvenes detenidas que confiaron en ti y te contaron algunas de sus historias y se te ocurrirá escribir algo sobre los horrores que presenciaron y cómo ahora viven cautelosas, con el pánico de volver a caer en el mismo infierno. La conciencia del periodista en ti te exige que les pidas permiso para escribir sobre ellas, pero sabes que les meterás miedo con tu petición, y que tal vez desconfiarán de ti y quizá se arrepientan de haber hablado contigo. A pesar de ello, no podrás evitar recordar a la joven que fue detenida a consecuencia de un informe tendencioso de una amiga suya. Pensarás que vas a levantar el velo que cubre del rostro de la mujer para contar sus rasgos y su situación y en cómo vas a disimularlo todo para que no le cause ningún perjuicio. Entonces te relajarás ante la idea de que está contando su historia porque está en un lugar seguro fuera de ese infierno y, con sus palabras, transmitirás con seguridad lo que le sucedió:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“El carcelero…” Punto. Dejas de pronto de escribir lo que sucedió, sientes un nudo, sientes la vulgaridad y la humillación, pues ya se ha escrito mucho sobre ese tema, sobre todo porque siempre va ligado a la pregunta de si la mujer conservó su virginidad, esa misma pregunta que las mató mil veces tras salir de la cárcel: “¿Te hicieron algo? ¿Sigues siendo pura?” El futuro marido respondió a una de las detenidas: “No me importa lo que te hicieran, pues yo te acepto y me enorgullezco de ti”. Parece que lo que le sucedió a esa chica fue una excepción para reconfortar y satisfacer a los lectores, o a algunos de ellos. En cuanto a ti, la sangre te hierve, sobre todo cuando los ves cada día, ves a los torturadores de esas chicas, sus semejantes y sus homólogos, les sonríes y les estrechas la mano, e incluso les das un beso. Sin embargo, por la noche, a oscuras, en el temible silencio, escribes sobre ellos, esos que se afanaban en golpear a la joven de dieciséis años en el vientre o, en concreto, a la altura del útero, hasta que se le cortó la menstruación, para volver a golpearla de nuevo con dureza en el ombligo al saber que le había vuelto la regla. Después, la pena que sintió el juez al verla y su decisión de liberarla cuando ya estaba prácticamente loca, soltándola en las afueras de Damasco. Pensarás en su perdición y sus súplicas a otras mujeres para que alguna le dejase su teléfono para llamar a su familia y decirles que había salido. “Semanas después de liberarme, detuvieron a mi madre”. La sangre vuelve a hervirte, la sangre hierve en tus venas. Piensas en cambiar el tema del texto porque el lector no verá a la mujer, ni sus lágrimas, ni su angustia por sí misma, sus hermanos y su madre, pero tú sí la has visto; porque el lector no verá a los asesinos y sus semejantes andando por las calles y fijando su mirada en ti hasta rompértela, pero tú sí los ves. La cuestión no es el texto, ni el lector, sino la necesidad de la palabra ante la prolongación del significado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El programa de cifrado sigue funcionando, o eso dice, aunque tu copia es antigua y está plagada de anuncios, y no es la copia extranjera certificada de una empresa reconocida, pero “bueno, no pasa nada”. El mero hecho de que esté instalado en tu ordenador te da seguridad. La noche está tranquila y apenas acaba de comenzar, te ronda la idea de escribir sobre el hombre con el que te encontraste hace un tiempo, que había abandonado recientemente el ejército, y que te habló muy generosamente sobre el curso de jurisprudencia religiosa que recibió durante su servicio en el ejército con ayuda del profesor “que Dios se lo pague”, después de que los oficiales iraníes lo escogieran precisamente a él entre sus compañeros para participar en ese curso que se imparte a algunos militares escogidos, ya que en su rostro se perfilaba la “piedad”. Esos oficiales iraníes inocentes que quieren que entre los miembros del ejército haya personas temerosas de Dios, cuyas frentes conocen la prosternación y que saben rezar, cada uno según su fe. Solo por eso, los oficiales trajeron a “jeques suníes para los jóvenes suníes, y jeques de tal o cual religión para los jóvenes de tal o cual religión”, según contaba el hombre literalmente. “Nos dividieron según nuestra confesión y cada joven recibió un curso en que se impartía jurisprudencia religiosa de manos de jeques de su confesión para que no se diga que los iraníes intentan cambiar la fe de las personas” porque ellos, para que quede constancia, “no quieren eso, e incluso nos dieron muchos perfumes y libros de regalo tras el curso, que regalé a mi profesor, que casi lloró de la emoción y que de hecho lo hizo al despedirme tras ser desmovilizado de la reserva”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“No me preguntéis por mi corazón, pues las preguntas sencillas son como un proyectil y las preguntas complejas, un suicidio”, dice Riad al-Saleh al-Hussein [4]<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 12pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No terminas el artículo sobre ese hombre, cambias de idea totalmente porque sabes que, ese día, temiste hacerle una pregunta, sencilla o compleja, sobre los detalles del curso y quienes participaban en él, y sobre los objetivos del mismo, sobre cuántas veces se ha impartido y a quién se aplica, y sobre qué piensa de ello el régimen al no ser él el responsable. Temes preguntarle cualquier cosa, incluso por el lugar en que se impartió y lo único que sabes es que se celebró en una sala de lujo y que se subían a una tarima para responder a las preguntas de los jeques, para que estos decidieran quiénes obtenían los resultados más altos, entre los que estaba él mismo. Le das la enhorabuena por ello, y le dices “bendito sea Dios, ojalá haya muchos como tú”. Piensas que estás engañando a tu lector si no le das un pequeño detalle: sí, le diste la enhorabuena al hombre y sonreíste ante su rostro lleno de orgullo por su éxito, para descubrir posteriormente que todo lo que te había contado era una introducción para pedirte un trabajo que le bastara para evitarse la humillación de pedir para alimentar a su familia, pues está arruinado y sus hijos “hambrientos”. Las ideas vacilan en tu cabeza, sobre todo porque en ese momento dudaste sobre si ayudarlo, pero te frenaste en el último instante por miedo a pesar de “la piedad” que brillaba en su rostro, y piensas que el lector tiene la misión de emitir un juicio ponderado sobre lo sucedido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Aún no has terminado el texto, pero lo guardas con paciencia y cariño y lo escondes con un nombre falso y absurdo en carpetas dentro de otras carpetas, que se incluyen en otras carpetas a las que piensas que no llegará nadie si tu ordenador, Dios no lo quiera, cae en manos de quienes no deben saber lo que haces. Te olvidas del lector, y del curso de jurisprudencia, del útero vuelto sobre si mismo, del periódico, y piensas que todo lo que haces es una mezcla de seguridad y traición, de enfrentamiento y de huida. Sientes que estás al borde de la locura, y que eres simplemente ojos, oídos y dedos, pero no boca, ni voz, ni imagen. Después respiras profundamente y cierras los ojos. Gracias a Dios que existe el programa de cifrado. Estás a punto de terminar el texto, piensas en el editor con el que te comunicas y en lo que dirá, en las críticas y los comentarios. Piensas que quieres que los editores publiquen tu texto tal cual, con sus errores gramaticales y ortográficos, con su falta de cohesión y su dispersión de ideas, y todos los errores que contenga, porque no te importa más que el hecho de que la línea recta dibujada en tu rostro, que parece una boca, es una mera línea pequeña de carne verdaderamente recta, ni más ni menos. Piensas que tu verdadera boca está en tu corazón, o en tu pecho, y desearías poder destrozarla o cortarla, para que se calle, porque no puedes devolverla a su estado natural. También piensas en los lectores y les guardas rencor, rencor frente a esos ojos que no verás mientras leen tus palabras, o que no verás y a los que directamente no les importa lo que escribes. Les guardas rencor a las buenas opiniones y también a las críticas que tal vez expresarán las bocas que no escucharás mientras leen tus palabras. Les guardas rencor a los lectores, los virtuales, porque sientes que deben estar contigo, a tu lado, delante y tras de ti, porque los necesitas, porque te sientes solo, muy solo… Porque lo que escribes es efímero, porque ellos también pasan efímeramente por tus palabras, porque… Porque no te ayudarán ni siquiera a conseguir un programa de cifrado seguro que te proteja, aunque sea de forma imaginaria, de las cosas que deseas decir y temes decir. Ellos disfrutan del lujo de escucharlas o leerlas, el lujo de escuchar tu voz oprimida, perdida, amputada que sale del profundo de tu pecho exclusivamente y no de tu boca, la línea recta, y ni siquiera de tu cabeza. Por último, piensas, cada vez que lo haces, que esta será la última vez que escribes, la última que caminarás por ese camino y que enviarás un texto, mientras lees en silencio la aleya que dice “Les hemos colocado una barrera por delante y por detrás, que los cubre de tal modo que no pueden ver” (Corán 36:9). Vuelves a exhalar por tercera vez sobre la pantalla, después respiras aliviado cuando el texto le llega al editor. Esperas media hora. Gracias a Dios, sigues en tu casa. Dos horas, tres, una noche entera, la mañana del día siguiente, y el de después, y uno más… Gracias a Dios, todo está bien, y la calma te vuelve progresivamente, y ahora te ves pensando, de nuevo, en un nuevo texto y un nuevo programa de cifrado que te pueda proteger de tu asesino<span style="color: #333333;">.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">[<span style="font-size: xx-small;">1] Referencia al texto de Jacques Prévert “La desesperación está sentada en un banco”.<o:p></o:p></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Más sobre Abdelbasit Sarut <a href="http://traduccionsiria.blogspot.com/2019/06/el-tiempo-de-abdelbasit.html" style="color: #954f72;">aquí</a>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[3]<span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span> </span>Poeta sirio que apoyó la revolución. Si el texto al que se refiere la autora es el que creemos, describe una pelea de gatos por unas bolsas de basura hasta que uno se erige triunfal sobre ellas. <o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[4] Uno de los poetas sirios (1954-1982) más importantes de la poesía de verso libre.</span><span dir="RTL" lang="AR-SA" style="color: #333333; font-family: "times new roman" , serif;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-74222556090395541922019-10-29T01:54:00.000-07:002019-10-29T02:15:48.112-07:00Cartas a Samira (14)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%B1%D8%B3%D8%A7%D8%A6%D9%84-%D8%A5%D9%84%D9%89-%D8%B3%D9%85%D9%8A%D8%B1%D8%A9-14">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autor: Yassin Al Haj Saleh</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 19/10/2019</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s1600/finalisimo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="570" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s320/finalisimo.jpeg" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Viví tu secuestro y desaparición hace ya casi seis años como lo peor que podía pasarle a nadie, y lo más inusitado, a pesar de los múltiples crímenes y hechos atroces que suceden en nuestro mundo. Tú y yo, en concreto, estamos lejos de la cara más cruel e inusitada de la vida en nuestro país, que muestra algunos de los aspectos más duros e inusitados de la vida en el mundo entero; sin embargo, Sammur, a mí no podía sucederme nada peor que tu ausencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando nos detuvieron en nuestros años de juventud, tanto tú como yo conocíamos a personas que habían vivido experiencias similares y estábamos bastante bien preparados para ello. Sabíamos que era muy posible que nos detuvieran y que ese era un precio muy factible a pagar por aquello que creíamos que era nuestro deber. Existía toda una literatura y una producción artística sobre los presos políticos y su imagen era muy positiva.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A día de hoy, no he consultado nada de literatura ni producciones artísticas sobre la desaparición y, en concreto, sobre quienes han visto desaparecer a su pareja o persona querida. La realidad es que, incluso en situaciones de cárcel, no se encuentra casi nada relacionado con cómo lo viven las familias o los seres queridos de los presos. Sin embargo, la prevalencia de la situación de cárcel nos ha familiarizado a quienes ya estábamos metidos en el “ambiente” con las familias de los detenidos durante los años de cárcel. Nuestras propias familias pasaron por ello y también muchos de nuestros amigos. La cárcel en sí misma se convirtió en una experiencia razonablemente conocida gracias a lo que escribieron antiguos presos, empezando por tu marido y algunos otros que conoces personalmente.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">De la desaparición forzosa en nuestra generación muy pocos regresaron, si es que alguno lo hizo. No sé si existen testimonios en ese sentido y es poco probable que estos testimonios traten la experiencia de las familias de los desaparecidos, especialmente las madres y las mujeres. Digo mujeres porque en la historia de nuestro país han sido tradicionalmente los hombres quienes han desaparecido y las mujeres, las que sufrían la pérdida y el duelo. Mi madre fue una de ellas, y también la tuya. Mi madre falleció en los años de mi corta ausencia y la tuya, en tus largos años de ausencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La experiencia de la pérdida es fundamentalmente una experiencia femenina, en la medida en que la mayor parte de los desparecidos eran hombres. Esa era la situación en Siria en la anterior generación y sigue siendo la tónica general. De lo poco que sé de otros países, un colectivo de mujeres turcas se concentran una vez al mes para exigir conocer el paradero de sus hijos, desaparecidos desde los años ochenta del siglo veinte, y en Argentina se reúnen las madres de los desaparecidos de esa misma década en una plaza de la capital llamada Plaza de Mayo. Se las conoce como las madres de la Plaza de Mayo. En Marruecos, había un movimiento a principios de este siglo por los desaparecidos durante los “años de plomo” (entre los sesenta y los ochenta del siglo pasado), pero parece que las familias estaban menos organizadas y las autoridades se esforzaron en cerrar el expediente desde arriba. Nuestra situación es más complicada, Sammur. En nuestra generación, solo había un responsable de las desapariciones: el régimen. Sin embargo, hoy se han multiplicado los responsables que ya no abarcan solo al régimen y sus milicias, sino también a Daesh, el Ejército del islam y otros. Se habla de 98.000 desaparecidos, cuyas familias en el interior de Siria no pueden organizar ninguna acción contra los responsables, mientras que, en el exterior, está todo muy disperso.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Debido a los pocos escritos, testimonios, novelas, relatos o poemas de los que disponemos no se puede hablar de literatura de la desaparición de la forma en que se habla de la literatura de cárcel. Debido a lo poco habitual que es, no encuentro a qué recurrir para que me ayude a lidiar con esta experiencia. Sin fuentes escritas, lo más cercano como fuente real a la que recurrir es mi madre, durante el tiempo que vivió mi pequeña ausencia, y posteriormente la de dos de mis hermanos. Digo que fue una pequeña ausencia porque sabía dónde estábamos y nos visitaba de vez en cuando. En tu ausencia me identifico con mi madre, y con las madres cuyos hijos están desaparecidos. Me he transformado en una madre de mi esposa desaparecida, en una madre para ti, Sammur.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGO4cUJaWdXganqUGXUpgs9wH2Rzkl8FZR4BNihJvOHsHRG0GFj9L-6z_sy4s22P0wZzUwMrlXJ2JQH0Gp6KlT_54ur5LemSvUVNQUgXErmTwQjfvYU8NE8178ZfAwelwbFAMEb8gd6mBM/s1600/samira_khalil1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGO4cUJaWdXganqUGXUpgs9wH2Rzkl8FZR4BNihJvOHsHRG0GFj9L-6z_sy4s22P0wZzUwMrlXJ2JQH0Gp6KlT_54ur5LemSvUVNQUgXErmTwQjfvYU8NE8178ZfAwelwbFAMEb8gd6mBM/s320/samira_khalil1.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tu ausencia me ha feminizado debido a esta experiencia femenina que se me ha presentado. En esta experiencia, durante algo más de setenta meses, me abruma la crudeza y el horror que soportan las mujeres, sobre todo porque solo unas pocas de ellas pueden implicarse en alguna acción positiva por el preso o desaparecido y muy pocas veces pueden transformar su angustia por los seres queridos desaparecidos en una causa general. Cuando son ellas las presas y, en no pocas ocasiones violadas, son aún menos las que han podido retratar su experiencia y algunas han sido repudiadas por sus familias, o incluso asesinadas para limpiar el honor. La limpieza del honor es en sí misma una deshonra que no se puede limpiar.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No hay nada que pueda equipararse en las experiencias de los hombres.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">He podido seguir tu causa con la ayuda de amigas y amigos, y sin embargo, no siento que tenga la fuerza, la firmeza y valentía de mi madre. ¿Cómo pudo ella y muchas otras madres soportar tanto dolor durante tantos años? No deja de sorprenderme, sobre todo porque un gran porcentaje de ellas no tenían instrumentos, ni palabras escritas o pronunciadas en alto, ni fotos, ni líneas ni melodías que sirvieran para representar sus dolorosas experiencias y presentarlas en el espacio público, a fin de granjearse una cierta solidaridad y apoyo. A falta de esos instrumentos, la ausencia es doble o total, y se agrava por la falta de una organización que acerque a las familias y fortalezca sus vínculos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tal vez las lágrimas ayuden. Ayudan más a las mujeres que a los hombres, porque ellas utilizan sus ojos para algo que los hombres han aprendido a ocultar desde la más tierna infancia. Yo era uno de ellos. Cuando mi madre falleció apenas me brotaron lágrimas de los ojos y me enojé conmigo mismo por ello. Necesitaba llorar, pero no podía. Tras tu ausencia, cambié. ¡Cuánto he cambiado!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">He evitado romperme de muchas maneras, Sammur, entre ellas, a través de las lágrimas. No reconozco en mi experiencia lo que dice mi amiga Souad Labbize de que las lágrimas tienen “una función poética”, la función “de revivir un rostro destrozado”. Creo que las lágrimas compensan la ausencia de palabras o su incapacidad. Ponen de manifiesto la falta de palabras o la palian cuando son incapaces de representar la experiencia, como si fueran palabras alternativas o complementarias. Tal vez las mujeres lloren más porque están privadas en mayor medida de las palabras, mientras que los hombres lloran menos porque son más dueños de las palabras.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una de las dimensiones que ejemplifican esta transformación mía es que prácticamente todos mis héroes son mujeres, a diferencia de lo que sucedía hace apenas unos años.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde hace años, el lema feminista “lo personal es político” resume mi experiencia, y eso antes de saber que una de mis heroínas de pensamiento, Hannah Arendt, ve en ello una condición definitoria de los refugiados. En nuestra calidad de refugiados, lo personal y lo político se intensifican mutuamente. No veo ningún problema en la palabra refugiado, Sammur, a diferencia de la intelectual judía alemana, que fue refugiada en Francia durante años, antes de asentarse definitivamente en EEUU. La palabra en la que no me reconocía era “exilio” y sus derivados. Hoy intento encontrar un lugar para mí entre las palabras, y lo encuentro y no lo encuentro.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tampoco encuentro palabras para describir tu lugar, totalmente ausente desde hace años. Supongo que precisamos de la teología y su lenguaje para representar tu larga ausencia silenciada. Lo personal aquí es religioso y político, y lo religioso y político es personal. Esto sirve de inauguración de un gran debate que espero que se mantenga. En las experiencias históricas de religión no hay mucho que se sostenga al compararlo con nuestra experiencia general en los años de la revolución ni en nuestra experiencia personal desde tu ausencia. A partir de ello, podemos construir cosas importantes, nuevos comienzos liberadores.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La experiencia me ha cambiado, Sammur, y sabes que hacía mucho que quería cambiar. Y aunque siga siendo una de las peores cosas que le pueden pasar a un hombre, no es por consideraciones viriles de proteger a mi mujer o perseguir a mis enemigos hasta el final, sino porque sé que la experiencia totalmente inesperada ha sido nociva para ti y que lo que te ayudó a soportar cinco meses en Duma después de que yo me marchara fue la perspectiva de que terminaría pronto y viviríamos juntos, finalmente, “una vida como la vida”. Tu dolor ante lo inesperado, y por encima de todo, lo horrible de ese dolor, es lo que me angustia y siembra el desconsuelo en mi corazón y aquello por lo que me esfuerzo para ser su hogar y familia, y también su narrador.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">De lo que no fui consciente antes es del hecho de que el cambio es una experiencia trágica en general. No bastaron solo los largos años de cárcel para mi primera trasformación, sino que también tuvo que morir mi madre. El precio de mi transformación hoy es vivir como un refugiado, y casi inmediatamente después, tu ausencia. Una mujer me dio su vida y otra, su presencia y su libertad, para que cambiara dos veces. En ocasiones, pienso, Sammur, que pago un precio terrible por mi avaricia, por mi profundo deseo interior de cambiar de nuevo, por vivir una tercera vida. Dos vidas no me han bastado. Lo trágico ha venido de lo que me parecía que era lo más profundo de mi libertad y renovación, de un destino que he llevado conmigo con celo, un destino “escrito en la frente” de alguna manera.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En lo que respecta al hecho de tu ausencia, me esfuerzo para que la transformación cuyo precio estás pagando, sin que yo pueda ayudarte, sea una transformación transformadora, que contribuya a un significado y una libertad que se generalicen y constituyan una vida para otros. No tuvimos hijos: quizá nuestra contribución al cambio general sea convertirnos en la semilla que dejemos a quien venga después.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Digo “nuestra contribución” porque tú estás presente en ella en todo momento, eres su protagonista y su estímulo, porque mi compromiso como transformador, como madre tuya, es lograr que tu ausencia sea una fuerza transformadora general, que viva y tenga significado, y permanezca.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-87989680236734424672019-10-12T04:52:00.000-07:002019-10-12T04:53:32.001-07:00La operación turca y el origen de las guerras que están por venir<span style="font-family: "calibri" , sans-serif;">Texto original:</span><span style="font-family: "calibri" , sans-serif;"> </span><a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A7%D9%84%D8%B9%D9%85%D9%84%D9%8A%D8%A9-%D8%A7%D9%84%D8%AA%D8%B1%D9%83%D9%8A%D8%A9-%D9%88%D9%8A%D9%86%D8%A7%D8%A8%D9%8A%D8%B9-%D8%A7%D9%84%D8%AD%D8%B1%D9%88%D8%A8-%D8%A7%D9%84%D9%84%D8%A7%D8%AD%D9%82%D8%A9" style="color: #954f72; font-family: Calibri, sans-serif;">Al-Jumhuriya</a><br />
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Autor: Colectivo Al-Jumhuriya<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
Fecha: 11/10/2019<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA42SxtYjKzkR7LmFgQX0T-lGVFFUqbQCJPpEHuIQVfjMq__NAZ6_YMojjLagt5vp8NVqmh5zX2iNMD0k-MaYdt5HR-vSfWuB-0kIaw6cUIZAfRLXk-4aqAWAr5nkkz6tDsegEjdbxgpCS/s1600/old_levantine_map2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1078" data-original-width="1600" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiA42SxtYjKzkR7LmFgQX0T-lGVFFUqbQCJPpEHuIQVfjMq__NAZ6_YMojjLagt5vp8NVqmh5zX2iNMD0k-MaYdt5HR-vSfWuB-0kIaw6cUIZAfRLXk-4aqAWAr5nkkz6tDsegEjdbxgpCS/s320/old_levantine_map2.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<o:p><br /></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
A pesar de las intensas declaraciones internacionales y árabes de rechazo a la operación militar turca lanzada el miércoles pasado por la tarde, y a pesar de las múltiples declaraciones estadounidenses sobre las duras sanciones a las que se enfrentará Ankara en caso de traspasar unas líneas rojas que nadie ha delimitado con exactitud, la magnitud y la naturaleza de las operaciones militares que lleva a cabo el ejército turco, con el apoyo de facciones sirias que dependen de él, sugieren que Turquía ha obtenido la aprobación tácita de los países que dominan la geografía siria, empezando por EEUU y Rusia, para arrebatar el dominio sobre ciudades y municipios sirios de manos de los combatientes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS) en la franja fronteriza con Turquía.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 6pt 0cm; text-align: justify;">
La forma en que Trump anunció la retirada de las fuerzas estadounidenses de Siria el pasado lunes dio la impresión de que EEUU daba luz verde al ejército turco para hacer lo que se le antojara, y que EEUU iba a retirarse totalmente de la zona de la Yazira siria; sin embargo, las declaraciones posteriores del propio Trump, de responsables del Pentágono y de congresistas redujeron esa impresión y llevaron a pensar que la operación militar turca sería muy limitada y que se limitaría quizá a la zona comprendida entre Ra’s al Ayn/<span style="background-color: white; color: #222222;">Serê Kaniyê y Tal Abyad, sin adentrarse demasiado en territorio sirio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #222222;">No obstante, la operación turca se inició con el bombardeo con misiles y artillería, además de bombardeos aéreos, sobre todo el territorio fronterizo, a lo largo de unos 400 km entre Ayn Diwar, cerca del río Tigris en el extremo oriental de Siria, hasta la zona rural de la ciudad de Ayn al-Arab/Kobane, cerca del Éufrates, pasando por Al-Malikiya/Dêrika, Qamishle, Amuda, Derbasiya, Ra’s al-Ayn y Tal Abyad. También se produjeron bombardeos aéreos sobre las posiciones de las FDS en el interior de la provincia de Raqqa, cerca de Ayn Issa. Debido a la extensión de las zonas afectadas, resulta complicado vaticinar cuál será la magnitud de la operación y sus límites sobre el terreno, pero los ejes principales en los que se han centrado las batallas e irrupciones terrestres que comenzaron la noche del miércoles al jueves se mantienen, hasta el momento de escribir estas líneas, limitadas principalmente a los alrededores de las ciudades de Tal Abyad y Ra’s al-Ayn, donde han avanzado las fuerzas turcas y las sirias que dependen de ellas y tomado el control de varios pueblos<span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span></span>y colinas al este y oeste de ambas ciudades, tras librar enfrentamientos más o menos violentos con los combatientes de las FDS.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #222222;">Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los bombardeos turcos durante los dos primeros días han provocado diez víctimas civiles en varias zonas, mientras que los enfrentamientos y ataques recíprocos han provocado la baja de cuarenta combatientes de ambos bandos. Además, han provocado el desplazamiento de setenta mil civiles, en su mayoría habitantes de Tal Abyad, Ra’s al-Ayn y Derbaya, la mayoría de los cuales se han dirigido a zonas alejadas de las operaciones, particularmente en la provincia de Hasake. Los efectivos de las FDS han respondido a los bombardeos turcos con proyectiles de mortero y cohetes Katyusha sobre Jarabulus y sus alrededores, en la zona rural nororiental de Alepo, donde dominan las facciones de la operación Escudo del Éufrates, partidarias de Turquía, lo que ha provocado muertes y ha dejado también heridos entre los civiles. También han alcanzado las ciudades turcas de Akçakale y Nísibis, sumando allí también muertos y heridos entre los civiles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #222222;">Parece que las fuerzas turcas pretenden rodear las ciudades de Tal Abyad y Ra’s al-Ayn para obligar a los combatientes de las FDS a retirarse por miedo a quedar totalmente cercados, lo que facilitaría a las fuerzas agresoras la entrada en ambas ciudades. Las operaciones terrestres parecen indicar que pretenden también tomar el control de ambas ciudades y la franja fronteriza entre ambas, adentrándose hasta una distancia desconocida en territorio sirio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
<span style="background-color: white; color: #222222;">Teniendo en cuenta las declaraciones de Trump y de los responsables estadounidenses sobre la retirada de las fuerzas estadounidenses de la zona de las operaciones, y sobre los límites que Ankara no debe traspasar, lo más probable es que la incursión terrestre no supere los treinta kilómetros, que es la profundidad hasta la que, a día de hoy, han llegado las fuerzas estadounidenses frente a Tal Abyad y Ra’s al-Ayn y la franja que las une. Este análisis se corresponde con las declaraciones ayer del Secretario de Estado estadounidense sobre le hecho de que la primera etapa de la operación solo se centraría en una franja de 120 kilómetros de largo y 30 de profundidad. Sin embargo, la falta de claridad de la postura estadounidense y la ampliación de las zonas de bombardeos más allá de esos límites, así como la insistencia de los responsables turcos de que esta es solo una etapa de la operación, dejan la puerta abierta a la posibilidad de que las incursiones terrestres lleguen a incluir toda la franja fronteriza al este del río Éufrates más adelante.</span><span dir="RTL" lang="AR-SA"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: center;">
<img alt="الخريطة نقلاً عن موقع liveuamap" border="0" height="271" src="blob:https://www.blogger.com/a1272405-034b-4112-bf6c-dca70b1d9f5d" v:shapes="Picture_x0020_1" width="425" /><o:p></o:p></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: center;">
<span style="color: #999999;">Fuente: Liveuamap<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
En el plano árabe, Egipto, Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin han condenado la operación y han llamado a su detención inmediata. Egipto, además, ha hecho convocado una reunión urgente de la Liga Árabe el sábado para abordar la cuestión. Qatar, de forma individual, ha emitido un comunicado apoyando la operación. Por otra parte, en el plano internacional, Francia, Alemania y Gran Bretaña han rechazado la operación y han llamado a su detención inmediata, mientras que la postura rusa ha sido ambigua y no determinante, como la de EEUU, aunque de forma distinta. El ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, dijo ayer que su país comprende “la legítima preocupación de Turquía en lo relativo a la seguridad de sus fronteras”, indicando a Turquía que debía abordar sus temores por medio del Acuerdo de Adana y anunciando que su país “tratará de establecer el diálogo entre Ankara y Damasco, así como entre Damasco y los kurdos”. Añadió también que la operación turca era la consecuencia natural del comportamiento de EEUU en la región. Por su parte, Teherán, aunque ha reiterado que comprende los temores de Ankara en lo referente a la seguridad, hizo ayer un llamamiento, emitido por su Ministerio de Asuntos Exteriores, a la inmediata detención de la operación y a la retirada de las fuerzas turcas de Siria.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
Las distintas posturas internacionales y la indeterminación de Rusia y EEUU provocaron una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU el jueves, que concluyó sin que se adoptara ninguna resolución ni se anunciara ninguna postura determinante sobre la operación. Parece claro que las únicas partes internacionales que pueden influir en el devenir de la operación de veras son EEUU en caso de que prosiga o no con la retirada de sus soldados de otras regiones, y después Rusia, cuyo papel será determinante en caso de que las fuerzas estadounidenses continúen con su retirada y se desentiendan de las Fuerzas Democráticas Sirias. Parece evidente que Moscú intentará reconducir la cuestión para transferir el control de la mayor cantidad posible de territorio a manos de las fuerzas del régimen sirio y sus aliados, lo único que puede hacer que EEUU decida no retirarse de más zonas, por miedo a que las tropas iraníes se desplieguen en ellas, ya que ello debilitaría su postura en su punga con Irán.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
Aún no están claros cuáles son los puntos fuertes en los que las FDS pueden apoyarse en esta batalla. Frente a la determinación turca de disolver las “Unidades de Protección Popular” (YPG, según sus siglas en kurdo), el ala militar siria del Partido de los Trabajadores del Kurdistán, columna vertebral de las FDS y quien domina de facto las zonas bajo su dominio, y frente a su clara intención de cambiar el equilibrio demográfico en la zona por medio de la repoblación con cientos de miles de refugiados, según ha declarado Erdogan más de una vez, las FDS, en caso de que EEUU prosiga con su retirada, solo podrán ampararse en Rusia y el régimen sirio, lo que conllevará su disolución y la eliminación de su proyecto, tal y como confirmó ayer el viceministro de Asuntos Exteriores del régimen sirio, Faisal Mekdad. Como declaró, el ejército sirio estaría dispuesto a trasladarse a la zona y protegerla, a condición de que se acordaran las “reconciliaciones necesarias”. Es bien sabido que el concepto de reconciliación, según lo entiende el régimen sirio, implica la disolución de las fuerzas armadas y las organizaciones políticas que no dependen de él y el sometimiento incondicional de sus miembros y de la población de las zonas en que se despliegue al ejército y fuerzas de seguridad del régimen. Eso mismo es lo que dijo Faysal Mekdad claramente cuando confirmó su rechazo al diálogo con “quienes hablan desde la lógica secesionista o considerando que son una fuerza de facto que debe imponerse”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
El Partido de la Unión Democrática (PYD, por sus siglas en kurdo) y sus combatientes carecen de alianzas reales en las que apoyarse en la región, puesto que su comportamiento a la hora de gobernar e imponer su control hará que todos, salvo un sector de la población kurda que lo apoya, se desentiendan de él rápidamente en caso de que pierda el amparo estadounidense. Este partido ha reprimido todas las voces opositoras entre los kurdos y ha perpetrado innumerables violaciones y crímenes contra muchos de los componentes de la región. Muchos de los habitantes confían en que la operación turca sirva para volver a sus pueblos y casas de los que fueron expulsados por las FDS.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
No obstante, aunque esta operación permita a algunos desplazados forzosos recuperar su derecho de retorno a sus hogares, el objetivo no es ese, sino que tiene que ver con la defensa de la seguridad nacional turca tal y como la ve su Estado y pondrá los ingredientes para una nueva catástrofe que se cierne sobre todos los habitantes de la Jazira siria. Una zona esta que ya ha sufrido una serie de desgracias como resultado del salvajismo del régimen sirio y su comportamiento genocida, posteriormente por haber caído muchos de ellos en manos del criminal Daesh y, finalmente, como consecuencia de las operaciones de la destructiva Coalición internacional y el dominio de las FDS sobre toda la región, un domino que ha conllevado todo tipo de violaciones, represión, y exilio forzado y que exacerbará la tensión en las ya de por sí complicadas relaciones entre los componentes de la región: árabes, kurdos, siriacos y asirios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
La operación turca empeorará y complicará estas relaciones al introducir en la memoria de la población más elementos de enemistad, derramamiento de sangre y exilio forzoso, provocando durísimas consecuencias humanitarias para los sirios que viven en las zonas bombardeadas de la Jazira, sobre todo, debido al hecho de que estas zonas ya han recibido un número nada desdeñable de desplazados al haberse mantenido, en su mayoría, cuasi seguras durante los últimos años. La operación en Afrin sirve para vaticinar el posible futuro que espera a la región en caso de que la operación continúe y se expanda. Dicha operación ya provocó el exilio de decenas de miles de kurdos de sus municipios y pueblos en Afrin y sus alrededores, y la toma del control por parte de facciones que se comportan como bandas armadas, deteniendo, secuestrando, confiscando salarios e imponiendo su lógica, doctrinas y fundamentalismo siempre que podía. De ello dan cuenta la destrucción de muchos santuarios religiosos y la imposición de la vestimenta marcada por la jurisprudencia religiosa sobre las mujeres en muchas regiones de Afrin.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
No hay nada que nos permita pensar que el comportamiento de estas facciones será diferente en las zonas de la Yazira. Más aún, todos sabemos que su toma del poder implicará el desplazamiento de decenas de miles de kurdos de sus casas por miedo a la venganza y las represalias con la excusa de su relación con las YPG kurdas. En el menos malo de los escenarios, esta operación supondrá una modificación en el equilibrio demográfico en Tal Abyad y Ra’s al-Ayn y sus alrededores, que abrirá nuevas heridas profundas en el tejido social de la zona. En el peor de los casos, una total retirada estadounidense supondrá el dominio de Turquía y sus aliados sobre la mayor parte de la franja fronteriza; es decir, sobre la mayoría de las ciudades que históricamente han tenido una alta densidad de población kurda. Será una gran catástrofe cuyos efectos permanecerán durante generaciones. Por otra parte, también supondrá el retorno del dominio del régimen y sus aliados a las restantes zonas de la Yazira, como Raqqa, la zona rural septentrional de Deir Ezzor y amplias zonas de la provincia de Hasake, con sus catastróficos resultados para la población de esas regiones y para la causa siria en su conjunto. Todo ello será la antesala de la inevitable naturalización de las relaciones entre el régimen y Turquía, bajo patrocinio ruso, lo que supondrá la aniquilación de la causa siria en el ámbito político, una vez aniquilada sobre el terreno.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
Puede darse otro escenario menos terrorífico, que es que las tropas estadounidenses se retiren de todas las regiones de amplia presencia kurda y permanezcan en las de densidad poblacional árabe en el sur de la provincia de Hasake, la zona rural septentrional de Deir Ezzor y Raqqa, que implicará literalmente el intercambio de una parte de su población y será una trágica farsa en la que las fuerzas árabes tomen el control, con apoyo turco, de las zonas históricamente kurdas, mientras que las fuerzas kurdas, con apoyo estadounidense, tomarán el control de las zonas históricamente árabes, repitiendo así lo sucedido en Afrin y Tal Rifaat. En dichas operaciones, las facciones opositoras participantes en la batalla utilizaron el pretexto de la toma del control por parte de las fuerzas kurdas sobre la árabe Tal Rifaat y el exilio forzoso de su gente, para terminar expulsando a todos los combatientes kurdos del resto de zonas kurdas y dejarlos al mando de Tal Rifaat, cuya población árabe sigue en el exilio.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
Además de las consecuencias militares y humanitarias de la operación turca, cuya dimensión aún no está clara, y ante la gran diferencia en el equilibrio de fuerzas entre las fuerzas atacantes y las defensoras, las FDS tienen una carta que todos temen que pongan en juego como venganza y forma de darle la vuelta a la partida: vaciar sus cárceles abarrotadas con más de catorce mil combatientes de Daesh, entre ellos extranjeros cuyos Estados se niegan a reacoger, y que estos se unan a los últimos reductos de la organización en el desierto y sus células aún operativas en zonas de la Yazira. Ello supondría el renacimiento de Daesh y su capacidad de amenazar a todas las regiones del este de Siria.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
Los efectos de la operación turca no se limitarán a la geografía siria, porque la muerte de soldados turcos durante las operaciones y las víctimas civiles en territorio kurdo debido a los proyectiles que lanzan las FDS no tendrán un efecto positivo para los refugiados sirios en Turquía, y podrán abrir la puerta a una nueva ola de racismo que los acuse nuevamente de pasividad y cobardía, mientras que los turcos libran en su lugar su batalla de liberación del “terrorismo”. Esta operación, según se desprende de las declaraciones oficiales turcas, puede también provocar la deportación forzosa de más de un millón de refugiados sirios desde Turquía a las zonas sobre las que tome el control la operación militar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="font-family: Calibri, sans-serif; margin: 12pt 0cm; text-align: justify;">
Las anteriores consecuencias que puede tener la operación turca por sí solas no son lo único que ha provocado que una gran parte de los opositores sirios se opongan a ella, sino que también se debe, en los ámbitos sentimental y político, al hecho de que “el ejército nacional” haya borrado el estandarte de la revolución siria y lo haya mostrado como un estandarte dependiente de Turquía y las exigencias de su seguridad nacional. También han contribuido a ello la realidad de que esta operación no servirá más que para hundir la causa siria aún más en el lodo de las violaciones y crímenes cometidos en su nombre por parte de aquellos a quienes se presupone como parte de ella y de que esta operación no se encuadra en el contexto de la lucha contra el régimen de Asad, por mucho que quienes la apoyan digan lo contrario: lo cierto es que quizá sirva para reforzar su posición y la de sus aliados. Por último, el rechazo proviene del hecho de que esta operación inaugurará una serie de nuevas guerras y conflictos en la región y que se trata de un nuevo episodio en la serie de nuestra violación como sirios y la utilización de nuestra sangre para beneficio de potencias y Estados extranjeros a quienes no les importan nuestros derechos, nuestra dignidad ni nuestras causas.<span dir="RTL" lang="AR-SA"><o:p></o:p></span></div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-27007983822369135912019-08-24T08:26:00.000-07:002019-08-25T02:26:17.118-07:00Ser vecinos del sarín<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A3%D9%86-%D8%AA%D9%8F%D8%AC%D8%A7%D9%88%D9%90%D8%B1-%D8%A7%D9%84%D8%B3%D8%A7%D8%B1%D9%8A%D9%86">Al-Jumhuriya</a></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autora: Walaa Saleh</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 22/08/2019</span><br />
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<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span>
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<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>El Colectivo Al-Jumhuriya ha publicado un número especial sobre 2013, un año clave en los intentos de acabar con la revolución siria, por varias vías, y el año en que se produjo la matanza con armas químicas que acabó con la vida de más de 1.000 personas, con los observadores de la ONU en Damasco, a una veintena de kilómetros como máximo. Este texto es el testimonio de una de sus testigos, que lo comparte para evitar el silencio y el olvido asesinos.</i></span></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1R1tJduxo6mmvZE1FU-pV-Dihb9-iKhn9G3p9Rg9thaiLjWumKkVCHBVqu9i2wVFH3imDgJssRMSKMVkfQgamwJ8H7fbyB-iSVE2AI4PZ826nCUDTtYCQTgeVLDx3sE0CYG2xeoYUj6sa/s1600/jaroslav_panuska_-_spirit_of_the_dead_mother_1900.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="841" data-original-width="600" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1R1tJduxo6mmvZE1FU-pV-Dihb9-iKhn9G3p9Rg9thaiLjWumKkVCHBVqu9i2wVFH3imDgJssRMSKMVkfQgamwJ8H7fbyB-iSVE2AI4PZ826nCUDTtYCQTgeVLDx3sE0CYG2xeoYUj6sa/s320/jaroslav_panuska_-_spirit_of_the_dead_mother_1900.jpg" width="228" /></a></div>
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<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“Tercer año de la revolución. Estoy en Saqba, tengo miedo estando en casa, cerca de la estación. Hemos intentado marcharnos de aquí, pero hemos fracasado en repetidas ocasiones. Ahora mismo, estoy escondida bajo la cama. Cada vez que reúno la valentía para salir de debajo de ella, me acerco a mi madre y la beso. Tengo miedo de que alguno de nosotros muera de repente. Tengo miedo de que a alguno de mis hermanos le pase algo. Mi amiga Muna ha muerto. No puedo creerlo. Quería ser profesora, le encantaban los niños… Dios mío”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El fragmento anterior pertenece al pequeño cuaderno en el que comencé a escribir tras la tragedia de las armas químicas, que acabó con la vida de miles de personas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Llevo seis años intentando borrar su imagen de mi memoria, pero el rostro de mi amiga Muna sigue viniéndome a la mente cada poco para recordarme lo que le sucedió. Intento decirle: No te he olvidado, y no os olvidaré nunca”. Su imagen se agolpa junto a las de otras personas conocidas que murieron asfixiadas el 21 de agosto de 2013 en la matanza de las armas químicas de Al-Ghuta oriental. Me siento muy pesada, como si llevara una gran losa sobre mi pecho, cada vez que intento recordar lo que vi y escuché.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Como testigo de aquella matanza, no tengo más que mi testimonio para contar. Fui parte de esa historia y cuando me di cuenta de que el silencio es otra herramienta para asesinar y seguir asesinando, intenté romper el muro del silencio y el miedo a un tiempo, para que creciera en mí la voluntad de contar la historia, por mucho miedo que tuviera.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En Saqba<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nos mudamos a vivir en Al-Ghuta oriental en 2009, aunque no sé muy bien qué nos trajo desde los confines del mundo a vivir allí, en concreto a Saqba, que se convertiría en el corazón y latido del mundo revolucionario en Al-Ghuta. Apenas contaba con treinta y seis mil habitantes antes de la revolución, por lo que era un municipio pequeño; sin embargo, era una de las más grandes ciudades dedicadas a la producción de muebles de todo tipo en Siria, un trabajo que suponía la fuente de ingresos principal para muchos de sus habitantes, además del cultivo de sus fértiles terrenos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Al principio, no sentí que perteneciese a ese lugar. Lo sentía como un lugar angosto y a su gente extraña y muy distinta de las personas que vivían donde había nacido. No obstante, esas ideas y sentimientos se desvanecieron unos pocos meses después del inicio de la revolución. Saqba fue una de las primeras zonas de las que salieron las manifestaciones contrarias al régimen, y allí vivimos momentos muy bellos soñando con la libertad, la justicia y la venganza contra el opresor. Sentimos esa libertad durante días e incluso meses, y agradecí el golpe del destino que me había hecho parte de esa ciudad, una de sus hijas, testigo de la más maravillosa de las revoluciones, y del más atroz de los crímenes.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A los oriundos de Saqba, en concreto a las alumnas y profesores y profesoras del instituto de educación secundaria de Saqba, me unió un vínculo revolucionario que hizo que los sentimientos de nostalgia y de estar fuera de lugar se desvanecieran rápidamente. Tenía diecisiete años cuando salimos en las manifestaciones que organizábamos colectiva y clandestinamente. En aquel momento, no se trataba de simples concentraciones o gritos por el mero hecho de salir, sino que todos teníamos nuestra propia causa por la que manifestarnos: desde Nur, cuyo padre había sido detenido por el régimen, hasta Manal, que había tenido que pagar parte de la responsabilidad de sus dos hermanos, que se habían unido al Ejército Sirio Libre prácticamente desde sus inicios, a finales de 2011.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Recuerdo cómo nació en nuestras mentes la idea en la clase de Educación Nacional, a la que dejamos de asistir y que nos negamos a estudiar, además de no escuchar a la profesora, que sabíamos que apoyaba al régimen. Algunas de las jóvenes comenzaron a dibujar caricaturas y pegarlas en las paredes de las aulas, pero nuestras actividades no recibieron apoyo de la directora de la escuela, que incluso nos castigó a muchas e intentó prohibirnos que saliéramos en las manifestaciones. No sé si su postura era producto del miedo que sentía por nosotras o de su rechazo a la idea misma de revolución. No puedo saberlo, pero lo que recuerdo es que salimos en manifestaciones en que se elevaron las voces de las alumnas de secundaria y que cogí la mano de mi amiga Muna y salimos de la escuela en una manifestación que llegó hasta la plaza de la Asamblea. Después nos separamos, temerosas por nuestras familias, o por miedo a que nos sorprendiera un misil o nos asaltaran los servicios de seguridad del régimen que, al no poder ya moverse con libertad por el municipio revolucionario, recurrían a asaltos sorpresa con apoyo del ejército. Finalmente, tras el amplio despliegue del Ejército Sirio Libre en Saqba y sus alrededores, dejaron de poder ejecutar este tipo de asaltos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La vida se volvió mucho más dura después de eso debido a los continuos bombardeos de los aviones y los Scud. También cabe señalar la matanza que cometió el avión MiG del régimen el 18 de noviembre de 2012, que se saldó con la vida de decenas de habitantes de Saqba y el derrumbe de ocho edificios sobre las cabezas de sus habitantes. Esa imagen es una de las más violentas que se mantienen más firmes en mi memoria. Fueron días repletos de horror, miseria y pérdida de vidas, y de esos momentos en que el ser humano siente que va a marcharse de este mundo: “Me va a volar la cabeza, me va a estallar el corazón, van a volar todos mis restos y me voy a disolver; quedarán solo mis huesos”. Esa fue la visión más atroz que me persiguió durante los últimos meses de mi estancia en Saqba, que abandoné, como abandoné toda Al-Ghuta oriental, gracias a un milagro del cielo en noviembre de 2013; es decir, dos meses después de la matanza química. Allí dejé nuestra casa, a nuestra familia y a nuestros seres queridos, que había reunido la tierra, y otros que morirían víctimas de los bombardeos, el hambre o el asedio. Dejé tras de mí un mundo que seguiría luchando hasta el último suspiro.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La matanza con el avión MiG era, en mi opinión, la más violenta y salvaje que había cometido el régimen, pues ¿hay algo más salvaje que la caída repentina de un edificio sobre las cabezas de sus habitantes? Eso me decía, hasta que llegó la matanza química, que me hizo entender que podía producirse un salvajismo mucho mayor del que la mente podía imaginar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El jueves fatídico<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Durante los días previos a la matanza, se produjo un aumento de los bombardeos sobre Al-Ghuta oriental, especialmente en Zamalke, Jobar, Saqba y Ain Turma. Las facciones opositoras dijeron que estaban haciendo frente a los intentos de avance del régimen, que pretendía desmembrar Al-Ghuta. Los frentes ardían y la situación humanitaria en Saqba se deterioraba poco a poco, debido a los cortes de electricidad y las comunicaciones, la extrema falta de alimentos y medicinas y el aumento de los precios, especialmente después de que el régimen bombardeara intencionadamente los hornos de pan de Al-Ghuta oriental, convirtiendo las bolsas de pan en un sueño casi inalcanzable para muchas familias.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nos acostumbramos a cosas a las que pensábamos que el ser humano no podía acostumbrarse. A quien se escondía en los refugios de Al-Ghuta oriental y había probado el sabor de la amargura y el hambre no le parecía raro que cualquier día llegara un misil lleno de materias químicas.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No eran ni las cinco de la mañana y estábamos intentando dormir. Saqba estaba envuelta en el ruido de los misiles y los aviones que la sobrevolaban, en el ruido de los disparos cuyo eco atravesaba las paredes de nuestra casa. Escuchamos la voz de mi padre, gritando bien alto, nos apresuramos al exterior y lo encontramos con un aspecto agitado y con la respiración entrecortada. Ni su retórica lingüística ni sus frases habitualmente bien construidas le sirvieron para explicar lo que sucedía. Solo era capaz de decir: “Han muerto asfixiados, vamos a morir todos, ese criminal…” Finalmente, completó la frase: “Están aniquilando Zamalke”.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Aún no teníamos una imagen completa de la situación. Solo escuchábamos cosas sobre personas que morían de forma extraña y escuchábamos los movimientos habituales que se producían durante los bombardeos, para retirar los cuerpos de los mártires y salvar a quien se pudiera. Unas pocas horas después supimos que el régimen había lanzado misiles cuyas cabezas llevaban carga química sobre algunas zonas de Al-Ghuta oriental, especialmente en Zamalke y algunos puntos de Ain Turma.</span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No podíamos determinar qué había que hacer en una situación así: ¿esperábamos a la muerte, que parecía segura e inevitable, gritábamos o corríamos a ayudar? Escuché a un hombre mayor decir: “Saqba es la siguiente, nos vamos a asfixiar como animales, ¿quién va a preguntar por nosotros? Ni EEUU, ni…”<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sus palabras siguieron resonando en mis oídos. Mi madre me dice que abandoné la vida durante unos instantes cuando mi semblante y mis labios se volvieron azulados y se me heló la sangre; sin embargo, volví a ella después. A día de hoy, sigo sin saber qué me hizo aferrarme con tanta fuerza a la vida, a pesar de lo miserable que era. No había electricidad, ni televisión: estábamos totalmente aislados del mundo, hasta que algunos amigos de mi padre nos vinieron a contar lo que había sucedido. Uno de ellos nos dijo, con los ojos inundados en lágrimas: “Vestíos, queridos… Vestíos”. Estábamos vestidos, claro, pero se refería a que nos pusiéramos la ropa con la que íbamos a presentarnos ante nuestro señor.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hicimos nuestras abluciones, nos vestimos y por encima nos pusimos la ropa para rezar.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Me senté con mi familia, algunos parientes cercanos y los vecinos en un ambiente de </span><span lang="ES-TRAD">absoluto aturdimiento e impotencia. Podíamos escuchar los ruidos que venían de fuera: las sirenas de las ambulancias, las voces de los hombres reunidos en cada esquina, las distintas historias que cada uno contaba a su paso.</span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Recuerdo bien la cara de nuestra vecina del bajo, cuando cogió a su hija de la mano, junto con la comida que pudieran necesitar, y subió a la azotea para vigilar el cielo desde lejos. Era como si el peso y el salvajismo del mundo entero estuvieran en su rostro, como si hubiera perdido toda esperanza. Nos dijo: “No podré soportar ver a mi hija luchando por vivir y temblando. Si sucede, nos lanzaré a ella y a mí misma desde esta azotea”.</span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">No éramos conscientes de la tragedia a pesar de todo lo que estábamos escuchando, hasta que la vimos en la pantalla del móvil. Grabar era una dura misión en ese momento, en el que no había redes de comunicaciones ni suficiente electricidad para cargar los aparatos continuamente. Enviar los vídeos por medio del Bluetooth era muy lento.</span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El tío Abu Fadi, que trabajaba en un hospital de campaña en Hammuriya, fue uno de esos amigos que vinieron a nuestra casa. No había ido a Zamalke, pero nos contó que había recibido cientos de casos de asfixia que procedían de las zonas que habían sido bombardeadas. Las zonas de Al-Ghuta habían quedado unidas por un vínculo de sufrimiento, injusticia, hambre, pérdida de seres queridos y el haberse acostumbrado a la muerte. Nos despedíamos cada día con el miedo a que fuera el último. Los centros médicos de Arbin, Hammuriya, Duma y Saqba acogían a miles de afectados por el gas sarín, que habían sido trasladados en coches desde Zamalke y Ain Turma.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Muchos de ellos no lograron sobrevivir y los que lo hicieron, debían mantenerse en observación para reducir los efectos de la inhalación del sarín asesino. Sin embargo, la </span><span lang="ES-TRAD">espantosa situación no permitía mantenerlos en observación pues el volumen de la tragedia superaba las capacidades de los centros médicos de Al-Ghuta. Abu FAdi decía: “Os juro por Dios que parecen mataderos: los coches se llenan de personas en Zamalke, nos los lanzan y se marchan para traer a más”.</span><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los centros médicos de Al-Ghuta no estaban equipados para ese tipo de casos. Había escasez y, en ocasiones, directamente no había ninguna inyección de atropina ni los ventiladores necesarios para los afectados por el sarín. Lo máximo que podía hacerse en muchos casos era practicar primeros auxilios para intentar reducir el efecto del gas inhalado, como echar agua sobre los afectados y ponerles cebolla en la nariz. Esas medidas sirvieron para salvar muchas vidas, para las que la muerte, tal vez, habría sido más misericordiosa, como el anciano cuya familia entera, incluidos sus seis nietos, habían muerto, quedando él solo vivo después de quedarse ciego.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Escuchamos el testimonio de uno de los que habían sobrevivido de milagro, cuando iba con un equipo médico conformado por un conductor y cuatro técnicos de emergencias a uno de los puntos atacados justo después del ataque. Tres de ellos murieron por inhalación del gas venenoso y solo quedaron dos: él y otro. Nos habló de cientos de niños que no se habían despertado esa noche de su profundo sueño, de ancianos cuyos cadáveres habían sido retirados y que habían muerto de rodillas sobre sus alfombras de rezo, de madres que intentaron llevar a sus hijos corriendo a los pisos más altos para respirar aire, pero a quienes la muerte había sorprendido y les había secuestrado la vida. Nos habló de un día que parecía el Juicio Final en el que la gente corría hacia los caminos oscuros y caían de golpe como hojas de árboles sobre las aceras y las calles y de rescatadores que no lograban ni salvarse a sí mismos.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los cementerios de Saqba no eran lo suficientemente amplios para todos los mártires que fueron trasladados para intentar auxiliarlos y que acabaron muriendo. Los niños de identidad desconocida eran muchos más que los que fueron enterrados junto a sus familias. Muchos fueron enterrados sin nombre ni identidad porque nadie los conocía. Por eso, les pusieron números en vez de nombres: la niña número 1, el niño número 3.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las ventanas de las casas de casi todos los barrios de Saqba se mantuvieron cerradas durante muchas noches y los días vinieron cargados de nervios que nos hacían odiarlo todo: a nosotros mismos, al aire que respirábamos y al agua que bebíamos. Todo nos recordaba a los detalles de aquella horrible matanza; pero, a pesar de todo ello, la solidaridad que traspasaba las fronteras de la destrucción, el asesinato y la impotencia se mantenía presente, y las gargantas volvieron a gritar a los pocos días en las manifestaciones que salieron en Saqba condenando la matanza.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El miedo lo dominó todo durante los días siguientes a la matanza. No teníamos miedo de la muerte, sino que teníamos más bien miedo de convertirnos en cadáveres desconocidos. Todo el mundo pensaba en voz alta: ¿dónde me enterrarán? ¿A qué centro me trasladarán? ¿Quedará alguien para las tareas de salvamento en cualquier caso? Muchos pensaron en abandonar la zona, pero era extremadamente difícil y cercano al suicidio, debido a los bombardeos y las batallas que se libraban en los frentes de Al-Ghuta.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Nuestros corazones quedaron ensombrecidos por el miedo a lo desconocido y los días los dedicábamos a aprender a resistir ante la muerte y ante el gas salvaje que esperábamos, aunque temíamos que nos sorprendiera. Había rumores sobre indicios que apuntaban a que iban a acabar con lo que quedaba de Al-Ghuta oriental debido a la alegría y celebraciones de los miembros del ejército de Asad y sus partidarios cuando supieron que habían logrado matar a miles de personas. Ese tipo de noticias nos hicieron convencernos más de que se estaba preparando un nuevo bombardeo químico contra las zonas restantes, especialmente cuando supimos que nadie iba a castigar al régimen por haber traspasado las líneas rojas que había trazado Obama. Todos los llamamientos y las esperanzas que habíamos construido en nuestro interior se desvanecieron y comenzamos a entrenarnos sobre cómo recibir el castigo que pudiera infligirnos el régimen salvaje.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Muchas de las casas en los pisos más altos abrieron sus puertas a los habitantes de los sótanos y los bajos, después de todo lo que habíamos escuchado, y nuestras casas se llenaron de mascarillas protectoras, cebolla, vinagre y una fórmula cuyos ingredientes no recuerdo bien, pero que era una mezcla de vinagre y otras sustancias que hay en todas las casas. Los encargados de las tareas de rescate nos enseñaron cómo frenar los efectos del gas venenoso y cómo atender a una persona que estuviera sufriendo un ataque con algunos primeros auxilios que pudieran resultar útiles.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span lang="ES-TRAD">Por otro lado, nos unimos mucho más al enfrentarnos al fantasma de la muerte, tras el fatídico suceso. Las mujeres dejaron de dormir con camisón y comenzaron a hacerlo con </span><span lang="ES-TRAD">la cabeza cubierta, preparadas para ver a Dios en cualquier momento. Recuerdo bien las plegarias de la gente, pidiendo a Dios que fuera una muerte clemente: sangre y no asfixia, sangre y no ver a los niños con nuestros propios ojos temblando y estremeciéndose. Rogaban a Dios morir a causa de un proyectil o un misil que no dejara a nadie con vida. Quizá no sea creíble, pero ese era el tipo de plegarias que se repetían con frecuencia.<o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy escribo sobre una herida que sigue sangrando en el alma y la memoria, que emite estertores que se parecen a mis suspiros de aquellos días, mientras pienso en todos los que murieron asfixiados cerca de mí. Escribo a Muna, mi compañera de la escuela y los bancos de madera, escribo cada letra en honor a ella, su alma y sus sueños, que se enterraron junto a ella. Escribo a la valentía que aprendí de ella y a todas las víctimas de la horrible matanza. Escribo para que el olvido no se cuele en mi memoria, cargada de desgracias, para que no olvidemos al criminal ni los crímenes que ha cometido.</span><span style="font-family: "calibri" , sans-serif; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-64793782958220370092019-07-16T13:30:00.000-07:002019-07-17T01:43:28.680-07:00Los vacíos de la hombría<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D9%81%D8%B1%D8%A7%D8%BA%D8%A7%D8%AA-%D8%A7%D9%84%D8%B1%D8%AC%D9%88%D9%84%D8%A9">Al-Jumhuriya</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autora: Muna Rafei</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 11/07/2019</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-size: 14pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9fT16lTRcQBk7yxBILG1Jjlnk9JsW_x27C-es_Z3yfQLGwbKSDcyg5rnWa-HFGMgoznkIT_rvZAvdaDMiBPcTpqfv7fOB5dulGDhPQ8_aa1tUOXS-saNZmRsVc-iqFe-RYWGP3ThjnmHB/s1600/l01895_10.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="1281" data-original-width="1000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9fT16lTRcQBk7yxBILG1Jjlnk9JsW_x27C-es_Z3yfQLGwbKSDcyg5rnWa-HFGMgoznkIT_rvZAvdaDMiBPcTpqfv7fOB5dulGDhPQ8_aa1tUOXS-saNZmRsVc-iqFe-RYWGP3ThjnmHB/s320/l01895_10.jpg" width="249" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Primera voz</span></b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Mi alumna se precipitó hacia mí cuando me vio en la calle para quejarse medio llorando del miedo que le provocaba un joven que la perseguía a diario desde la puerta de su casa a la de la escuela. Lo señaló con la mano y me dijo: “Es él”. Después lo dejó todo en mis manos. No podía soportar ver a la pobre muchacha siendo perseguida por un joven “gamberro” que tenía varios años más que ella. Me dirigí hacia él, le grité y lo eché de la puerta de la escuela, después de reprimir el fuerte deseo en mi pecho de pegarle e insultarle. Por un instante, sentí que en mi rostro había florecido una barba, que me habían salido en los brazos unos músculos bien desarrollados y que en mi garganta había gritado una ruda voz masculina en lugar de mi voz femenina habitual. Parece que me enfado y vuelvo más violenta según pasan los días y asumo roles que antes no solía asumir. En resumen, la sangre me hierve más en las venas de lo habitual desde que regresé, obligada, a vivir en las zonas bajo control del régimen.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Una vez escribí sobre el “planeta esmeralda” y otra sobre los jóvenes que comentaban delante de mí que no salvarían a una mujer víctima de una agresión porque no sabrían quién podría ser el agresor y porque “sálvese quien pueda”. También he escrito sobre la gente que ha dejado de seguir las noticias de la revolución desde hace años y ya no les interesan [1]. Hoy escribo sobre la interacción de la gente con lo que pasa a su alrededor en las zonas bajo control del régimen, sobre la muerte de los sentimientos. El tema no es, en absoluto, juzgar a nadie, sino que se trata de hablar de los remordimientos ante muchas situaciones que prefiero no mencionar aquí, y eso que me enfado mucho con quien nos acusa a los que vivimos en estas zonas de complacencia, debilidad y de fingir amnesia. Aunque haya parte de verdad en ello, ¿no nos hemos vuelto muchos de nosotros así de veras? ¿Ya sea dentro o fuera de Siria? Nadie puede señalar con su dedo acusador a nadie. Mientras escribo esto, miro a los jóvenes que permanecen en las zonas bajo control del régimen, hacia los cuales se debaten en mi pecho sentimientos confusos; el primero de ellos, la lástima, y el más lastimoso de todos, la ternura. Sin embargo, esta última no es la típica ternura femenina, sino la que siente el hermano por sus hermanas, sabiendo que podría pagar con su vida para defenderlas en una situación de peligro. Los miro con un intenso dolor y una envidia que quema. No es fácil ver cómo dos jóvenes en tu ciudad caen víctimas de la apatía, el miedo y una excesiva precaución, mientras ignoran todo lo que sucede a su alrededor y se pegan a los muros para buscar seguridad para ellos y su presencia en este lugar.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Por primera vez en mi vida, empiezo a sentir como si las hormonas masculinas gritaran en mí. Resuenan en mi cuerpo y queman mi garganta. Nunca antes me había fijado en algo así, cuando vivía fuera de las zonas de control del régimen, pero parece que la escasez de hombres aquí ha causado estragos en mi pensamiento, y quizá en mi cuerpo. Para ilustrarlo, está ese comentario jocoso que me hizo uno de mis amigos que viven en el extranjero que decía que debía ir al psicólogo cuando le conté mi nueva costumbre de sentarme detrás del conductor del <i style="font-family: verdana, sans-serif;">service</i>[2] en el sitio del “hombre ausente”, que suele sentarse ahí para proteger a las mujeres de un lugar algo incómodo y para recolectar el dinero de los pasajeros. Por primera vez siento que el lado masculino en mí vence al femenino, porque perderlo aquí es doloroso e hiriente, y la tiranía de la feminidad en su sentido dominante ligado a la debilidad, la vergüenza y la derrota me hace rebelarme aún más contra esa naturaleza que se me impone como mujer. El aumento del número de mujeres en detrimento de los hombres es señal de la derrota de estos últimos y su retroceso; no obstante yo rechazo esa idea, la rechazo. Rechazo la vergüenza de la derrota y la debilidad de la “feminidad” rota bajo el despotismo, la muerte y el desplazamiento. Nada impide que yo, la fémina malhumorada, lleve en mi interior la rebelión de los hombres, su enfado y su vigor. A nadie le importará si una mujer como yo, con un tono de voz bajo y con miedo a decir “no” en muchas ocasiones, ha sido poseída por uno genio masculino que pretende abrogar su supuesto papel como mujer y llenar, en su lugar, el vacío dejado por la ausencia de<span class="apple-converted-space"> </span>“hombría”, con su sentido interrelacionado, en un lugar en que las almas de la gente han sido asesinadas y su dignidad marginada.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Resulta complicado explicar cómo la necesidad de sentir esa hombría perdida se ha convertido en una carga desde que llegué aquí y se me ha impuesto la realización de sus deberes ante la falta de la misma en muchos. Digo todo esto a pesar de que soy defensora de la mujer, como suelo alardear, y de que logre todos sus derechos, deje de sufrir todo tipo de injusticias y consiga la igualdad con los hombres. Pero también soy la mujer a la que duele ver el estado de su país ahora que la mayoría de sus mujeres, niños, ancianos, <i style="font-family: verdana, sans-serif;">shabbiha </i>y jóvenes están aterrorizados con la idea de hacer el servicio militar y se preparan para viajar desde el segundo o tercer año de universidad. A ellos se suman los jóvenes nacidos a finales de los noventa o después del 2000, que son muchos, especialmente los que intentan parecerse a los de “nosotros somos el Estado, estúpido”, que se multiplican como las hormigas en las gradas del estadio de Homs, las aceras de las cafeterías de la calle Hamra, los pasillos de la universidad, los parques, las cafeterías y los locales de videojuegos. No les arrebato su derecho a vivir todo eso, no lo hago; lo que digo es que me cuesta ver mi ciudad en este estado de sumisión. Y la sumisión no es monopolio de los hombres ni de las mujeres, del mismo modo que la “hombría” que demostró la gente de la ciudad perdedora en el auge de su revolución no será monopolio de los hombres.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
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<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">La hombría a la que aquí me refiero lleva en sí la valentía, el rechazo a la injusticia, la adopción de posturas firmas y un comportamiento solemne ante la sangre derramada, las almas agotadas y los barrios destruidos. Dejemos a un lado la idea de la masculinidad y la feminidad ligadas al deseo de cambiar de género en función de unas circunstancias biológicas y psicológicas. Dejemos también a un lado la serie de Bab al-Hara [3] y las ridículas bravuconadas de sus hombres y la debilidad de sus mujeres, pues hablamos de cosas distintas. Tal vez, los lingüistas deban acuñar una palabra que recoja en su significado todo lo que conlleva el concepto de “hombría” de forma que se pueda aplicar a ambos sexos, pues yo soy una mujer con toda su feminidad que lleva en su interior el anhelo de llenar el vacío de la hombría perdida, la hombría de quienes se enfrentaron a la injusticia y libraron la lucha contra el salvajismo de la otra parte, que también pretende representar la “hombría”, aunque la practica torturando y tomando represalias contra sus adversarios.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
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<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Mi “m” de mujer se individualiza y es derrotada ante la injusticia; el artículo femenino alarga su ele haciéndola cada vez más delgada en el vacío mientras que la "a" desaparece ante cualquier suceso importante que pasa desapercibido ante los hombres y mujeres que se supone que forman parte de una ciudad que en un tiempo se llamó la capital de la revolución, también su voz, su hija y su prestigio. Y yo, “sabéis que yo soy vosotros”, como dice Riad al-Saleh Hussein [4], o algunos de vosotros. Quiero ser un hombre, quiero tener una voz fuerte y ruda que retumbe en las calles y las casas, y ante los miembros del régimen que aparecen ante mí, con sus uniformes militares verdes, sus fusiles sobre la espalda encorvada y sus ojos que se salen de las órbitas, como las ranas pegajosas de lengua larga y viscosa.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
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<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Quiero gritarles a la cara, quiero gritar a la cara de todo el mundo, todooooos, con mi voz ruda, en vez de llorar en silencio, en vez del continuo dolor del alma y las quejas por la impotencia y el poco ingenio, en vez del sometimiento a la desesperación que me ha convertido en algo más parecido a un fantasma desesperado invisible, el fantasma frágil al que han arrebatado la solemnidad, para caracterizarse solamente por la ausencia.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
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<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Segunda voz</span></b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
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<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">¿Cómo voy a gritar a quienes están a mi alrededor y decirles que este día pasará sin la presencia de la verdadera voz de nuestra ciudad, su ronca melodía y su conciencia[5]? Miro a quienes me rodean en el trabajo, en casa, en las calles, en la cafetería llena de mujeres, donde me siento yo sola en mi mesa y desde donde escribo ahora, mientras escucho, en secreto, con el auricular de mi teléfono, los cantos de Sarut, mientras caen lágrimas silenciosas sobre mi rostro.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
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<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">La escena, incluida yo, resulta bastante horrible. Las canciones se mezclan en mi cabeza. Por un oído escucho la canción que ponen los dueños de la cafetería, que dice: “Arde una llama en mi corazón, ay del amor, ay”. Por el otro, escucho una canción de Sarut que dice: “Oh, querida patria, oh tierra bella, hasta tu infierno es un paraíso, hasta tu infierno es un paraíso”. Yo vivo en el infierno de la patria, su Hades: ¿es este el paraíso del que hablan? ¿Lo es?</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Las personas desplazadas forzosamente y quienes han partido me preguntan por internet sobre la situación de la ciudad en este día, sobre la supuesta “tristeza” de la ciudad en este día, el día de la muerte de Sarut, sobre “el efecto” que ha producido. Evito responder a los mensajes: me da vergüenza escribir. Tal vez sirva si tomo una foto de la ciudad y se la envío, porque me da mucha vergüenza escribir, mucha. Cojo mi teléfono y abro Snapchat, me transformo en hombre gracias a una de las opciones, me tomo una foto con aspecto de hombre y me miro el rostro que parece más de hombre que de mujer, con una mandíbula ancha, una barba borrosa y unas cejas pobladas. Guardo la foto y sueño con poder volar en el tiempo y el espacio para poder salir de su funeral. Sé que todo esto son imaginaciones y que la realidad aquí tiene poco de ambiente de funeral, aunque tampoco de alegría, claro. ¿Cómo describo el ambiente de una granja? Tal vez parezca una denominación muy dura, pero ¿cómo llamo a un lugar cuyos habitantes están obligados a vivir sin conciencia, voluntad ni capacidad, siquiera, de pensar en lo que sucede a su alrededor? Y sí, quiero ser un hombre, quiero salir de aquí. Estoy cansada y harta de mi cuerpo, mi debilidad, las leyes de familia, mis familiares y quienes me rodean. En el día de su martirio concretamente, superé mi malestar y pregunté a algunos compañeros de trabajo, de esos que habían participado en la revolución (¡habían participado!) Uno me dijo: "¿Quién? ¿Sarut? Ha muerto. ¿No murió hace años?" Otro me dice: “La verdad es que creía que había muerto hace años”. Un tercero responde: “Creía que estaba en Turquía y había abandonado la revolución”. Un cuarto pregunta: “¿No se había unido a Daesh?” El quinto, como si hubiera escuchado el final de una serie, dice: “Vaya, entonces al final murió”. Me pongo la barba en la cara y utilizo la voz ruda para decirles: “Sí, hijos de perra, ha caído mártir y no ha muerto; por lo menos hablad de él con más dolor y respeto”. Una amiga me llama y, sin rodeos, me dice: “Te acompaño en el sentimiento”. La barba desaparece y le respondo con mi voz femenina: “Que Dios lo tenga en su gloria”. Otra amiga me envía un mensaje: “No somos nada”. Y así continúan llegando los pésames a mi teléfono, la mayoría de viejas amigas que viven aquí conmigo en la ciudad perdedora de la revolución. Tomo la iniciativa y yo misma envío mensajes de pésame. Por teléfono nos decimos que nos acompañamos en el sentimiento sin decir el nombre, sin concretar nada, pero el significado se mantiene en el corazón del poeta, ese que siente. Me refiero a aquellos y aquellas que sienten lo sucedido. Abajo la barba, abajo la masculinidad, abajo también la feminidad, abajo todos, abajo todo, como rezaba una conocida pancarta en Kafranbel[6].</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 14pt;">Salgo de la cafetería, con chorretones de rímel en el rostro que dibujan líneas negras deformadas. También tengo negros los párpados inferiores, pero no me importa: maldito a quien le importe y maldito quien mire. No me importa. Siento que soy una cebra en una granja con sus líneas negras y blancas. ¿Por qué en árabe la llaman burro salvaje? Una rana verde pasa delante de mí, con una pistola a la vista en su bolsillo. Centro mi mirada en la pistola y lo olvido todo. Olvido todo lo que hay alrededor: soy una cebra y ante mí hay una rana con una pistola en el bolsillo. Me acerco a ella y, por un instante, miro y veo a mi derecha los ojos de mujeres y hombres que me observan aterrorizados. Apuesto para mis adentros que sabían lo que estaba pensando. Los miro con enfado, con acusación, con reproche y, por cierto, es precisamente eso lo que está en mi cabeza: coger el arma y matar, no sé a quién, pero cogerla y matar. Ahora, si la tuviera en mi mano, os juro que no necesitaría una barba, ni una voz ruda, ni fuertes músculos para utilizarla y disparar muchas veces al corazón, al pecho, a la cabeza y a la garganta de todos los que nos han llevado a esto, a los países del exilio, a los centros de detención, a las tumbas, a este lugar en el que sentimos que vivimos presos, como los animales.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 7.5pt;">[1] Los textos están disponibles en árabe en Al-jumhuriya.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 7.5pt;">[2] Pequeña furgoneta que sirve como medio de transporte a modo de autobús en las ciudades y donde los viajeros suelen ir pasándose el dinero para pagar al conductor, que devuelve el cambio con el mismo sistema. A falta de paradas oficiales, cada viajero baja donde lo solicita.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 7.5pt;">[3] Conocida serie de televisión siria ambientada en el período de entreguerras bajo dominación francesa. </span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 7.5pt;">[4] Conocido poeta sirio, nacido en 1954 y fallecido en 1976, cuyo poema “Una pequeña revolución” se ha recuperado en múltiples ocasiones desde 2011.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: 7.5pt;">[5] Se refiere a Abdelbasit Sarut, sobre el que puede leerse <a href="http://traduccionsiria.blogspot.com/2019/06/el-tiempo-de-abdelbasit.html">este artículo</a> pormenorizado.</span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="font-family: "Times New Roman", serif; margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[6] El mensaje de la pancarta (14/10/2011) era:“Abajo el régimen y la oposición, abajo las ummas árabe e islámica, abajo el Consejo de Seguridad, abajo el mundo, abajo todo”. </span></div>
<o:p style="text-align: start;"></o:p></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-19088564178215819322019-07-11T11:39:00.002-07:002019-07-11T11:40:49.193-07:00El periódico de Samira<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%AC%D8%B1%D9%8A%D8%AF%D8%A9-%D8%B3%D9%85%D9%8A%D8%B1%D8%A9" style="color: #954f72;">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autor: Yassin al-Haj Saleh<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 10/07/2019</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><i>Se inaugura una nueva sección en Al-jumhuriya inspirada en Samira Khalil y desde este blog hemos querido traducir el mensaje </i><i>introductorio</i><i> de Yassin al-Haj Saleh y su reflexión sobre los temas de la desaparición y la ausencia.</i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://www.aljumhuriya.net/sites/default/files/styles/cover_portrait/public/1200x800_2.jpg?itok=cKmrIs-2" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="533" data-original-width="800" height="213" src="https://www.aljumhuriya.net/sites/default/files/styles/cover_portrait/public/1200x800_2.jpg?itok=cKmrIs-2" width="320" /></span></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p> </o:p>Sammur,</span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Recuerdas que pasaste a ordenador mi primer artículo después de nuestro compromisp y antes de enseñarme a escribir con él? Confieso que me sorprendió la facilidad con que se podía traicionar al bolígrafo, y comencé a escribir directamente en una pantalla tras mi romántica presunción de que el bolígrafo y el folio estaban indisolublemente ligados. Solía preguntarte cada poco: ¿dónde está la <i>shadda </i>[1]? ¿Y los corchetes? ¿Por qué la pantalla tiene tan poca luz? Mi profesora tenía mucha paciencia con su discípulo gruñón. Solías leer los artículos antes de que los enviara y los colmabas de elogios. Poco después, comencé a publicar de forma regular, una vez a la semana por lo menos, y dejé de enseñarte los textos antes de enviarlos. En ocasiones hablábamos de algún artículo que estaba escribiendo o que acababa de enviar y me pedías que te los enseñara antes o en el momento de enviarlos, algo que volvía a hacer, una o dos veces, pero que nadie derrumbe a la vieja costumbre. Solía justificarme diciéndote que en cualquier caso lo leerías en dos o tres días. Para tu marido, que se pasaba la mayor parte del tiempo sumido en sus pensamientos, escribir era un trabajo a realizar en soledad y aislado del mundo, un acto de palabra unido al alma, y el acelerado ritmo, verdaderamente asfixiante, en que me encontré durante años me dejaba de los nervios: no había terminado una cosa y ya me estaba poniendo con otra. Hubo un tiempo, no sé si lo recuerdas, Sammur, en que escribía dos artículos por semana. Ello nos<span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"><span dir="RTL"></span><span dir="RTL"></span></span>aseguró unos generosos ingresos, pero cuando hoy vuelvo la vista hacia esos años, ese ritmo me parece una especie de entrada voluntaria en la cárcel. Una vez alguien dijo algo en presencia de Bakr [2] sobre el momento en que salí de la cárcel, y él respondió con sarcasmo: ¿Pero es que Yassin ha salido de la cárcel? Dicha anécdota resume bastante bien la realidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Durante todos los años que pasamos juntos, fuiste una compañera de vida que apenas podía alejarse de la escritura para volcarse en la amistad. Yo era, o casi era, un periódico. Y el periódico era tuyo. Era el proyecto que deseaba ver florecer. Y al margen del periódico, nuestros amigos constituían una especie de Siria en pequeño, y no pocos de ellos eran parejas jóvenes que amaban nuestra relación y vida, y se sentían en casa cuando estaban en nuestra casa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Esa pequeña Siria se ha dispersado por todas partes, como la Siria más grande. Pero en su diáspora, la gente de esa Siria extraña a su ausente, y también a su compañero cuando se ausenta durante un tiempo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No te había dicho todavía, Sammur, que he logrado salir del ritmo frenético de escritura, y ya no soy el periódico que era desde que salí de Damasco hace seis años y pico. Tampoco he vuelto a escribir en diarios desde hace unos dos años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Apenas había comenzado a a dejar de ser un periódico cuando te ausentaste de mí, tú, que eras la dueña del proyecto. Podrías haber dirigido un periódico de gran éxito en una Siria menos atroz que la nuestra, Sammur. Publicando menos, aunque no necesariamente escribiendo menos, quiero dedicarte a ti los artículos, cartas y pensamientos que publique. “El periódico de Samira” es el paraguas en que se enmarcarán los textos que publique en <i>Al-Jumhuriya</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Recuerdas, Sammur, que publiqué yo solo tres números de una publicación personal llamada “Qantara” (Puente) entre finales del 2000 y la primavera del 2001, cuando trabajabas en la redacción del periódico “Al-Khalij” (El Golfo) en Damasco? Creo que tú misma pasaste a ordenador algunos de los textos de dicha publicación, a cuya edición e impresión nos ayudaron dos queridos amigos jóvenes, cuyos caminos se separaron después. ¿Recuerdas que te dije en el primer número que lo que pretendía con “puente” era que sirviera para unir a dos generaciones y dos etapas de acción pública en nuestro país? Si la memoria no me falla, también dije que era un puente entre dos formas de acción pública de su editor. El periódico de Samira es un puente hacia ti, la ausente lejos de mí, pero más cercana que nadie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Querido lector:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los textos que se publiquen en el “Periódico de Samira” son textos de <i>Al-Jumhuriya</i>que recuperan, tras un breve parón, una cierta frecuencia de publicación. Espero que el colocarlos bajo el título del “Periódico de Samira” me dé libertad para escoger los contenidos y el estilo, y también la extensión. Samira no será necesariamente el tema de los mismos, pero deseo que su presencia en ellos, directa o indirecta, como estímulo, como persona a quien van dirigidos, como tema o como ausencia, imprima estos textos de una intimidad que los haga destacar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Por otra parte, los textos del “periódico” responden a mi necesidad de hablar a mi mujer ausente de distintas maneras. Samira era la ausente sobre la que han versado los artículos que he escrito sobre ella y su causa, junto con su compañera Razan y sus compañeros Wael y Nazem. Samira también fue quien hablaba en su libro <i>Diario del asedio a Duma 2013</i>[3]<i></i>; y también a quien yo me dirigía en mis cartas a ella [4]. En este periódico, Samira es el símbolo al que se remite, presente siempre en la medida en que está ausente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Samira representa una causa general, que no es independiente de Razan, Wael y Nazem. La causa es una misma, pero Samira es mi compañera, y es mi causa personal como compañero superviviente, y también es el eje de mi pensamiento sobre múltiples causas y mi vara de medir en lo que a ellas respecta. No pienso en Samira ni la recuerdo, pues está siempre conmigo, y yo soy ella en su ausencia.<span dir="RTL" lang="AR-SA" style="color: grey; font-size: 11pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Símbolo ortográfico en árabe que indica la reduplicación de la letra. Por ejemplo, Sammur, lleva una <i>shadda</i>en árabe sobre la “m”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Bakr Sidqi, reconocido escritor y amigo de Yassin.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[3] <a href="http://www.orienteymediterraneo.com/diario-del-asedio-a-duma-2013/" style="color: #954f72;">Disponible en castellano</a>gracias a Ediciones del Oriente y del Mediterráneo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[4] Las trece cartas que Yassin ha dirigido a Samira hasta el momento están disponibles en castellano en este blog, bajo el título “Cartas a Samira” acompañado del número de orden correspondiente. Por ejemplo, la última es “<a href="http://traduccionsiria.blogspot.com/2019/03/cartas-samira-13.html" style="color: #954f72;">Cartas a Samira (13)</a>”.</span><span style="font-family: "calibri" , sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-61365736441649577892019-07-04T01:16:00.003-07:002019-07-04T01:16:52.085-07:00Su Santidad Papa Francisco, esto es lo que me gustaría que supiera antes de reunirse con el presidente Putin.<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D9%82%D8%AF%D8%A7%D8%B3%D8%A9-%D8%A7%D9%84%D8%A8%D8%A7%D8%A8%D8%A7%D8%8C-%D9%87%D8%B0%D8%A7-%D9%85%D8%A7-%D8%A3%D8%B1%D8%BA%D8%A8-%D8%A8%D8%A3%D9%86-%D8%AA%D8%B9%D8%B1%D9%81%D9%87-%D9%82%D8%A8%D9%84-%D8%A7%D8%AC%D8%AA%D9%85%D8%A7%D8%B9%D9%83-%D8%A8%D8%A7%D9%84%D8%B1%D8%A6%D9%8A%D8%B3-%D8%A8%D9%88%D8%AA%D9%8A%D9%86">Al-Jumhuriya</a></span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Autor: Roger Asfar</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fecha: 03/07/2019</span><br />
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><i>Reproducimos aquí la traducción que nos han enviado y hemos retocado en la medida de lo posible dada la premura de la carta enviada por Roger Asfar al Papa Francisco ante su inminente encuentro con Putin.</i></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEefgBzyZpFtDcFxtrZrZY9ldlv7zFrljLPylMIVJIsFAweZx3i69zbUnIvNEyISfZpJdjLir3ekqak_8r9Lh9lEEo7KIidnt-3Dd8J7YbdSx-wUBWb9IK9SGtnhmr5-a-bOGNsGbE_JqM/s1600/descarga.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="165" data-original-width="305" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgEefgBzyZpFtDcFxtrZrZY9ldlv7zFrljLPylMIVJIsFAweZx3i69zbUnIvNEyISfZpJdjLir3ekqak_8r9Lh9lEEo7KIidnt-3Dd8J7YbdSx-wUBWb9IK9SGtnhmr5-a-bOGNsGbE_JqM/s1600/descarga.jpg" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Su Santidad Papa Francisco,</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Permítame, en primer lugar, que me presente. Mi nombre es Roger y soy un joven sirio cristiano de Alepo. Durante muchos años, he seguido una vida monástica, durante la que he estudiado filosofía y teología católica. Actualmente, trabajo como periodista e investigador y estoy terminando la especialidad en relaciones cristiano-musulmanas en la Universidad de Saint Joseph en Beirut (USJ).</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tras abandonar voluntariamente la vida monástica, estuve unos años trabajando con refugiados sirios en el Líbano, además de participar en proyectos humanitarios dirigidos a las personas más necesitadas en el interior de Siria, especialmente aquellas que viven bajo los bombardeos y el asedio y que sufren más directamente las consecuencias del conflicto. Lo he hecho sin atender a sus creencias religiosas o sus opiniones, lo que me ha permitido hacerme una idea mucho más realista de todo lo que ha sucedido y sucede en mi país.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Su Santidad, quienes obran con buena voluntad no se alejan de lo que entendemos que es un adecuado comportamiento cristiano ni de las decisiones éticas correctas en tiempos de crisis; sin embargo, a día de hoy nos enfrentamos a un problema mayúsculo: el desacuerdo en torno a lo que realmente sucede en Siria y la difusión de noticias falsas y propaganda destinada a distorsionar y ocultar la realidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sé muy bien que pueden llegar a oídos de Su Santidad noticias alejadas de la realidad directamente de fuentes locales e, incluso, de fuentes de la propia Iglesia. Sin embargo, confío plenamente en que es consciente de la presión y los peligros a los que se expone quien dice la verdad, tal y como es, en una situación como la que atraviesa mi país, Siria. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quisiera agradecerle a Su Santidad, en primer lugar, que mencionase el sufrimiento de la población de Idleb el 2 de septiembre de 2018, advirtiendo sobre los peligros de una catástrofe humanitaria en ciernes, y que parece que hoy está aconteciendo. Los civiles en Idleb, sus alrededores y los alrededores de Hama llevan semanas siendo blanco directo de los bombardeados con artillería, misiles y aviones, ataques que se producen a diario y de forma sistemática. Incluso los hospitales, los centros médicos y los paramédicos han sido bombardeados deliberadamente, algo que, por desgracia, se ha convertido en la norma en todas las operaciones militares.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Se calcula que 3 millones de civiles viven a día de hoy en Idleb y sus alrededores, incluyendo una gran cantidad de niños. Muchos de ellos huyeron allí expulsados desde distintas regiones de Siria tras la destrucción de sus ciudades y aldeas. Además, entre los miles de civiles que vienen en Idleb, se encuentran unos cuantos centenares de cristianos que seguramente sienten que su sufrimiento y el sufrimiento de otros sirios preocupan especialmente a Su Santidad, su referencia espiritual. </span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante los últimos dos meses, alrededor de 300.000 civiles se han visto obligados a huir debido a los bombardeos sistemáticos y deliberados, que han llegado al punto de hacer de la búsqueda de un refugio seguro algo extremadamente difícil, y han puesto de manifiesto que los esfuerzos de las organizaciones humanitarias son claramente insuficientes para atender, en unos mínimos aceptables, las necesidades de estos civiles.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Su Santidad, la Iglesia siempre me ha enseñado que nadie debería sufrir una situación semejante, independientemente de su postura, opinión, creencias religiosas y lugar de residencia, y que las victorias que se construyen sobre la violencia contra los civiles y la destrucción injustificada solo pueden desembocar en una nueva espiral infinita de violencia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Rusia desempeña un papel fundamental, tanto militar como político, en el conflicto sirio, por no decir que es un actor clave. Independientemente de quién sea el responsable de las violaciones que se están produciendo, Rusia podría, si así lo desea, detener el ataque a civiles, centros médicos y paramédicos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Como ser humano y como cristiano, ruego encarecidamente a Su Santidad que tenga presente en sus oraciones el atroz sufrimiento de los sirios y el crimen que se está cometiendo contra ellos al bombardearlos y destruir sus centros médicos; pero más allá de esto, le pido que en su próxima reunión con el señor Vladimir Putin le exija directamente que actúe de inmediato para mantener a los civiles alejados del conflicto, y que ceje en sus ataques contra ellos y contra los centros médicos, ataques con los que solo busca, bien lograr sus objetivos militares, bien ejercer presión política.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Espero que mi carta le llegue y que encuentre un hueco en la mente y el corazón de Su Santidad, pues el sufrimiento de mi pueblo ya se ha prolongado demasiado. Confío en que la voz de la razón que le caracteriza sirva para que se produzca algún cambio en este crimen que se sigue cometiendo.</span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-21116293066545758802019-06-14T08:14:00.000-07:002019-06-14T08:14:47.739-07:00El tiempo de Abdelbasit<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Texto original: <a href="https://aljumhuriya.net/ar/content/%D8%B2%D9%85%D8%A7%D9%86-%D8%B9%D8%A8%D8%AF-%D8%A7%D9%84%D8%A8%D8%A7%D8%B3%D8%B7">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Autor: Al-Jumhuriya</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fecha: 13/06/2019</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpZkZ4aVyGUW08r_XTUPXP9Cbcy-mN33wyB1DlamspuMMU8dhUhn4a_Z7RM1vZsznYkLqq158Lfap2tgedsmXWOTh8CgUQB2i0DXQfjLSugMyKR_hPvJLZiAfD62BvSqRhioVhE_9nmMK0/s1600/for_web_7_720.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpZkZ4aVyGUW08r_XTUPXP9Cbcy-mN33wyB1DlamspuMMU8dhUhn4a_Z7RM1vZsznYkLqq158Lfap2tgedsmXWOTh8CgUQB2i0DXQfjLSugMyKR_hPvJLZiAfD62BvSqRhioVhE_9nmMK0/s320/for_web_7_720.jpg" width="320" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">Diseño de Tamar al-Omar</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el luto por Abdelbasit Sarut confluyen tres formas de duelo, que pueden darse conjunta o separadamente, según la postura de partida. Por un lado, está la tristeza inmediata que se genera por un joven de veintisiete años que ha caído mártir en una batalla contra el avance del régimen en la zona rural septentrional de Hama tras ocho años de inmersión total en la revolución: una tristeza que se multiplica entre quienes lo conocieron en persona. Por otro, un público más amplio siente la tristeza derivada de un retorno traumático y triste a los momentos fundacionales de la revolución siria y sus etapas más multitudinarias de los años 2011 y 2012, una etapa impregnada de la voz de Sarut cantando en las manifestaciones de diversos barrios de Homs. Muchos no tenían ni idea de qué había sido de Sarut después de Homs, y otros simplemente no habían sido capaces de seguir las noticias en general, pero el año 2011 fue tan fundacional como doloroso para ellos, además de necesario. Finalmente, se ha generado también un duelo furioso por la guerra que se ha lanzado contra Sarut desde prácticamente el momento mismo del anuncio de su muerte por parte de una narrativa asadista obsesionada con destruir todo significado, memoria o pensamiento que difiera de las acusaciones rabiosas de “terrorismo”: una guerra que se ha reforzado con medios electrónicos perfectamente coordinados y que ha logrado eliminar muchas fotos y publicaciones que lamentaban la pérdida de Sarut en Facebook, además de bloquear muchas cuentas que insistieron en seguir publicando sobre Sarut en las redes sociales. Esta guerra no constituye un debate sobre el simbolismo y significado de Sarut, ni un examen de las posturas problemáticas en relación a él, ni siquiera una condena, sino que se trata de una guerra contra toda narrativa que contradiga la versión del régimen sobre el “terrorismo” y los “crímenes” cometidos por todos, absolutamente todos los que se levantaron contra él.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Ante semejante realidad, hemos considerado que lo mejor que podíamos ofrecerle, en este nuevo capítulo de nuestro continuo luto, es intentar reunir todos los episodios de la historia de Sarut de la forma más completa posible en apenas unos pocos días, sin pretender abarcarlo todo. Al contrario, ojalá nos hayamos dejado puntos sin tratar que sirvan de aliciente para que otros los cuenten y que así se conserven lejos de la fragilidad de las publicaciones temporales de Facebook o las efímeras conversaciones orales. La mejor forma de ser justos con Sarut es intentar contar su historia y analizarla sin excedernos en las alabanzas, evitando imparcialidades subjetivas y garantizando que nosotros, los de la revolución, somos dueños de ella, para recuperarla, examinarla, criticarla, revisarla, protegerla y protegernos a nosotros mismos de la hostilidad exterminadora que se ha vertido sobre ella y nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 16.866666793823242px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al margen del aspecto personal, directo y específico sobre la vida, elecciones y decisiones de Sarut, y la mala o buena opinión que nos merezcan, en su historia encontramos rasgos de nuestra historia común: esos somos nosotros, esa es nuestra historia, esas son las dimensiones de nuestra preocupación, dudas y dilemas, ese es nuestro asedio y ese es nuestro duelo. Por otra parte, los rabiosos ataques asadistas de los que ha sido blanco Sarut, y que han alcanzado incluso a las publicaciones de Facebook, con el fin de eliminarlas y bloquear a sus autores, son un episodio más de la guerra contra todos nosotros (incluidos quienes tienen opiniones negativas de Sarut o dudas sobre si debe convertirse en un icono no susceptible de crítica), contra nuestro presente, contra nuestra memoria y contra nuestra historia; es decir, contra nuestro futuro.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 16.866666793823242px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 16.866666793823242px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">*****</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="line-height: 16.866666793823242px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Abdelbasit Sarut nació en 1992 en el barrio de Al-Bayada, una de los muchos asentamientos pobres e irregulares de Homs, y que proliferaron también en las ciudades principales de Siria y sus alrededores hasta el punto de que la mitad de la población de Alepo y Damasco vivía en ellos poco antes de 2011: barrios desorganizados o totalmente carentes de planificación, que hacían de la vida diaria de sus habitantes una continua pesadilla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Homs sufrió en gran medida la mala gestión y el fracaso gubernamental durante los años de gobierno de Asad padre, lo que provocó el aumento de las zonas periféricas empobrecidas desde mediados de los ochenta, cuando los pequeños barrios que construían los recién llegados sin ninguna planificación gubernamental iban creciendo de forma gradual, entre ellos, el barrio de Al-Bayada, al este de la Ciudad Vieja, inaugurado por miembros de los clanes del oeste de Homs. Ante la ausencia de planificación, la negligencia gubernamental y las políticas de empobrecimiento, que aumentaron después de que Asad hijo heredara el poder a principios de este siglo, el barrio se fue ampliando.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El barrio de Al-Bayada fue víctima de mayores negligencias si cabe durante los años inmediatamente anteriores al inicio de la revolución, pues el gobernador de Homs intentó detener el crecimiento del barrio paralizando la concesión de licencias de instalación de contadores de luz y agua. Sobre esto en concreto, Mazen Gharibah, activista de la sociedad civil y natural de Homs, dice lo siguiente: “En Al-Bayada había edificios habitados enteros sin electricidad, cuyos vecinos almacenaban la comida en el balcón para que no se echara a perder”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Estas son las condiciones en que Sarut vivió su infancia y el inicio de sus años jóvenes, cuando no pudo continuar sus estudios y se vio obligado a trabajar en el transporte de ladrillos y hierro. Simultáneamente, se inscribió en el club homsí Al-Karama (Dignidad), en el que destacaría como portero, lo que le valdría ser elegido portero del equipo juvenil de fútbol Al-Karama y portero de la selección juvenil de Siria. No obstante, eso no era suficiente para tener una vida digna y garantías de estabilidad económica en Siria, pues el salario que Sarut recibía del club Al-Karama no superaba las 1.500 libras sirias, unos 30 dólares en aquel momento, como comenta Mazen Gharibah, que recuerda a la perfección que los jóvenes de Al-Bayada, y entre ellos Sarut, fueron un motor fundamental de las manifestaciones que comenzaron a extenderse a finales de marzo de 2011 por diversos barrios de la ciudad, como Al-Khalidiya, Deir Baalba y el propio Al-Bayada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quizá el primer vídeo que se hizo viral de Sarut fuera ese en que aparecía en el barrio de Al-Bayada a comienzos de junio de 2011, subido a hombros, cantando a las ciudades de Siria, una por una, anunciando la expansión de la revolución. En ese momento, se decidió difuminar el rostro de Sarut para protegerlo de la brutalidad del <i>mujabarat</i>sirio, pero pronto todo el mundo supo que el de la voz melodiosa y rasgada a partes iguales era Abdelbasit, el portero de la selección juvenil de fútbol de Siria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Posteriormente, siguieron apareciendo vídeos de Sarut, ya sin difuminar, cantando en las calles de Homs contra el régimen. En un momento en que la mayoría de los manifestantes seguían evitando mostrar su rostro ante las cámaras, para no ser víctimas de las campañas de detención que llevaba a cabo el aparato de seguridad del régimen, el rostro de Sarut se convirtió en el de todos los manifestantes, y su voz, un refuerzo de todas sus voces.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando los manifestantes se enteraban de que Sarut cantaría en alguna de las manifestaciones, iban directamente a esa. “El número de manifestantes se multiplicaba con su mera presencia”, cuenta Mazen Gharibah sobre el efecto que producía Abselbasit en las manifestaciones de la ciudad. Resulta imposible desligar la amplia popularidad que alcanzó desde bien temprano del hecho de que era jugador del club Al-Karama, en una ciudad, Homs, en que el fútbol, y en concreto el equipo Al-Karama, gozaban de un amplio apoyo popular. Wael Abd al-Hamid, homsí y forofo del equipo Al-Karama, cuenta lo siguiente: “La forma que tenía Abdelbasit Sarut de jugar al fútbol era clara y era uno de los mejores porteros jóvenes de Siria, que se estaba preparando para ser el portero principal de Al-Karama y, probablemente, también de la selección siria, sobre todo si tenemos en cuenta la historia del equipo, que ha dado al fútbol sirio a muchos de sus mejores porteros. La participación de Abdelbasit en la revolución fue para mí, como seguidor del club, extremadamente importante, porque la pertenencia al club Al-Karama era parte de nuestra identificación personal y la presencia de algunos de sus jugadores en las plazas de la revolución fue un elemento vital para nosotros”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tampoco puede separarse la popularidad de Abdelbasit de su conmovedora voz y los himnos y proclamas que improvisaba, ni de su valiente aceptación de la misión de ir subido a hombros, convirtiéndose directamente en objetivo del régimen y sus aparatos de seguridad. De hecho, los medios de comunicación del régimen sirio y las páginas leales a él en Facebook no tardaron en difundir el nombre de Sarut y calificarlo de terrorista salafista, lo que le obligó a negar en un vídeo de mediados de julio de 2011 semejantes acusaciones y confirmar su rechazo al sectarismo, insistiendo en que él era uno más de los manifestantes pacíficos del país. Desde ese momento, su nombre se consagró como uno de los líderes de la revolución en la ciudad, y también como uno de los más buscados por el aparato de seguridad del régimen en ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En otoño de 2011, Abdelbasit Sarut se encontraba en el corazón de los barios parcialmente asediados en los que comenzaron a proliferar algunos grupos armados bajo el paraguas del Ejército Sirio Libre, cuya misión era proteger los callejones de los que salían las manifestaciones de los cruentos ataques del régimen, que ya había comenzado a fragmentar la ciudad y colocar controles militares en las carreteras y entradas a los barrios. Abdelbasit también se vio en medio de una severa polarización sectaria por la cual la ciudad quedó dividida entre barrios de mayoría alauí partidarios del régimen y otros de mayoría suní opositores a él. Paralelamente a la trayectoria de la revolución que fue poco a poco tomando las armas para defenderse contra la cruenta e inmisericorde maquinaria del régimen y en la que poco a poco también iban apareciendo lemas religiosos con tintes sectarios, se dio una trayectoria de enfrentamiento sectario creciente y asesinatos y secuestros mutuos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La vida de Sarut adquirió una de las facetas más excepcionales de aquellos días, cuando comenzó a aparecer en noviembre de 2011 junto a la difunta actriz siria Fadua Suleimán, de origen alauí, cantando juntos contra el régimen, enviando un claro mensaje contra la polarización sectaria. Al mismo tiempo, ahí se inició una trayectoria en la que Sarut se vería en el exilio, en todos sus dichos, hechos y cantos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A finales de 2011, Sarut ya había presenciado el entierro de muchos de sus compañeros e hijos de Al-Bayada, y también había perdido a su hermano mayor, así como a varios familiares y amigos en una de las incursiones violentas de los miembros de la seguridad del régimen en el barrio. Los primeros meses del año 2012 fueron los de la transformación definitiva hacia la militarización y los que presenciaron una combinación de enfrentamientos armados que lograron liberar muchos barrios de Homs de las manos del régimen, y de multitudinarias manifestaciones que parecían más bien celebraciones carnavalescas, en las que solía aparecer Sarut con canciones y cantos que se convirtieron en hitos fundamentales de la revolución, como los famosos “Janna, ya watanna” (Querida patria, eres un paraíso) y “Hanin lil-hurriya hanin” (Añoro la libertad, la añoro), que quedaron ligadas a su nombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Homs se convirtió progresivamente, pues, en un escenario de guerra abierta en muchos de cuyos barrios las milicias leales al régimen cometieron matanzas sectarias horribles, en las que utilizaron armas blancas para ejecutar a los civiles. El ejército del régimen también lanzó ataques e incursiones violentas contra los barrios rebeldes utilizando misiles, artillería y tanques, y posteriormente, aviones, logrando así dominar parte de ellos, entre los que se encontraba Al-Bayada, que había sufrido la destrucción de amplias zonas y la mayoría de cuyos habitantes se habían visto obligados a marcharse. En paralelo, se iba imponiendo un asedio gradual sobre el resto del barrio mediante el corte de carreteras y las vías de evacuación naturales, ya fuera de forma directa o por medio de francotiradores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En la primavera de 2012, quedó claro que el régimen pretendía, por medio de la violencia generalizada, matar y forzar el desplazamiento del mayor número de habitantes posibles de los barrios revolucionarios y aislar y asediar las zonas que no podía controlar militarmente. En algún momento en aquellos cruentos días, mientras continuaba cantando y lanzando proclamas en las manifestaciones, Sarut tomó las armas en las filas de un grupo militar que se denominó “Brigada de los mártires de Al-Bayada”, y tomó parte en los intentos de recuperar el barrio de manos del régimen, recibiendo un tiro en el pie.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A mediados de junio de 2012, el régimen había logrado prácticamente rodear todos los barrios de la Ciudad Vieja, que solo permanecían unidos al mundo exterior gracias a unos pocos caminos blanco de los francotiradores y que no servían para garantizar un suministro suficiente de alimentos, medicinas y munición. Así comenzó lo que pasó a llamarse el asedio de la Ciudad Vieja de Homs, ciudad que había perdido a centenares de sus hijos e hijas en la violenta represión y las batallas, y decenas de miles de cuyos habitantes de los barrios centrales se habían desplazado a otras zonas de Homs, Siria y el mundo, bajo el peso de las bombas. Asediados quedaban algunos miles de civiles y varios centenares de combatientes.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Abdelbasit y sus compañeros intentaron romper el asedio en repetidas ocasiones sin éxito, tomando posteriormente la decisión de salir de Homs con algunos de sus compañeros a través de los túneles y redes de alcantarillado, rumbo a la zona rural al norte de la ciudad, esperando conseguir allí la ayuda necesaria para romper un asedio que era cada vez más firme. Khaled Abu Salah, activista político homsí, dice que Sarut “quería lograr la ayuda militar suficiente para romper el asedio en el mejor de los casos o, al menos, conseguir la comida y munición necesarias para enfrentarse a él, pero sus intentos fueron en vano y ni logró la ayuda necesaria, ni parecía que hubiera nada que él pudiera hacer desde el exterior para romperlo”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En otoño de 2012, Sarut decidió, junto a unos compañeros, que era necesario romper el asedio de la forma que fuera o, al menos, regresar al interior de Homs para participar en la resistencia al mismo, en un momento en que el régimen había descubierto todos los túneles y los había cerrado. Abdelbasit libró con algunas decenas de compañeros una batalla suicida en la que no pudieron lograr romper el cerco. Muchos combatientes cayeron y Sarut tuvo que vivir el duelo de su segundo hermano, además de resultar él mismo herido de bala en el pie nuevamente. La película “Regreso a Homs” de Talal Derki da testimonio de esos días. Al final de la misma, Sarut aparece tumbado en una cama, despertándose de la anestesia tras una operación. En ese limbo entre la consciencia y la inconsciencia debido a la anestesia, grita de forma trágica pidiendo a quienes lo rodean que no dejen que la sangre de los mártires se derrame en vano y repitiendo que no quiere nada más en esta vida que romper el asedio: “Matadme en cuanto abráis el paso a la gente”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Terminado el invierno y después de que su pie se curara, Sarut y sus compañeros volvieron a intentarlo, logrando en la primavera de 2013 romper el cerco y regresar al corazón del asedio, pero sin poder abrir camino al traslado de personas, alimentos y munición. Después de eso, el asedio se volvió más firme y duro, hasta el punto de que los asediados se alimentaban de hojas de árboles y carne de gatos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Sarut no dejó de cantar y combatir en ningún momento y desde el interior de la Homs asediada se difundían múltiples vídeos en los que se le veía cantar durante las veladas junto a sus compañeros de armas. Quizá el más famoso sea el de la canción “Li-ajl oyunek ya Homs” (En honor a tus ojos, Homs”). En ese período también empezaron a aparecer más y más en sus canciones y conversaciones expresiones relacionadas con el universo simbólico del salafismo yihadista y expresiones con dimensiones claramente sectarias, en lo que parecía un acercamiento a los círculos yihadistas que estaban en ascenso en todo el país, especialmente tras la decepción general posterior a la matanza con armas químicas en Al-Ghouta y el colapso del marco nacional de la lucha en Siria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Desde finales de 2013, comenzó a hablarse de una negociación que sacaría a los combatientes y civiles asediados de Homs por medio de un acuerdo con el régimen, idea a la que Sarut y sus compañeros de la brigada de los Mártires de Al-Bayada se oponían. Sin embargo, su rechazo no fue meramente verbal, sino que se materializó claramente en la conocida como “batalla de los molinos a finales de diciembre de 2014 cuando los combatientes cavaron un túnel en dirección a los molinos” cuyo objetivo era romper el asedio o, al menos, transportar bolsas de harina al corazón de los barrios asediados.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Dicha intentona suicida acabó en gran tragedia: la operación fracasó y cayeron más de sesenta jóvenes combatientes de los Mártires de Al-Bayada, entre ellos, otros dos hermanos de Sarut, que había perdido en total a cuatro de ellos a manos del régimen. Así fracasó el último intento de romper el asedio, sobre el que se hicieron muchos comentarios relativos a traiciones en el interior de los barrios asediados de Homs y entre las facciones de la zona rural septentrional de Homs, a las que se acusaba de no haber hecho lo suficiente para romper el asedio. Sarut apareció posteriormente en un vídeo rechazando acusar a nadie e invitando a superar unos errores que no especificaba, así como llamando a la unidad de filas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Posteriormente, Abdelbasit apareció en muchos vídeos en los que rechazaba la idea de salir de Homs, considerando que todo ello era resultado de la traición del mundo entero, incluidas las facciones opositoras que estaban negociando las condiciones de la salida. A mediados de febrero de 2014, apareció en un vídeo rodeado de un grupo pequeño de gente gritando contra la idea de la negociación, la salida de Homs o la firma de cualquier pacto con el régimen. Dicho vídeo sirve como síntoma de los grandes cambios que estaba experimentando el joven, en permanente duelo por su ciudad, sus hermanos y sus compañeros. En el vídeo solo aparecen banderas salafistas blancas y negras y todos se encomiendan al cielo exclusivamente para salvar a Homs de la caída y el exilio forzado. Además, se insiste en que Homs no debe seguir el camino de otras zonas que habían firmado treguas con el régimen, como Berzeh y Moaddamiya, cerca de Damasco.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En mayo de 2014, menos de tres meses después de ese vídeo, los autobuses verdes del régimen ejecutaban la primera operación de exilio forzado en Siria y vaciaban Homs de aquellos combatientes y civiles que aún quedaban en ella, enviándolos a la zona rural de Homs más al norte. Sarut no aparece en ninguna imagen ni vídeo de los muchos que se grabaron durante la salida de civiles y combatientes, y parece claro que finalmente había capitulado obligado ante la idea de marcharse, una vez que la mayoría de los asediados lo había hecho, no teniendo otra alternativa que la muerte por inanición, o por impacto de bala o proyectil.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Unas horas antes de la salida, Sarut había hablado en un vídeo publicado posteriormente, con una tristeza y devastación que no se habían visto antes, diciendo que tenía un reproche que hacer al Frente de Al-Nusra y Daesh. Aun considerando que tenían los mismos objetivos que los asediados, les afeaba que algunos sectores de ambas organizaciones tachasen a los revolucionarios de Homs asediados de “drogadictos e infieles”, utilizando expresiones como que Homs no debía abandonarse para que la habitaran “los alauíes, los cristianos, los chiíes, los libaneses y los iraquíes”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Este vídeo dice muchas cosas sobre las que conviene detenerse. La primera es que, si Al-Nusra y Daesh acusaban a Sarut y sus compañeros de infieles, eso significa que no se habían unido a dichas organizaciones, y que Sarut tenía un objetivo central, que era derrocar al régimen por la fuerza, algo que expresó en ese y otros vídeos, diciendo que rechazaba “la politización”, refiriéndose con ello a su rechazo a unirse a cualquier facción que tuviera un proyecto distinto de luchar contra el régimen. Sin embargo, en contrapartida, parece claro que Sarut estaba inmerso en el discurso de las fuerzas islamistas y salafistas, incluidos los esfuerzos por hacer prevalecer la legislación de Dios sobre la tierra, según dijo en el mismo vídeo. Del mismo modo, quedó claro que había comenzado a percibir el conflicto con el régimen como uno religioso y sectario, en el que todos “los musulmanes” debían aliarse y apoyarse, incluidos Al-Nusra y Daesh, como también expresó en dicho vídeo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante su estancia en la zona rural septentrional de Homs, pasó por varias localizaciones: Al-Dar al-Kabira, Rastan, etc. Puesto que la zona rural también estaba asediada, la situación de las facciones en su interior era especialmente complicada. Samer al-Homsi, activista de comunicación en la región de Al-Houla, en esa zona de Homs, comentó a Al-Jumhuriya que: “Los combatientes sufrían una enorme carencia de armas: no tenían suficiente armamento pesado para enfrentarse al del régimen, mucho más numeroso, que nos asediaba por todas partes. La toma del control por parte de Daesh de la zona de Aquirbat, en el desierto al este de la zona rural septentrional de Homs, le permitió introducir dinero y armas a sus pocos miembros allí”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Poco antes de eso, Abdelbasit había participado en la fundación del Batallón de Homs, una facción que portaba la bandera de la revolución y carecía de orientaciones ideológicas, según Khaled Abu Salah, activista político de Homs y amigo de Sarut, que añadió que en aquel momento el objetivo de este último era: “Regresar para liberar Homs, pero las difíciles condiciones y la inefectividad de las facciones de la zona rural en este sentido lo obligaron a él y su grupo a actuar en solitario y lanzar operaciones relámpago contra las fuerzas del régimen en las afueras de la región para apoderarse de armamento y continuar la lucha”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En ese momento, según Khaled Abu Salah, alguien se puso en contacto con Sarut y le prometió armas a cambio de rendir pleitesía al “Estado” (Islámico), algo a lo que Sarout se mostró dispuesto, tal y como él mismo confirmó en más de una ocasión, a condición de que ello fuera exclusivamente para enfrentarse al régimen, algo que se conoció como “pleitesía de la lucha”, un concepto que se extendió entre las facciones sirias y que significaba que dicha pleitesía se limitaba exclusivamente a la colaboración en la lucha contra el régimen, sin integrarse en el cuerpo de la organización ni en su proyecto político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La relación entre ambos bandos no duró más que unas semanas, tras las cuales Sarut rompió su relación totalmente con esa persona y todas las partes que habían anunciado su disposición a rendir pleitesía a la organización del Daesh en la zona rural septentrional. A esto, añade Khaled Abu Salah: “Cuando los juristas de la organización del Estado (Islámico) entraron en dicha zona posteriormente, exigieron a Sarout que rindiera pleitesía a la organización, pero él se negó y adoptó una postura muy dura contra ellos”. Posteriormente, anunció la independencia de la brigada Mártires de Al-Bayada de cualquier organización o facción en un vídeo grabado en agosto de 2015. Más adelante, y mientras estaba en Estambul tras su salida de la zona y de Siria, Khaled Abu Salah grabó un largo encuentro con él en el que esclarecía todos los puntos grises de la historia. En él dijo que se había retractado de la idea de rendir pleitesía cuando hubo comprendido que el proyecto del Daesh era gobernar a los habitantes de la región y no enfrentarse al régimen, y cuando vio cómo se excedían y cometían errores (no especificados) miembros cercanos a la organización o considerados pertenecientes a ella. También comentó en un encuentro con el canal Orient TV a comienzos de 2018 que se había retractado después de saber que la organización venía a “luchar contra los revolucionarios, los musulmanes y las personas que estaban conmigo bajo asedio”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Aunque negó haber rendido pleitesía, Sarut tuvo que enfrentarse al hostigamiento de las facciones de la zona, especialmente el Frente de Al-Nusra, que desembocaron en una campaña contra su brigada en la que murieron nueve de sus compañeros en noviembre de 2015 y culminaó con la salida de Sarut de la zona rural septentrional de Homs, y finalmente de Siria hacia Turquía, a principios de 2016. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En Turquía, Sarut estuvo entre Gaziantep y Estambul donde participó en manifestaciones de apoyo a Alepo, cuyos barrios orientales habían sido cercados por el régimen, que también había iniciado los ataques contra ella y el exilio forzoso de su población a finales de 2016. Khaled Abu salah dice que Abdelbasit no quería quedarse en Turquía, pero que las amenazas de Al-Nusra de detenerlo le impedían volver. “Tras la caída de Alepo en manos del régimen, las manifestaciones volvieron al norte y Abdelbasit y yo regresamos a Siria y participamos en ellas. Aunque muchas personalidades conocidas de Homs me ayudaron a mediar con las facciones, Ahrar al-Sham y el Frente de al-Nusra estaban obcecados en detenerlo”. Y de hecho, unos meses después de su retorno a Siria, una ronda de Tahrir al-Sham (anteriormente Al-Nusra) lo detuvo y lo mantuvo en régimen de aislamiento durante 37 días, hasta que lo pusieron en libertad gracias a una mediación, según Abu Salah.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A su salida del centro de detención de Al-Nusra, Abdelbasit decidió viajar con algunos de sus compañeros del primer grupo, la brigada de los Mártires de Al-Bayada, a la zona rural septentrional de Hama, para establecer cuarteles en los frentes, el punto más cercano a Homs al que podía llegar. Abdelbasit y sus compañeros participaron en muchas batallas junto a otras facciones, pero de forma independiente, hasta que en los últimos días de 2017 se unieron al Ejército de Al-Izza (el orgullo, la dignidad), una de las facciones del Ejército Sirio Libre activa en la zona rural septentrional de Hama. Abu Salah explica a Al-Jumhuriya que: “Abdelbasit decía que esta facción no tenía sedes de seguridad ni cárceles (…). Nosotros no gobernamos a los civiles, sino que los defendemos”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Parece que la decisión de Sarut de unirse al Ejército de al-Izza suponía una continuación de su trayectoria marcada fundamentalmente por el objetivo de derrocar al régimen sirio. El Ejército de Al-Izza es conocido por haberse negado a luchar contra las otras facciones contrarias al régimen, incluidos Daesh y el Frente de Al-Nusra, y por no pretenderdominar a la población o gobernarla en las zonas en que está o ha estado desplegado. Si bien tiene una tendencia y un discurso islamista claro, se ha mantenido comprometido con la bandera y la denominación de Ejército Libre hasta el momento. Además, se trata de una facción que ha insistido en múltiples ocasiones en su rechazo a los acuerdos de Astaná y Sochi entre Rusia y Turquía, aunque en la práctica los haya acatado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Los cantos y las proclamas no abandonaron nunca la vida de Sarut, pues unas veces aparecía recitando poesía para animar a sus compañeros de armas en los frentes, y otras, cantando o lanzando proclamas entre los manifestantes de Ma’arrat al-Nu’man y otros lugares. Hasta los últimos instantes de su vida, no dejó de hacer todo lo posible para enfrentarse al régimen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Durante las últimas batallas que se libraron en las zonas rurales septentrionales y occidentales de Hama, Sarout estuvo en el frente junto al Ejército de al-Izza y apareció en un vídeo hablando de los avances de las facciones opositoras en Tell Malah. Khaled Abu Salah cuenta que: “Tras la liberación de la región entre Tell Malah y Al-Jabbin, Sarut recibió, mientras estaba en el frente, la noticia de que un grupo había sufrido los bombardeos contra la retaguardia, por lo que decidió coger el coche para auxiliarlos. Cuando puso el motor en marcha, un proyectil impactó contra el lugar, aunque nadie resultó herido. Al ponerlo de nuevo en marcha, llegó otro proyectil, que hirió a Sarout en el vientre, la pierna y el brazo, por lo que fue atendido en el punto médico de Khan Sheijun”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Quienes lo auxiliaron quisieron trasladarlo al hospital de Al-Dana, en la zona rural al norte de Idleb, pero sufrió una grave hemorragia que les obligó a detenerse en Ma’arra, insistiendo en transfundirle sangre y después llevarlo a Al-Dana. Abu Salah dice que se pudo controlar la hemorragia en el hospital y se le pudo estabilizar, por lo que lo trasladaron el jueves 6 de junio, a través del paso fronterizo de Bab al-Hawa al hospital de Rihaniya, y después a Antakia, en Turquía. Sin embargo, su situación empeoró, algo que Abu Salah atribuye a sus continuos traslados y su fuerte hemorragia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">La mañana del 7 de junio de 2019, Abdelbasit Sarut caía mártir a causa de las heridas, concluyendo con su muerte una corta y épica vida plagada de transformaciones, batallas y sangre. Su cuerpo fue trasladado al interior de Siria y enterrado en Al-Dana, en la zona rural de Idleb. Los dolientes cargaron el cuerpo del mártir Sarut sobre sus hombros, acostumbrados a llevar su cuerpo vivo para que dirigiera las proclamas y cánticos de los manifestantes. En vez de gritar a su lado, como de costumbre, lanzaron proclamas por él mientras lo enterraban lejos de Homs, ciudad cuyo asedio había luchado por romper durante los últimos años de su vida, con el deseo de volver a ella después del exilio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">*****<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de que la vida de Sarut muestra una fuerte impulsividad y una eterna disposición a enfrentarse a la muerte sin pensarlo dos veces, su misma vida nos indica también que los últimos años de su vida no fueron una precipitación a ciegas hacia la muerte, sino que todo fue fruto de una decisión consciente de aceptar el desafío hasta el final. Su revolución tenía un camino marcado y no se trataba de una mera explosión de emergencia. En este sentido, Sarut fue dueño de su destino y caminó por los derroteros que lo hizo partiendo de una combinación de pensamiento e impulsos, y la prueba de ello son los largos meses que pasó herido, por ejemplo, en la zona rural de Homs, para regresar de nuevo y hacer lo mismo que había provocado sus heridas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Lo que pretendemos con esto es señalar que muchos de los argumentos de defensa de Sarut y su vida se han basado en su “simpleza”, y en decir que las circunstancias lo llevaron, obligado y no por elección, por el camino que siguió. Sarut no era simple, si con ello nos referimos a que no comprendía el significado ni las dimensiones de lo que hacía y decía, y tampoco es cierto que no eligiera su camino, pues a pesar de la tremenda dureza y dificultad de las circunstancias objetivas, la voluntad interacciona con ellas y elige su camino de entre las opciones disponibles, sean muchas o pocas. Las condiciones en las que vivió Sarut no eran solo las suyas, pero su destino y su camino no fueron el destino y el camino de todos los que vivieron con él las mismas circunstancias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">No obstante, también es cierto que Sarut carecía de la preparación teórica y de pensamiento suficiente que le ayudara a expresar sus ideas, o a pensar de forma sistemática sobre sus circunstancias y tomar las decisiones en base a ello. Incluso cuando se acercó al discurso salafista, el núcleo de sus palabras siguió girando en torno a las ideas del “valor”, el “honor”, la “autodefensa y la defensa del honor y la sangre”. La carencia de preparación mental se muestra también en su continuo “rechazo a la politización” y otras expresiones del tipo “a nosotros nadie nos va a politizar”. La vida del mártir y sus dichos indican que se refería al rechazo a la negociación con el régimen y a insertarse en cualquier proyecto de gobierno y administración de la vida de las personas antes de derrocar al régimen. Sin embargo, en el núcleo de esta postura suya hay una política clara, que es a fin de cuentas lo contrario del “rechazo a la politización”, cuando se muestra como una disposición a identificarse con cualquier parte que considere al régimen un enemigo también, independientemente de lo ostentosamente claro que sea su proyecto político, como en el caso de Daesh y Al-Nusra. La “politización” para Sarut era considerar todo lo que no fuera el único objetivo -destruir el régimen asadiano- “caminos tortuosos”, en un radicalismo unidireccional, en el cual solo había una batalla claramente definida y justificada y un único enemigo completa y definitivamente determinado, mientras que todo lo demás eran “distracciones” que había que rechazar. Se trata de una forma de pensar similar a las teorizaciones de la mayoría de movimientos radicales contemporáneos en toda su variedad, que ven en EEUU, Israel o el capitalismo mundial al “Leviatán”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">¿Es esta una justificación o apología velada del discurso, las expresiones o las posturas adoptadas o expresadas por Abdelbasit Sarout, cuando muchos revolucionarios sirios rechazan –entre ellos, quienes escriben estas líneas- su discurso transigente o positivo sobre Daesh y el Frente de Al-Nusra en algunos momentos, y sus expresiones insufladas de sectarismo? De ninguna manera, del mismo modo que no supone criminalizar a quienes consideran que tales aspectos no pueden pasarse por alto, o quienes creen que el posterior esclarecimiento por parte de Sarut de todas las ambigüedades no es suficiente. Ese es “nuestro problema” con él y ojalá no estuviéramos sometidos a la criminalidad asadiana y Abdelbasit estuviera vivo entre nosotros, para discutir con él un día estos temas a fin de que se retractara y disculpara o, simplemente, no hubiera entendimiento alguno. Nos han privado, tanto a nosotros como a Abdelbasit de esto también.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Para ser justos con la historia y el país, con la muerte, la destrucción y el dolor, debemos rechazar centrarnos en esas etapas aisladas de su coyuntura y su contexto y negarnos a repetirlas compulsivamente como si se tratara de la historia de Sarut al completo o incluso toda la historia de la revolución siria según la presentan Asad y sus apologistas. ¿Es el problema de los asadistas, del periódico libanés Al-Akhbar, de los medios de Putin o de los que han dirigido la campaña electrónica para borrar todo contenido positivo sobre Sarut en Facebook que Sarut hiciera una declaración extremista en un momento determinado o que izara esta u otra bandera o que soltara ese insulto sectario? Claro que no. Su problema con él es que se levantó contra Bashar al-Asad, que es el mismo problema que tienen con todos nosotros, los activistas pacíficos y los combatientes, los sectarios y los patriotas demócratas. Y ese es su problema con la revolución siria en su conjunto, con todo lo que comprende y todo lo que conlleva.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 16.866666793823242px; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Parece que el martirio de Sarut ha abierto hoy una ventana hacia nuestra memoria del 2011, de nosotros mismos y de nuestras percepciones de aquel entonces, un entonces que nos cambió a todos, un entonces en que sentimos que éramos dueños de nuestro destino y de nuestras elevadas y roncas voces. Y precisamente por eso, porque Sarut es un símbolo de ese entonces, los asadistas y sus protectores intentan privarnos de él y de ello. La campaña del régimen y sus aliados para borrar la vida de Sarut y las publicaciones sobre él es indicativa de su pánico ante la revolución al completo, y de que son plenamente conscientes de la importancia de librar la batalla de la narrativa. Frente a eso, no podemos más que seguir insistiendo en librar esa batalla y certificar sus detalles con todo el amor y la imparcialidad que podamos, para proteger nuestra memoria, a nosotros, al 2011 y a la revolución siria contra el régimen asadiano, y para proteger a Siria.</span></div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-14553582680618467352019-05-31T03:39:00.002-07:002019-05-31T03:39:30.683-07:00Oliver Atom o el "líder padre"<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
Texto original: <a href="https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=10156641391783409&id=754413408">Al-Hayat</a><div>
Autor: Roger Asfar</div>
<div>
Fecha: 15/05/2018</div>
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<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Anoche se celebró la gala de entrega en diferentes categorías del Premio Samir Kassir a la Libertad de Prensa en Líbano. Roger, un buen amigo, ganó el premio al mejor artículo de opinión con este texto, agradeciendo, en su discurso,a la revolución siria la inspiración, y recordando que, "a fin de cuentas, nosotros permaneceremos y él caerá". En homenaje a Roger, hemos decidido publicar la traducción del texto.</span></i></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQbniC01nOwX_t2_xs6FQ2BlOevNsU5YESW0Vzif0R9k18MVJ1_EgOyQ1w5F_EevGzCWjfN2ntfNHW7yBuxiahRTXhYD4YQYMuBTWo34hbZzAQDmL8y2g9SJZsrDOnVeGhY4Ms9NXrIilb/s1600/FB_IMG_1559299084672.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="510" data-original-width="720" height="282" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQbniC01nOwX_t2_xs6FQ2BlOevNsU5YESW0Vzif0R9k18MVJ1_EgOyQ1w5F_EevGzCWjfN2ntfNHW7yBuxiahRTXhYD4YQYMuBTWo34hbZzAQDmL8y2g9SJZsrDOnVeGhY4Ms9NXrIilb/s400/FB_IMG_1559299084672.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<i><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></i></div>
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<br /></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Cuando Asad, sin su cachorro, era “nuestro héroe” secreto también.</span></div>
<div>
<br style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;" /><div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Hubo una época en que los personajes principales de los programas infantiles eran los héroes de muchos niños sirios: Oliver Atom, de la serie “Campeones”; Ícaro, de “Goleadores”, el pescador Sanpei; y Mowgli, el niño de la selva. No resultaba sencillo escoger a tu héroe particular de entre los dibujos animados que se emitían en Siria, pues muchas de las series parecían inspiradas en alguna novela trágica del ruso Máximo Gorki, en la que un niño deambulaba buscando a su familia perdida o una niña se quedaba huérfana y, sumida en la pobreza, se convertía en blanco de los abusos de la directora del colegio.</span></div>
</div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Los héroes de las historias que habían hecho las delicias de nuestras abuelas jugaron también un papel clave en el la conformación de la imaginación y el disfrute de los niños: el sabio Hasan, Antara ben Haddad, etc. Sin embargo, y a pesar de que ocupaban un lugar destacado en la educación de esos niños, los “héroes” religiosos, como los profetas, se perfilaban como seres al margen de la realidad, por lo que, tal vez, se situaban en una posición por encima de los héroes.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Por otra parte, en la vida real, lejos de los dibujos y los personajes imaginarios y sagrados, antes de esta era nuestra de las redes sociales, nuestras opciones, como niños en Siria, eran bastante poco variadas, pues la imagen del presidente luchador estaba en todas partes: en clase sobre la pizarra, en la calle, en los edificios gubernamentales, en tu casa entre tus libros y cuadernos escolares… No había escapatoria. Era el héroe que se te imponía por artículo 33. Poco después, se colaron en el imaginario de aquellos que nacimos a finales de los setenta y principios de los ochenta del siglo pasado las imágenes de Basel, el hijo del líder luchador, que nos miraba desde lo alto, a lomos de su caballo o con sus solemnes gafas de sol de tipo Ray-Ban y su atuendo militar moteado, muy distinto de la ropa arrugada de los soldados que veíamos a pie de carretera.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Mi tío</span><span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"> materno, que era un obseso de la música y tenía una personalidad misteriosa a la par que cariñosa, tenía relación con Basel, al que se le añadía por aquel entonces el artículo determinado, que lo convertía, por el significado de su nombre en “El Valiente” (Al-Basel). Mi tío no dejaba de alabar su personalidad en casa, mientras que, en la escuela, en las clases de plástica, era habitual la tarea de dibujar al Líder y a Basel. Ha de reconocérsele al régimen del líder luchador que no nos reprendiera por deformar su aspecto en nuestros intentos, cargados de buena intención, de dibujarlo. Aún hoy recuerdo la letra y melodía de las canciones que llevo quince años sin escuchar, como si las hubiera escuchado ayer mismo: “Abu Basel (el padre de Basel) es nuestro líder, oh tú con tu frente alta, mantienes en paz y proteges nuestro país de los peligros de la noche”. Ahora bien, puedo decir con orgullo que mis intentos artísticos eran muy limitados, pues solían estrellarse al intentar dibujar la frente alta [1]. Digamos que las gafas Ray-Ban y el traje moteado eran más sencillos.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Basel “cayó mártir” en un accidente que conmovió a muchos. Creo que mi tío lloró mucho, mientras que nosotros, naturalmente, nos alegramos por no tener clase durante varios días de forma inesperada, aunque nos prohibieron cualquier expresión de alegría infantil. En el patio del colegio, entonamos melodías populares mientras nuestros dos compañeros, Basel y Bashar, se subían cada uno a hombros de otro compañero y lanzaban vítores, que repetimos con ellos: “No sufras, no dudes: Basel se ha marchado, pero aquí llega Bashar”. Apenas habían pasado tres días del “martirio” de Basel, y estábamos en cuatro de primaria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Unas semanas</span><span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"> después, se plantó un pequeño olivo en un rincón ciudadosamente preparado para ello, a cuyo lado se colocó una losa de mármol con la siguiente expresión: “El árbol de la eternidad del mártir Basel”.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Un tiempo después, durante un campamento de scouts en un pueblo cercano de Wadi al-Nasara (Valle de los Cristianos), fuimos a jugar al patio de la escuela pública y allí, como siempre, había una placa con la fecha de inauguración de la escuela y una alababa a semejante don del líder padre. Como de costumbre, en la placa se había incluido un perfil de metal en relieve del busto del líder padre, siempre omnipresente. No sé qué me empujó a destapar el marcador y dibujar una marca roja en el ojo del líder eterno… Tal vez fuera un intento de romper la dictadura del color gris en la cabeza que ya acusaba el paso del tiempo en el patio de la escuela. Volvimos a nuestro campamento base después de un largo día de salida por el valle. Al día siguiente, mi monitor me llamó temblando: “¿Qué has hecho?” Se me había olvidado por completo, y me lo tuvo que recordar: no supe cómo justificarlo.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">En tercero de secundaria, mis profesores se dieron cuenta de que tenía una excelente dicción, por lo que siempre me encomendaban la tarea de escribir los discursos y leerlos en las festividades o conmemoraciones nacionales frente a los estudiantes de secundaria y bachillerato. Dichas festividades eran los aniversarios del “bendito Movimiento Correctivo”[2], “la guerra de liberación de octubre”[3], “el nacimiento del colosal partido”[4], etc. Solía leer el discurso subido a una especie de plataforma elevada sobre los estudiantes en una plaza a medio camino entre la arquidiócesis y la iglesia. Mientras yo leía desde la sombra, los demás estaban al sol, entre ellos, mi hermano mayor y sus amigos. Era habitual que los estudiantes me interrumpieran, cada vez que se mencionaba el nombre del líder eterno, con aplausos y vítores. Mi hermano y sus amigos, por diversión y ganas de armar barullo, me interrumpían prácticamente cada diez segundos, aunque no hubiera mencionado las palabras mágicas, gritando: “Sacrificamos nuestra sangre y nuestra vida por ti, Hafez; Hafez al-Asad es el símbolo de la revolución árabe”. Sabían que ningún profesor ni miembro de la dirección, ni siquiera el sacerdote encargado, se atreverían a reprenderlos.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Por mi parte, no tenía otra forma de vengarme más que alargando mi discurso todo lo posible con alabanzas al líder padre luchador y la enumeración de sus proezas y bondades para mantenerlos al sol el mayor tiempo posible.</span></div>
<div>
<br /></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Tres años después de ese campamento, fuimos a otro. Pasamos la noche en vela conversando sobre quién era el ejemplo a seguir de cada uno de nosotros y por qué. Cuando llegó mi turno, dudé unos instantes antes de decir: “Hafez al-Asad”. Justifiqué mi respuesta haciendo alusión al libro de Patrick Seale sobre la vida del líder luchador: cómo había salido de un entorno modesto en el que se privó de muchas cosas para llegar a lo más alto de la pirámide del poder en el país… Estaba de veras maravillado por él y era mi héroe, aun cuando tenía una vaga idea entonces de su “otra cara”.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Hafez al-Asad, y a veces Basel y Bashar, eran, consciente o inconscientemente, los héroes de muchos de nosotros, lo entendiéramos o no. Miro hoy a mi alrededor y observo a la mayoría de opositores al régimen sirio: instituciones y organismos de la oposición política, facciones y milicias militares opositoras, con toda su diversidad, las muchas –montones- de organizaciones e instituciones de “la sociedad civil” siria y nuestros comportamiento en las redes sociales… ¿Después de 7 años, se han creado o generado modelos de autoridad, gestión o trato distintos del asadiano baazista?</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Aguerridos opositores que se vuelven asadistas en cuanto se menciona al otro, ya sea representante de un país como Líbano, por ejemplo, o de una etnia, como sus conciudadanos kurdos. Directores de organizaciones civiles que hablan en nombre de la revolución y no saben hacer otra cosa que sembrar ojos y oídos por todas partes para redactar informes, discriminar, provocar y exigir lealtades personales… Y muchas otras cosas que es mejor no mencionar.</span></div>
<div>
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;"><br /></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-family: sans-serif; font-size: 12.8px;">Tanto Asad padre como sus hijos eran nuestros héroes, y parece que lo seguirán siendo –por mucho que nos empeñemos en negarlo y nos avergüence– hasta que llegue un día en que el cachorro que todos llevamos dentro salga de nuestro interior y entonces, solo entonces, nos liberemos de la carga de nuestros héroes.</span></div>
<div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;"><br /></span></div>
<div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Puede tratarse de un chiste con la prominente frente de Hafez al-Asad y el tamaño desproporcionado de su cabeza</span></div>
<div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Llegada de Hafez al-Asad al poder para “corregir” la deriva demasiado hacia la izquierda y pro-palestina del liderazgo anterior del Baaz.<br />[3] También conocida como guerra de Yom Kippur, contra Israel, en 1973.<br />[4] El Baaz se fundó 7 de abril de 1947. </span></div>
<div>
<br /></div>
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<br /></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-967788968350522902019-04-21T10:38:00.000-07:002019-04-21T13:46:24.152-07:00Cómo Bashar al-Asad nos ha arrebatado su Siria homogénea<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D9%83%D9%8A%D9%81-%D8%A7%D9%86%D8%AA%D8%B2%D8%B9-%D8%A7%D9%84%D8%A3%D8%B3%D8%AF-%D9%85%D9%86%D9%91%D8%A7-%D8%B3%D9%88%D8%B1%D9%8A%D8%A7%D9%87-%D8%A7%D9%84%D9%85%D8%AA%D8%AC%D8%A7%D9%86%D8%B3%D8%A9">Al-Jumhuriya</a></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autora: Sawsan Abou Zainedin</span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 18/04/2019</span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_0kaAEdn1vdhqZZyjhpMakz5o_2aYsrOayOPp_7aPX2KXzsS2ULZQItY0oc3UvpSmyvQkwYdLuebVJn1zWyvRmWhteOXUQaN-7TjayhE9eJ3gM4i2nvy-xysK415-CXhVHprJ5Knfidy6/s1600/swry_lmtjns_wbshr_lsd_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><img border="0" data-original-height="450" data-original-width="600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_0kaAEdn1vdhqZZyjhpMakz5o_2aYsrOayOPp_7aPX2KXzsS2ULZQItY0oc3UvpSmyvQkwYdLuebVJn1zWyvRmWhteOXUQaN-7TjayhE9eJ3gM4i2nvy-xysK415-CXhVHprJ5Knfidy6/s320/swry_lmtjns_wbshr_lsd_0.jpg" width="320" /></span></a></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Aliaa Aboukhaddour</span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Bashar al-Asad ha logrado tener su Siria homogénea. Lo dijo hace unos dos años, el 20 de agosto de 2017. Se lamentó apresuradamente por la pérdida de los “mejores” jóvenes del país y de una infraestructura que había costado “el dinero y sudor de varias generaciones”, pero tranquilizó a sus masas diciendo que había ganado una Siria “más sana y homogénea en el sentido literal, y no en el sentido retórico o en el lenguaje de los cumplidos”. Aseguró, además, que “la orientación futura de la política siria se basará en seguir luchando contra los terroristas y aplastarlos en todas partes, así como en las reconciliaciones nacionales que han demostrado su efectividad en sus diferentes formas”, y en “seguir con los contactos en el exterior y el mantenimiento de la economía, que ha entrado en la etapa de recuperación”.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Unos pocos meses después de ese discurso, Bashar al-Asad impondría el asedio a Al-Guta oriental en Damasco, “la aplastaría”, la destruiría y la dejaría reducida a escombros, atacaría a su gente con armas químicas, y los perseguiría barrio por barrio. Lanzaría ataques contra sus refugios, enviaría a sus tropas a tomar fotografías para el recuerdo con los rostros atemorizados en el interior de esos refugios, y después, “se reconciliaría con ellos”. Les daría a elegir entre el exilio forzado en sus autobuses verdes hacia el norte de Siria, al otro lado de la frontera de su Siria homogénea, o fusionarlos en su territorio, donde serían llevados a centros de acogida, donde serían detenidos y torturados hasta la muerte, y donde gritarían “en cuerpo y alma (nos sacrificamos)” por Bashar al-Asad, y después serían enviados a la guerra en su nombre y bajo su bandera… Lucharían para ampliar las fronteras de su Siria homogénea.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Bashar al-Asad había “aplastado” ya la zona histórica de Homs, Yarmuk, Daraya, el barrio Al-Waer de Homs, Moaddamiya, Al-Tall, Khan al-Sheikh, Alepo oriental, Wadi Barada, Zabadani, Madaya, Al-Qabun y Berze[1], y “aplastaría” después los barrios restantes del sur rebelde de Damasco, la zona rural norte de Homs y Daraa. “Se reconciliaría” con su gente ofreciéndoles sus dos alternativas, y después, pasaría a iniciar una nueva fase del diseño de sus fronteras en los frentes de Idleb, continuando su batalla por la imposición de la homogeneidad.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los investigadores especializados en urbanismo dicen que la imposición de la homogeneidad es una forma de exterminio, llamado urbicidio [2], en un intento de establecer un paralelismo con el genocidio desde una perspectiva urbanística. El urbicidio es uno de los nuevos tipos de guerra que se libran en nombre de las políticas de identidad. No es una guerra que se declare contra las ciudades en un intento de dominarlas geopolíticamente, sino una guerra que se libra por medio de las ciudades, que las manipula y que hace de sus calles, plazas, zonas residenciales y redes de suministro de electricidad y agua instrumentos que se amoldan para acabar con uno de los grupos que la habitan, diferente por razón de religión, etnia, nación o política, o incluso económica, con el fin de alcanzar una sociedad homogénea, en la que no hay sitio para el diferente. La imposición de la homogeneidad es una forma de exterminio.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333;">El concepto de urbicidio se introdujo inicialmente para referirse a los enormes proyectos de desarrollo urbanístico que derribaron los barrios de Nueva York desde los cincuenta del siglo pasado, dejando a su paso grandes núcleos de residentes trasladados forzosamente y despojados de su memoria urbanística: habitantes de viviendas irregulares o viviendas ilegales o, en el mejor de los casos, de zonas marginales antes de ser borrados de la faz de la tierra -como daño colateral- para dar servicio a zonas más importantes. A pesar de que el término estuvo en auge en los sesenta y setenta, tras escribir sobre él Ada Louise Huxtable en el</span><span style="color: #333333;"> </span><i style="color: #333333;">New York Times</i><span style="color: #333333;">en 1968 [3], se cree que lo acuñó Marshall Berman [4], que se refirió a las víctimas de estos proyectos de desarrollo urbanístico en 1987 así: “Son las víctimas de un gran crimen sin nombre. Pongámosle nombre ahora. Llamémoslo urbicidio: el asesinato de la ciudad”. [5]</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde entonces, se ha extendido el uso del concepto en varios lugares de la geografía mundial y en múltiples contextos, entre los más conocidos, la guerra de Bosnia, la guerra civil libanesa y las políticas israelíes contra los palestinos. El concepto se ha manifestado en estos contextos mediante diferentes prácticas, entre ellas, la que se basa en la dimensión material de las ciudades con su doble faceta destructiva y constructiva, así como lo que tiene que ver con la paralización de la vida en dichas ciudades. Lo que une a estas prácticas es su lógica política intrínseca y que pretende imponer la homogeneidad y acabar con el otro diferente que hace de la diversidad un peligro que amenaza a dichas ciudades.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde esta perspectiva, el discurso de Bashar al-Asad de 2017 fue una confesión velada de que su guerra en Siria era una forma de urbicidio. Se trata de un asesinato urbanístico en el que se militarizó la organización espacial de la ciudad de forma sistemática desde el primer día de la revolución -o incluso antes- para iniciar la guerra y escalarla, con el objetivo de preparar el territorio para una Siria homogénea tras la guerra. La Siria de la que se ha erradicado a todo aquel que impregnara su identidad con adscripciones religiosas, geográficas o agitaciones políticas, o incluso aquellos a quienes su clase social o situación económica no les permitiera adquirir un sitio propio en el país, sitio que sería ofrecido a los secuaces de la élite política, social o económica en forma de terreno en el que invertir.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La historia del urbicidio en Siria comienza con los muros recubiertos de las consignas “Asad o quemamos el país”. “El país” que el régimen quiere es un país definido por Asad. Las ciudades que decidan definirse por cualquier otra adscripción serán quemadas y serán testigo del asesinato que comenzará con sus casas, calles, plazas, redes eléctricas y terrenos, y terminará convirtiéndolas en parte del todo homogéneo, aunque sean ciudades fantasma.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El asesinato de los sitios: la destrucción arbitraria sistemática</span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No se puede decir que la ingente destrucción en Siria sea mero resultado de las operaciones militares, pues el volumen de destrucción y su expansión geográfica, lejos de los frentes y en el corazón de los barrios residenciales y sus centros de servicios, exclusivamente en los bastiones de la revolución, y en las zonas con dimensión estratégica política y económica -además del hecho de que la mayor parte de esa destrucción se ha producido mediante barriles explosivos, cuya destrucción es totalmente al azar, y no con armas de precisión en la selección de objetivos- sugiere que esta destrucción no es arbitraria ni ha sido un daño colateral de operaciones militares concretas, sino que es un instrumento de la guerra por la homogeneidad.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Homs, la mitad de la cual ha sido destruida, es un buen ejemplo. Se dice que el objetivo de la destrucción en dicha ciudad eran las zonas que estaban incluidas en un proyecto de planificación urbanística problemático que había sido planteado en 2007 por el gobernador de Homs en aquel momento, Iyad Gazal, denominado “el sueño de Homs” [6]. “El sueño de Homs” tenía por objetivo las zonas pobres, las de construcción irregular y las construcciones ilegales, además de algunas zonas del centro de la ciudad. El proyecto provocó una gran polémica entre los habitantes de la ciudad porque implicaba la posibilidad de que sus terrenos fueran expropiados y sus propiedades destruidas, y que se firmaran contratos inmobiliarios sospechosos so pretexto de desarrollar, expandir y modernizar el centro de la ciudad. Dichas protestas populares vinieron acompañadas de concentraciones y lemas que exigían a las autoridades locales “que no se abonen los jardines de Homs con la sangre de sus dueños”, haciendo referencia al hecho de que un agravamiento en la situación llevaría al derramamiento de sangre. A pesar de que las autoridades locales aseguraron a los ciudadanos que el proyecto no conllevaría la confiscación de sus tierras de forma arbitraria, en un intento de contener su enfado, el gobierno comenzó a expropiar terrenos en 2009, y continuó preparándose para implementar el plan hasta que se inició la revolución en 2011. Esta eventualidad conllevó la paralización temporal del plan y la destitución de Iyad Gazal, para intentar contener la ira hasta que se pudiera garantizar la seguridad.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Muchos de los habitantes de Homs consideran que la destrucción posterior de la ciudad era en realidad un intento de imponer disposiciones urbanísticas que revivieran el proyecto del “sueño de Homs”, pero en el contexto político, y de forma que se pudiera invertir en las exacerbadas divisiones sectarias, de clase y regionales. El asedio y vaciado sistemático de Homs de los años 2012 y 2014, por medio de violentas operaciones militares y acuerdos de exilio forzado en barrios que, en su mayoría, estaban incluidos en el plan de organización del “sueño de Homs” apoyan su hipótesis. El mapa de la destrucción sistemática en Homs [7] dibuja con claridad una curva que comienza por la esquina nororiental de la ciudad, cruza el centro de la ciudad y termina en la zona suroriental, pasando en su mayoría por los barrios de mayoría suní, paralelos a los barrios alauíes, que se han mantenido en gran medida “en buen estado”.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Bab al-Sibaa, Al-Qusur, Baba Amro y Al-Khalidiya son barrios de mayoría suní que han sido testigos de la misma narrativa de destrucción y exilio forzado. La batalla de Baba Amro en sí misma, que se prolongó durante un mes, provocó el exilio de más de 50.000 vecinos del barrio y dejó a su paso la demolición de 600 edificios, más de 200 de los cuales estaban totalmente destruidos. Mientras tanto, los barrios de Firdaus, Al-Ghuta y Al-Mahatta, donde se concentraba la mayor parte de apoyos del régimen y sus centros de seguridad se salvaron de la destrucción, salvo excepciones puntuales. Al-Khalidiya, uno de los barrios más destacados del “sueño de homs”, vivió la destrucción de más de 1.250 edificios y dos mezquitas, una de ellas la de Khaled ibn al-Walid, uno de los símbolos de la ciudad. En Bab al-Dreib, Bab Hud y Bab Tadmor, el corazón y centro comercial de la ciudad y uno de los barrios del plan “El sueño de Homs”, con su mayoría suní, vieron el derrumbamiento de más de 1.200 edificios, incluidos 15 mercados locales.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Para agravar la situación aún más, desde la recuperación por parte del régimen del control sobre estos barrios, no se ha permitido a sus habitantes regresar a lo que queda en pie de sus casas, más que en momentos muy determinados, exclusivamente para recoger aquellas pertenencias que aún estuvieran allí. En 2014 [8], los vecinos de Al-Hamidiya, Al-Qusur y Al-Qarabis pudieron regresar a sus casas, pero la ONU, bajo supervisión del régimen había comenzado únicamente la rehabilitación del barrio de Al-Hamidiya, de mayoría cristiana, mientras que había dejado fuera al resto de barrios. En 2015, el régimen anunció a través de sus medios oficiales que la reconstrucción de las zonas ilegales en Homs se realizaría según lo estipulado en “El sueño de Homs”, y de conformidad con el decreto 66 (que es problemático en sí mismo, como veremos más adelante), que ofrece el marco legal a dicha operación de construcción, reforzando la hipótesis sectaria, regional y de clase en la reconstrucción de Homs y su sueño.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El asesinato de las casas: destrucción sistemática</span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Entre los años 2012 y 2013, el Ejército Árabe Sirio irrumpió con sus buldócer y explosivos en los barrios residenciales que habían presenciado movilizaciones revolucionarias en Hama y Damasco, antes de tomar el control de los mismos y anunciar el fin del enfrentamiento. Siete barrios al completo, con una extensión de unos 200 campos de fútbol, habían quedado reducidos a escombros, y sus vecinos habían sido expulsados sin ningún tipo de aviso previo ni compensación. Los responsables del régimen declararon que dichos esfuerzos se enmarcaban en el contexto de los proyectos de desarrollo urbanístico para acabar con las viviendas ilegales en la zona, según un informe de Human Rights Watch [9], que había realizado una investigación sobre las operaciones de demolición sistemática. No obstante, una gran parte de los vecinos de dichas zonas poseían los documentos acreditativos de propiedad de sus inmuebles, lo que implica que solo había una razón detrás de dichas demoliciones, confirmada por el gobernador de Damasco, Husein Makhluf, que dijo en una entrevista en octubre de 2012 que dichas operaciones eran “necesarias para expulsar a los combatientes de la oposición”.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El barrio damasceno de Al-Qabun fue uno de esos barrios, 18 hectáreas del cual fueron destruidas en dos momentos diferentes: la primera en 2012, con el trasfondo de los violentos enfrentamientos entre el régimen y los combatientes de la oposición, y el atroz ataque que lanzaron las fuerzas del régimen contra el barrio, tras el cual logró recuperar el control del mismo. La primera operación de demolición duró 50 días, durante los cuales se destruyeron 1.250 locales comerciales y 650 viviendas en cada una de las cuales residían al menos dos familias. La segunda demolición se produjo en 2013 sin que se hayan podido certificar los detalles.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La organización Human Rights Watch concluyó que era imposible considerar estas operaciones como objetivos legítimos, incluso en un contexto de guerra. Las casas derribadas no eran objetivos militares, no se habían utilizado como refugios para los combatientes ni para planificar ni lanzar ataques, ni para almacenar munición o armas. Estas operaciones de demolición no pueden justificarse más que por razones preventivas o punitivas contra una parte de la población que el régimen consideraba un elemento amenazador, ajeno al tejido más amplio, que debía ser erradicado para imponer la homogeneidad. En resumidas cuentas, el asesinato aquí era el asesinato de los hogares. Hicieron la guerra contra las personas en sus casas y los erradicaron.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Del mismo modo que sucedió en Homs, la hipótesis del urbicidio fue corroborada por el hecho de que el consejo de ministros y las autoridades locales habían identificado partes concretas de Al-Qabun para reconstruirlas en abril de 2018. Esas partes no solo incluían las zonas destruidas de forma arbitraria entre 2012 y 2013, sino que incluían también otras zonas que el régimen había atacado en una nueva serie de operaciones de derribo: cerca de 35 hectáreas a lo largo de la autopista internacional entre 2017 y 2018; es decir, tras el último acuerdo de expulsión de Al-Qabun de mayo de 2017, cuando el barrio había quedado convertido en una ciudad fantasma. Esto constata que estas operaciones de demolición no eran únicamente un instrumento de castigo en la guerra por la imposición de la homogeneidad política, sino también parte de un plan más amplio destinado a preparar el terreno de cara a proyectos de reconstrucción que excluyeran a los propietarios de la tierra.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El régimen había cerrado el barrio por completo tras vaciarlo de su gente. En algunas zonas, todo movimiento quedó prohibido, mientras que se permitía a los habitantes entrar en otras zonas a condición de que entregaran sus carnés de identidad en los puestos de control, de que pagaran la tasa de entrada y de que salieran el mismo día en que habían entrado. Parece que el “código” que clasifica a los barrios entre prohibido y condicionado es variable: las clasificaciones de los barrios van cambiando según ciertas circunstancias que solo conocen los responsables del régimen, los únicos que pueden trabajar en la zona. </span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una mujer que fue expulsada a Idleb de acuerdo con el pacto de Al-Qabun contaba que uno de sus familiares logró entrar en la zona (pagando un soborno) para poder conocer en qué estado estaba su casa -que había dejado en perfectas condiciones y en pie cuando fue expulsada- tras varios meses, y que la casa estaba igual. Al año siguiente, su familiar volvió a entrar por el mismo motivo y, esta vez, se encontró su casa reducida a escombros. La propietaria no había recibido ninguna notificación de derribo ni compensación, a pesar de que su casa no se encontraba entre las viviendas irregulares. En cualquier caso, los responsables del régimen no se escudaron en los proyectos de desarrollo urbanístico para eliminar las viviendas irregulares como habían hecho antes, sino que justificaron las nuevas operaciones de derribo con la necesidad de dinamitar los túneles que los “terroristas” habían dejado en la zona.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En cualquier caso, la cuestión de las viviendas irregulares es en sí misma problemática en la guerra siria [10], pues se ha militarizado y utilizado de forma autoritaria. Las políticas del régimen de cara a estas zonas a comienzos del presente milenio oscilaban entre la “legalización y mejora de las viviendas” y su “desarrollo”; es decir, su derribo y reconstrucción. Sin embargo, según parece, la guerra inclinó la balanza hacia la segunda opción. Nada de legalizaciones en las viviendas irregulares o, más concretamente, en las viviendas irregulares de mayoría suní, que acogieron a la revolución en una de sus etapas y, por tanto, acogieron la mayor parte de la destrucción y las demoliciones.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El asesinato de las infraestructuras: la privación de la ciudad</span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La guerra por la homogeneidad no es exclusivamente una guerra de destrucción y demolición, sino que también es una guerra de manipulación y reconfiguración de las condiciones de vida. La guerra del pan, el agua, la electricidad y las medicinas, la guerra de las calles, los puntos de control, el asedio y la imposición de formas de movimiento, por medio de las cuales se han modificado las redes de las infraestructuras, las instalaciones y los servicios en las guerras de guerrillas lanzadas por el régimen y a las cuales accedieron las facciones armadas.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Como ejemplo, después de que el régimen tomara el control en 2016, Alepo, la ciudad que se encontraba dividida por las líneas de combate desde 2012, quedó vaciada de dos tercios de sus habitantes, que ascendían a cerca de tres millones antes de la guerra. Durante ese período, se destruyeron cerca de la mitad de sus viviendas y un 80% de sus comercios, según los cálculos de la ONU en 2017. La mayor parte de esta destrucción afectó a lo que pasó a conocerse como Alepo oriental, la sección de la ciudad cuyo control había perdido el régimen, y que en su mayoría estaba compuesta por barrios marginales que habían construido los emigrantes de las zonas rurales, que buscaban en la ciudad mejorar su situación económica. A esos barrios se dirigieron posteriormente los activistas desde las zonas de control del régimen en dicha ciudad.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El vaciado de Alepo de sus habitantes no fue un asunto arbitrario. En primer lugar, se centró en la parte de la ciudad que incluía los sectores económicos y políticos no deseados; y en segundo lugar, fue el resultado de una acción sistemática que no se limitó a la destrucción arbitraria de los edificios de las zonas rebeldes, sino que el objetivo fueron las instalaciones, los servicios y las infraestructuras.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las zonas que controlaba el régimen (llamadas Alepo occidental) no superaban el 35% de los barrios de la ciudad a comienzos de 2014. Sin embargo, la ciudad contenía más de 1.450 puestos de control[11], 1.050 de los cuales aproximadamente pertenecían al régimen, y que estaban distribuidos a lo largo de las líneas de combate y en el corazón de las zonas bajo su control en los barrios residenciales. Controles fijos y controles móviles que no se utilizaban simplemente como forma de imposición de las fronteras del régimen militarmente, sino que se usaban principalmente para filtrar el movimiento en las zonas bajo su control en busca de identidades con adscripciones “amenazadoras” o “no homogéneas”, y así erradicarlas. En el otro lado, los 400 puestos de control de las facciones opositoras se centraban fundamentalmente en las líneas de los frentes y las líneas de suministro principales, y no en los barrios residenciales.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las facciones opositoras adaptaron las calles de Alepo como arma en su guerra contra el régimen también. El ejemplo más claro tal vez sea el corte de la línea principal de suministro de los barrios de Alepo occidental después de que las facciones lograran tomar el control de Khanaser entre agosto y octubre de 2013. El precio de una bolsa de pan en Alepo occidental llegó a ser de 150 libras en aquel momento, aunque después volvió a estabilizarse en 15, tras una campaña militar del régimen en octubre cuyo objetivo era romper lo que llamó “el asedio”. En ese momento, la bolsa de pan en Alepo oriental costaba cinco veces más.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En contrapartida, la mitad de las panaderías de Alepo oriental quedaron paralizadas a comienzos de 2014. La mayoría había sido destruida sistemáticamente por los bombardeos del régimen. Mientras, en Alepo occidental, ninguna panadería dejó de funcionar debido a la guerra. Alepo oriental presenció las matanzas de las colas del pan que certificó Human Rights Watch [12]. Uno de los trabajadores de un obrador en Bab al-Hadid narró en el informe de la organización que el 21 de agosto de 2012 uno de los helicópteros del régimen estuvo durante horas sobrevolando la zona hacia la hora de apertura de tarde de la panadería. Había más de 200 personas haciendo fila cuando el helicóptero lanzó su proyectil cerca del horno, dejando decenas de cadáveres cubiertos de harina y polvo.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Alepo oriental, en aquel entonces, no sumaba más que unas 6 horas diarias de electricidad, tanto en los barrios cuyas redes de suministro eléctrico habían sido dañadas, como en los que permanecían en buenas condiciones. También se atacaron de forma sistemática y recurrente los puntos médicos de Alepo oriental [13], hasta que no quedaron más que 24 hospitales o centros, según las cifras de la ONU en agosto de 2016, de los cuales diez estaban cerrados, sin ningún médico trabajando en ellos. A finales de 2016, Alepo oriental fue vaciada de su población, que había sido privada de los medios de vida hasta que no quedaron más que 325.000 personas. Esos fueron los que presenciaron el asfixiante asedio y se enfrentaron a la más virulenta campaña militar, antes de que el régimen “se reconciliara” con ellos y los expulsara obligatoriamente en largas filas de autobuses verdes que observamos durante días, quedando Alepo como monopolio de aquellos que el régimen consideraba parte de la Siria homogénea.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las operaciones de rehabilitación comenzaron en Alepo. La ONU hizo una lista de las zonas que se consideraban prioritarias para iniciar los trabajos, a fin de asegurar el retorno de los desplazados; sin embargo, el régimen la boicoteó con sus propias listas de lo que él consideraba zonas prioritarias. Se delimitaron finalmente 8 zonas, en 3 de las cuales la ONU comenzó a trabajar en un proyecto piloto. Las declaraciones de la ONU sobre el progreso de los trabajos durante 2017 constatan que todos los trabajos de mantenimiento de las escuelas, centros médicos y centros de servicios se centraban en barrios ubicados exclusivamente en Alepo occidental [14].</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<b><span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El asesinato de la tierra y la ley: la guerra de la reconstrucción</span></span></b></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las declaraciones de la UE y EEUU [15] fueron claras en lo que respecta a que no se financiaría la reconstrucción de Siria hasta que se produjera una “verdadera transición política” bajo el auspicio de la ONU. Sin embargo, parece que al régimen, al menos en la actualidad, le son indiferentes estas declaraciones, pues ha comenzado con la reconstrucción.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El régimen se puso un objetivo sencillo al principio: los barrios marginales y las viviendas irregulares, donde no servirían las alegaciones sobre derechos de propiedad en el contexto de la reconstrucción. Proyectos que se formulan bajo lemas de desarrollo urbanístico, y se venden como una reconstrucción del país con una fachada modernizadora internacional, con múltiples torres, zonas verdes, masas de agua e imágenes de niños sonrientes sobre los hombros de sus familiares, que también sonríen y se muestran tranquilos. Son rostros que no se asemejan necesariamente a los rostros agotados, desconcertados o cubiertos de polvo que han visto los asesinatos. Son los rostros de las personas que vivirán, finalmente, en guetos urbanos, verdes, resplandecientes, que no se parecen a lo que hay al otro lado de sus muros: calles abarrotadas y áridas, llenas de edificios ruinosos, grises y feos.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Marota City [16], o “la ciudad de la soberanía” en siriaco, es una denominación inteligente elegida por el régimen “protector de las minorías” para su primer proyecto de reconstrucción por medio del cual volverá a implantar su “soberanía” sobre las “zonas de disturbios”. El propio Bashar al-Asad puso la primera piedra, poniendo así la piedra fundacional de la cara urbanística de su Siria homogénea.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Marota City es un proyecto que se está desarrollando en el centro de Damasco, sobre los jardines Al-Razi, la zona de viviendas irregulares que un día se levantó en revolución contra el régimen, aunque nunca salió del todo de su control. La zona está junto a las embajadas sitas en Damasco, los ministerios, la universidad y los barrios residenciales y comerciales “de lujo”. Los jardines Al-Razi eran una de las dos zonas que señalaba el decreto de 2012, que sentó las bases y las normas jurídicas y financieras para expropiar las viviendas irregulares con el fin de desarrollarlas por medio de inversiones inmobiliarias privadas. Las viviendas fueron evacuadas de forma obligatoria y después derruidas, mientras que su gente solo recibió promesas de alojamientos temporales y frugales compensaciones que apenas cubrían los gastos de alquiler durante unos meses en el mercado inmobiliario de Damasco en constante inflación. Además, las complejas y estrictas condiciones de alquiler hacían de la vuelta a su tierra (que se convertiría en Marota City) algo prácticamente imposible, ya que los gastos de dicho retorno a las torres allí edificadas no podrían sufragarlos más que la “élite” económica del país y los dueños de grandes capitales.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El decreto 66 que comenzaba con dos zonas y después pasó a incluir todas las provincias sirias, convertía a los propietarios de los inmuebles en propietarios de acciones de copropiedad de las fincas asignadas según los nuevos proyectos urbanísticos. </span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los bienes inmuebles se valoran según su estado actual en forma de acciones, sin que la valoración tenga en cuenta el aumento del valor de los inmuebles debido a la especulación resultante de los proyectos de desarrollo urbanístico. Después se valoran las fincas asignadas según los nuevos proyectos y se distribuyen por cupos de acciones de copropiedad entre los derechohabientes en la zona concreta. El decreto permite a los propietarios de las acciones realizar acciones de compraventa entre ellos o con terceros, en su totalidad o en parte, según tres opciones: que se les adjudiquen las parcelas, que participen en la fundación de una sociedad anónima de conformidad con la ley de sociedades en vigor o la ley de desarrollo e inversión inmobiliaria para la construcción, venta e inversión en las parcelas, o que vendan sus acciones en una subasta pública. La tercera opción es a la que se someten quienes no han logrado que se les autorice a escoger las opciones uno y dos, según “decisiones firmes” que adoptan “las autoridades competentes” para garantizar “los intereses de los accionistas”.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Debido a que el valor de las nuevas parcelas del gran proyecto Marota será varias veces superior al valor de los inmuebles de las actuales viviendas que se encuentran en un estado deplorable en los jardines Al-Razi, las cuotas que correspondan a los derechohabientes en este proyecto no serán suficientes para regresar a una vivienda digna allí. No volverá a las viviendas de “la tierra de la soberanía” más que quien pueda pagar el precio de dicho retorno y se mimetice con su identidad neoliberal modernizadora por la que se caracterizará la Siria homogénea.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El régimen, por tanto, ha comenzado la reconstrucción según lo dispuesto en el decreto 66 para abordar la cuestión de las zonas de viviendas irregulares, mientras que se formulan leyes que darán el marco normativo a las operaciones de continuación de las demoliciones de las zonas que no son irregulares, y su reconstrucción sin que los derechos de sus propietarios tengan valor alguno.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333;">Es cierto que la ley no dispone de instituciones que la protejan en Siria, pero el régimen ha sido meridianamente claro en su batalla por su reinvención local e internacional: reconstruirá la Siria homogénea “según la ley”. Una ley arbitraria, injusta, politizada, al servicio de su interés y el de sus secuaces. ¡No importa, siempre que sea una ley</span><span style="color: #333333;">!</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Y así, desde 2012, cuando seguíamos en gran medida sumidos en la estupefacción que nos generaron las matanzas que se cometían contra nosotros con cuchillos, machetes, artillería, barriles, buldócer y dinamita, se nos pasó fijarnos en las matanzas que se cometerían contra nosotros por medio de leyes que se promulgarían una tras otra en silencio. Leyes que garantizarían que no habría lugar alguno para nosotros -nosotros los iracundos que nos rebelamos contra el sistema político y militar del régimen, o los que no tenemos rostros sonrientes y tranquilos que puedan aparecer en la propaganda de los guetos civilizatorios modernos, ni las cuentas bancarias o las inversiones que pudieran pagar el precio de vivir en dichos guetos-, no hay ningún lugar para nosotros en Siria que se está creando para ser una Siria homogénea. Se nos ha pasado el urbicidio al que estamos siendo sometidos.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333;">Antes del decreto 66, se había promulgado la ley 63</span><span style="color: #333333;">/</span><span style="color: #333333;">2012 para expropiar “las propiedades de los terroristas”. Esta ley adopta el concepto de terrorismo según la interpretación del régimen, y criminaliza por tanto a un amplio sector de su oposición política, sus allegados y sus conocidos y permite arrebatarles sus propiedades inmobiliarias.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333;">Después, llegó el decreto legislativo 19</span><span style="color: #333333;">/</span><span style="color: #333333;">2015, que permite a los consejos de administración local la creación de holdings de sociedades anónimas privadas, que gestionan las propiedades de los consejos inmobiliarios sin impuestos. De conformidad con esta ley, se fundó en 2016 la sociedad anónima Dimashq al-Sham, con un valor de 60 mil millones de libras sirias y bajo la dirección del gobernador de Damasco, Adil al-Olabi. Dimashq al-Sham S.A. dirige hoy el proyecto Marota City por medio de varias empresas que han sido concertadas con otras, propiedad de los más famosos capitalistas de Siria, como Rami Makhluf, Samer Foz y Mazen Terzi, con un capital total de 380 mil millones de libras sirias.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333;">Seguidamente, llegó el decreto legislativo 11</span><span style="color: #333333;">/</span><span style="color: #333333;">2016, que paralizó la actividad en los registros de la propiedad cerrados por la guerra, incluidos aquellos situados en las zonas fuera del control del régimen, convirtiendo toda transacción inmobiliaria en dichas zonas durante todos estos años en proyectos irregulares. Posteriormente, llegó el decreto legislativo 12</span><span style="color: #333333;">/</span><span style="color: #333333;">2016, que ordenaba la digitalización de los registros de la propiedad según unos requisitos procesales muy rígidos para certificar los derechos de propiedad que serían digitalizados. Ello privaba a quienes habían perdido sus escrituras bajo los escombros de sus casas o durante sus repetidos desplazamientos de su derecho a acreditar que eran propietarios. Por otra parte, dificultaba a otro gran sector de la población que no podía llegar a las instituciones del régimen el registro de sus propiedades, aunque no hubieran perdido la documentación acreditativa.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333;">En 2018, llegó el decreto 3</span><span style="color: #333333;">/</span><span style="color: #333333;">2018, que obligaba a retirar los escombros de las viviendas destruidas, o las que era necesario derribar según las clasificaciones del régimen, incluidos todos sus enseres, muebles, recuerdos, restos humanos y cadáveres, también según unos trámites rígidos que dificultaban que la gente pudiera acreditar sus propiedades y protestar, o reunir sus pertenencias que yacían bajo los escombros.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El último y más complejo y problemático de todas estas leyes es la ley 10/2018, que fue modificada posteriormente por la ley 42/2018, mediante la cual, comenzaron a declararse una zona tras otra como zonas de reconstrucción a las que se sumarían todos los decretos y leyes anteriores para iniciar nuevos proyectos del estilo de Marota. La ley número 10 se considera una aplicación sistemática del decreto 66 fuera de las zonas de viviendas irregulares, dado que permite a las unidades de administración local escoger las zonas que considere oportunas para iniciar proyectos de reconstrucción según condiciones firmes de tramitación, que exigen a los propietarios de estas zonas y quienes se encuentran en régimen de alquiler acreditar sus derechos inmobiliarios. En caso de no hacerlo, dichas propiedades pasarán a ser propiedad de las unidades administrativas, que podrán disponer de ellas sin necesidad de compensación.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A simple vista, puede parecer que todas estas leyes y legislaciones no merecen todo el ruido que estamos intentando hacer en relación con ellas, pues no difieren demasiado de muchas otras legislaciones que se formulan en la mayor parte de los países, tanto en vías de desarrollo, como desarrollados, para ejecutar los proyectos de lo que se conoce como gentrificación. Dicho proceso consiste en sustituir una clase por otra “más alta” por medio de proyectos de desarrollo urbanístico neoliberal que exigen cambiar la identidad urbanística y cultural de la zona.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin embargo, con la situación política, social, económica y territorial en Siria, estas leyes van más allá de ser una mera estructura de trabajo para los proyectos de desarrollo urbanístico neoliberal que llevan a la gentrificación.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La estructura legislativa diseñada para organizar los proyectos de reconstrucción en Siria exigen medidas ejecutivas complejas, que requieren, en el mejor de los casos, que los concernidos se presenten personalmente ante las instituciones del régimen, o lo hagan a través de uno de sus parientes o un apoderado, para acreditar sus propiedades amenazadas, según lo estipulado en estas leyes, por medio de documentos acreditativos legales reconocidos. Todo ello en períodos de tiempo muy limitados. Esto plantea dos problemáticas principales.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La primera es que 11 millones de sirios son hoy refugiados o desplazados internos que no pueden presentarse para acreditar sus propiedades según las condiciones impuestas por razones puramente logísticas: solo el 9% de ellos tienen la documentación acreditativa oficial [17] que les faculta para personarse y acreditar sus propiedades. Además, la mayoría de los exiliados desde las zonas que salieron de control del régimen (que son las que más han sufrido la destrucción y las que estarán incluidas en mayor medida en los proyectos de reconstrucción) no podrán conseguir, casi con total seguridad, los permisos de seguridad para completar la acreditación de sus propiedades. Añádanse cientos de miles de detenidos, secuestrados y desaparecidos forzosos en las cárceles, que no podrán presentarse, ni personalmente, ni por medio de familiares o apoderados. Por tanto, la situación política y de seguridad en el país hace de todas estas leyes un medio claro para despojar a cerca de la mitad de la población de Siria de sus propiedades de forma “legal”, por puras razones logísticas.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La segunda problemática que se plantea es que todas estas leyes abordan el tema de los derechos en los proyectos de reconstrucción según el binomio irregular/regular; es decir, que parten principalmente de un concepto tradicional que no da importancia alguna a los sistemas de propiedad consuetudinarios locales al tratar el tema de los derechos de propiedad. Tan solo cerca de la mitad de las tierras sirias estaba registrada antes de la guerra, y ello sin tener en cuenta que la paralización de la actividad en una parte importante de los registros de la propiedad solo ha empeorado las cosas.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Además de todo ello, el concepto de las viviendas irregulares es espinoso en el contexto sirio, que suele evaluarse según las normas de construcción y las bases de planificación que imponen los sistemas de planificación oficiales, además del tema de los documentos de propiedad. Es decir, que una gran parte de quienes son considerados habitantes de zonas irregulares tienen en realidad documentos acreditativos de la propiedad de sus tierras, pero no necesariamente de sus viviendas, que se construyeron sin licencia o en contra de las normas de construcción y los usos de las tierras.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde esta perspectiva, no se puede abordar el fenómeno de las zonas irregulares y las construcciones ilegales según las políticas urbanísticas tradicionales de las instituciones oficiales de planificación en Siria, que en sí mismas, suponían un estímulo para el desarrollo de este fenómeno al ser políticas rígidas, según normas y bases que no podían amoldarse a las necesidades urbanísticas de la gente ni incluir los cambios en la situación, como el aumento de la presión demográfica y las operaciones aceleradas de urbanización. Por tanto, abordar al tema de los derechos en las operaciones de reconstrucción desde la perspectiva obtusa del concepto de viviendas irregulares privará a un amplio sector de la población de sus derechos sobre sus tierras y viviendas.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A tenor de lo comentado anteriormente, puede decirse que la estructura legislativa que el régimen ha promulgado para regular las operaciones de reconstrucción es una estructura excluyente, discriminatoria e injusta, que pretende legitimar las violaciones y prácticas urbanísticas injustas que el régimen ha realizado en múltiples matanzas urbanísticas. Y además constituye el paso más preciso en su estrategia sistemática de diseñar una Siria homogénea, basada en sus intereses políticos y económicos. La Siria en la que ganan los hombres de negocios de su red, que estrechan sus manos ante la planificación de proyectos, mientras se borra a miles de personas de los mapas y se reciclan los escombros de sus casas en acuerdos inmobiliarios que fundan una nueva geografía.</span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 10pt;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="color: #333333; font-size: 10pt;">[</span><span style="font-size: xx-small;"><span style="color: #333333;">1] La noticia está disponible en inglés</span><span style="color: #333333;"> </span><a href="https://www.aljazeera.com/indepth/features/2017/04/timeline-syria-people-evacuation-deals-170413084313089.html" style="color: #954f72;">aquí</a><span style="color: #333333;">.</span><span style="color: #333333;"> </span></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Para más información, puede consultarse <a href="https://www.academia.edu/33576328/Urbicide_and_the_Arrangement_of_Violence_in_Syria" style="color: #954f72;">este enlace</a>, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[3] Artículo disponible <a href="https://www.nytimes.com/1968/12/22/archives/lessons-in-urbicide.html" style="color: #954f72;">aquí</a>, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[4] Más sobre él <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/Marshall_Berman" style="color: #954f72;">aquí</a>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[5] <a href="https://newint.org/features/1987/12/05/among" style="color: #954f72;">Aquí</a>puede leerse el artículo completo, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[6] <a href="https://www.newsdeeply.com/syria/articles/2018/01/02/in-homs-assad-accused-of-using-military-for-urban-planning-scheme" style="color: #954f72;">Aquí</a>puede leerse un artículo sobre dicho proyecto, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[7] Véase <a href="https://cpb-us-e1.wpmucdn.com/blogs.gwu.edu/dist/6/1613/files/2018/11/Poppe-Timreck-Capstone-Final-Paper-2bnaomv.pdf" style="color: #954f72;">este enlace</a>para más información, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[8] Véase <a href="http://syriainstitute.org/wp-content/uploads/2017/02/PAX_REPORT_Homs_FINAL_web_single_page.pdf" style="color: #954f72;">este enlace</a>para más información, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[9] Disponible <a href="https://www.hrw.org/report/2014/01/30/razed-ground/syrias-unlawful-neighborhood-demolitions-2012-2013" style="color: #954f72;">aquí</a>, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[10] Sobre este tema puede consultarse<a href="https://halshs.archives-ouvertes.fr/halshs-01185193" style="color: #954f72;">este artículo</a>, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[11] <a href="http://caerusassociates.com/wp-content/uploads/2014/02/Caerus_AleppoMappingProject_FinalReport_02-18-14.pdf" style="color: #954f72;">Aquí</a>puede leerse toda la información, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[12] <a href="https://www.youtube.com/watch?v=YMfE9_q6kvw#t=12" style="color: #954f72;">Este vídeo</a>lo explica, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[13] <a href="http://www.publications.atlanticcouncil.org/breakingaleppo/hospital-attacks/" style="color: #954f72;">Aquí</a>puede leerse más sobre el asunto, en inglés.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[14] Puede leerse <a href="https://www.foxnews.com/world/un-allowing-assad-government-to-take-lead-in-rebuilding-aleppo" style="color: #954f72;">esta noticia</a>en inglés para ampliar la información.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[15] Disponibles <a href="https://www.youtube.com/watch?v=es2G50641lU" style="color: #954f72;">aquí</a>.<o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[16] <a href="http://marotacity.sy/" style="color: #954f72;">En su página oficial en árabe</a>pueden verse algunas de las imágenes del proyecto. <o:p></o:p></span></span></div>
<div style="margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; text-align: justify;">
<span style="color: #333333;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[17] Como se puede leer <a href="https://www.reuters.com/article/us-syria-landrights-restitution/syria-faces-2-million-lawsuits-over-lost-and-damaged-property-experts-idUSKCN1GB300" style="color: #954f72;">aquí</a>, en inglés.</span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-857523537946327672019-03-17T01:59:00.000-07:002019-03-17T06:46:20.548-07:00Recuperando sin nostalgia el 2011<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/استعادة-غير-نوستالجيّة-لـ-2011?fbclid=IwAR1CVz2DKiD33OBh_jnoF6URkLgRUmnjMdycJnOkub1OIZXKCBn1jY2Lzx4"><span style="color: blue;">Al-Jumhuriya</span></a></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autor: Coordinadora Dosmiloncera por la Libertad</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 15/03/2019</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A continuación, presentamos las conclusiones, notas y borrador
de un comunicado que nunca terminaremos y que es resultado de una amplia
reunión que un grupo de sirias y sirios, más cerca del ecuador de su vida que de
su inicio, celebraron durante días. A día de hoy, la mayoría de ellos viven
fuera de Siria y se dedican a cuestiones tan diversas como la actividad en
organismos e instituciones de la sociedad civil, la academia, el arte, el periodismo,
los estudios científicos o los oficios manuales, o bien, están desempleados. Unos
y otros son completamente diferentes, pero coinciden en que 2011 fue algo más
que un año: fue un año para todos los años que lo siguieron y un año de
referencia para todas las revisiones de los años que lo precedieron, al menos
durante su vida.</span></i></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7_PyWV0f_99zuG9DA8eI9U7s-__J7no1wEIrDz0ZqaGY5kdLyfYGBbj87HPsWo04nDaakcb3v0np3k3tE9P4kE3Y3NIksMHPcrh2CI-4EHtRMShX68867BVxD3s8Vxr_MKkyIEJaPguRc/s1600/dr_0.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="801" data-original-width="1424" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7_PyWV0f_99zuG9DA8eI9U7s-__J7no1wEIrDz0ZqaGY5kdLyfYGBbj87HPsWo04nDaakcb3v0np3k3tE9P4kE3Y3NIksMHPcrh2CI-4EHtRMShX68867BVxD3s8Vxr_MKkyIEJaPguRc/s400/dr_0.jpg" width="400" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<i><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></i></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Debemos comenzar nuestro discurso disculpándonos por un par
de asuntos que nos demorarán un poco y aclarando una cuestión. En primer lugar,
queremos disculparnos por el caos que el lector va a encontrar en este texto, que
es resultado de muchas experiencias, muy relacionadas, pero también muy
divergentes. La mayoría de nosotros aún no ha podido superar la actitud de la
mimosa (la planta de la vergüenza, según se la conoce en Siria) ni salir del propio
caparazón tal y como hacen dichas flores, cuyas hojas se encogen y retraen al
tocarlas. Por otra parte, otros hemos comenzado la etapa de tanteo del cuerpo y
las ideas para asegurarnos de que siguen estando ahí, y la etapa de prospección
de uno mismo y lo que le rodea, intentando descubrir dónde estamos y qué
hacemos. Por último, un tercer grupo ha adoptado el papel de la vanguardia
revolucionaria y ha comenzado a discutir virulentamente con los mimosos, a
quienes los prospectivos comprenden, si bien los ven inútiles, quizá porque hay
algo de narcisismo en ellos. Sin embargo, ¿no hay narcisismo también en la
postura mimosa? ¿Dónde termina lo particular y comienza lo público en lo que
respecta a las decisiones relacionadas con las fracturas y las formas de
soldarlas?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Esta es una cuestión fundacional, entre muchas otras, a la
que pretende responder un grupo de personas que comparten la idea de ese año
fundacional, el año del todo, el año 2011.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En segundo lugar, queremos disculparnos porque no sabemos
exactamente para quién escribimos este texto. A pesar de que muchos de los
miembros de este grupo fundacional desarrollan su actividad en el ámbito de la
sociedad civil, el periodismo, la edición y el arte, campos en que la
determinación del “público objetivo” o los “interesados” es esencial para
comenzar a pensar en un “proyecto”, nosotros no hemos sido capaces de pensar en
la comisión como un proyecto con personas “interesadas”. Algunos de los que
pertenecen a la vanguardia revolucionaria han culpado a los mimosos por su excesiva
fijación con la moda del psicoanálisis, que pide a uno que escriba, que se
escriba a sí mismo, que escriba sus pesadillas, sus sueños y sus ideas, las
cosas que teme y las que añora, lo que ama y lo que odia, lo que le hace sentir
seguro, etc.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En realidad, escribir sobre 2011 como si escribiéramos después
de una sesión de psicoanálisis genera una sensación estúpida de culpa. Sí,
todas nuestras sensaciones en relación a 2011 tienen el carácter propio de los
sueños, las pesadillas, la esperanza, las ideas, el miedo, la añoranza, el
dolor, la ternura, el amor, la seguridad y la falta de ella y todas esas cosas.
Sin embargo, no estamos en una sesión de psicoanálisis en este preciso momento,
con todo el respeto y la consideración hacia el psicoanálisis y todo el rechazo
y la condena a quienes dudan o se ríen de él.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En definitiva, no sabemos cuál es el público objetivo de
este texto. Quizá sea una generación anterior a la nuestra, que llegó a 2011 en
la adolescencia o antes, y que hoy lleva el peso y las consecuencias del
asedio, el exilio forzoso y el asilo, o de una vida bajo el yugo de la victoria
de los tiburones del régimen y sus aliados. Quizá vaya dirigido a nuestra
propia generación, los dosmilonceros y dosmilonceras, en Siria y fuera de ella,
que buscan a quienes sientan una abrumadora soledad como ellos. Tal vez el
público objetivo sean nuestros antiguos amigos y compañeros, a quienes les
gusta vernos frustrados para confirmar que su decisión de no hacer nada, o de
ponerse de parte del fuerte cuando este se alzó, fue la decisión correcta… No
importa, no tenemos inconveniente en alimentar el “os lo dijimos”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Siendo sinceros, preferimos cualquier “dicho”, aunque sea
“os lo dijimos”, al silencio, como preferimos cualquier presencia molesta al
deseo de borrar y eliminar, y también preferimos el caos incitador a una
virtual disciplina correcta en el marco de una perspectiva histórica también teóricamente
correcta. Puede que todo esto suene utópico y romántico. Lo es, y es lo que
escuchamos decir a muchos en 2011, el día en que nos alegramos al ver nuestra
vida patas arriba con el primer grito por la dignidad y la libertad de los
sirios, en Hariqa y después en Hamidiyya [1], pasando por Daraa hasta llegar a
amplias zonas de la geografía siria.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Aquí, al hablar de Daraa, debemos hacer la aclaración antes
mencionada. La decisión de publicar este texto el 15 de marzo se impuso en una
votación democrática celebrada en un grupo cerrado de Facebook (a pesar del mal
recuerdo que tenemos con las votaciones de Facebook [2]). Esto provocó la
escisión de la corriente populista de los dosmilonceros, esos que insisten en
que la revolución comenzó en 18 de marzo en Daraa, y entre quienes hay una
número nada desdeñable de partidarios de ningunear a la ciudad y su clase media
y elevar el estatus del campo y romantizarlo. En este comunicado, nos referimos
a ellos como populistas, calificativo que ellos nos han devuelto al considerar
que intentábamos explotar el hecho de que el 15 de marzo era viernes y que
pretendíamos con ello incitar a los sectores conservadores de la sociedad a que
salieran a manifestarse desde las mezquitas tras la oración.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Chocamos un poco a la hora de elegir el nombre de la comisión
también, pero no se produjeron escisiones por ello, al menos hasta el momento. Teníamos
claro, con buen criterio, que había que evitar generalizar el carácter
masculino, puesto que, si algo habíamos aprendido de nuestra experiencia, es
que nos excedimos con mucho en la lógica de la procrastinación, y no prestamos suficiente
atención a la necesidad de librar la batalla de las libertades individuales,
hasta que la corriente conservadora –el imperio de la orientación por
naturaleza<span style="margin: 0px;">─</span>
bajo el liderazgo de los autoritarios islamistas, hubo logrado sacarnos de la
foto. Por tanto, no nos valía el nombre de “Comisión de los Dosmilonceros”,
sino que sería preciso llamarse “Comisión de los Dosmilonceros y las Dosmilonceras”.
Puesto que era imperativo incluir una mención a la libertad, el significado último
frente a todos los vicios autoritarios que han aparecido como resultado de la
militarización e islamización de la revolución, se sugirió llamarlo “Comisión
de los Dosmilonceros Libres y las Dosmilonceras Libres [3]”. Sin embargo, era
una opción complicada por su extensión, y porque estuvimos varias horas
debatiendo sobre el femenino del adjetivo “libres”, un <i>déjàvu</i> en el sentido más amplio
de la palabra… Por cierto, querido lector, si has sentido ese <i>déjàvu</i> al
leer la palabra “libres” en femenino y has recordado la discusión que hubo en
torno a ella, eres muy probablemente un dosmiloncero: ¡únete! </span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Por eso, nos decantamos finalmente por “Coordinadora
Dosmiloncera por la Libertad”.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Uno de los compañeros de la coordinadora lo aplaudió con
entusiasmo y se presentó voluntario para hacer un logo, ya que tiene
experiencia en el diseño gráfico, así que prometió enviar unos bocetos unas
horas después de terminar la reunión. Sin embargo, desapareció y no ha vuelto a
contestar a los mensajes de Facebook. Ya han pasado diez días, diez días que
apenas han afectado al mundo, la verdad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">****</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No sabemos si el haber escogido el término “coordinadora”
significa que nos vayamos a coordinar para algo más que escribir este texto,
pero se trata de una muy necesaria recuperación de esa palabra que no
recordamos cuando fue la primera vez que escuchamos en el contexto sirio. Fue
muy pronto en cualquier caso, y parece una palabra escogida con cuidado porque
no obliga a sus integrantes a estar de acuerdo ideológicamente o en un
programa, pero sí les encomienda coordinarse entre ellos para llevar a cabo las
actividades de protesta sobre el terreno.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ese fue su papel desde el comienzo, pero, si así fue, ¿por
qué las coordinadoras se fueron reproduciendo y dividiéndose una y otra vez,
hasta el punto de que en un pequeño pueblo había dos o tres diferentes? No
parece posible buscar ahora las razones reales, pero lo cierto es que en 2011
no estábamos de acuerdo más que en la necesidad de derrocar al régimen y el
“nosotros” aquí no se refiere solo a los miembros de nuestra coordinadora, sino
a todos los que se rebelaron contra el régimen en 2011.</span><span style="margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A pesar de que insistimos
en que esto es un intento de volver sin nostalgia al momento 2011, algo de
nostalgia nos vendrá impuesta aunque no queramos. Aquellos momentos fueron
colosales: el primer grito que rompió el manto de eternidad asadiano, los
primeros valientes rompiendo las fotos y destrozando las estatuas de Asad, las
miles de personas, en masa, que se lanzaron a las calles y callejones a gritar
por la libertad, exigiendo derrocar al régimen y ofreciendo sus caras almas en
el altar de la liberación. Ese momento fue fundacional para tomar conciencia de
que lo que parece imposible ahora puede protagonizar la escena mañana. Esta es
una lección que no debemos olvidar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Muchos de nuestros
amigos dicen que a día de hoy son incapaces de ver el vídeo completo de una
manifestación carnavalesca de 2011 y algunos de los miembros de esta
coordinadora dicen que sus manos tiemblan y se les sale el corazón al hacerlo,
pues se les vienen a la mente los ríos de sangre y las montones de escombro que
han seguido a esas imágenes. Además, les sobreviene un sentimiento abrumador de
desesperación, pues ¿qué otra cosa puede hacer un pueblo si no es eso para
obtener su derecho a decidir su destino?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos de nosotros echamos un ojo a ese tipo de vídeos de
vez en cuando, como sin darnos cuenta, intentando engañarnos. Uno de nuestros
compañeros ha reconocido que el peor ataque de pánico que sufrió fue cuando continuó
viendo el vídeo de una manifestación enorme en el barrio damasceno del Midan.
Él mismo había participado en esa manifestación y la recordaba punto por punto,
pero al ver el vídeo desde el lejano exilio, casi se desmaya.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No obstante, dejemos a un lado la nostalgia: ¿puede esa
memoria convertirse en una dura e insoportable carga porque remite a un tiempo irrecuperable,
o porque es un recordatorio continuo de que lo que hicieron las masas entonces
se les ha vuelto en contra en forma de flagelos, muerte, destrucción y colapso,
y porque nosotros, los que nos hemos salvado, nos hemos salvado mientras que
otros han muerto?</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Luchar contra sentimientos como estos no es poca cosa, porque
lo que se nos dice directa e indirectamente es que la gran tragedia en Siria la
han provocado los propios sirios que salieron a las calles en rebeldía contra
el régimen en su país. Posteriormente, llegó la derrota material de su
rebeldía, que dio paso a la destrucción del país y su anexión, por partes, a
países regionales y potencias internacionales. Todo a nuestro alrededor dice: habéis
provocado la destrucción de vuestro país y de la vida de sus gentes para nada.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hay una respuesta teórica a esto, que no precisa de mucha
inteligencia, y es que quien ha convertido el país en un escenario de guerra es
el régimen y no sus adversarios, y que negar esto u obviarlo es una forma de
decadencia imperdonable. Sin embargo, la cuestión no es teórica, sino que se
relaciona con la discusión sobre la manera de superar el sentimiento abrumador
de amargura cuando las imágenes de 2011 vienen a la mente de la forma que sea.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando los miembros de nuestra coordinadora deliberaron
sobre ello, fue preciso realizar un experimento científico. Y este experimento
científico, en contraposición directa al peso de la memoria, dice que esos
momentos sirvieron como fuente de dolor y fractura, pero también como fuente inagotable
de energía renovable, en cuyo centro está el hecho de que lo que es imposible
puede volverse realidad, y que los instantes incendiarios de gloria, los
instantes en que el fuego nos abraza, por decirlo de alguna manera, son los
instantes más creativos e innovadores en la historia de la humanidad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Existe una herencia combativa inagotable en el año 2011, y
no vemos otra forma de superar la amargura de la memoria relacionada con ello
que enfrentarnos a ella y combatirla con todo el amor que podamos, pensar en
profundidad sobre ella, mirándola fijamente, sin medias tintas y sin sentirnos
culpables, y que ello nos impulse a trabajar y no a encerrarnos en nosotros
mismos. Y si es preciso echar alguna culpa, que sirva como acicate de la
búsqueda de justicia, no de un victimismo que, de rendirnos a él, no genera más
que rencor hacia la justicia.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Si no hay más remedio que pedir perdón a alguien, que sea a
nosotros mismos y a nuestros seres queridos, ausentes y presentes, por los
errores que hemos cometido en nuestros esfuerzos por lograr aquello en lo que creímos y seguimos creyendo, pero nunca de los criminales, sus aliados,
sus seres queridos, sus clientes y sus apologistas. Por encima de la memoria de
de nuestra lucha contra ellos en 2011, guardamos el recuerdo del miedo que
pasaron, mucho miedo. Y por encima del recuerdo del pasado, conservamos, y
conservaremos siempre, la esperanza de volver a verlos pasar miedo.</span><span style="margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos miembros de la Coordinadora Dosmiloncera por la
Libertad estaban fuera de Siria el 15 de marzo de 2011, y no han vuelto a ella
aún. No han vuelto en cuerpo, pues ese día, o poco después, se decidieron y
expresaron abiertamente posturas que hicieron imposible que volvieran a su país
de forma legal mientras no cayera el régimen. Sin embargo, sí han vuelto con el
corazón y la mente después de que su gradual separación del país terminara
gobernando su vida. Así, unieron su destino particular al destino de su país, habiendo
aprendido durante largos años que lo más útil y sensato era realizar un
esfuerzo personal frenético por liberarse de su injusticia y retraso. Algunos
de nosotros pensábamos que el “éxito”, la “integración”,<span style="margin: 0px;"> </span>la “civilización” y la “urbanización” significaban
para nosotros, los que habíamos salido hacía poco del pobre y desconocido país
llamado Siria, superar nuestra “sirianidad” y olvidarla, alejarnos de la
mayoría de sirios que nos encontráramos porque, tal y como nos había advertido
nuestra familia, probablemente pertenecían al <i>mujabarat</i> o “la brigada de
los informes”[4]. Por supuesto que añorábamos, pero a nuestras comunidades
locales y aquellos con quienes manteníamos lazos personales. Nuestras ciudades
y pueblos eran nuestras patrias, y si adoptábamos alguna postura política, era a
favor de Palestina o Iraq. Siria no era más que una metáfora del instructor de
abusones, el agente del <i>mujabarat</i>, las embajadas terroríficas y las
estructuras del estado.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Todo esto cambió con el primer mártir que cayó en Daraa.
Muchos de nosotros, los “de fuera” recordamos claramente dónde estábamos cuando
escuchamos las noticias, qué hora era, qué estábamos haciendo y cómo en unas
pocas horas toda nuestra vida entera se desequilibró. Recordamos perfectamente
los nombres de las localidades que solo los habitantes de los alrededores
conocían, y que rápidamente se volvieron cercanas y extremadamente familiares:
Sanamein, Ingil, Dael, Jasim. Recordamos cómo descubrimos con los primeros
vídeos de las manifestaciones que llegaban a través de Youtube que había sirios
que no tenían ningún parentesco con nosotros y a los que no conocíamos, pero
que no se dedicaban a escribir informes de seguridad. Recordamos cómo el
exterior civilizado nos pareció, con las primeras fotos de los mártires,
insulso, absurdo e insignificante, y cómo nuestra olvidada Siria se volvió
familiar, grandiosa y épica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Si aplicamos un pensamiento crítico, debemos sacudir la
cabeza con vergüenza y sorna al recordar esos instantes? Tal vez sintamos algo
de eso cuando volvemos a leer nuestras publicaciones en Facebook y vemos la
seriedad y rigor con los que hablábamos de “exigencias revolucionarias”, “el
interés último”, “la principal contradicción y las contradicciones secundarias”
y la “necesidad de unificar a la oposición”, pero no sentimos ni vergüenza ni ganas
de reírnos cuando recordamos las manifestaciones y a los mártires, o cuando
recuperamos un poco de la valentía y heroicidad que vimos y que nos convirtió en
personas nuevas. Tampoco lo sentimos cuando pensamos en el significado de que
el ser humano, <i>motu propio</i>, ponga todos sus problemas individuales a un
lado por un instante general fugaz, mostrando lo mejor y más bello del género
humano. No sentimos vergüenza ni ganas de reírnos, sino orgullo y
agradecimiento.</span><span style="margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos de nosotros
no hemos podido aceptar el exilio más que con el pretexto de la masacre. Uno de
nuestros exiliados en París dice, por ejemplo, que siente cierta familiaridad,
sin constricción ni nervios, cuando camina por las calles que presenciaron las
masacres durante la comuna de París. La masacre es “el nervio vago”, si
utilizamos el lenguaje médico, ese nervio que une el cerebro con el estómago y
los intestinos, pasando por el hígado. 2011 fue un momento excepcional que
prometió liberar al nervio vago de la masacre. 2011 fue un momento excepcional
en que nos liberamos de nuestra connivencia con la familia Asad para que nos
utilizara los unos contra otros y nos matáramos entre nosotros cuando no lo
hacían ellos mismos. La mayoría de quienes nos hemos formado en la salvación,
estábamos en la treintena o cerca, lo que significa que los ochenta en Siria
habían sembrado en nuestro ADN una masacre de la que debíamos salvarnos. Hacer
todo lo posible para salvarse es una cuestión siria y el momento de 2011 fue un
instante único en que nos quisimos liberar colectivamente.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos de nosotros
aseguramos que no salimos de nuestro aislamiento y cerrazón en nuestro círculo
social hasta las primeras manifestaciones en Siria. Esa euforia no era solo
política, sino que era el éxtasis de la apertura a una identidad colectiva, de
rasgos indeterminados, como identidad siria.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los nombres de los
viernes eran muy importantes para nosotros. Durante el “Viernes Santo” de abril
de 2011, algunas manifestaciones en Damasco vieron caer muchos mártires que
intentaban llegar a la plaza de los Abbasíes, imitando la ocupación de plazas
públicas en Túnez o El Cairo. Después, nos olvidamos del tema de las plazas
públicas: otra castración para nosotros como sirios. Las plazas públicas no nos
pertenecían. Ese mismo abril, la plaza del reloj de Homs presenció una masacre.
La castración en Siria se realiza por medio de la masacre. La masacre es el
medio y el fin.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A principios de
2011 nos interesaban los analistas políticos sirios que salían en los canales
“tendenciosos” hablando de la intifada siria, pero después dejó de
interesarnos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos de nosotros
afirmamos que nunca fuimos un revolucionario de libro ni hicimos justicia a lo
que la palabra sugiere, pero sí sabemos una cosa, y es que el régimen de la
familia Asad ha “hecho jirones” nuestra vida, en el sentido más personal de la
vida, y también que odiamos a ese régimen. “Hacer jirones” significa malgastar
una tela cortándola sin cuidado ni medida. El régimen de la familia Asad ha hecho
jirones nuestras vidas, y el momento de 2011 fue un instante en el que
conservar la utilidad de una parte de la tela.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Y hablando de los
“revolucionarios” que tal vez no lo sean en la medida en que deberían, no
debemos olvidar la expresión que empezamos a escuchar con profusión a finales
de 2011: “los revolucionarios de Facebook”. Es complicado establecer una fecha
para el nacimiento de este concepto en el contexto sirio, pero está ligado a
los primeros momentos de estancamiento, cuando todo parecía no marchar como
debiera. Cuando eso sucede, cuando la factura de sangre aumenta sin horizonte
de salvación y cuando el conflicto se alarga más de lo que imaginábamos,
aumenta la rivalidad por la legitimidad y el derecho a tomar decisiones.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hay quienes han
luchado sobre el terreno y quienes no, y esos últimos son, según los primeros,
los revolucionarios de Facebook. La palabra en sí lleva una carga de rencor y
de arrebato de la derecho a hablar, pues debes constatar qué has ofrecido sobre
el terreno antes de gozar del derecho a rechazar la islamización o la
militarización, o a sugerir cosas que ves que dibujan los márgenes de una
trayectoria mejor. Y puesto que la acusación de revolución de Facebook se hacía
a través de Facebook y que esta espada la utilizaban personas que escribían en
Facebook contra otros que también lo hacían, ya no es posible saber dónde
empieza y termina el asunto.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">De esta acusación
se han derivado muchas otras, todas incluidas en el contexto de las subastas
sobre quién ha hecho esto y quién aquello, y sobre quién tiene derecho a decir
esto y quién no. ¿Acaso podremos olvidar a uno de los hijos legítimos de la
expresión “revolucionarios de Facebook” más graciosos cuando dijo: “Constituid
la brigada Guevara antes de hablar”? Esta expresión nos sigue persiguiendo a
veces, lanzada como una maldición contra quien critica el comportamiento de las
brigadas islamistas desde posturas que parecen laicas.</span></span><span dir="RTL" lang="AR-SA" style="margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Desde muy temprano, los revolucionarios se pelearon por el
derecho y la legitimidad para hablar. Posteriormente, con los tortuosos
derroteros por los que todos hemos transitado, la multiplicación de las formas
de morir, las pérdidas, los exilios forzosos y la negación y con la variedad de
posicionamientos y alineamientos y su confrontación, todo sirio quedó expuesto
a ser acusado de algo que le arrebatara el derecho a hablar, hasta que solo los
muertos tuvieron legitimidad para ello.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span><span style="margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos miembros de
esta coordinadora no tenían ni siquiera cuentas de Facebook cuando Zine El
Abidin Ben Ali huyó de Túnez, pero todos nos volvimos <i>facebookeros</i>
cuando los egipcios vivían sus días gloriosos en la plaza de Tahrir. Uno de
nosotros dice que un chiste egipcio le empujó a hacerse una cuenta de Facebook,
pues en él un egipcio definía Facebook como “el medio que utilizan los que
cambiarán al presidente”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hoy sabemos que
Facebook no fue “el medio” correcto para cambiar al presidente, pero fue
adecuado para hacer muchas cosas. Facebook fue un nuevo mundo que se abría ante
los muchos sirios en 2011, un mundo para hablar y expresarse, un mundo para la
revolución, la solidaridad y la adopción de posturas. Muchos tal vez han
pensado que las redes sociales, por el hecho de ser un mundo abierto que
permitía intercambiar ideas y noticias rápidamente, y que evitaría la masacre o
al menos disminuiría la capacidad de quienes la cometieran de recoger sus
frutos, serían un espacio para intercambiar ideas y construir espacios comunes
de acción, palabra e influencia.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Eso no sucedió. La
masacre se produjo y el mundo pudo ver sus capítulos en Facebook. Muchos de los
espacios de Facebook se transformaron en espacios de enemistad, exclusión y
acumulación de malos entendidos, pero esto no borra la realidad de que se
convirtió en un mundo alternativo para comunicarse en lo que respecta a los
sirios desperdigados por todo el mundo. En la medida en que muchos de nosotros recibimos
bofetadas, rencor y dolor a través de Facebook, también recibimos muchísima
solidaridad, apoyo, amistades y conocimiento.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Las cosas no
salieron como debían, ni en Facebook ni en ningún otro sitio, pero la expresión
“las cosas no salieron como debían”, que ya ha aparecido dos o tres veces en
este texto, es una expresión que hay que examinar con detenimiento.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Cómo tenían que
haber salido las cosas?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En este texto, lo
que se quería decir con esa expresión es que se esperaba que la revolución
cambiara el régimen establecido sin destruir el país ni exterminar a amplios
sectores de su gente, y que la revolución fuera el camino a una vida mejor. Sin
embargo, otra vez cabe preguntar qué es una “vida mejor”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Este tipo de
preguntas abrirán las puertas a diálogos, reproches y respuestas interminables,
pero aprovecharemos esta ocasión para decir algo a quienes saben con total
confianza cómo deben salir las cosas, esos que están encantados de conocerse, y
que son los únicos que conocen la verdad y la llevan como una espada que
blandir al azar.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Los encontraréis en
muchos sitios, especialmente en Facebook, donde suelen concluir sus comentarios
con expresiones del tipo: “y ya está”. De sus palabras emana la pus del
autoritarismo, el uso de la violencia y la reprensión. No se cansan de entrar
en todas las discusiones y conversaciones, destruyendo todo espacio público de
debate, y aparecen siempre para acusar a los demás bien de idiotas, bien de
traidores, pues ellos conocen la verdad y, si dices algo diferente de su
verdad, solo puede deberse a dos cosas: que seas un ignorante o un connivente.
En el caso de los islamistas, se añade otra acusación tras la que nada se puede
decir: ser un infiel que ha abandonado la senda de Dios.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Todos esos adoptan
múltiples posturas, en ocasiones contradictorias, y pueden ser tanto partidarios
del régimen, como de sus rivales, o algo intermedio. También pueden ser
islamistas o laicos, izquierdistas o liberales, pero comparten varias
características: adoran a los fuertes poderosos, inventan formas de excusarlos,
atacan los puntos débiles personales, muy personales, de otros, caen en
maximalismos en nombre de la patria, la religión, los mártires o lo que sea, o incluso
todas estas cosas juntas. Esto es así hasta el punto de que muchos de ellos
llegan a perder toda conciencia, que es la que hace que nos censuremos, pero
¿cómo se va a censurar quien conoce toda la verdad?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Algunos de nosotros
odiamos a esos verdugos simbólicos en la misma medida en que odiamos a Bashar
al-Asad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Y ahora qué?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Seamos sinceros: a
la mayoría de nosotros nos disgusta nuestra situación actual, pero todos
estamos de acuerdo en que es bueno que sigamos siendo capaces de amar muchas
cosas y a muchas personas. En el fondo, pensamos, nos queremos unos a otros, o
al menos, amamos ese gigantesco momento que nos unió, nuestras esperanzas,
nuestras sorpresas y nuestras reacciones. Tal vez los que son refugiados de
entre nosotros eviten el encuentro, porque este exige una energía capaz de
asumir el reflejo de muchos momentos pasados en el presente, y quizá no hacemos
lo suficiente para estar juntos, o puede incluso que seamos demasiado categóricos y
duros unos con otros. ¿Por qué? En realidad, en la mayoría de ocasiones se debe
a que somos categóricos y duros con nosotros mismos, y lo somos porque somos,
sin orgullo, más “ecuánimes” que quienes nos precedieron en la historia
contemporánea de Siria.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La mayoría de
nosotros hoy se observa y mira a su alrededor. Quiere cerciorarse del lugar y
el tiempo y de lo que ha sucedido. Hay una búsqueda continua de tierra firme en
un territorio de asilo que ofrece muchas posibilidades, posibilidades tan
importantes como frías, tanto como un balaústre de hierro en el amanecer de un
día de nieve.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A veces nos fijamos
en nuestras familias a las que hemos dejado en el país y no nos creemos que
todo este horror nos haya acaecido a nosotros y a ellos. Leemos la destrucción
a veces en sus dientes deteriorados, sus profundas arrugas, la escoliosis de
sus espaldas cansadas, la dificultad de sus vidas y días, que ya no superan en
número a las pastillas que toman y el miedo que ha regresado, un miedo que nos
dicen que había desaparecido en 2011. Los miramos fijamente y no nos lo
creemos. “¡Fíjate en lo infame!” ¿Hay algo más terrible que el hecho de que el
devenir de un país gobierne el devenir de tu vida? Nuestros cuerpos también, o
los de algunos de nosotros, han comenzado a encorvarse.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Un escritor del
siglo XX, da igual su nombre, se suicidó veinte años después de salir de las
cárceles nazis cuando los dedos de sus pies y los huesos de sus caderas
comenzaron a cambiar. La vejez es una llamada a la tortura en la memoria como
dice X. Nos fijamos juntos en lo que conocimos y experimentamos juntos, e
intentamos decir algo, lo que sea, para alimentar una conversación. Nada.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Logrará este
régimen volver a imponer el reino del silencio también fuera de sus fronteras?
Intentamos decir algo a nuestras familias que han pasado sus vidas anhelando la
felicidad. Ah, es cierto, la espera es para los sirios una experiencia propia
que en nada se parece a la espera. La espera y la elaboración de planes
alternativos para todo… “¿Pondrás las acelgas con las habas en la sartén? ¿Qué
sabes de Fulanito? Se marchó. ¿Y Menganito? Ha muerto.” Silencio. Nada en
absoluto. ¿Qué podemos decir? En 2011 teníamos muchas cosas que decir.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Tomamos conciencia
del hecho de que estamos a salvo, una situación dolorosa. Cargamos con ello
como el joven que sustrae una prenda valiosa de su padre o su hermano mayor
para engalanarse, pero tiene miedo de que se manche o arrugue y, al mismo tiempo,
no se siente del todo cómodo en ella. Nuestro estar a salvo no es solo nuestro,
pues en esa situación hay muchos fragmentos de las salvaciones perdidas de los
mártires, los detenidos, los desaparecidos, los destrozados, los arrebatados y
otros. ¿Qué hacemos con esos espacios de nuestra salvación que son en realidad
propiedad de ellos? ¿Debemos conservarlos en un lugar seguro fuera de la vista
de los demás o debemos escribir sobre ellos en los periódicos, como esos
anuncios breves de personas que han encontrado un carné de identidad, un
pasaporte o documentos a nombre de Fulano, que debe ir a la comisaría a
recuperarlos?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando observamos nuestro mundo, observamos la geografía que se ha vuelto, a pesar de Facebook,
WhatsApp y Skype, una red de muros en cuyo interior se bombardea de un espacio
a otro. Como suele decirse, hay un elefante en la habitación, un escollo del
que nadie habla, una precaución silenciosa, entre quienes se ha quedado en
Siria en zonas que hoy domina el régimen, las zonas de mayor concentración
asadiana, y entre quienes han salido de esas zonas y están en otro lugar del
mundo, zonas menos asadianas. En realidad, nos falta comunicación e intercambio
de ideas y sensaciones para llegar al resultado de que sentimos las mismas
cosas en diferentes ámbitos y en diferentes grados de crudeza y peligro, claro.
Sin embargo, hay momentos en los que los sentimientos se aúnan y nos devuelven
al punto inicial: algunos refugiados de entre nosotros siguen necesitando
renovar su pasaporte y les recorren distintas formas de escalofrío al verse
frente a la imagen de Bashar al-Asad a la entrada o en el interior del
consulado sirio. Cuando cuentan eso, algunos de nosotros en el interior
decimos: ¿sabes lo que significa vivir en 2019 en un consulado permanente, un
consulado más atroz, un consulado “no diplomático”?</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“El elefante en la
habitación” es la imagen de Bashar al-Asad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Igual que no sabemos aún con certeza cómo tratar con nuestra
salvación, que no es solo nuestra, seguimos en la etapa de descubrimiento de
cómo tratar con 2011. El gran año. El año del todo. Uno de nosotros
dijo que 2011 es la herida de la que nacimos, y estaba convencido de que era
una definición grandiosa, hasta que algunos de nuestros compañeros empezaron a
reírse de él. Se produjo una cierta tensión en ese momento, pero la
conversación discurría en un ambiente de familiaridad y cariño.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sabemos que no queremos que 2011 sea un lema o el
“aniversario del inicio” al que volver periódicamente cada año del mismo modo
que Facebook te muestra los recuerdos de “un día como hoy”. Queremos coger
2011, estudiarlo, desmembrarlo y volver a ordenarlo, quitarle el polvo y
cubrirlo para que no se enfríe. Queremos verlo y ver las partes de nosotros
mismos que se han quedado en él, hablarle, escucharlo, y reírnos y llorar
juntos.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Queremos defender 2011 frente a sus verdugos, los simbólicos
y los reales.</span><span style="margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ese grandioso año,
el año del todo, es uno de nosotros. Lo queremos, seguimos sus
noticias, nos preocupamos por saber que está bien, que su situación es
aceptable cuando vive en el interior de Siria, que ha aprendido un nuevo idioma
y que ha encontrado trabajo en su exilio como refugiado. Quizá no tengamos
energía para encontrarnos con él a menudo, pero queremos que esté bien. 2011 es
nosotros, es los mártires, los detenidos y los desaparecidos de nuestra familia
y amigos. No es nuestro pasado, sino nuestro futuro. Nuestro presente se basa
en que defendamos ese pasado, en que libremos batallas por él, en que lo
miremos largamente, en que lo interroguemos, que nos riamos de él, que discrepemos
con él, y que rivalicemos con él por un tiempo antes de reconciliarnos. Es
nosotros, el “nosotros” que no puede más que ser extremadamente tierno con él.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">2011 es lo que ha
sucedido, y lo que ha sucedido es nuestra identidad. Nuestra identidad es el conjunto de la memoria de quienes partieron y nuestra dignidad, la de los que todavía estamos aquí. El resto
son detalles</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">*****</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Viva Siria y abajo
Bashar al-Asad.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Zocos de la ciudad de Damasco donde se produjeron las
primeras manifestaciones en 2011.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[2] En 2011 y 2012 sobre todo, se votaban en Facebook los
nombres que se darían a los viernes en los que se producían la mayor parte de
las manifestaciones; sin embargo, hubo desacuerdo en algunas ocasiones y, de
hecho, en algunos casos no se respetó el resultado mayoritario, siendo elegida
la opción favorecida por los administradores de la página.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[3] Para el femenino se plantean dos opciones: <i>Hurrat </i>y
<i>hara’ir</i>. El primero es un plural femenino del adjetivo “libre”, libre de
connotaciones, mientras que el segundo tiene connotaciones religiosas que, en
su momento, al dedicarse un viernes a las <i>hara’ir</i> dio pie a todo un
debate sobre la idoneidad de terminología islámica.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[4] El <i>mujabarat</i> es el servicio secreto. El asunto de
los informes remite al hecho de que el <i>mujabarat</i> se nutría de los
informes realizados por colaboradores civiles reclutados para tal fin.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><span style="font-size: xx-small;"></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-91987494671598531092019-03-12T00:40:00.000-07:002019-03-12T00:40:48.448-07:00¿Quién ha conspirado contra Siria?<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D9%85%D9%86-%D8%AA%D8%A2%D9%85%D8%B1-%D8%B9%D9%84%D9%89-%D8%B3%D9%88%D8%B1%D9%8A%D8%A7%D8%9F?fbclid=IwAR0GrlaSct9hZfRcGVrgnkxeCVWJ9zRm1OaMifoVvXDpba0lvEGh41hYdEs">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autor: Ahmad al-Shuli</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 07/03/2019</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpjVx52A3HF6B48MmJSfcVceEK2y1klGqE-DcL9zyE3VO2YpgG2oXuiDVS-zM7K4OrSceUH5-h6S5lhbn619ncfO8zat4BoaqNe85pRu9h4i1kf6Aip-ZQJKH-quycnGmYVUfXXkLA6zmn/s1600/kevorakmourad_immortalcity_0627.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1199" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpjVx52A3HF6B48MmJSfcVceEK2y1klGqE-DcL9zyE3VO2YpgG2oXuiDVS-zM7K4OrSceUH5-h6S5lhbn619ncfO8zat4BoaqNe85pRu9h4i1kf6Aip-ZQJKH-quycnGmYVUfXXkLA6zmn/s320/kevorakmourad_immortalcity_0627.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">El Estado asadiano no será recordado, cuando desparezca, por sus grandes hazañas que, en cualquier caso, nunca fueron reales. Tampoco será
recordado solo por sus múltiples males. Más bien, será recordado en primer
lugar por la ingente tergiversación de la que hizo gala durante mucho tiempo, sobre todo, al menos hasta el momento, durante esta grandiosa
revolución.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Para ilustrar esto, cabe señalar que, al inicio de la
revolución, se difundió la idea de que la economía siria era independiente,
especialmente de los imperialismos occidentales que no podían hacer con ella lo
que querían. También se afirmaba que la economía era competente, sostenible y con
capacidad para desarrollarse, sin apenas déficit, pues había acumulado una base
industrial sólida. Dicho rumor fue la clave sobre la que se erigió la idea de la
conspiración, en la que el régimen sirio se basó para legitimar su salvaje
respuesta contra la revolución: todo independiente, como él, debía ser
aplastado. Dicha conspiración vendría
impulsada por fuerzas del mal que pueden ser occidentales para algunos
nacionalistas árabes, o imperialistas para una izquierda a la que no importa
que se lancen barriles explosivos contra los barrios residenciales, o incluso
cruzadas e infieles en la cosmovisión de la lucha de civilizaciones que se retrotrae mil años o más en el tiempo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Para demostrar que todas estas ideas son puro dogma y no
guardan relación alguna con la realidad, debemos aclarar que la naturaleza económica
del régimen sirio y los intereses de sus promotores y saqueadores no se
contradice con la naturaleza de los intereses de las grandes potencias que,
según la propaganda contrarrevolucionaria, son enemigas del régimen establecido
y buscan acabar con él. Por el contrario, la revolución cortó el camino por el
que Siria discurría hacia la integración acelerada en el sistema capitalista
global, que expresaba las aspiraciones de desarrollo de Asad II tras
terminar de gangrenarse la economía proteccionista e insuficiente de su padre.<b> </b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>El programa de sustitución de las importaciones</b> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Por gangrena, nos referimos al hecho de que el régimen de Asad
I implantó un modelo económico que posteriormente fracasó en la mayor parte
de los países que lo aplicaron. La Siria asadiana, como la mayoría de países en
desarrollo y recientemente independizados, trató de cimentar su independencia
económica aplicando un programa de industrialización por medio de la
sustitución de importaciones, con el objetivo de detener el drenaje de la reserva
de divisas.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">La idea, correcta, sobre la que se basaba este programa era
que no se podía lograr el desarrollo sin producir o comprar energía y sin adquirir una tecnología avanzada del exterior. Todo eso no podía obtenerse más
que por medio de divisas, que son siempre limitadas en los países en desarrollo. Por ello,
debían conservarse las reservas de moneda extranjera, e incluso alimentarlas,
para garantizar que se adquirían la energía y la tecnología avanzada necesarias. Para ello, debía evitarse gastar dichas reservas en la importación de productos de necesidad
básica.</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">La alternativa era fabricar tales productos básicos en
Siria, ya fuera mediante la creación de un sector público, ya por medio del apoyo
al sector privado local, o bien combinando ambos para alcanzar los umbrales
mínimos de capacidad industrial. Además de lograr un desarrollo económico que
aportara al Estado recursos fiscales, este programa también tenía por
objetivo llegar al nivel más alto de contratación posible, con la esperanza de que
estas industrias se desarrollaran hasta alcanzar una etapa en la que se pudieran exportar excedentes. Con ello, se haría acopio de reservas de divisas para adquirir
energía y tecnología de forma continuada y se lograrían niveles de
desarrollo económico que elevarían el nivel de vida de los individuos en la
sociedad, por fin, a la categoría de los países desarrollados.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Este programa surgió en los
cincuenta del siglo pasado con la ola de liberación del colonialismo en el
Tercer Mundo y demostró su éxito, inicialmente, mediante la gestión de una economía orientada a lo social: muchos países pudieron gastar en servicios públicos e
infraestructuras, además de garantizar </span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">múltiples</span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"> oportunidades de trabajo a los
ciudadanos. Más aún, se les proporcionaron las necesidades básicas y se elevó su
nivel de vida de una forma que casaba hasta cierto punto con las promesas y
precios pagados por los movimientos de liberación y los partidos progresistas.
El Estado intervino para someter la producción y la inversión a las necesidades
sociales y no con afán de lucro en primera instancia. Esto convirtió al Estado
en un escudo contra las fluctuaciones de precios y en un soporte para un
desarrollo que habría sido probablemente inalcanzable sin el apoyo estatal: el Estado se endeudaba y asumía una parte de los costes implícitos en el desarrollo, en lugar de que
lo hiciera el sector privado, que no iba a invertir si el Estado no le
garantizaba un apoyo financiero y una protección frente a la competencia de un
capital más competente en el exterior. En este período, se logró un salto
cualitativo internacional en el nivel de vida que se veía, como muestra el
gráfico 1, por ejemplo en el aumento progresivo de la esperanza de vida en los
setenta en muchas regiones en desarrollo.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglbGMn7vaOrt2ZjLX90-j-vCwP7VFXbrdbnSZhYPVrxFv8GYIGQfUV2PXEbQOSHy36_-58o0ARDtCvq26Uf5C3TYDOO3AELMWRSFZUFrkHrGTdeyA1uCuGaKFhKVf8LZTc-4sGPb5Brclk/s1600/lshkl_1.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="569" data-original-width="600" height="378" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEglbGMn7vaOrt2ZjLX90-j-vCwP7VFXbrdbnSZhYPVrxFv8GYIGQfUV2PXEbQOSHy36_-58o0ARDtCvq26Uf5C3TYDOO3AELMWRSFZUFrkHrGTdeyA1uCuGaKFhKVf8LZTc-4sGPb5Brclk/s400/lshkl_1.png" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">GRÁFICO 1</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sin embargo, el programa de
industrialización contrario a las importaciones venía acompañado de
autolimitaciones, debido a que se circunscribía principalmente al mercado nacional. En primer lugar, l</span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">a
producción de productos básicos que tenían una demanda limitada saturó </span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">el mercado local rápidamente. Podemos ilustrarlo de la siguiente manera: un aumento en los ingresos podía tener como consecuencia que el individuo duplicara
con creces el consumo de servilletas de papel y comida enlatada, pero sería
raro que llegara a multiplicarlo por diez. Por ello, las necesidades de
productos básicos se saturaban pronto, y se acababa con la posibilidad de que
el capital local se invirtiera de nuevo dada la insignificancia o inexsitencia de una cuota de mercado. A esto se une, y es lo más importante, que el programa
proteccionista preservaba el formato de las relaciones capitalistas en lo que
respecta a la explotación de la clase trabajadora y la acumulación de
excedentes. Sin embargo, eliminaba la dinámica de la producción capitalista impidiendo la competencia, ya que el Estado imponía trabas arancelarias y repartía la producción entre distintas empresas. Probablemente en ese momento
también se sufragaron algunos costes de contratación y equipamiento,
de forma que el capital local adquirió importantes beneficios sin riesgos ni
competencia alguna. En consecuencia, desapareció la necesidad de invertir de nuevo al
garantizarse las ganancias. Esto impidió que se profundizara el capital de mercado, que es el paso hacia una industria dotada de una tecnología más
avanzada, que busca reducir los costes y mejorar la calidad, y con la que se
inicia una cadena de producción industrial, gradual, que se alimenta de la
continua profundización del mercado, el desarrollo de la tecnología y el
aumento de la calidad de los productos. Con ello, busca alcanzar unos niveles de
competitividad internacional que garanticen la continua expansión de las
exportaciones y, por tanto, el paso a un programa económico caracterizado por una
capacidad de exportación que aumenta las reservas de divisas. Así, si una
sociedad no produce una tecnología avanzada concreta, al menos tiene
suficientes reservas para comprarla. La mayor parte de países desarrollados gozan de superávit comercial y financiero gracias a la base de las
exportaciones de tecnología avanzada, y la mayor parte de los países en
desarrollo se ahogan en el déficit comercial debido al valor reducido de
sus exportaciones, si es que exporta algo, frente a la necesidad de importar
tecnologías de alto valor.<b> </b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>La posible salida del hoyo</b> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Construir una economía dinámica es un
problema real y solucionarlo es una tarea difícil que exige, inevitablemente, la coordinación
de los complejos esfuerzos de producción. Por
ejemplo, la India y Brasil son dos países con grandes mercados interiores, y sin
embargo, no llegaron a tiempo a la transición tecnológica, debido a que el
Estado se endeudó mucho para apoyar la producción primaria local y comprar la
energía y la tecnología a los precios establecidos en los mercados
internacionales, sin alcanzar una cuota de producción de alto valor que aportara
al Tesoro recursos o divisas suficientes. Este enorme coste conllevó
una crisis de deudas soberanas; es decir, la incapacidad de muchos gobiernos en
el mundo de pagar los créditos devengados en los ochenta, algo
que vino acompañado de una rápida inflación y una devaluación de los tipos de
las divisas. Esto marcó el inicio de las medidas neoliberales que
aún hoy seguimos experimentando: la reducción del gasto gubernamental y la gestión
del Estado según políticas financieras y monetarias conservadoras que permiten
una estabilidad de precios que atrae inversiones del extranjero.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Muy pocos países han logrado la
transformación tecnológica necesaria para realizar exportaciones de calidad. Entre ellos, destacan Corea del Sur y Taiwán, que lograron superar la tendencia que inclinaba al capital
hacia la inversión de rápido beneficio y poco riesgo, mediante la creación de
un sistema de estímulos para los capitalistas, con el objetivo de transformar las inversiones en inversiones de calidad a largo plazo, con consecuencias financieras para
quien se opusiera a ello. No se puede decir que el éxito de esta experiencia en
Corea y Taiwán se deba a la dictadura, pues las dictaduras en Brasil y
Argentina no lo lograron. Al contrario:ambos regímenes se erigieron como un
obstáculo frente a dichas transformaciones. Tampoco puede decirse que sea fruto
de la democracia, pues el sistema democrático asentado en la India tampoco lo
ha logrado. Este resultado requiere el establecimiento de un equilibrio muy preciso del poder de los
capitalistas sobre la sociedad, ya sea bajo la sombra de la dictadura o la democracia,
a fin de que aprovechen sus mejores oportunidades de ganancia dentro del
programa de desarrollo basado en la una sostenibilidad de las exportaciones,
cuya fuente sea el desarrollo tecnológico, que refuerce la base de la
economía nacional y que eleve el nivel de vida.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCxpIX9ruhZ1KrTH3Y2e7SyClguMrNADjw2ZvxEyJhzOfOw4TyBi0G_tdl06H98PcNer0EIgj1hYElTe-6_t8HaG8NzE81H_0cZBwfhOOS_geLorEzvtngf0kWuJOJ9S6Pjt85H1SXBgtC/s1600/lshkl_2.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="502" data-original-width="600" height="333" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCxpIX9ruhZ1KrTH3Y2e7SyClguMrNADjw2ZvxEyJhzOfOw4TyBi0G_tdl06H98PcNer0EIgj1hYElTe-6_t8HaG8NzE81H_0cZBwfhOOS_geLorEzvtngf0kWuJOJ9S6Pjt85H1SXBgtC/s400/lshkl_2.png" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">GRÁFICO 2</span></div>
<br /></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Quizá las promesas garantizadas por el
acceso a los productos de Corea y Taiwán al mercado estadounidense sean la
mayor característica de ambos regímenes, y no tanto el poder dictatorial. De hecho, el autoritarismo colapsó en ambos países mientras se producía la
aceleración industrial, de una forma similar a la implantación gradual de la
democracia en Europa y EEUU, que llegó de la mano de la capacidad de la clase trabajadora de paralizar los ciclos de grandes ganancias mediante
la huelga por la democracia a principios del siglo XXI. En lo que respecta a la
dictadura, esta se limita a satisfacer los intereses de ciertos sectores
capitalistas, de forma que se garanticen las ganancias y beneficios, y se active la economía con el objetivo de la estabilidad. Así, si quería empujar a estas empresas a algún tipo de estrategia, por ejemplo desarrollista, tenía que
apoyarse en la movilización y el estímulo de las clases trabajadoras. Sin
embargo, con ello, puso en riesgo la estabilidad de su poder. Siguiendo esta
lógica, el dictador se asegura de restregar a toda una sociedad en el barro
del retraso económico.<b> </b></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>El asadismo llevó a Siria a lo
profundo del hoyo</b> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">A la Siria de Asad I, como la mayoría
de países en desarrollo gobernados por emperadores, también le pilló el toro,
como a la India, Brasil y Argentina. De hecho, queda patente en el gráfico 3
aquí debajo que su déficit comercial en ese período de los ochenta era similar
al de los cuatro países de la región que liderarían el proyecto neoliberal
posteriormente, o que ya lo habían iniciado: Egipto, Marruecos, Túnez y
Jordania.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS9cT8VHGAZM31vxEYrZxZ8xN9Jus2WyKIxDRWwDX76xcVSbOYl990SLuBPt5yKMQFsvBiH0GbeOdyb8q2-EjsyBdzQqQWB5t_mgx8jpOuuPjF8kc33zD0akGU5LMOJ8ynw9Cr0tUyFCo-/s1600/lshkl_3.png" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="500" data-original-width="600" height="332" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjS9cT8VHGAZM31vxEYrZxZ8xN9Jus2WyKIxDRWwDX76xcVSbOYl990SLuBPt5yKMQFsvBiH0GbeOdyb8q2-EjsyBdzQqQWB5t_mgx8jpOuuPjF8kc33zD0akGU5LMOJ8ynw9Cr0tUyFCo-/s400/lshkl_3.png" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">GRÁFICO 3</span></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Tal vez, el volumen del mercado
interior sirio permitió a su régimen seguir con la experiencia proteccionista
durante más tiempo que Túnez, que ya había comenzado a reforzar sus
exportaciones cualitativamente como resultado de crisis previas; o quizá le
proporcionó la capacidad de continuar con los excesos de su dictadura, frente
al régimen de Jordania, que en ese período se vio obligado a una cierta apertura
política; o también puede ser que la crisis de los precios del petróleo de 1973
y la fluctuación del dólar antes de ello, producieran mayor efecto en el régimen de
Sadat que en el de Asad, y que, por ello, Sadat fuera uno de los primeros en subirse al
tren del neoliberalismo que sigue aplastando bajo sus ruedas las pocas
políticas sociales que quedan en el mundo.</span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Todas estas son diferencias
circunstanciales y temporales, y no cualitativas. Asad I no era competente en
realidad, sino que sobrevivía gracias a las ayudas que le proporcionaba la coyuntura
de la guerra fría, en la cual la región era uno de los puntos más calientes de enfrentamiento. La diferencia entre él y los cuatro países neoliberales principales en
la región es que se mantuvo en la órbita soviética enemiga, mientras que ellos
se mantuvieron sistemáticamente en la órbita estadounidense. Cuando terminó
esta guerra, Asad I, rey de los pragmáticos, se apresuró a interevenir en Hafar
al-Batin en Kuwait para satisfacer a EEUU después de la
caída de la Unión Soviética. En contrapartida, mantuvo su régimen a flote
durante un tiempo hasta su muerte.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">La Siria de Asad no se caracterizó
por nada destacable, sino que prolongó un fracaso económico limitado durante el
mayor tiempo posible. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: xx-small;">GRÁFICO 4</span></span></span></div>
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"></span></span><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><b>El afortunado heredero</b> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Asad II llegó en un momento en que
había poco que obtener a cambio de nada pues las tensiones internacionales se habían relajado. Ya no había
mercados cerrados protegidos por la Unión Soviética o China, y EEUU se afanaba
en abrirlos, haciendo uso de la fuerza militar si era preciso. Iraq fue la excepción que
confirmó la regla. La primera, la Unión Soviética, pasó a ser un mercado
infiltrado en sí mismo, deficiente también en gran medida. La segunda, China,
se transformó en una potencia capitalista emergente y temible en sí misma. Estos
gobiernos no sociales, </span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">que se extienden a lo largo y ancho del globo terráqueo,</span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"> no pueden entrar en ningún juego salvo el de someterse al capital mundial y ofrecer unas condiciones
atractivas para la inversión. Así, este afortunado Asad se encontraba
en una situación excepcional, pues además de haber heredado la “república”, había heredado dicha “república” con superávit comercial gracias al
aumento de los precios del petróleo desde finales de los noventa.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">La excepcionalidad de su suerte le permitió seguir manteniendo a flote el sistema proteccionista
y fuertemente autoritario de su padre, a pesar de que la necesidad de transformaciones estructurales en el sistema de producción social exigía un papel activo de la
clase capitalista local, o al menos de un sector relevante de la misma, que
lograra que el dictador cediera parte de su poder a
las élites. Al principio, Bashar logró una lenta transformación neoliberal,
manteniendo su dominio securitario, y evitando aumentar el empobrecimiento de los
sirios. Así, se encargó de gestionar las luchas internas entre las élites en vez de
participar en ellas. Cuando los cuatro neoliberales se perdieron en los préstamos externos, ya fuera de
gobiernos o del mercado abierto, tal y como muestra el gráfico 5, Asad II decidió
en 2002 saldar una pequeña parte de la deuda que había acumulado su padre en sus
últimos años gracias a los réditos del petróleo y que, en su mayoría,
eran ayudas adscritas a préstamos. Posteriormente, volvió a adquirir deuda
externa en similares condiciones en 2007, con niveles que se acercaban de nuevo a
los cuatro neoliberales. Sin embargo, la revolución le sorprendió antes de que
acelerara la transformación estructural que ya había iniciado de facto.</span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
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<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: xx-small;">GRÁFICO 5</span></div>
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"></span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Asad II siguió la lógica de la
gradualidad y la transformación lenta que Asad I había dominado con habilidad para mantener
su poder absoluto de la mejor manera posible, hasta que este se vio comprometido en los
últimos meses antes de la revolución. A la luz de la debilidad cualitativa de
este régimen y su incapacidad para imponer condiciones, pues más bien parecía
estar listo para ceder ante cualquier parte
exterior o interior, Asad se aferró a aquello que podía utilizar como carta
de negociación en ausencia de toda otra capacidad de influencia. Líbano, con
sus muchos defectos, tenía la desgracia de ser el vecino de Asad.
La destrucción de los movimientos
nacionales libanés y palestino durante la guerra civil en Líbano, la
intervención a favor del fascismo libanés, e incluso el hecho de que asegurara
la autoridad del régimen jordano previamente, eran logros que tanto Asad I como
Israel podían atribuirse. Sin embargo, cuando fue a negociar con Israel, llevando
en el bolsillo a Líbano y algunas facciones palestinas y kurdas, puso como
condición a todo acuerdo que se le garantizara que mojaría sus pies en el lago
Tiberiades, todo lo contrario a su descripción de los abusivos acuerdos firmados por Egipto, la
OLP y Jordania. Su objetivo era que los sirios vieran en su paz con
Israel una ganancia, pues no pagaría el precio de la rendición con el que
podría perder algo de poder. Por su parte, Israel fue quien vio que Asad
exageraba al estimar su precio en el mercado y "se lo cepilló", como suele decirs en Siria, pues no era preso de su situación
interna, sino que su apertura respondía sin más al deseo de Netanyahu, durante su primer mandato, de incluir a Siria en el esquema. Con ello, pretendía detener las maniobras de Hussein
y Arafat, que intentaban imponer condiciones a Israel, y apresurarse a encontrar
una solución definitiva que incluyera a los refugiados palestinos. Era un
éxito que creían que podían esgrimir frente las críticas, y era también más de lo que
Israel había aceptado en los tratados de paz con cada uno de ellos, o al menos
Netanyahu. La humillación, no obstante, se produjo con la visita de Faruk al-Sharaa[1] a Camp
David tras la llegada de Ehud Barak al gobierno, donde fue reprendido por
Clinton, como también lo fue Arafat.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Murió Asad I y Asad II heredó su poder sobre Líbano.
La burguesía libanesa, que había vuelto a respirar tras la guerra civil bajo el
liderazgo de Hariri, intentó alejarse gradualmente, ampliar su participación y
acelerar su integración internacional más de lo que Asad II quería arriesgar.
En ese momento, les declaró una guerra en la que no logró, a pesar de sus esfuerzos, conservar su reserva negociadora anterior. Posteriormente, volvió
a Líbano por la puerta de la “resistencia” para mejorar su posición negociadora
y aquí es importante recordar que quien ha adquirido experiencia en machacar
a los sirios no va a oponerse, por conciencia, a los excesos cometidos contra libaneses y palestinos, ni debe presumirse que la resistencia de estos contra Israel tenía algún valor para él más que en la medida en que le beneficiara. En pleno apogeo de los falsos graznidos sobre el
rechazo al imperialismo y la resistencia, y del discurso de Asad II sobre “los hombres y los medio
hombres” tras la guerra de Líbano de 2006, este ya había vuelto a acumular deuda con
el exterior y había empezado a acumular déficit comercial a pesar de
la continua subida de los precios del petróleo que se había prolongado dos años más.
También había comenzado su programa de privatización de los servicios públicos
a una velocidad que lo situó en el puesto intermedio entre los cuatro
neoliberales, adelantándose a Egipto y Túnez, además de Líbano, cuyo estado
central y sector público no habían tenido un desempeño destacable.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Asad se quedó finalmente sin cartas fuertes de
negociación, pues la amenaza de la resistencia había perdido relevancia después de
que Obama hubiera dirigido mensajes conciliadores a Irán, líder del eje antiimperialista. </span></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Unos pocos meses antes del inicio de la revolución, el rey
Abdalá ben Abdelaziz, de cuya virilidad se había dudado, había visitado Damasco, desde donde acompañó a Asad en su avión hasta Beirut con el objetivo de limar las asperezas con
los líderes libaneses, volver a normalizar la relación con el régimen de Asad y anunciar su disposición para una total integración en un mundo regido por el
capitalismo globalizado.</span></span><b><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"> </span></span></b><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">¿Quién podría conspirar contra semejante régimen?</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;">Quien todavía crea que existía un plan para acabar con
Asad deberá explicarnos cómo iba a llevarse a efecto, ya que a día de hoy seguimos teniendo dudas. Del mismo modo, y antes que nada, deberá explicarnos a todos los que dudamos qué necesidad había de semejante
plan.</span></span><br />
<br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: small;"><span style="font-size: xx-small;">[1] Ex primer ministro de Siria.</span></span></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-42832129298102277882019-03-08T03:09:00.000-08:002019-03-08T03:09:03.134-08:00Cartas a Samira (13)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%B1%D8%B3%D8%A7%D8%A6%D9%84-%D8%A5%D9%84%D9%89-%D8%B3%D9%85%D9%8A%D8%B1%D8%A9-13?fbclid=IwAR3NBT8gs5omtlwNUh_YU6TVuBfbJBRLs_gODOHTgfGJQiDJZVeop54IIJA">Al-Jumhuriya</a></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Autor: Yassin Al Haj Saleh</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Fecha: 08/03/2019</span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s1600/finalisimo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="570" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s320/finalisimo.jpeg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;"><br /></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;"></span></span></div>
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">
</span></span><div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sammur, en otras ocasiones te he
escrito sobre cosas nada agradables, situaciones que no deberían haberse dado,
y sobre un mundo que se ha vuelto peor durante los años de tu ausencia. Esta
vez, voy a escribirte sobre la esperanza que se mantiene viva incluso en un
mundo como este: la amistad y la gran cantidad de solidaridad y apoyo de muchas
y muchos en prácticamente todo el mundo. Y puesto que no puedo mencionarlos a
todos, pero sí es preciso nombrar algunos ejemplos, a través de ti quiero decir
a todas las amigas y amigos en todos los lugares del mundo que no doy por
sentados la generosidad y amor que ellas (la mayoría son mujeres) me profesan,
que, si no les doy las gracias en cada ocasión, no se debe a que mucho de lo
que han hecho es algo que merezco de forma natural por ser su amigo, ni por ser
el marido de la ausente Samira. Sé que ellas nos dedican sus esfuerzos, tiempo
y energía, y supongo que, a través de nuestra historia y la historia de Siria,
conocen esa lucha extremadamente solitaria, radical y desesperante, pero que
continúa a pesar de todo y, por ello, genera esperanza.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">La verdad, Sammur, me resulta
mucho más difícil escribir así que cuando lo hago con un espíritu crítico y
analítico. He heredado una especial dificultad a la hora de expresar mis
sentimientos cuya magnitud precisamente tú, entre toda la gente, no necesitas
que te explique, y quizá por esa razón en concreto me hice escritor: para huir
de lo que no sé cómo decir, y después para pedirlo, a pesar de todo, con
rodeos. Sin embargo, intentaré decir algo sobre el amor a las mujeres y hombres
que quieren a la ausente Samira y que apoyan a su compañero que sufre la pérdida.
También pediré perdón por solo mencionar algunos nombres.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Naomí Ramírez, desde Madrid, <span> </span>ha traducido y publicado cada carta que te he
enviado, en ocasiones apenas unas pocas horas después de su publicación en
árabe. Naomí fue también quien tradujo las palabras que escribiste durante el
asedio en <i>Diario del asedio a Duma 2013</i> [1]. “La causa de Samira se ha
convertido en una causa personal”, dice Naomí, que añade que traduce las cartas
porque “cuentan la historia y vida de una activista importante de la revolución”.
También me contó que un hombre español que leyó tu libro en compañía de su hija
Laura, dijo que si tuviera otra hija, la llamaría Samira. Naomí ha apoyado la
causa siria desde el principio, traduciendo, escribiendo y comunicando, y hasta
hoy sigue haciéndolo, no a pesar de los horrendos derroteros por los que discurre
la situación, sino debido a ellos y para enfrentarse a ellos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Igual que Naomí, Souad Labbize,
la poeta franco-argelina, ha traducido las cartas al francés. Souad ha
traducido las cartas porque eres muy “querida” para ella, y porque tu historia
da una idea de la historia de Siria. Souad considera que somos una única
familia a la que une la causa de la liberación y no la sangre o el credo. Es el
parentesco de las revoluciones. Hoy en Argelia se están produciendo
manifestaciones en contra de la “renovación del mandato” por quinta vez de
Bouteflika, que apenas habla o se mantiene de pie (en Argelia lo llaman: “la
quinta regencia”), y Soaud tiene el corazón allí puesto.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Sammur, no sabes nada de Souad o
Naomí, y yo no las he conocido hasta después de tu desaparición. Aún más, a día
de hoy, no he conocido en persona a Nurah El Assouad, la ítalo-siria que vive
en Italia desde hace muchos años pero cuyo corazón ha permanecido ligado a
Siria. Ha encontrado en las cartas tal sensación de unión que sus amigos la
avisan en cuanto se publica una nueva carta, para que la traduzca. Antes de Nurah
y junto a ella, tradujeron algunas de tus cartas Sami Haddad, Filomena
Annunziata , Marianna Barberio, Giovanna De Luca y Roberta Pasini. A Sami lo
conozco de los años de universidad, antes de la cárcel, pero llevamos 39 años
sin vernos. Giovanna ha traducido tu libro al italiano y se publicará en breve
gracias a la ayuda de Francesca Scalenci, que hace un par de meses escribió un
bonito poema sobre ti y sobre Siria. Conocí hace poco a estas dos mujeres
italianas, siendo tú nuestro punto de unión. Creo que nuestras amigas se
identifican contigo y quieren “izar la bandera que cayó en el campo de batalla”,
como dice Souad Labbize.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Al inglés las ha traducido Murhaf
Fares, un joven sirio que realiza su tesis doctoral en Oslo. Murhaf quería que
muchas más personas te conocieran a ti y nuestra “excepcional” historia que
combina lo personal con mucho de lo general. Mediante la traducción de esta
historia de “combinación inquebrantable, pero dura” Murhaf ha querido expresar
su solidaridad con la ausente. Nuestra historia infunde esperanza a nuestros
amigos que nos dan esperanza. </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Tus palabras en el <i>Diaro del
asedio a Duma 2013</i>, que ya están disponibles en español gracias a Naomí,
espero que puedan leerse pronto en inglés si algún editor se interesa por
ellas. Sarah Hunaidi, una chica siria que vive y estudia en EEUU, ha sido la
encargada de traducirlas. No nos conocemos en persona. Espero que podamos
conocerla juntos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">En todas partes, en nuestra
región y en el mundo, tenemos compañeros y compañeras que no dejan de apoyarte.
Fue muy emotivo recibir hace unos días la carta de una amiga británica que me decía
que había puesto una vela por ti y por mí en la catedral de Exeter, que había
pedido que se rezara por nosotros, que en todo lugar que entra a rezar deja una
petición similar y que en todas partes encenderá una luz por ti, Sammur.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Había apodado a esta mujer, que
sé que es profundamente creyente, “la santa”, pero siempre se opone, diciendo
que prefiere que la llame amiga. Se llama Sian, y quiere que nuestra historia
se conozca para que nadie pueda decir que no sabía. Dice que quienes han
conocido la historia en las zonas rurales, donde ella vive con su marido,
experto en medioambiente y que estudia el comportamiento de los animales
salvajes por la noche y el efecto que produce en su vida la iluminación
eléctrica, la paran y le preguntan por nosotros o si hay noticias.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">No me he referido más que a
algunos de los que no conoces en persona y a quienes he conocido después de tu
desaparición, pero hay muchas y muchos que conoces y no conoces, en Siria y
fuera de ella, desde Líbano a Yemen, pasando por Egipto o Turquía, y realmente
de todas partes. Y antes de todos ellos, están todos los sirios y sirias, pues
a pesar de las heridas que empujan a todos a encerrarse en sí mismos, tras ocho
años extremadamente duros, se ve en Siria una gran humanidad, valentía y
dignidad. Desgraciadamente, esta imagen está incompleta, pero las sirias y los
sirios, en el exilio y dentro del país, han demostrado que el éxito asadiano a
la hora de crear a sirios que se matan entre sí continuamente ha sido limitado,
y que hay una Siria diferente, libre, solidaria y generosa, viva en incontables
sirias y sirios. Esos son la revolución siria. La mayoría de ellas y ellos
pertenecen a la generación más joven.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Gracias a esas amigas y amigos,
muchas y muchos han conocido a través de ti a Samira de Siria y a Siria. Aspiro
a que todo ser humano en este universo sepa de ti. Sé que es complicado, pero
con la participación de esas amigas y amigos, tu voz ha llegado lejos.</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="font-size: small;">Somos un mundo completo, Sammur.
No somos un barrio, un clan o una sociedad cerrada. Un mundo esperanzado que te
quiere y echa de menos: el mundo de Samira.<span> </span></span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">[1] Publicado por Ediciones del Oriente y del
Mediterráneo.</span></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-60738016601039323932019-03-01T04:58:00.000-08:002019-03-01T22:42:16.771-08:00Hijo de puta<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
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<br />
<div class="MsoNormal">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/%D8%A7%D8%A8%D9%86-%D8%A7%D9%84%D8%AD%D8%B1%D8%A7%D9%85">Al-Jumhuriya</a> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autora: Muna Rafei</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 01/03/2019<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR5NkgFj3sQIUQQI3MuzyBiKkyDZjl5tZOt271FGBYG65CLOEeB9RCm_5aKesapvPXyeaTvO2AJ8iuQ6xiqogOpv2CU-Tm7x-RnzOf1gv6EEpOL3gm3tcTc1eyfS9nHhtl0hEVbQM1Wk1V/s1600/11198820_1646227022259154_531081043_n.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1131" height="226" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjR5NkgFj3sQIUQQI3MuzyBiKkyDZjl5tZOt271FGBYG65CLOEeB9RCm_5aKesapvPXyeaTvO2AJ8iuQ6xiqogOpv2CU-Tm7x-RnzOf1gv6EEpOL3gm3tcTc1eyfS9nHhtl0hEVbQM1Wk1V/s320/11198820_1646227022259154_531081043_n.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Ahí está el sonido de las golondrinas repicando en las
ventanas anunciando que se acerca la primavera</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Suena el despertador. Son las siete de la mañana. Insomnio
que se deriva del sueño del que me ha privado durante horas. Aparto la
oscuridad de mis ojos y veo la luz. La aparto también de mis oídos, y escucho a
la golondrina que me recuerda que, hace unos dos años, el régimen inició la
etapa de “purificación” final de mi ciudad; que, desde que llegué aquí, después
de vivir en un barrio “liberado”, todo es diferente; y que, hasta ahora, no he
podido asumir del todo que en algún momento estuve en la ciudad denominada “cuna
de la revolución”, para terminar siendo una mera testigo muda que lucha contra
su muerte.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Y mi día comenzó con el deprimente camino al trabajo</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Más o menos a las ocho de la mañana, o después, o quizá
antes, pasa cada día el coche de la cárcel, que es más bien como un camión de
color gris, escoltado por delante y por detrás por vehículos militares, y con
un claxon horrible cuyo sonido seré incapaz de olvidar mientras viva. Al principio,
no sabía que era el coche de la cárcel. La mujer que esperaba a mi lado al <i>service
</i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>[1] se apresuró y dijo que era el
coche de la cárcel. El hombre que también estaba esperando suspiró y dijo que
era el coche de la cárcel, y dijo que quizá iban de camino a Damasco para ser
juzgados. El conductor del <i>service</i> nos dijo con amargura: “¿Habéis visto
sus manos?” Elevó la voz buscando nuestra complicidad, y volvió a repetir, una
vez nos hubimos apretujado dentro del <i>service</i>: “¿Habéis visto cómo
agitaban sus manos hacia nosotros?” Todos nos quedamos callados y solo yo respondí
que no los había visto: “Ojalá los hubiera visto”. El conductor del <i>service </i>nos
explicó con amargura contenida que el coche de la cárcel era muy grande y se
dividía en dos mitades ‒una para hombres y otra para mujeres‒ y que algunas
manos solían hacer aspavientos desde la parte de arriba. Intenté seguir conversando
con él, pero los ojos escrutadores, los oídos bien grandes y las narices
apretujadas en el <i>service</i> nos obligaron a mantener silencio. El
conductor siguió murmurando y subió el volumen de la radio, por lo que ya no
pudimos seguir escuchando lo que decía.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Y los ojos vigilantes nos acompañan al trabajo</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Un hombre moreno, esbelto, con un hoyuelo en el mentón, ayudaba
a algunos funcionarios a llevar pesados bultos al interior, mientras sonreía a
todos con un afecto que los demás le devolvían con profusión. Pensé si sería un
nuevo trabajador, o amigo de alguno de ellos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Al final del turno, encontré una hoja sobre mi mesa:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Rellena todos los datos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Son muchos detalles.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Rellena todos los datos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Por ejemplo: ¡¿¿hay alguien en tu familia condenado??! ¿A
qué colegio fuiste en primaria? ¿Y secundaria? ¿Has participado en algún pacto
[2] antes?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Rellena todos los datos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Has viajado fuera del país?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Rellena todos los datos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Ha huido alguno de tus familiares del ejército? ¿Alguien de
tu familia ha participado en este tipo de pactos?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Todos los datos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El hombre moreno y esbelto espera mientras nos recogen las
hojas a los funcionarios, que debemos rellenar todos los datos.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Y los niños crecen muy rápido</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Una mujer viuda, muy orgullosa de su hija de trece años, me
contó que su hija tenía un don para dibujar y que se pasaba largas horas diseñando
decoración. Le dije: “Inscríbela en Diseño Interior cuando crezca”. Sin embargo,
tras retirarse una parte del velo negro que le cubría la cara, y dándome
golpecitos con la mano, respondió: “Shh… La niña me ha dicho que no quiere
estudiar, sino que quiere ir a la escuela militar y ser oficial como su tío”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Después, llegó un silencio que se prolongó un año, hasta que
le dije, sintiendo que los dientes se me rompían en la boca: “Que Dios la
proteja”. “Que así sea, si Dios quiere”.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Y la lluvia caía a mares, como si el cielo estuviera
culpando a alguien que ni se inmutaba</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El <i>service</i> se retrasó a la vuelta y la lluvia no
cesaba. Me detuve en el bordillo roto de la acera a esperar, y la lluvia seguía
cayendo a mares. Las hojas que llevaba en la mano se empaparon, y la lluvia
seguía cayendo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cogí un taxi.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A los pocos metros, nos paró un agente de tráfico, que
reprendió al conductor por haberse parado en una zona prohibida; sin embargo,
este sonrió con confianza, lo saludó y le entregó unos papeles. El agente los
recogió y se los devolvió. Seguimos el camino. El conductor, que claramente no
era taxista, me dijo que había trabajado en la inteligencia política, pero que
se había pasado a labores administrativas en el ejército y que, por tanto,
nadie podía, por imperativo legal, oponerse a él o ponerle una multa. También
comentó que su tío paterno era subdirector de una de las sedes de seguridad e inteligencia,
y su cuñado, oficial de la Guardia Republicana, así que conducía por diversión.
Entonces me preguntó dónde trabajaba. Le contesté servicial: “En una
organización local que se llama X”. “Perros, cab…nes: todos los que trabajan en
ella son unos diablos islamizados. Merecen ser pisoteados y machacados. Son
todos unos traidores. Si yo te contara.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">No quise que me contara. Me mantuve callada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Dónde vives? ¿Cuántos hermanos tienes? ¿Dónde están? ¿Fuera?
Pero, ¿de forma legal o…? ¿En qué trabaja tu padre? ¿Y tu madre? ¿La casa es
alquilada o en propiedad? ¿Estás casada o soltera? Dame tu número.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me negué, pero insistió. Me dijo: “Simplemente dame un toque”.
Le dije que no tenía saldo, pero que me diera su número, que yo le llamaría.
Accedió a regañadientes. Guardé su número con el nombre de “Hijo de puta”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Esta tarde me llamas, ¿me lo prometes?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Te lo prometo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Los libres siempre cumplen su promesa. Espero tu llamada.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-…</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Y, en efecto, alguien “libre” siempre cumple sus promesas.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Y la noche del largo invierno no termina</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">A veces pienso que, si la llama de la vela pudiera hablar,
nos culparía por haberla abandonado y sustituido por luces de led, que
funcionan con electricidad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Mi hermana me ha dicho que cortaron la luz a las cuatro. Son
las siete, las ocho, ya las nueve y nos acercamos a las diez. Los led están tan
apagados que apenas iluminan. La oscuridad nos come las cabezas enterradas en
los teléfonos móviles. Una amiga me escribe que en su edificio se sienten
movimientos extraños, que “ellos” han irrumpido en la casa de sus vecinos por
la fuerza, rompiendo la puerta, que hay toda una patrulla repartida por la
parte de abajo y que ha visto a través de la mirilla (¿mirilla?) a un joven con
los ojos tapados bajar acompañado con los efectivos, algunos vestidos de
militares y otros, de civiles.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Dice que su familia está temblando. Miro a la mía, que
también tiembla, pero de frío. Yo también, pero no solo de frío, sino también de
miedo.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Y me digo que el ayer se fue, y que hoy es un nuevo día
en el que el sol luce de forma poco habitual</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Alguien me dijo que quería abrir un nuevo negocio y me
ofreció trabajar con él. Dado que mi trabajo era temporal y se me acababa
pronto, me pareció una idea perfecta, pero después de seducirme con castillos
de naipes, me dijo que tenía que hacer una pequeña entrevista con un agente de
la seguridad, que vendría a hablar con los interesados en el proyecto, para
realizar los trámites para la autorización que debía emitirse en Damasco.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me dijo que era algo rutinario para todo el que quiere
empezar un nuevo trabajo y me informó de lo que debía y no debía decir,
insistiendo en que Abu Majd, el hombre de la seguridad, me llamaría porque le
había dado todos mis datos. Me aseguró que era muy “humano y adorable” y que
era un trámite sencillo del que nada había que temer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Se me quitaron todas las ganas de conseguir el trabajo y me
arrepentí de haberlo aceptado.</span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Y apareció Abu Majd.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Abrió su gran cuaderno y empezó a escribir:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Tu nombre?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Muna.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Miembro activo o simpatizante del partido? (Había olvidado
el significado de ambas palabras [3]).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Responde: ¿miembro activo o simpatizante?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Miembro activo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Muy bien. ¿Cuándo fue la última vez que fuiste a una
reunión del partido? ¿Pagas cuotas?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-… No… No recuerdo… En el instituto… No sé.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Por Dios, entonces eres simpatizante.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Como usted diga.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-¿Ha estado tu padre alguna vez en la cárcel? ¿Tu hermano? ¿Tus
tíos? ¿Y sus hijos? Bueno, ¿y el resto de la familia? ¿En qué trabajan tus
hermanos y tíos que viven en el extranjero? ¿Desde cuándo? ¿Y cómo… por qué… dónde…?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">El empresario me llamó de pronto, interrumpiendo el “interrogatorio”,
para recordarme que le diera a Abu Majd “un detallito”. ¡En la vida se me
habría ocurrido!</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Tome.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-No, no, por Dios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-No es mucho: usted merece más.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Por favor.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Por la molestia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-No puedo aceptarlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Usted lo merece: no hay más que hablar.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">-Bueno, vale.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Palpa el dinero y, antes de salir, se acerca un poco y me
susurra: “Cualquier cosa que necesites en relación al trabajo, me llamas. Si no
te dan la autorización, yo mismo hablaré con otros empresarios aquí, que son
todos amigos míos. Puedo ayudarte para que te den trabajo”.<b> </b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><b>Salgo para respirar y el camino se alarga</b> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Me subo al <i>service</i> y opto por el camino más largo.
Los conductores ya me conocen. Al pasar por una rotonda recién renovada, vi a
un hombre tirado en el suelo en la otra parte de la calzada, que parecía
víctima de un accidente y estaba medio muerto. Los coches que venían en la
dirección contraria pasaban sin inmutarse. El <i>service</i> se detuvo junto a
él un instante y una mujer asustada dijo: “Salvadlo, está sufriendo”. Un hombre
dijo con tono dubitativo que no nos incumbía, otra mujer comentó que llegaba
tarde a su cita y el conductor del <i>service</i> dijo que ojalá lo pudiera salvar,
pero que, si lo hiciera, el asunto lo salpicaría y la policía lo interrogaría,
y que él no quería problemas. La mujer asustada gritó de nuevo: “¿Cómo vais a
dejarlo ahí? ¡Salvadlo!” Nadie contestó y el conductor prosiguió su camino en
la misma dirección, aunque a mí me pareció que íbamos “para atrás”, puesto que los
ojos, las narices y las orejas aplastadas se giraban para ver el cadáver del
hombre medio muerto tirado en la esquina de la calle.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sentimos por un instante que era el cadáver de todos
nosotros y que lo habíamos dejado tirado en el suelo agonizando.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;">[1] Medio de transporte colectivo urbano e interurbano que consiste
en una pequeña furgoneta con sitio para unas 15 personas.</span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;">[2] Pactos entre la oposición y el ejército mediante los cuales
algunas personas pueden retornar a zonas bajo control del régimen, con
garantías teóricas de no sufrir represalias.</span></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="font-size: xx-small;">
</span></span><br />
<div class="MsoNormal">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">[3] En la etapa escolar, prácticamente se obliga a los
alumnos a ser simpatizantes. Para ser miembro activo, ha de asistirse a
reuniones semanales y pagar cuotas y es requisito para ser funcionario.</span><span dir="RTL" lang="AR-SA" style="font-family: "times new roman" , "serif"; line-height: 115%;"></span></span></div>
<span style="font-size: xx-small;">
</span>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-36261228299501280932019-02-02T08:57:00.000-08:002019-02-02T08:57:11.869-08:00Cartas a Samira (12)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/رسائل-إلى-سميرة-12">Al-Jumhuriya</a></span></span></div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Autor: Yassin Al-Haj Saleh</span></span></div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Fecha: 02/02/2019</span></span><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s1600/finalisimo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="570" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s320/finalisimo.jpeg" width="320" /></a><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><br /></span></span></div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El único día que celebro desde tu desaparición es el día de tu
cumpleaños. Lo paso solo, contigo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Llevo pensando desde unas semanas antes de tu cumpleaños,
Sammur, que siempre nos ha unido el amor por la experiencia, la voluntad de caer
en la experiencia, arriesgarnos y vivir nuevos comienzos. Los principios
siempre son difíciles, y las experiencias pueden ser catastróficas. Tú y yo lo
sabemos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En los ochenta del siglo pasado, te hiciste comunista y te
uniste a una organización opositora, a sabiendas de que podían detenerte y
torturarte, y cuando eso sucedió, gritaste en la calle para que la gente se
percatara de lo que estaba sucediendo a su alrededor y de lo que les podía
suceder a ellos. Te hicieron callar y mandaron dentro a los curiosos que habían
salido a mirar lo que sucedía desde sus balcones. La organización secreta
especial con monopolio sobre las armas llamada “Estado” quería que todo les
fuera visible, que los gobernados fueran libros abiertos, en los que no hubiera
secretos ni privacidad. El espionaje y la tortura eran sus métodos para
lograrlo. </span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Al igual que tú, quizá unos pocos años antes, me hice comunista,
y me uní a otra organización opositora. También me detuvo la organización
secreta, que se afanó en hacer de mí un libro abierto, mientras que ella
permanecía bien sellada, sin revelarnos su contenido. ¿Recuerdas lo que dijo
Rifaat al-Asad [1] sobre la necesidad del “mantener en secreto la razón
securitaria” en la conferencia del partido Baaz de 1979 y la propuesta que hizo
de que sus agentes vivieran en zonas privadas para que la gente común no
supiera cómo pensaban? Unos años después, Rifaat perdió la batalla por el poder
contra su hermano, pero el tratamiento que se le dio a dicho conflicto fue “familiar
y local”: ni detenciones, ni torturas, ni asesinatos, y el perdedor disfruta del
dinero robado a los sirios hoy en la democrática… Europa. Ahora bien, el “carácter
secreto de la razón securitaria” y la vida de los altos cargos del aparato de seguridad
del régimen en mundos a los que no se envía al común de los sirios ni donde se
les pide rendir cuenta alguna se han mantenido como una norma intacta hasta hoy
día.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nos hicimos comunistas en un momento en que el comunismo
significaba cambiar la realidad, cambiar el mundo y, junto a ello y ante todo,
cambiar uno mismo. No pudimos cambiar la realidad de nuestro país, pero
nosotros sí cambiamos y deseamos cambiar, como si quisiéramos ver ese cambio en
el mundo, según la máxima de Ghandi. Al salir de la cárcel ya no éramos las
mismas personas. Aceptamos que la cárcel era una parte integral de nuestra
vida, como queríamos que lo fuera la libertad.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Unos años después de la cárcel, comenzaste una nueva
experiencia. Te trasladaste a Damasco y viviste de forma independiente. Yo
también hice lo propio unos años después de salir de la cárcel. Habías decidido
trasladarte a otra ciudad y dar origen a un nuevo comienzo, algo que seguía
siendo mucho más difícil en nuestro país para una mujer que para un hombre. Sin
embargo, tomaste tu decisión y la llevaste a cabo, una acción muy valiente. La
ex presa política quería ser libre en el ámbito personal, si la liberación
general no se podía lograr. El ex preso político no necesitaba una valentía
especial para hacer exactamente lo mismo en nuestro país.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el año 2000, nuestros caminos se cruzaron en Damasco: dos ex
presos, independientes, residentes en la capital que apenas habían conocido
antes de la cárcel, y que vivían de su trabajo, tú de mecanografiar textos en
el ordenador, que empezaba a llegar en aquel entonces, y yo de la escritura y
la traducción.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Nuestro matrimonio, con nuestros diferentes orígenes y tempranos
inicios, fue también un acto de libertad, y de valentía, más por tu parte que
por la mía. Este nuevo inicio fue la continuación de lo anterior, de la lucha,
la cárcel y la vida independiente. Teníamos dos historias que, en septiembre de
2002, se transformaron en una.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">El cuarto inicio y la cuarta experiencia llegaron con la
revolución. Me escondí para decir y escribir lo que consideraba correcto, y tú
quisiste que nuestra casa se mantuviera abierta en la medida de lo posible. Tú
hiciste de una casa alquilada un hogar, y para ti, salir de ahí era equivalente
a salir del país. Lo dijiste en tu libro <i>Diario del asedio a Duma 2013 </i>[2].
Entonces no era consciente de ello, Sammur. Solo hoy comprendo que preservar la
casa era tu forma de aferrarte a nuestro espacio común, nuestro puerto seguro
al que volver tras una larga ausencia, pero siempre temporal. Tu forma de
expresarlo en el libro recuerda a las grandes experiencias de desarraigo y
éxodo forzado, Sammur, pero esas experiencias se ríen de la amargura de tu
expresión: nos esperaba algo más duro y amargo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Cuando salí de Damasco hacia Al-Ghuta oriental y fueron pasando
los días, quisiste vivir la experiencia y unirte a ella. Lo deseabas tanto que
en tu libro me “agradecías” por “haberte traído a ese lugar”, y ello después de
que yo me hubiera marchado a otro lugar. Ojalá, Sammur, por una sola vez, no
hubieras venido y no me lo hubieras agradecido. Ojalá, por una vez, yo hubiera
insistido en que no vinieras, aunque hubiera tenido que cargar con tu enfado
durante un tiempo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En nuestras experiencias de vida, de más de medio siglo antes de
tu desaparición, se habían mezclado el peligro y el cambio, el enfrentarse al
miedo sin la seguridad de que nos salvaríamos, y la salida del enfrentamiento
totalmente cambiados. Tú y yo somos hijos de las experiencias que nos han
creado y formado, y yo no podía decidir por ti en ese momento crucial, ni
escoger para ti unas experiencias más seguras. Ojalá lo hubiera hecho.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tu capacidad de aceptar las experiencias que venían siempre hizo
más fácil vivir con las dificultades. A pesar de la dureza de las descripciones
de tu libro, la aceptación supera al dolor, el dolor de lo que veías a tu
alrededor y que tú misma padecías. No negabas el sufrimiento, pero tus palabras
se centraban más en la observación.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Te esforzaste en transformar las experiencias en palabras, y las
convertiste en sentimientos y vida. Las representaste en tu forma de ser, y yo
las representé en mis acciones. Te curtiste en distinguir entre personas,
Sammur, y tu juicio en ese sentido era mucho más certero que el de tu marido,
poco precavido. Ambos tenemos en mente más de un ejemplo. Por mi parte, me
dediqué a saber cómo distinguir entre ideas, entre lo real y lo falso, entre lo
que abre puertas a otras<span style="margin: 0px;"> </span>realidades y lo
que simplemente da vueltas alrededor de sí mismo. Lo que nos acercaba en este
sentido es que queríamos distinguir y decantarnos por algo: diferenciar entre
lo que vive y lo que muere, y ponernos de parte de la vida.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tu política era la empatía, la implicación y la expresión del
dolor de quienes lo padecían. Tus palabras en el <i>Diario</i> están
impregnadas de esa política de implicación. No pusiste tu propio dolor por
encima del de otros, y llegaste a la conclusión, clara y simple, de que el
asedio que compartías con la gente de Duma era mucho más duro que la cárcel que
ya habías experimentado como presa, y en la propia Duma. Mi política era la de
decir la verdad sobre las autoridades a la gente. Alteraba a propósito alguna
expresión recurrente en inglés sobre la necesidad de decir la verdad al poder o
frente a él, y la encontrabas prácticamente igual en los libros de muchos otros.
Nadie se dirigía al poder en ningún caso, aunque el discurso fuera desafiante,
ni aunque se entendiera el poder en un sentido amplio que englobara a los
poderosos, dueños de la influencia económica, social y religiosa, pero también
la simbólica, como es el caso de artistas, pensadores y literatos. El poder era
tal vez el objeto del discurso, pero este se dirigía a la gente en su
diversidad, aquellos afectados por las acciones de quienes detentan la
autoridad, y quienes pueden ser partícipes en acciones o palabras que lo
cambien.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Tras tu desaparición a manos de una autoridad religiosa que roba
mucho, mata mucho y miente mucho, como su homóloga asadiana, he adoptado una
nueva política que lleva tu nombre y de la que eres el símbolo. En este
sentido, tengo un recuerdo poco feliz, Sammur. En abril de 2016, solo unos días
antes de nuestra supuesta cita, me llegó una invitación de un miembro de la
Coalición Nacional a un “taller de evaluación de la trayectoria de la
revolución a lo largo de sus cinco años” en Estambul. En ese momento, me
encontraba en esa ciudad, pero era otra Estambul. Respondí a la invitación
diciendo que no me interesaban ni la Coalición ni su gente, y que “mi política
se llama Samira Khalil”. No me contestó, ni tampoco expresó solidaridad alguna,
como no se le ocurrió decir, por ejemplo, que podría asistir al taller de
evaluación para hablar de “mi política”.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Evito constantemente contarte cosas de esta experiencia vital incompleta,
pero cuánto deseo que llegue el día en que estés a mi lado, para hablar de
muchas “experiencias vitales”, como solíamos hacer, aunque fuera solo durante
unos minutos, cuando alguno de los dos llegaba de algún recado o de un viaje.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy tienes una historia terrible de una experiencia terrible y
larga, cuya carga no consiguen aliviar nuestras experiencias pasadas. Lo que
estás viviendo tú, lo cuentas tú y lo contamos juntos.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif;"><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;">Todas nuestras experiencias </span><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;">─</span><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;">la lucha, la cárcel, la independencia y el amor, y después esta
larga ausencia muda</span><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;">─ son
dimensiones de las dolorosas experiencias del país cuyo trágico origen no fuimos
capaces de ver en su formación, historia, ambiente y mundo, o bien lo vimos y
no lo creímos. Tu ausencia está unida al coma del país y a las catástrofes que
han afectado a innumerables personas.<span dir="RTL" lang="AR-SA" style="margin: 0px;"></span></span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hoy, lejos
de mí, no puedo cuidarte; y yo, lejos del país en llamas, que nos han dejado
claro que se está quemando para que el pirómano perdure, intento ser quien
cuente la historia interminable de Samira/Siria.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa es mi
política.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Esa es mi
lucha.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">A pesar de
la fragilidad de los instrumentos, el antiguo luchador sigue luchando, buscando
nuevas formas de mantenerse en la batalla, en muchas batallas.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">Hemos
vivido una vida de lucha, Sammur, y nos marcharemos de ella combatiendo.</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="line-height: 18.6pt; margin: 0cm 0cm 9.55pt; text-align: justify;">
<span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"><span style="font-family: Verdana, sans-serif;">En el día
de tu cumpleaños, ¡estate bien!</span></span><span style="color: #333333; font-size: 11.5pt; margin: 0px;"></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Hermano de Hafez al-Asad y tío de Bashar al-Asad.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: Verdana, sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Disponible en castellano gracias a Ediciones del Oriente
y del Mediterráneo. Para más información, puede consultarse <a href="http://www.orienteymediterraneo.com/diario-del-asedio-a-duma-2013/"><span style="color: blue;">esta
página</span></a>.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<b></b><i></i><u></u><sub></sub><sup></sup><strike></strike><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><span style="font-family: Verdana, sans-serif;"></span><span style="font-size: xx-small;"></span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-743470533227231943.post-22106069488858857792018-12-09T08:28:00.001-08:002018-12-09T08:43:27.880-08:00Cartas a Samira (11)<div dir="ltr" style="text-align: left;" trbidi="on">
<br />
<div style="margin: 0px 0px 13.33px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Texto original: <a href="https://www.aljumhuriya.net/ar/content/رسائل-إلى-سميرة-11?fbclid=IwAR28vzzXUSQdGZWIqpOrP9Wik7lCSS7uDqbYA0J6hS_advtDus_aetiZ0D8">Al-Jumhuriya</a></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Autor: Yassin al-Haj Saleh</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Fecha: 09/12/2018</span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s1600/finalisimo.jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="288" data-original-width="570" height="161" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7hpH_ypV-IhZQkdcQnmt2NFdQj3s_seMIsqP5RPMrJqSvubmkSTzrH-bEg52j7AiyQrNQTFvG6FW2tR8nGtRp_MOIZkfo3WK1Ba_AZ-1hT88qa9eLfvExdcOkMQYE8NouRAc-RrGFdnsz/s320/finalisimo.jpeg" width="320" /></a></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¡Cinco años! ¡Sesenta meses! ¡260 semanas! ¡1.826 días!</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Diría que me ha pasado por la cabeza mil veces lo que haría
si me encontrara de frente con los cuervos del mal que te secuestraron e
hicieron desaparecer, Sammur. Les secuestraría el alma: esa es la respuesta más
directa. Las suyas son almas muertas que viven de destrozar la vida y que no
descansan hasta que han esparcido la muerte a su alrededor. ¿Sabes lo que dice
Al-Mutanabbi [1] de almas como las de ellos? </span></div>
<br />
<div align="center" style="margin: 0px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">“La muerte no se lleva un alma nauseabunda de las suyas</span></div>
<div align="center" style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: center;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">si no puede cogerla con un palo”</span></div>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Hace falta un
palo muy largo para alejar esas almas fétidas que provocan náuseas a la propia
muerte.</span></div>
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></div>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">
</span>
<br />
<div style="margin: 0px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pero, incluso si me los encontrara de frente y tuviera ese largo
palo, ¿sería el secuestro de las almas de semejantes seres el castigo justo por
un crimen de secuestro, desaparición forzosa y negación durante años? Quien
sufre por amor suele inclinarse a veces por algo más sencillo, menos violento y
quizá con un impacto más duradero: que permanezcan, desposeídos de toda fuerza,
seguidores y dinero, bajo su atenta mirada. Los quiero expuestos, al alcance de
nuestras miradas, la mía y la de los familiares de los desaparecidos. Pienso en
que no se les haga daño, que se les dé de comer y de beber y <span style="margin: 0px;">que se les vista, que los preserven como reliquias
vivas del crimen.</span></span><br />
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span>
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sin embargo, ¿puede
haber un castigo justo? ¿Es justo que nos preocupemos de tal manera por
mantener con vida a esos insignificantes criminales y mostrárselos a los
espectadores, en vez de ejecutarlos o encarcelados, como otros criminales de su
misma calaña, asesinos o violadores? ¿O quizá deberían ser secuestrados y
hechos desaparecer? Para mí, esta última opción debe descartarse porque hace sufrir
a sus familias (esos rabiosos también tienen familia, ¡e hijos!), y porque eso
supone producir nuevos secuestradores, algo que no debe suceder, ni
experimentarse, ni existir.</span></span><br />
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><br /></span></span>
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Mi imaginación en
ese sentido, Sammur, es modesta, y no sé si eso es bueno. Durante los primeros meses
en que estuvimos presos, pensábamos qué haríamos con Hafez al-Asad si lo
tuviéramos delante, y sin embargo, apenas recuerdo la propuesta que más gracia
me hizo, y que fue idea de uno de mis compañeros: meterlo de pie en un hoyo de
su estatura, enterrado hasta el cuello con excrementos humanos, y que un hombre
portando una espada saltara sobre él continuamente gritando “¡La cabeza, la
cabeza, la cabeza!” Eso le obligaría a meter su cabeza una y otra vez en los
excrementos para protegerla. Con ello, los detenidos desarmados se vengaban
imaginariamente de su verdugo rencoroso, de quien pensaban que todavía no había
cometido el peor de sus crímenes: la matanza de Hama.</span></span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><br /></span></span>
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;">¿Cuál podría,
entonces, ser el castigo más justo para Bashar y los fabricantes y
administradores de muerte en su régimen? Tal vez ninguno, tal vez no haya un
castigo justo para sus semejantes, como no lo hay para Ka’ka, Dirani, Shadhili
y Buaydani </span><span style="margin: 0px;">─</span><span style="margin: 0px;">algunos de los
que os secuestraron a ti, a Razan, a Wael y a Nazem.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;"><br /></span></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUJY6JNxQAwlYW-zBKKWDmRXYjudEOAIjgF92e-rqOb7IIx0Ssne_yHFaSb6jYCb7iEwxM4LuFlk19UWKCHVb-CpKK-XXGRuMon6xasxgwfhNRWGQaDkdwQcGz3M7-jzgrBQo2Y7w7UaOa/s1600/1smyr_rzn_wyl_nzm_1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="560" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiUJY6JNxQAwlYW-zBKKWDmRXYjudEOAIjgF92e-rqOb7IIx0Ssne_yHFaSb6jYCb7iEwxM4LuFlk19UWKCHVb-CpKK-XXGRuMon6xasxgwfhNRWGQaDkdwQcGz3M7-jzgrBQo2Y7w7UaOa/s320/1smyr_rzn_wyl_nzm_1.jpg" width="233" /></a></div>
<span style="margin: 0px;"></span><br />
<div style="text-align: center;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">Izzat Abu Rab'iya</span></span></div>
<span style="margin: 0px;">
</span>
<br />
<div align="center" style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: center;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-size: xx-small;"></span><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"></span><br /></span></div>
<span style="margin: 0px;">
</span>
<br />
<div align="center" style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Poner a Bashar
al-Asad frente a los innumerables sirios a los que ha asesinado, condenado al
exilio y torturado, ante todos aquellos cuyas vidas ha destrozado y cuyos
corazones ha roto, mostrarlo ante ellos, para que las víctimas le hagan
escuchar los crímenes que ha cometido contra ellos, y condenarlo a permanecer
ante sus miradas… Quizá eso sea lo más cercano a la justicia.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">La pregunta que
quizá cabe hacerse es: ¿Durante cuánto tiempo han de mantenerse expuestos los
criminales? ¿Deben ser castigados con el escrutinio de las miradas de sus
víctimas durante el resto de su vida? La verdad es que, aunque ellos lo
merezcan, nosotros no. Nuestros ojos merecen algo mejor, y también nuestras
almas.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Queremos que los
criminales reciban su castigo, y que desaparezcan de nuestras miradas, para que
en sus conciencias quede el recuerdo de las heridas que no queremos que se
repitan.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;">Pero, ¿por qué no recurrimos
al Talión? Que prueben exactamente lo mismo que han dado a probar a otros.
Habría que poner a Bashar, Maher [2], Jamil Hassan [3], Ali Mamlouk [4] y sus
cómplices en la matanza en </span>celdas estrechas, escasamente ventiladas en
las que sintieran que se asfixian. Habría que tenerlos semanas y meses sin
ducharse, asustarlos y golpearlos de vez en cuando, aplicarles electricidad en
sus partes, sodomizarlos con una vara o botellas de cristal, y obligarlos
a violarse unos a otros, como ellos hicieron con sus víctimas en la cárcel de
Seidnaya, privándolos de la muerte durante un poco más de tiempo. <span style="margin: 0px;">Ka’ka, Dirani, Shadhili, Buaydani y Younes al-Nisrin
deberían ser encerrados en jaulas de hierro, para luego pasearlos ante la gente
por el barrio industrial de Adra [5] ¿Por qué no imponerles la lectura de los
discursos de Bashar al-Asad y su padre, y hacerles exámenes sobre ellos, como
solían hacer ellos con sus presos a los que obligaban a memorizar el Corán?
Quizá podrían enseñar ellos mismos a Bashar al-Asad y sus socios a rezar, examinarlos
de los diez pecados del islam, o del cuaderno del rabioso siervo del poder,
Samir al-Ka’ka, sobre la lealtad y la absolución [6], y golpearlos con el
látigo si no se lo saben.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Hay alguna forma
de lograr la justicia, Sammur, sin castigar a esos asesinos? Creo que no.
Castigarlos con una mirada escrutadora no es suficiente: tiene que haber una
forma material o corporal de castigo justo, sin que se convierta en una copia
del crimen cometido por el criminal al que se está castigando, y sin suponer
una aplicación literal de la ley de Talión. La justicia del ojo por ojo deja a
todos ciegos, como decía Ghandi. Sin embargo, la esencia del ojo por ojo contra
el ente criminal sigue siendo la base para un castigo justo. No se trata de
secuestrar a quien secuestra, ni de matar a quien mata, ni de cortar la mano de
quien la corta, sino de imitar la acción inicial despojando a los criminales de
toda posibilidad de torturar, proteger a la sociedad frente a ellos y
convencerla de que se ha hecho justicia.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">En cualquier caso,
si la justicia tiene futuro en nuestra patria, o nuestra patria tiene futuro,
ello no va a depender de que los que han cometido delitos se libren del
castigo, sino que va más allá: el castigo ha de ser un acontecimiento nacional, público,
grande, fundacional y político. Me refiero a que los sirios han de saber lo que
está pasando, poder seguirlo, y conocer su justificación, los detalles de los
crímenes y los mecanismos utilizados para hacer justicia, y que se produzca de
tal forma que suponga una ruptura en la historia de nuestro país, que cierre
por fin el capítulo anterior.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">¿Cabe la esperanza,
Sammur? Quizá eso nunca suceda, quizá no lo veamos, pero tal vez el hecho de
imaginarlo, pensar en ello y trabajar en ello ayude a que mentes y corazones
encuentren una forma justa de castigo que quizá sea más fácil de hacer
realidad.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Ahora bien, ¿no es
más importante el perdón que una justicia imposible, cuyo continuo retraso avisa
de su imposibilidad con el paso de los días, los meses y los años durante los
cuales vemos todo tipo de injusticias flagrantes con las que llevamos
conviviendo décadas? No lo creo. No porque no nos contentemos con un cuarto de
la justicia no vamos a conseguir nada. El problema es que ya nos hemos
contentado con ese cuarto, pero a dicho cuarto no le hemos bastado. ¿Recuerdas
la iniciativa que firmaron los ex presos, en 2003 o 2004, para derogar la
privación de derechos civiles y la compensación por los años de cárcel? Dicha
iniciativa no suponía ni el 10% de la justicia que merecíamos, y se hizo con
conocimiento y coordinación del aparato de seguridad e inteligencia: no dio
ningún resultado.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="margin: 0px;"><span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Antes de aquello, estoy
seguro de que recuerdas que algunos de los nuestros hablaron de una
reconciliación nacional y a la compensación de los agravios para cortar el
camino a los actos de venganza y las explosiones irracionales. También hubo
algunos ex prisioneros políticos que adoptaron el lema de Mandela: “Perdonamos
para no olvidar”. Yo mismo fui uno de ellos, pero en el lema estaba implícito
lo que se había logrado en el caso de Mandela: el cierre del capítulo de la
discriminación y el inicio de una nueva era. Teníamos la esperanza de que el
capítulo se cerrara y la reconciliación tuviera lugar, para entrar de veras en
el tiempo del perdón. No solo no sucedió nada de eso, ¡sino que se nos calificó
de rencorosos!</span></span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;"><span style="margin: 0px;">La justicia no
puede convalidarse con el perdón o las conciliaciones. Ese tipo de pactos son
traicioneros: Líbano se está pudriendo hoy por culpa de un pacto así. Queremos
justicia para poder perdonar.</span></span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Cuando vuelvas, sana y salva, cuando los criminales sean
puestos a disposición de un tribunal justo, cuando reciban el castigo merecido,
entonces, podremos pensar juntos en el perdón y la conciliación.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Pido menos de lo que pedía Heinrich Heine, el poeta alemán
de siglo XIX, que decía de sí mismo, con ironía, que era “de carácter muy
pacífico” y que sus deseos apenas eran “una cabaña modesta con el techo de paja,
pero con una buena cama y buena comida, leche y mantequilla frescas, flores en
la ventana y bellos árboles frente a la puerta”. Y por último añadía esta
modesta petición: “Y, si Dios quiere, completar mi felicidad viendo a seis o
siete de mis enemigos colgando ahorcados de dichos árboles. Antes de su muerte,
con el corazón acongojado, les perdonaré por todo lo que me hicieron en vida,
pues lo cierto es que uno debe perdonar a sus enemigos, pero no antes de ser
ahorcados”.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Yo quiero ver a mis enemigos privados de poder y dinero, sus
dioses a los que adoran. No quiero que pasen hambre, pero que se alimenten del
racionado, como hacían ellos con sus presos. No tengo esa gracia para el odio
que tenía Heine y no quiero que mis enemigos sean colgados antes de que les
muestre mi misericordia y los perdone, sino que quiero que vivan como pollos
sin alas, que es como en realidad se encuentran cuando carecen de poder asesino
y dinero robado.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Sammur, ni en nuestro idioma, ni probablemente en ningún otro,
existe una palabra para llamar a quien sufre la desaparición de un ser amado,
del que no sabe nada durante años. Por mi experiencia, creo que quienes están
pasando por algo similar no tienen una opinión clara sobre cuál es el castigo
justo para los que os han hecho desaparecer. Por mi parte, no puedo negar la
relevancia de pedir la ejecución de quienes han prometido a sus víctimas en los
sótanos asadianos de la muerte (o sus homólogos, los señores islamistas de la
tortura y la muerte) que desearan la muerte, pero que no la obtendrán. Pero
ello, la ejecución no ha de tener lugar hasta que los asesinos no sean privados
del poder y la influencia que poseen, no sin que hayan sido acusados y
culpados, y no sin que la justicia se configure como acontecimiento social
público que nos sirva de base para el futuro.</span></div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif;">Creo que el crimen cometido por los torturadores y los
secuestradores no es como el que cometen otros, por lo que su castigo no ha de
ser el mismo tampoco. Debe suponer el fin de las desapariciones forzosas y las
torturas y no el fin de los secuestradores y torturadores como tal. Después,
deberá renovarse el pacto y celebrarse cada año, para que no se olvide. Ha de
ser una fiesta contra el mal, que recordemos cada año para no repetirlo.</span></div>
<div style="text-align: justify;">
</div>
<div style="margin: 0px 0px 13.33px; text-align: justify;">
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[1] Famoso poeta árabe del siglo X.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[2] Hermano de Bashar al-Asad.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[3] Jefe de la Dirección de la Inteligencia Aérea siria.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[4] Hombre de confianza de Asad y jefe de la Oficina de
Seguridad Nacional del Partido Baaz.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[5] Barrio en el Ejército del Islam tomó rehenes alauíes y
los paseó en jaulas por la calle.</span><br />
<span style="font-family: "verdana" , sans-serif; font-size: xx-small;">[6] Conceptos de la jurisprudencia islámica.</span></div>
</div>
Traducción por Siriahttp://www.blogger.com/profile/13846965362462065292noreply@blogger.com0