jueves, 5 de abril de 2012

Emotivas palabras de Burhan Ghalioun

A continuación reproducimos las palabras de Burhan Ghalioun, presidente del Consejo Nacional Sirio, en Viena el 8 de diciembre de 2011 porque en ellas se ve que la voluntad de hacer cosas productivas en muchos miembros del consejo existe.


Buenas tardes a todos.
Nos os voy a ocultar que cuando iba a venir para acá estaba viendo una emisión en directo del barrio de Baba Amor en Homs. Veía caravanas de difuntos pasando ante mis ojos. El lema, que ya no es un mero lema, “La muerte antes que la humillación” se ha convertido en una realidad, en el precio de caminar por la calle y no solo de llamar a las puertas de la libertad. Y me dije: “¿Qué sentido tiene que vaya a Viena o a cualquier otro sitio hoy?” He estado a punto de cancelar la decisión de venir. Me dije: “Qué estéril es la labor diplomática”. Vamos a diario y a veces dos veces en un mismo día a entrevistarnos con responsables para explicar la cuestión y sabemos que desde hace dos meses no hemos llegado a ningún resultado real de los que esperábamos. Todos aquellos con los que nos hemos visto nos han asegurado su total apoyo al pueblo sirio, pero a fin de cuentas, ¿qué podemos presentar hoy a este pueblo que soporta a diario la represión y la muerte?
Me dije que tal vez era mejor cancelar estas visitas, y trabajar y contactar con este pueblo que necesita de todos de nosotros, de cada una de nuestras palabras. Pero decidí venir por vosotros, porque vosotros sois parte de este pueblo y pensé también que esta podía ser una buena ocasión para hablar, a través de vosotros, a este grandioso pueblo, el gran pueblo sirio.
El primer punto que quiero destacar es que tras nueve meses de lucha cruenta y heroica aun tenemos un contexto y muchos desafíos que debemos superar.

Para ello, es necesaria una actividad organizada, metódica y de grupo en torno a la cual se unan todos los sirios dentro y fuera. Y fuera es necesario que haya una organización para todas las comunidades sirias desde EEUU hasta cada rincón del mundo. Vosotros conformáis una enorme fuerza, que será un factor principal para determinar lo que suceda en Siria para que el resultado quede de lado de la revolución por la democracia. Me dije que aún estamos a mitad de camino y que superar los desafíos exige que se trabaje en torno a dos ejes: el primero es unir al pueblo sirio y a la oposición. Necesitamos a todos y cada uno de los sirios, a los de dentro y a los de fuera, a los musulmanes y a los que no lo son, a los de izquierdas y a los de derechas. Necesitamos a todo sirio cuyo corazón lata con libertad. Nosotros y el Consejo debemos unir a este pueblo y para eso, cada uno de nosotros ha de dejar a un lado su agenda propia, sus intereses propios, sus visiones propias, su ideología propia, para entrar todos en la lógica del nacionalismo sirio global.

Ese nacionalismo sirio global significa que nos unamos todos en torno a unos principios fundamentales, que no son otros que esos por los que el pueblo sirio comenzó esta revolución. No es solo la libertad, ni tampoco es solo la dignidad, sino que es algo que va más allá: el establecimiento de un Estado democrático, civil, abierto a todos sus hijos, que son iguales entre ellos, condenando toda discriminación del tipo que sea.

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